Edición/Intercambio/Política - Aborto afuera

"¿Cuántas más se tienen que morir para que el senado se anime a decidir?"

Llegaron de diferentes zonas de Montevideo y del interior del país. Se instalaron en las afueras del Palacio Legislativo y escucharon pacientemente las intervenciones que llegaban por altoparlantes. Cuando concluyó - sin definiciones- la sesión del Senado en la que se empezó a tratar el proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva, encendieron velas y en silencio dieron la vuelta al emblemático edificio. Luego volvieron a agruparse formando un pasillo frente a una de las puertas. Allí esperaron a senadores y senadoras coreando la pregunta del título. Quedó sin respuesta, pero los cientos de mujeres y algunos hombres se retiraron dispuestos a repetirla mañana y cuantas veces haga falta.

Al senador Alejandro Atchugarry, el primero en atravesar el pasillo que formó la multitud, no se le borró la sonrisa pese a que el coro aumentó los decibeles para preguntar: "¿Cuántas más se tienen que morir para que el Senado se anime a decidir?". Tampoco respondió.
Detrás del legislador quincista fueron saliendo otros. La senadora encuentrista Mónica Xavier se sumó al coro.

A un lado, un grupo de jóvenes que repetía mecánicamente la consigna "No a la muerte, sí a la vida", amagó una cuerpeada que no se concretó por la prudencia de la multitud que se alejó ordenadamente del lugar, para regresar hoy a las 18 horas, cuando se reanude en el Senado el tratamiento del proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva.


Discrepancias juveniles

Eran mayoría de mujeres, cientos. Algunos hombres también acudieron a la concentración y al caer la noche encendieron velas. Como Tabaré (21 años), que comentó a La República: "Creo que es el único proyecto de ley latinoamericano que hay a nivel de aborto, y que se ha dado un paso importante. Además el tema del aborto es uno de los tantos temas que trata, también garantiza la educación a nivel sexual y reproductivo".

Fernando (27 años) no coincide: "Estoy en contra del proyecto porque no le dan derecho al niño a decidir si quiere vivir o no, o sea decide una persona sobre la vida de otro. Existen métodos anticonceptivos, hay muchas maneras de evitar un embarazo".

Quienes se reconocían contrarios a la iniciativa en su mayoría pertenecían a Misión Vida, una organización vinculada a la Iglesia Católica. Otros son integrantes de Veraca, un grupo de rehabilitación evangélica, al que pertenece Francisco (22 años), que dijo: "Estoy en contra porque va en contra de lo que yo pienso, porque entiendo que va contra la vida. Así como hay libertad para tener hijos, la hay para abortar… Por eso pienso que está mal que no se legalice, pero a la vez creo hay que pensar antes de cometer errores. Hay valores que debemos conservar. A mi no me gusta que la vida se pueda destruir de esa manera, no quiero eso para mis hijos. Deberían darlos en adopción antes de decidir un aborto."

"Yo estoy de acuerdo con que se legalice porque las clínicas abortivas existen, y hay mucha gente que se beneficia con esto a costa de que mueran mujeres. Para que no se sigan muriendo mujeres se debe legalizar el aborto", replicó Sofía (18 años).


El interior presente

Las pancartas y carteles que invadieron la explanada del Palacio Legislativo lucían leyendas tales como: "Educación sexual para prevenir", "Educar para no abortar", "Sí a la ley, tolerancia y respeto, Mujeres Rurales", "Sin las mujeres los derechos no son humanos", "Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir". "No a la Pena de muerte" decía la que portaban los que se oponen al proyecto de ley en discusión.

En diálogo con el diario La República Ivonne Lima, representante de la Red de Mujeres de Cerro Largo, explicó: "Hicimos un gran trabajo desde Melo y logramos el voto del diputado colorado del departamento. Queríamos que se discutiera teniendo en cuenta la voluntad de todas las mujeres, independientemente de su filiación política y religiosa. Un parlamentario tiene que pensar justamente eso, que legisla para el conjunto de la sociedad independientemente del pensamiento de cada uno. Creemos que la Iglesia debe manejar el tema con sus fieles, y pedimos respeto así como nosotros respetamos sus creencias. No hay que ser tan fundamentalista y adjetivar a quienes luchamos por este derecho".

"Queremos que se apruebe esta ley porque nos va a proteger. Trabajar en la salud te plantea otro panorama. Espero que el Senado vote a conciencia. Todas las mujeres deben tener el mismo derecho. Cuando veníamos para Montevideo le decía a mi hija: estamos luchando por vos… En lo personal estoy convencida de que esta Ley es buena y votarse",agregó Marina Acevedo, dirigente de la Salud de San José.

Para Noemí Racciope, integrante de la Red de Mujeres de Mercedes, "Es una situación grave y penosa la que vivimos todas las uruguayas. Si se vota el proyecto de ley por la negativa, estos senadores no están siendo representativos de lo que las ciudadanas estamos demandando."


Compromiso sindical

Dirigentes sindicales de varios gremios participaron en la movilización, AEBU y la FUS entre otros. Ofelia Ogara, de A.O.E.C (Conaprole) , fundamentó: "No es desconocido para la gente que la principal causa de muertes relacionadas con la mujer en el tema reproductivo es justamente el aborto. Viendo esa realidad entendemos que este proyecto debe ser aprobado. Aborda el tema de una manera integral, desde la educación, porque obliga al Estado a brindar educación sexual para todos y a ocuparse al tema de la salud en lo que tiene que ver con la planificación familiar. Con respecto al capítulo del aborto, este proyecto no obliga a las mujeres a abortar sino que éstas pueden decidir sobre su cuerpo, de acuerdo a su situación y teniendo el apoyo y la información necesaria. De alguna manera pone en las mismas condiciones a las mujeres que pertenecen a diferentes clases sociales. Hablar del aborto desde el punto de vista moral es hipócrita, porque condena a las mujeres y las deja en soledad que es lo peor."

La multitud que asume la defensa de la salud reproductiva fue disgregándose, incluyendo a un grupo de jóvenes de la Vertiente Artiguista ataviados con llamativas camisetas amarillas y leyenda alusiva a esta posición. Al tope de las escalinatas del Palacio Legislativo quedó solo el poco numeroso grupo que insistía en martillar la consigna ´"Sí a la vida, no al aborto".