El Poder Político
Siguen teniendo
actualidad la brillante página escrita hace años por
el gran maestro Bertrand Russell y que
insertamos aquí.
La
aspiración de Prometeo era la de servir a la humanidad sus colegas
modernos
sirven a las pasiones de la humanidad
pero solo
en
la medida en que esas pasiones son locas y destructivas. En el mundo moderno
los hombres inteligentes están en los laboratorios y los locos están en el
poder. los hombres inteligentes son esclavos como los genios de Las mil y una noche.
La
humanidad colectivamente bajo la dirección de los locos y gracias a la
ingenuidad
de los esclavos inteligentes , está
dedicada a la gran tarea de preparar su propia exterminación. No puedo por
menos de pensar que si los hombres que están en el poder estuvieran impregnados
con el sentido de la historia encontrarían un medio de evitar la catástrofe que
todos vemos aproximarse y que nadie desea.
Pues
la historia no es solo un relato sobre esta o aquella nación, su tema es el
Hombre, ese extraño producto de la evolución, que ha llegado por medio de la
técnica , a dominar todas las formas de la vida, e incluso ,con gran peligro
para el mismo , las fuerzas de la naturaleza inanimada.PERO EL HOMBRE , A PESAR
DE SU INTELIGENCIA ,NO HA LOGRADO APRENDER QUE LA FAMILIA HUMANA ES UNA SOLA .
Aunque
ha abolida la ley de la selva, todavía permite que se que se gobierne con la
ley de la selva. Casi no tiene el sentido de las tareas comunes de la humanidad
, de sus realizaciones en el pasado y de sus posibles realizaciones , mas
grandiosas aun, en el futuro . Considera a su prójimo no como un colaborador en
una empresa común ,sino como un enemigo al que hay que matar antes de que mate
. Sea el que sea su partido o su secta , cree que entraña la sabiduría suma y
eterna, y que el partido opuesto, representa la total y absoluta demencia.
Para
cualquier persona que tenga alguna cultura histórica, semejante criterio es
absurdo. Ninguna parte de la humanidad fue en el pasado tan buena como creyó
serlo, ni tan mala como era considerada por sus enemigos. Con todo, en el
pasado. la humanidad podía llevar a cabo sus empresas comunes, a pesar de sus
luchas. más o menos rengueando y con RETROCESOS temporales desastrosos. Pero,
en nuestra época. el conocimiento técnico solo puede ser compatible con la supervivencia,
si se le añade una nueva sabiduría. Esa nueva sabiduría que se necesita. solo
es nueva en un sentido: en que debe dirigirse a masas de hombres y, sobre todo,
a los que detentan un gran poder. No lo es, en cambio, que no haya sido proclamada ya con anterioridad.
Fué
proclamada por los sabios, durante siglos, pero su sabiduría no fue escuchada.
Hoy en día, ha pasado la hora en que esa sabiduría pueda ser considerada como
un inútil sueño de visionarios. Algunas veces, en las que más oprimido me
siento, ante el temor de un desastre cercano, estoy tentado a creer que el
mundo necesita de un profeta que proclame, con voz de trueno y a la vez, con la
compasión más profunda, que el camino que sigue la humanidad es un camino falso
-el camino que lleva a la muerte de nuestros hijos y a la extinción de toda
esperanza- pero, que existe otro, y los hombres lo pueden seguir si lo desean,
y este otro camino los llevará a un mundo mejor de lo que fue en cualquier otro
del pasado.
Pero,
aunque la visión de ese profeta puede proporcionar un consuelo momentáneo... lo
que el Mundo necesita es algo más difícil, más raro...El mundo no puede ser
salvado por la acción de un solo individuo, por grande y elocuente que sea.
Solo, puede salvarse cuando los dirigentes y los que los siguen, de los países
más poderosos del mundo, sean conscientes de que han estado persiguiendo un
fuego fatuo, que únicamente les lleva hacia una muerte ignominiosa en una
charca de odio inútil.
La
locura colectiva no es aun completamente universal. Algunas naciones permanecen, por completo, al margen de ellas:
otras son.
solo,
parcialmente sus víctimas. No es aun demasiado tarde para esperar que la
humanidad pueda tener un futuro, como ha tenido un pasado. Creo que si los
hombres quieren sentir esa esperanza con la suficiente intensidad como para
convertirla en energía dinámica, la conciencia de la historia constituye una de
las fuerzas más grandes cuyo benéfico llamamiento debe dejarse sentir.
Bertrand Russell En Portraits from Memory