IEMANJA
La Madre de Umbanda
Los 7 Orixás que comandan las legiones de fuerzas y energías de la Ley de Umbanda son Orixás de las naciones africanas Yorubás. Iemanjá, la madre de todos los orixás, comanda las energías de los ríos, arroyos, oceanos, lagunas, cascadas. Todos los lugares donde la naturaleza se haga presente con el elemento que representa a Iemanjá. En esos lugares las caboclas juntaban el agua que bebían, que cocinaban, que se bañaban. Caboclas que a veces vivían cerca de una corriente de agua, pero a veces no. La mujer integrada a la sociedad de las tribus o grupos amerindios era la encargada en el contacto con el agua. Muchas de las entidades que pertenecen a la cultura de los amerindios están integrados sus nombres a la ley de Umbanda. El nacimiento de Umbanda, para unos como bandera de los pobres, negros, zambos, mulatos y desposeidos; para otros, el nacimiento de Umbanda como respuesta religiosa para guardar las culturas tradicionales afroamerindias. Iemanjá, el orixá de Abeokutá en Ibadán (Nigeria), «la madre cuyos hijos son los peces», es transformada hasta en el color de su piel, volviéndose más tupí-guaraní. Sus cabellos dejan de ser como en Africa para transformarse en lacios, pero negros. Y el cuerpo de la madre que amamanta hijos, que es fecunda, se transforma en una escultural e imperceptible sirena que no se le ve la cola de pescado como la ostentan los bahianos, sino que es un vestido celeste, que parece ser la bruma del mar, pues este se confunde con las aguas de donde ella emerge. Iemanjá en Umbanda es la cabocla protectora, guardiana de las otras caboclas como las Yaras, las Oxum, las Sereias. Innumerables mitos y leyendas la trasladan al continente americano y muchos de ellos la identifican con las diosas ya existentes, caso de las Yaras. Iemanjá, que ya no se llamará más Yemojá, por que la fonética portuguesa la cambió, pero que será la dueña y señora del mar, la que tiene cinco mágicos nombres. Unos, los que traía de Africa, otros, los que la gente le dió. Iemanjá y princesa de Aioká es el Africa de donde viene, Rosa Palmeidón, María y Janaina se los dió el pueblo, se los dieron los negros, los hijos que ella más quiere. Todos los mares del mundo son de Iemanjá y en ese peregrinar que ella tiene, llegó al Rio de la Plata para no irse mas. Por que no le fue tan fácil quedarse, por que sus hijos y sus fieles tuvieron que luchar mucho para que se le respetara por que sus hijos y sus fieles la llamaron tanto por que la necesitaban y le imploraron tanto por que la querían. Y ella escuchó a sus hijos y a quienes la quieren y se quedó. Para unos es el fenómeno del 2 de febrero, para otros es la Umbanda que sale a la calle, baja a la playa, canta, baila y ofrenda flores en el mar. Para todos es Iemanjá, la madre que todos tienen ahora, en el hoy, en el más acá y también en el más allá. Es la danza que nace del sonido del tambor, que lleva a las hijas a bailar moviendo sus brazos como si estuvieran remando un barco o como si estuvieran nadando. Es la energía de Iemanjá que se llama posesión, incorporación y trance a través del cual se suelta una irradiación muy especial y que hace que todos nos encaminemos al mar siguiendo a sus hijas llevando flores, sandías, peras, uvas, merengues, coco, espejos, peines, perfumes y collares de perlas para halagar a la fuerza y energía que viene del mar y que se llama Iemanjá.
El fundamento de la religión de Umbanda nos indica que las mães de agua llegan para retirar toda carga espiritual y emocional que se encuentre en el recinto. La falange de Iemanjá es invocada al final de las ceremonias para cumplir con lo que decíamos al comienzo, siendo importante su función los los días de lluvia cuando no se puede salir a la calle a soltar a Exú, guardian de los caminos y de las puertas del templo en Umbanda. Iemanjá limpia y descarga el recinto, y una vez finalizada la tarea se les indica que «afuera está lloviendo». De esta manera llegamos al final de la ceremonia.
Iemanjá, Orixá de Umbanda que comanda a las 7 jefas de legiones
Cabocla Sereia do mar
Cabocla Inhassá
Cabocla Oxum
Cabocla Yara
Cabocla Estrela do mar
Cabocla Naná Burucum
Cabocla Indaiá
Cada una de estas jefas tiene 7 jefas que comanda formando un total de 49 jefas de falanges con los mismos nombres y luego se multiplicarán por 7 hasta el infinito número de energías de la Ley
Fuente: Awo Fá’lokun Fatunmbi
RELIGION YORUBA - NACIONES DEL BATUQUE
Iemanjá
BOCI: en la orilla de la playa
BOMI: dentro del agua
Naná Burukum es un orixá que no pertenece al grupo de las Iemanjá
Dibujo realizado por Paulo Montiel
Madre del pez se convierte en nube que produce lluvia
Fue Yemoja (Madre de los Peces) quién vivió sola en Ojú Òrun (El Cielo) en el día que Olodumare decidió que Yemoja necesitaba una familia. Ojú Òrún (El Cielo) se volvió Omi Òrun (Las Aguas Celestiales) quien le dio a Yemoja (Madre de los Peces) toda la ire (buena fortuna) necesitaba vivir y ala (soñar). Omi Òrun (Las Aguas Ancestrales) fueron donde ella vivió y comió, vivió y comió, vivió y comió hasta que su estómago se abrió creando Ìrawo (las estrellas), Oru (El sol) e irawo ti nye orun ka (los planetas).
En ese día Yemoja vino a vivir a Oni aiye (Aguas Terrenales) donde ella vivió y comió, vivió y comió, vivió y comió, hasta que su estómago se abrió creando a los Orisha. Fue en ese día que Shango, Oya, Ògún, Oshun, Osanyin Babaluaiye e Ibeji vinieron al mundo.
Dibujo de Tony Ebora
Hasta estos días los devotos de Yemoja dicen: "Omo at’Orun gbe ‘ba aje ka’ ri w’ waiye, ma ja kiki won aje" que significa: "Son los niños quienes traen la buena fortuna del cielo a la Tierra, respeten el poder de las Madres".
Comentario: En Africa Yemoja, es generalmente asociado con el Río Ògún. Los devotos del Oeste, asocian a Yemoja con el Océano; de todas formas, la Deidad del Océano en Africa, es Olokun. Esto ha causado algo de confusión sobre el rol de Yemoja en el proceso de la creación. En este mito, Yemoja encarna el poder de la fertilidad dentro de las aguas del Cielo y de la Tierra. Como un principio de Fertilidad, en Africa, se a socia el concepto de Yemoja con el agua fresca y las aguas celestiales.
La idea de aguas celestiales, puede ser altamente simbólica, pero tiene un elemento de verdad. Todo a lo largo del Universo, lo que más se encuentra comúnmente, es el Hidrógeno, es el elemento más abundante en el universo, y el más simple en cuanto a su estructura atómica. El agua se forma al agregar oxigeno al hidrógeno, o H2O. En términos literales, la abundancia de hidrógeno es combinada para formar las estrellas y planetas.
La estatua de Iemanjá en su templo de Ibadan, en Africa
El desarrollo de la vida en este planeta fue una consecuencia de la presencia de agua en el planeta. Tanto Ifá, como la ciencia están de acuerdo en que todas las formas de vida han evolucionado del Océano. Yemoja, como Diosa de las aguas dulces y saladas, representa la primera madre que le dio vida a todas las cosas vivientes.
El espíritu del destino como divinidad del misterio de la abundancia en el fondo del océano
Òrúnmìlà (Espíritu del Destino) dijo adiós a su familia en Ilé Ife en el día en que comenzó su búsqueda del Awo Lowó (Misterio de la Abundancia) en la tierra que era regida por Olokun (El Espíritu del Océano). Fue Olokun quién pasó 7 años instruyendo a Òrúnmìlà (Espíritu del Destino) en al awo ire (Misterio de al Buena Fortuna). Òrúnmìlà (Espíritu del Destino) dijo adiós a Olokun (el Espíritu del Océano) en el día en que el se preparaba para regresar con su familia en Ilé Ifé. Justo antes de retirarse, Òrúnmìlà le pregunto a Olokun, si el tenía algunas otras palabras de sabiduría para compartir. Olokun dijo que había tres cosas que jamás debía hacer mientras regresaba a Ilé Ife: nunca dejar el camino, nunca ofrecer comida a un extraño y nunca levantar su cuchillo si se encontraba enojado.
Cuando Òrúnmìlà iba por el igbo (bosque) sintió algo en un arbusto al costado del camino. A medida que se iba acercando podía escuchar a alguien pidiendo ayuda, Òrúnmìlà levantó su pierna para salir del camino cuando recordó las palabras de Olokun y en vez de ayudar, continuó su camino.
Asentamiento de Oxalá e Iemanjá en Abeokutá, Ibadán - Nigeria
En la entrada de la próxima villa, le dijo al guardián sobre lo que había ocurrido en el camino hacia allí. Òrúnmìlà sugirió que enviaran a alguno de la villa para que ayudara a la persona que pedía ayuda. El guardián le contestó que esa era la técnica que utilizaban los ladrones para tomar por sorpresa a los viajeros.
Cerca del centro de la villa, encontró una posada, y entró para comprar su comida. Cuando se sentó para que lo sirvieran, vio un anciano sentado en el centro del cuarto. El anciano estaba atado a la pared con una cadena en su cuello. Todos en el cuarto lo ignoraban mientras él pedía comida. Cuando el plato de sopa le fue servido a Òrúnmìlà le quiso ofrecer comida al anciano, pero se acordó de las palabras de Olokun y no compartió su comida con el anciano.
Al volver al camino, se detuvo en el portón y le pregunto al guardián quien era ese anciano en la posada encadenado a la pared. El guardián le contestó que ese hombre era Iku (El Espíritu de la Muerte). Y también le dijo que aquellos que le ofrecían comida a Iku estaban invocando su propia muerte.
Òrúnmìlà entró por los portones de Ile Ifé y fue directamente a su recinto. Mientras se acercaba a su casa, vio a su esposa hablando con un joven muy bien parecido que la besó en la mejilla. Òrúnmìlà tomó su cuchillo de su bolso y fue directamente a hacia el joven levantando su cuchillo para atacar, cuando escucho a su esposa decir: "Adupe omo ni" que significa "Gracias hijo mío"
Desde ese día Òrúnmìlà siempre oro al nombre de Olokun. Aquellos quienes oran a Òrúnmìlà, dicen: Òrúnmìlà Ifá Olodun a-soro-dayo" que significa "El Espíritu del Destino tiene la sabiduría del Espíritu del Océano quien siempre provee abundancia".
Iemanjá llevando un bol llamado «Olumeye».
Comentario: Este mito expresa lo que es el corazón de la creencia y la disciplina de Ifá. Es fundamental para Ifá que la guía de los Orisha así como vienen de la adivinación proveen las llaves para la salud, dinero, y sabiduría. Para obtener la verdadera sabiduría es importante el seguir la guía de los Orisha aún cuando parezcan que van contra la respuesta normal de un ser humano.
Esto no quiere decir que Ifá no contempla los sentimientos, sino que la sabiduría de los Orisha vienen de una perspectiva que no se puede entender por el ser humano.
El mensaje del Creador
Olokun (El Espíritu del Océano) consultó con Ifá en el día en que Olokun quería saber si él era más grande que Olodumare (El Creador). Ifá le dijo que Olodumare enviaría a un mensajero a Olokun, y si el mensajero estuviera vestido con mejores ropas que Olokun, sabría quien era mas grande para los ojos de los Orisha (Inmortales).
Imágen de Iemanjá, semejante a las existentes en Bahía
En el día en que Iko (El mensajero) iba allegar, Olokun se visitó con los más grandes tesoros del mar. Olodumare envió a un Agemo (camaleón) como Iko (Mensajero) del Ikole Orun (Reino de los Ancestros) al Ikole Aye (Tierra). Cuando Olokun abrió la puerta de su casa, y vio a Agemo parado en la puerta de su casa vistiendo lo mismo que él tenía puesto, cerro la puerta y corrió a cambiarse con ropas mas coloridas. Olokun volvió a abrir la puerta y se encontró la segunda vez con que Agemo había cambiado sus ropas a las mismas que él se había cambiado.
Fue en ese día cuando Olokun se dio cuenta que el era Olojo Oni (Dueño del Día), y que jamás sería Olórun (El Dueño del Reino de los Ancestros).
Comentario: Esta historia es una de las muchas amonestaciones hacia la arrogancia. El Océano con todo su poder, fuerza, belleza y abundancia, aún así depende de la primera fuerza que generó la Creación misma. Esta historia como muchas otras son un aviso para aquellos que pueden ser influidos por el egoísmo y despotismo que viene con el poder. Se trata sobre todo de una lección que todos debemos de llevar en el corazón.
Dibujo de Miratran, 1966