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Guia ciudadana
sobre género
y el Banco Mundial

Apéndice II. Recomendaciones del Grupo Consultor Externo de Género

Las recomendaciones del EGCG están organizadas en dos partes. Primero, los temas prioritarios que son esenciales para una integración total de una perspectiva de género dentro de los programas del Banco; y segundo, propuestas sobre el rol y futuro del EGCG.

El grupo identifica cuatro prioridades sustantivas a ser perseguidas por al Banco en los próximos tres años. Estas son: incorporar la perspectiva de género a la política macro-económica; priorizar el desarrollo social y la erradicación de la pobreza; incrementar la transparencia y responsabilidad hacia la sociedad civil; e incrementar la sensibilidad y habilidades del personal del Banco en torno al género.

A. TEMAS PRIORITARIOS PARA EL GRUPO CONSULTOR EXTERNO DE GENERO

1. Incorporar la perspectiva de género a la política macro-económica
La falta de atención a los temas de género y a las mujeres, particularmente en los análisis y políticas sociales, es una de las razones subyacentes de la falta de atención al género en el diseño e implementación de políticas de desarrollo. Los efectos de este descuido son evidentes en el campo de la economía. El Banco Mundial, como una institución de vanguardia en el análisis y políticas de desarrollo, debe encabezar este cambio, debido tanto al significativo impacto de sus operaciones de préstamos, como a la influencia que puede ejercer sobre otras instituciones internacionales.

Recomendaciones

• Desarrollar un marco conceptual macroeconómico sensible al género, para servir como guía para entender las implicaciones de género de diferentes paquetes eeconómicos

• Apoyar la recolección sistemática de los datos desagregados por sexo (cualitativos y cuantitativos); a través de estudios de caso, encuestas, etcétera, que alimentarán el proceso de desarrollo de políticas sectoriales y macroeconómicas.

• Identificar mecanismos con tiempos específicos para atender la insensibilidad de género en los procesos políticos existentes a nivel de los países.

2. Priorizando e incorporando la perspectiva de género en el desarrollo social y en la erradicación de pobreza:

La igualdad de género es un componente crucial para lograr las metas del Banco en términos de desarrollo y reducción de la pobreza. Un alto porcentaje de los pobres del mundo son mujeres. El crecimiento sustentable de la economía es imperativo para reducir la pobreza. Sin embargo, las políticas macro y sectoriales que promueven el crecimiento económico pero que no atienden aspectos de equidad, puden hacer más daño que beneficio, al:

• incrementar la inseguridad para el acceso de las mujeres y los pobres en general, a recursos, insumos e ingresos sustentables.
• marginar a las mujeres como agentes económicos y productores de comida, debido a que no proveen el crédito, educación y capacitación que las prepararía para responder positivamente a los cambios económicos estructurales
• incrementar la carga de trabajo para la mujer, al momento de reducir los recursos asignados a servicios de salud y educación, distribución pública, etc; y dejar la responsabilidad de éstos a cargo de las mujeres dentro de sus labores no recompensadas.
• limitar las opciones, obligando a las mujeres a generar beneficios de manera insegura y explotadora.

Algunos de los factores anteriores, resultan del hecho de que las mujeres son pobres y las políticas actuales no son lo suficientemente sensibles a las necesidades de los pobres. Sin embargo, las mujeres predominan entre los pobres, las necesidades e inquietudes de las mujeres pobres coinciden con, pero van más allá, de las de los hombres pobres. Las mujeres deben ser agentes económicos iguales y efectivos, y desarrollar su potencial humano para el futuro. Los esfuerzos por incrementar el empoderamiento de las mujeres y proteger sus derechos fundamentales, tienen que ir mano a mano con las iniciativas de reformas económicas que tomen en cuenta sus necesidades y aseguren que no sean excluidas. Las mujeres son una fuerza para el desarrollo, participan en la producción y el consumo, juegan un papel central en la reproducción de la fuerza de trabajo y las familias, y les interesa la protección de recursos no renovables. Asegurar el desarrollo de todo su potencial es entonces central para las operaciones del Banco.

Sin embargo, el principal problema con la reforma estructural del Banco es que sectores como salud, educación, sanidad y vivienda, sufren un recorte de recursos desproporcionado, particularmente durante la estabilización. Las mujeres frecuentemente se ven severamente afectadas por esto: como consumidoras de servicios, y como trabajadoras cuyas labores domésticas se han incrementado. Agravando esto, los programas contra la pobreza carecen de sensibilidad de género en muchos países. Las evaluaciones de pobreza están mal integradas al desarrollo de las Estrategias de Asistencia al País.

Recomendaciones:

• Desarrollar un plan con un tiempo específico para asegurar que los gobiernos y donantes (incluyendo al propio Banco), incrementen y protejan los recursos para el sector social en los paquetes de reformas.
• Fortalecer la provisión y efectividad del microfinanciamiento para las mujeres pobres, desarrollando planes para proveer servicios de extensión y acceso a la tecnología.
• Incorporar la perspectiva de género a las evaluaciones de pobreza, a través de un mayor uso de métodos participativos, estudios de uso del tiempo, estudios de caso de cómo responden los pobres a las situaciones de crisis, y datos cuantitativos sobre la dimensión de género en la pobreza.
• Crear indicadores de impacto enfocados en género para programas y proyectos de préstamo.
• Extender a todas las regiones la iniciativa de Africa para incluir al menos tres objetivos estratégicos de género en todas las Estrategias de Asistencia al País.
• Informe de Desarrollo Mundial. Dedicar el IDM 1998 al género. Esto dará claras señales a los gobiernos de la importancia del género; un marco coherente para el análisis de reducción de pobreza y equidad de género; y permitirá a la institución integrar sus análisis y prácticas actuales.

 

3. El involucramiento de las ONG, organizaciones de mujeres y la sociedad civil, debe ser una norma en el diseño de políticas y proyectos.

La participación de las organizaciones de mujeres y otros sectores de la sociedad civil debe ser una norma en el diseño de Evaluaciones de Pobreza, Estrategias de Asistencia al País, proyectos de desarrollo y evaluaciones. Las consultas abiertas y amplias permitirán programas de mejor calidad, y una mejor y más amplia apropiación de las reformas. Hasta el momento, hay una inquietud entre muchas organizaciones de mujeres, en términos de que la participación está siendo vista como consultas principalmente a nivel micro sobre préstamos para el sector social. Una consulta genuina asegurará tanto evaluaciones adecuadas de las necesidades de género, como la oportunidad para que las organizaciones de mujeres, provean insumos al diseño e implementación de políticas, tanto en lo macro económico como en todo el rango de políticas sectoriales.

Nos da gusto saber de los pasos actuales para una mayor apertura de la información. Sin embargo, todavía hay necesidad de asegurar el acceso a tiempo a documentos claves como la Estrategia de Asistencia al País. Al tiempo que reconocemos las dificultades que enfrenta el Banco porque debe respetar las posiciones de los gobiernos nacionales y por lo tanto enfrenta problemas para divulgar muchos documentos o involucrar a la sociedad civil en sus evaluaciones; sentimos que la apertura a la información es esencial para asegurar un esfuerzo educativo a mediano plazo en algunos países.

Recomendaciones:

• Mecanismos claros para que las mujeres se relaconen con el personal del Banco en el país y a nivel de las oficinas centrales. Donde sea posible, establecer enlaces directos entre el personal del Banco y las organizaciones de mujeres, centros e institutos de investigación de la mujer, así como organizaciones que trabajan directamente con mujeres pobres.

• Desarrollar metodologías participativas, y usar a las ONG locales y nacionales como facilitadoras para asegurar la eficiente participación de las mujeres, particularmente en las áreas rurales.

4. Incrementando la sensibilidad de género del personal del Banco

Como mucho insiste la teoría y evaluación de las prácticas, la total integración del género dentro de políticas y programas depende, en gran medida, de las propias instituciones. Entonces, los cambios en los procedimientos para contratar e incentivar al personal; y los esfuerzos por crear una cultura de trabajo sensible al género, son precondiciones para lograr los objetivos anteriores (1 a 3).

Recomendaciones

• Cada región debe tener personal del Banco de tiempo completo dedicado al género, como es el caso actual de Asia y Africa. Este personal especializado, apoyará a los gerentes en la integración de política social y reforma económica; realizará investigaciones y aumentará la capacidad del personal.• Especialistas de género deben estar contratados en las Misiones Residentes, como ya ocurre en algunos países.
• Deben designarse recursos para que el equipo de género de las oficinas centrales y las del país en cada región, se reunan por lo menos una vez al año para promover el aprendizaje institucional y compartir experiencias. Los gerentes deben asistir a esas reuniones.
• Los recursos para el trabajo de género deben ser obtenidos del presupuesto central del Banco, no sólo de contribuciones voluntarias de donantes bilaterales u otros.
• Apoyamos con gusto la iniciativa de desarrollar una estrategia de capacitación de género entre el personal del Banco. Debe haber una capacitación regular de género para economistas.
• La capacitación aislada, sin la rendición de cuentas sobre los avances en género por parte de la gerencia, no logrará cambios significativos. Nos gustaría ver un desarrollo más amplio de mecanismos internos para incentivar al personal a integrar el género en los niveles de políticas y operaciones.

B. EL ROL Y EL PROPÓSITO DEL GRUPO CONSULTIVO EXTERNO DE GENERO

Desde nuestro punto de vista, los principales objetivos y funciones del EGCG deben ser:

• Monitorear la implementación de la política con base en los objetivos e indicadores acordados.
• Apoyar la total integración del género en las operaciones, y la organización interna del Banco.
• Sensibilizar al Banco en las implicaciones de género de los programas y reformas estructurales, así como la globalizacion económica en general.
• Fortalecer el diálogo del Banco Mundial con la sociedad civil y ONG sobre el impacto de género de los préstamos del Banco Mundial

Identificar temas prioritarios en relación al género.

Recomendaciones:

El Grupo Consultor Externo de Género, debe tener el papel de consultor para la Dirección Administrativa del Banco.

El EGCG debe reunirse dos veces por año.

Entre las reuniones, las integrantes del EGCG deben ser invitadas a apoyar el desarrollo de indicadores y normas y a avanzar en los objetivos.

Para facilitar la coordinación y el diálogo entre el Banco y el EGCG, cuatro miembros serán las responsables de la coordinación con el Secretariado.

Grupo Consultor Externo de Género

Hoda Bradam,
Ewa Charkeiwics,
Jocelyn Dow,
Alevtina Fedulova,
Inji Zeba Islam,
Francoise Kaudhjis-Offomou,
Faiza Kefi,
María Otero,
Eugenia Piza López,
Ruth Temple,
Margaret Samuriwo,
Irene Santiago,
Gita Sen,
Virginia Vargas Valente Agosto de 1996

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