Gracias, Internet
  Las personas que ejercen
    violencia son enfermas.

En  la  gran  mayoría  de los casos
el  comportamiento violento no es
debido  a  una  enfermedad,   sino
que es producto  de un aprendiza-
je, y  por lo tanto se puede modifi-
car.  Sólo  en un pequeño porcen-
taje  de  los casos existe una pato-
logía  psiquiátrica  asociada.   Por
lo  tanto,  la  persona  violenta  es
totalmente   responsable   de   sus 
actos.
En cambio, sí es cierto que las per-
sonas   sometidas   a    situaciones
crónicas de violencia se enferman.
  La violencia familiar es un
    asunto privado; no hay que
    intervenir.

La   violencia   familiar,  en   tanto
vulnera  la integridad física y emo-
cional de las personas, cercena su
libertad  y  pone en riesgo su vida,
viola  los  Derechos  Humanos, que
son   universales.  Por  tanto,  toda
intervención es legítima.
Considerarla  un asunto privado es
lo  que  ha hecho que haya perma-
necido   oculta   hasta   hace   tres 
décadas.