Comisión Nacional de Seguimiento (CNS)
Mujeres por democracia, equidad y ciudadanía - Uruguay

 

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Agenda 1999

MUJER RURAL

La Plataforma de Acción de la lV Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, establece que se debe "Mejorar, a nivel nacional y local, la capacidad de generación de ingresos por parte de las mujeres de las zonas rurales, facilitando la igualdad de acceso y el control de los recursos productivos, la tierra, el crédito, el capital, los derechos de propiedad, los programas de desarrollo y las estructuras cooperativas."
 
En el Uruguay, las mujeres que viven en las zonas rurales tienen a su cargo buena parte de la responsabilidad de la reproducción económica de las unidades familiares y fundamentalmente, la de la reproducción biológica, social y cultural de la población de su medio.

La emigración rural hacia los centros urbanos del interior del país y el área metropolitana es un proceso que se ha acelerado en los últimos años, con efectos negativos sobre la unidad económica y fundamentalmente, sobre la familia y la reproducción social, provocando en muchos casos situaciones de desintegración familiar. Las mujeres que habitan y trabajan en el medio rural se enfrentan a obstáculos específicos que limitan su desarrollo. Esto es especialmente relevante en el caso de las jóvenes, que encuentran en la emigración la única salida para satisfacer sus expectativas y aspiraciones laborales. 

Sin embargo, la participación económica de las mujeres del medio rural se ha incrementado en el período comprendido entre 1985 y 1996. La cantidad de trabajadoras del agro en todas las categorías prácticamente se ha duplicado, mientras que la población masculina en esa situación disminuyó. Las razones que han dado lugar a este aumento de la participación responden, en parte, a la emigración masculina hacia los centros urbanos quedando las mujeres a cargo del predio familiar. Por otro lado, el aumento de las trabajadoras asalariadas se relaciona con estrategias de las familias pobres, en las que las mujeres salen a trabajar para mejorar sus ingresos, favorecidas por el incremento de las agroindustrias de exportación que emplean trabajadoras zafrales. A todo esto se suma el proceso de sustitución de fuerza de trabajo masculina no remunerada por fuerza de trabajo femenina en las explotaciones familiares que también incide en la feminización de la fuerza de trabajo rural. 

Desde el punto de vista social y cultural, el aislamiento que padecen las mujeres rurales y en consecuencia, el insuficiente acceso a la información que tienda al mejoramiento de su calidad de vida (en términos de salud, educación, autovaloración, situaciones de violencia y derechos civiles) contribuye a reforzar la subordinación femenina en un contexto donde los patrones tradicionales de organización social están basados en el predominio del hombre.

Continúan reflejándose discriminaciones que condicionan la situación de las mujeres rurales: están prácticamente ausentes de los órganos de toma de decisión y raramente se tiene en cuenta su contribución económica y social.

En los últimos años ha crecido la motivación entre las propias mujeres para establecer microemprendimientos productivos e innovadores, que suponen un avance en la evolución de las formas de producción, en la creación de nuevos empleos y, en definitiva, en la modernización del medio rural. A pesar de ello, las mujeres que emprenden actividades productivas y artesanales se encuentran generalmente con dificultades objetivas, como el difícil acceso a la financiación, la falta de servicios adecuados de ayuda a la gestión, la carencia de una formación profesional adaptada a las necesidades específicas de las mujeres que quieren crear o gestionar una empresa, y el escaso reconocimiento de sus aportaciones en los procesos de desarrollorural.
  

En 1985 las trabajadoras rurales eran 10.879, en 1996 19.723

En el mismo período el número de los trabajadores rurales disminuyó de 154.874 a 123.656.

Las trabajadoras familiares pasaron de 3.061 a 4.822. 

Los trabajadores familiares no remunerados disminuyeron en un 10%, y se modificó su composición por sexo: los varones pasaron de 8.514 a 5.114 y las mujeres subieron de 4.093 a 6.114.

PROPUESTAS

Revisar las leyes y las prácticas administrativas para asegurar a las mujeres rurales la igualdad de derechos y de acceso a los recursos económicos: 

Establecer el marco legal adecuado para la viabilización de los microemprendimientos agroartesanales.

Promover una ley de aportes impositivos acorde a la realidad y situación de las mujeres rurales.

Revisar la normativa de DISSE de modo de asegurar la cobertura de salud de la familia rural.

Revisar la normativa y mejorar los derechos jubilatorios de las coproductoras ("colaboradoras") en el trabajo rural. 

Unificar los criterios y los procedimientos administrativos para el cumplimiento de la normativa bromatológica, de las condiciones de la producción artesanal a nivel nacional y regional.

Proporcionar servicios comerciales, capacitación y acceso a los mercados, información y tecnología, particularmente a las mujeres de bajos ingresos.

Elaborar, formular e implementar programas y proyectos de capacitación orientados al desarrollo de competencias laborales en diversas actividades: agropecuarias, artesanales, agroindustriales, de servicios, manejo de recursos naturales y recreativas y turísticas en armonía con la naturaleza.

Promover estudios de mercado interno y externo para rubros productivos de las microempresas del medio rural.

Diseñar políticas diferenciadas para el fomento de la producción y comercialización de productos agroartesanales.

Facilitar el acceso a recursos para el desarrollo de las organizaciones y grupos productivos de mujeres, mediante el fomento de convenios con recursos estables gubernamentales y la cooperación internacional al desarrollo.

 Establecer sistemas de educación y capacitación no discriminatorios. 

Promover la enseñanza, la capacitación y los programas de información adecuados a las mujeres del medio rural, mediante el uso de tecnologías apropiadas y de los medios de comunicación.

Desarrollar programas educativos que revaloricen la vida familiar en el medio rural y el aporte económico, social y cultural de las mujeres rurales.

Promover escuelas de alternancia y elaborar e implementar programas de educación a distancia para jóvenes y mujeres rurales.
 
 

Fomentar el acceso de la mujer durante toda su vida a servicios de atención de la salud y a información y servicios conexos adecuados, de bajo costo y de buena calidad.

Elaborar e implementar programas de difusión e información sobre Planificación Familiar, Sexualidad, y de prevención de la salud de las mujeres.

Adoptar medidas integradas para prevenir y eliminar la violencia contra la mujer

Elaborar e implementar programas de prevención y atención a mujeres víctimas de violencia doméstica que contemplen las particularidades del aislamiento rural.

Facilitar y promover el acceso a recursos para el desarrollo de las organizaciones y grupos que atienden a la problemática de la violencia doméstica y sexual en el medio rural, fomentando convenios con recursos gubernamentales y de la cooperación internacional.
   

Crear instrumentos de evaluación confiables que permitan estimar los diferentes efectos de políticas y programas sobre uno y otro sexo para asegurar los mecanismos de promoción del adelanto de la mujer.

 Relevar, procesar y difundir información estadística periódica (indicadores socioeconómicos y otros pertinentes) por parte de los organismos oficiales competentes, desglosada por edad, sexo, medio rural/urbano, que sirvan de base en la planificación y aplicación de políticas y programas

 

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