LA HIDROPONIA SOCIAL SE ADAPTA A TODO Y A TODOS Y GANA ESPACIOS

Por Juan Samuelle

MÁS ALLÁ DE LA PRODUCCIÓN COMERCIAL, ESTA TÉCNICA DE
CULTIVO –CON EL ESTÍMULO DE UNA ASOCIACIÓN NACIONAL–
OFRECE VENTAJAS ATRACTIVAS PARA DISCAPACITADOS, PERSONAS
DE LA TERCERA EDAD, ESCOLARES, GENTE DE BAJOS RECURSOS Y PARA FAMILIAS Y PERSONAS EN GENERAL.

La hidroponia, técnica de cultivo milenaria, ingresó a Uruguay en 1960. No obstante, recién ahora se expande, a ritmo lento pero
sostenido. Gracias a que se adapta a todo y a todos, va ganando
espacio a nivel de producciones comerciales, algunas de avanzada
tecnología y en grandes superficies, pero también con emprendimientos de menor escala, no menos trascendentes,
como la “hidroponia social”: es cuando dicha técnica se manifiesta
a nivel familiar, por parte de escolares y estudiantes, al servicio de
personas con capacidades diferentes o de la tercera edad, así como en hogares de bajos recursos.


Recursos : La Técnica no requiere materiales caros, ni nuevos, se puede reciclar los disponibles	Adaptación : con un poco de espacio, bien soleado, alcanza.

El Ingeniero Agrónomo Martín Caldeyro, presidente de la Asociación
Uruguaya de Hidroponia (ASUDHI), explicó que “es una tecnología
para producir vegetales en agua o en sustratos inertes (medio sólido de enraizamiento de la planta), los que cumplen únicamente la función de sostén de la raíz. Los nutrientes para el desarrollo se brindan bajo la forma de sales minerales disueltas en agua, lo que se llama solución nutritiva (agua a la que se agregan sales minerales; idealmente una solución debe aportar todos los elementos minerales esenciales para el crecimiento de la plantas), en forma conjunta con el riego”.

Esta técnica permite cultivar una amplia variedad de vegetales: verduras (lechugas, tomates, zanahorias, apio, berenjenas y rabanitos), frutas (frutillas y melones) y flores (rosas y claveles). En realidad se puede cultivar de todo, o sea las mismas variedades que en el suelo. La fruta y la verdura hidropónicas poseen excelente sabor y calidad, alto valor nutritivo y vistosidad. El cultivo se lleva adelante con mínima presencia o hasta ausencia total de agrotóxicos. Lo más importante es que el producto final nunca está contaminado desde el punto de vista microbiológico, al cultivarse fuera del suelo.

En ese orden, ¿cual es el sentido de que en Uruguay, con amplitud de
suelos fértiles –incluso en gran parte sin explotar o subexplotados– y con abundante agua potable, se hable de producir hidropónicamente o sin tierra?

Según Caldeyro, la hidroponia hasta el presente, en Uruguay, fue
conceptualizada como una tecnología que se inició y es específica para regiones con carencias de suelo y/o agua o con exceso de frío o calor, lo que inhibe el crecimiento vegetal; que es muy utilizada en países altamente desarrollados, como Japón, Estados Unidos u Holanda; que es de gran costo, pero altísimo rendimiento; que es de carácter complejo y sofisticado (de uso en viajes al espacio exterior).
Todo este marco conceptual, añadió el profesional, “ha sido la principal barrera mental para el desarrollo de la hidroponia en Uruguay, lo que ha llevado a que sea acotada su utilización. Incluso ni siquiera se plantea como materia de estudio en centros de enseñanza superior, ni existen líneas de investigación agropecuarias específicas en el país”.

No obstante, la hidroponia gana espacios, a consecuencia de que presenta varias ventajas:

La planta se encuentra en condiciones óptimas de crecimiento.
Hay disminución de las distancias de siembra.
Hay cero enfermedad en la raíz.
No hay malezas.
Por lo anterior, se reduce o se elimina el uso de agrotóxicos.
Ofrece mayor producción por unidad de superficie.
Se obtiene un producto diferenciado, de alta calidad.
Se obtiene un producto sin contaminación microbiológica.

El técnico afirmó: “Existe falta de información y/o experiencia sobre la
técnica y para aplicarla con éxito es indispensable conocerla a fondo”, aunque precisó que todos pueden aprender.

MEDIO RURAL. Al pequeño productor esta tecnología le permite altas producciones en poco espacio (es ideal para el minifundista). Como no requiere suelo, tan sólo espacio, permitiría que algunas zonas pudieran volver a producir vegetales más allá de la erosión experimentada.

Existen áreas en Uruguay con enfermedades de suelo, especialmente
en invernáculos, que requieren desinfectantes como bromuro de metitilo, cuyo uso se prohibió en Europa en 2000; con la hidroponia no se requiere de agrotóxicos porque la raíz no toma contacto con el suelo.

En el medio rural hay cultivos comerciales en invernáculos, generando productos de elevada calidad, diferenciados, con ventas al mercado local y externo, adaptándose la técnica a plantas con destino ornamental y forestal, y hasta para obtener forraje de alta calidad para ganado lechero y equinos.
	Morrón : Cultivo Comercial

MEDIO URBANO. En la ciudad aplicar la hidroponia es innovador y factor clave de la denominada Agricultura Urbana, que surge como respuesta al proceso de urbanización y modernización, apostando a un saludable retorno a lo verde y a lo natural, gracias a que permite utilizar espacios nunca pensados para producción de alimentos.

Plantar cualquier vegetal para consumir (hortalizas o frutas), decorar
(flores), saborizar (aromáticas) o sanar (medicinales) en espacios
reducidos es posible, recurriendo a terrazas, patios, balcones, ventanas, paredes y azoteas, por ejemplo.

La Agricultura Urbana permite:

Consumir vegetales nuevamente con sabor, sin agrotóxicos.
Aumentar el consumo de vegetales, mejorando la dieta al consumir productos frescos y naturales.
Disminuir los costos de la canasta familiar.
Generar un ingreso adicional.
Unir a la familia en torno a una actividad.
Contribuir a un acercamiento a la naturaleza.
Embellecer las ciudades con vegetales (frutas, verduras o flores).
Utilizar objetos de desecho para construir contenedores.

La técnica se adapta en forma notable a situaciones limitantes. Por
ejemplo, un parapléjico, en silla de ruedas, puede cultivar a nivel de una mesa. Esto permite que personas con capacidades diferentes se acerquen a la naturaleza, se sientan útiles, más integrados a la comunidad y asuman una actividad técnica que da lugar a la comercial, insertándose en la cadena laboral, generando ingresos
y ayudando a sus familias y a sí mismos, de pronto a costear tratamientos médicos”.

En otro orden, la hidroponia es una herramienta de vitalidad para la
tercera edad, donde la limitante es realizar trabajos pesados, o incluso agacharse a cultivar en el suelo.

Existe un paquete tecnológico de hidroponia urbana, de bajo costo,
desarrollado en Colombia, tomado por la FAO para ser difundido en
América Latina como estrategia de superación de la pobreza y apuesta a que la gente se alimente mejor.

“Ver crecer a una lechuga en agua genera inquietud y asombro. Se fortalece el razonamiento y la adquisición de conocimiento, motivo por el cual en otros países utilizan la técnica como elemento motivador, desde la educación inicial (dos años en adelante)”, dijo Caldeyro.
Al tratarse de algo estimulante, donde en poco tiempo se aprecia el
fruto de la dedicación con el desarrollo del vegetal, o sea un ser vivo, la hidroponia fue recomendada como técnica terapéutica complementaria al tratamiento profesional en poblaciones carcelarias y para personas adictas al consumo de drogas,alcohol o estimulantes.

Con tantas ventajas, ¿cómo es que no se difundió antes, o con mayor celeridad, en Uruguay?
Según el presidente de ASUDHI, “es muy acentuado en Uruguay, el concepto de la abundancia de suelos y agua. Eso actúa como un fuerte prejuicio. En segundo lugar, estos usos eran desconocidos y estamos promoviendo experiencias piloto en todas las áreas mencionadas. Un tercer aspecto, es que no existía una tecnología hidropónica, con 100% de eficacia para Uruguay y ahora sí existe”.

La apuesta al Cultivo Hogareño como respuesta,
a perjuicios de la industrialización y modernización.

Según el presidente de Asudhi, como efecto de la industrialización
y modernización mundial, la sociedad fue perdiendo posibilidades
de interactuar con la naturaleza, fenómeno que se reflejó
en una pérdida creciente de calidad de vida. “La urbanización cedió
paso a balcones y terrazas en desmedro de jardines, fondos y
pequeñas huertas. No hubo tiempo para dedicarse al hogar y compartir tareas en familia. A consecuencia, se adoptó el consumo de productos altamente procesados, masivos, perdiendo nuestra dieta gran parte de las propiedades benéficas originales con que cuentan los alimentos frescos y naturales”, reflexionó el profesional.

Sin embargo, en los últimos años resurgió una conciencia colectiva
a nivel mundial, despertando el interés por lo ecológico, revalorizando la preferencia por lo natural y no contaminado.

“ASUDHI recomienda, pues, recurrir al servicio de especialistas que asesoren a las personas sobre desarrollar métodos que permitan cultivar en áreas reducidas, difundiendo el cultivo hogareño para que la población viva mejor, con más salud, se relacione más con lanaturaleza y disfrute de un entorno agradable, promocionando el cultivo hidropónico”.
	Todos:La Técnica, con asesoramiento básico, la puede aplicar cualquiera.

Esto le permitirá varias ventajas a cualquier persona, más allá de sus
recursos económicos, de su nivel de instrucción y sus posibilidades físicas, que Martín Caldeyro detalló: autosustentarse con alimentos frescos, naturales y ecológicos; disponer de productos
con sabor, aroma y propiedades medicinales intactas, perfumando el ambiente; conseguir una mejor salud al implementar una dieta balanceada, con vitaminas y fibra; adquirir el conocimiento de los
vegetales que se consumen; beneficiarse con la posibilidad de obtener un ingreso por la venta o una disminución del gasto en la compra de fruta y verduras; proceder a la formación y educación de los niños, quienes requieren un espacio de paz en contacto con la naturaleza, estimulando la humanización en su relación con el
entorno; generar la creación de un hobby para ratos de esparcimiento, tanto para personas estresadas como para aquellas que no tienen una actividad exigente, como los jubilados; disfrutar del placer personal de plantar y ver cómo crecen los vegetales;
condimentar con plantas aromáticas frescas, con la ventaja de un
sabor incomparable.

INVESTIGACIÓN. En determinados centros de investigación y universidades de la región del Mercosur y Chile se realiza una fuerte investigación en hidroponia. Según Caldeyro, “será clave que las instituciones de investigación en Uruguay contribuyan a profundizar
esta tecnología, para que se adapte aún mejor al país”.

La primera Asociación de Hidroponia en America Latina,
es uruguaya.

Uruguay tiene el orgullo de tener la primera asociación nacional de hidroponia de América Latina: la Asociación Uruguaya de Hidroponia (ASUDHI), hoy con 35 socios, que obtuvo su personería jurídica en 1997. Es una Asociación Civil, sin fines de lucro, orientada por un consejo directivo, con comisión fiscal y tres subcomisiones: la productiva comercial, la de proyectos sociales y la de hidroponia familiar (recreativa). Su misión institucional es promover la tecnología
hidropónica, en su más amplio sentido, como sistema productivo.
Eso lo hace a través de:

La realización de una activa proyección al medio, elaborando,
gestionando, ejecutando y evaluando proyectos socioeconómicos vinculados a la hidroponia, para población de escasos recursos, ancianos, niños, jóvenes, discapacitados físicos y mentales, productores rurales y otros, a los efectos de mejorar su calidad de vida.
La promoción de las investigaciones tecnológicas sobre hidroponia, directamente o mediante terceros, canalizando,
procesando y obteniendo la mayor cantidad de información sobre los cultivos hidropónicos a nivel nacional e internacional.
El desarrollo de los programas de divulgación y de educación a
todo nivel de la hidroponia.
La difusión de todas las ventajas y cualidades del consumo
de productos hidropónicos al público en general.
La promoción de la integración y la cooperación con sociedades
nacionales e internacionales, públicas y/o privadas, para cumplir sus fines institucionales.

ESTRATEGIA PARA ESTOS TIEMPOS :

Las familias de bajos recursos pueden generar su alimentación de frutas y verduras de modo sencillo y con pocos gastos, hasta utilizando materiales de desecho o reciclaje, comercializando el excedente.

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