FAUNA

 

El enigmático mundo de los "Caballitos  de Mar"

 

Algunos diccionarios lo siguen definiendo como "animales mitológicos"

 

 

Una pareja de hipocampos "histrix" descansan enroscados a un tronco submarino.

 

 

Estas fascinantes criaturas, tradicionalmente unidas a las leyendas, corren grave peligro de extinción cuando aun se saben muy pocas cosas sobre su curiosidad y extraordinaria vida.

El hipocampo o caballito de mar es una criatura de aspecto prehistórico, a medio camino entre la leyenda y la realidad del fondo marino.

Es una de las criaturas más enigmáticas y fascinantes de la naturaleza, pero esta seriamente amenazado en libertad. Hoy su frágil y delicada silueta corre grave riesgo de desaparecer de nuestros mares y océanos.

Es la única criatura en el mundo cuyos machos se quedan embarazados, naciendo en cada parto más de mil quinientas crías. Por desgracia, estos encantadores corceles de los océanos están en peligro de extinción debido a que su demanda comercial (vivos o muertos) sigue aumentando. Se calcula que, cada año, unos sesenta millones de "caballos marinos" son arrancados de su hábitat natural en beneficio del hombre.

La población mundial de esta especie ha caído aprox. un 50 por 100 en esta década. Tal disminución es un fenómeno relacionado principalmente con el floreciente mercado de la medicina china. Al parecer, secas y convertidas en polvo, las delicadas criaturas marinas curan diversas enfermedades, incluidas el asma, la incontinencia o la impotencia. También se capturan caballitos de mar para sacarlos y venderlos como recuerdos o para comercializarlos como mascotas, y las variedades más exóticas llegan a alcanzar las quince mil pesetas unidad. Desafortunadamente, ninguna de las treinta y cinco especies conocidas responde bien a la cautividad.

 

ANIMALES MITOLÓGICOS

 

Los orígenes de este animal siguen siendo un misterio. Los diccionarios todavía dan la primera definición de caballo marino como "animal mitológico". Los que conducían el poderoso carro de Neptuno por las aguas de Egeo eran caballitos de mar. Se piensa que evolucionaron al menos hace cuarenta millones de años, y a su alrededor se han tejido muchas historias en las que se les atribuyen propiedades mágicas y medicinales. Los caballitos de mar son unas de las criaturas más curiosas de la madre naturaleza, dotados con la cabeza y el cuello de un caballo, la armadura corporal de un insecto, la cola prensil de un mono y la bolsa de un canguro. Algunos antiguos libros de historia natural los clasificaban como insectos ("hipocampus" significa literalmente oruga caballo), pero siempre se los ha asociado con poderes mágicos. Para que la leche salga sin dificultades cuando amamantan a sus hijos, las mujeres de algunos países llevan un caballo seco.

En Europa, los caballos marinos se utilizaron contra la incontinencia urinaria, y en la antigua Grecia, para curar el cáncer.

 

Un "hippocampus whitci", una de las treinta variedades conocidas.

 

 

IEMANJÁ

 

El Orixá de los mares, posee según la leyenda un carro de ostras tirado por caballitos de mar. La madre de las aguas y de la vida los integra al mito del amor universal, unidos hasta que la muerte los separe, cuando uno muere el otro sigue a su gran amor.

 

Cantando para Iemanjá con la barca cargada de regalos que dos hipocampos se lo llevaran a la Reina del mar.

La ostra que simboliza el barco de Iemanjá tirado por caballitos de mar.

 

LOS MACHOS PAREN LAS CRÍAS

 

Su sistema de reproducción único, en lugar de propiciar sus posibilidades de supervivencias, complica más la situación. Como personajes del cuento de hadas del que parecen salidos, se mantienen fieles al mismo compañero durante toda su vida. Incluso si uno de los miembros de la pareja muere, es improbable que el caballo de mar superviviente busque un nuevo compañero. De la misma forma, si uno es pecado, el otro continuara el resto de su vida solo y la descendencia se convertirá en cosa del pasado.

Por una extraña peculiaridad de la Naturaleza, la hembra del caballo marino no tiene que realizar ninguna de las tareas maternas habituales. Se limita a depositar los huevos en una bolsa de la parte abdominal del macho y es éste quien se ocupa de fertilizar y portar los huevos durante el período de gestación, que puede durar de diez días a seis semanas, dependiendo de la temperatura del agua y la variedad de caballito de mar.

Cuando el macho da a luz, el parto completo, con contracciones, puede durar hasta dos días. Al final, nacen aproximadamente 1.500 diminutos caballitos de mar, por lo que es fácil imaginar el efecto que puede tener sobre el número de caballitos la captura de un macho todavía preñado.

El delicado caballito de mar, que recibe el nombre por la forma de su cabeza y su postura ecuestre, vive principalmente en hábitat de algas marinas de las zonas templadas del Lejano Oriente y la costa del Pacífico. Los principales exportadores son Filipinas, Vietnam, India y Tailandia, aunque es en Australia donde viven el mayor número de especies, once en total. Naturalmente, para los países en vías de desarrollo es difícil resistir la tentación de explotar un recurso natural tan valioso, pero no son los únicos que se aprovechan.

 

La variedad "Ingens", la única existente en el Pacífico Oriente, mostrando su extraordinaria capacidad camaleónica para cambiar de color.

 

EL ACUARIO DE PLYMOUTH

 

Sin embargo, los caballitos de mar tienen la suerte de disponer de un caballero andante, Neil Garrick-Maidment. Dedicado naturalista, su fascinación por estas diminutas criaturas le ha llevado a crear uno de los centros de investigación cría en cautividad de caballitos de mar del mundo, en el Acuario Marino Nacional de Plymouth.

En tanques que contienen diminutos ecosistemas, llenos de plancton y diminutos camarones para alimentar a las crías, se muestran catorce variedades de caballos marinos. Allí, además de conservar los caballos marinos, Garrick consiguió el objeto final: perfeccionar técnicas fáciles de cría que se puedan utilizar también en los países en vías de desarrollo.

Garrick: "Esa fue mi directriz desde el primer día. Uno de los problemas es que la mayor parte de los países en desarrollo no tienen la tecnología ni el dinero para pagar la mano de obra. Por tanto, me puse el objetivo de crear una técnica que fuera relativamente sencilla y que requiriese poca mano de obra. Con un sistema muy sencillo de acuicultura, la mayoría de estos países podrán criar una cantidad limitada de caballos marinos ahora, y espero que en año o año y medio conseguirán criar decenas de miles".

Es posible que los caballitos de mar sigan llegando a los acuarios de la casa, o convirtiéndose en llaveros o pociones mágicas en el futuro, pero gracias a defensores como Garrick Maidment, al menos habrá un ejercito de refuerzos esperando para ocupar su lugar. De esta forma, una de las criaturas marinas más curiosas, que se supone evolucionó hace cuarenta millones de años, seguirá sobreviviendo durante muchos años.