EL MAL
Mario A. Silva García
El análisis terminológico de la noción de mal nos lleva al análisis de las diferentes culturas y de los diferentes vocablos con que se expresa ese concepto. Así, es común que se contraponga la noción de bien a la noción de mal, mientras que en el budismo (400 años a. de J.C.) encontramos la figura de Mâra, el Tentador, a quin Buda resiste y busca vencer. La abolicón del mal se logra al tener acceso al Nirvana, el anonadamiento, el estado eterno.
En Occidente encontramos la terminología griega, que nos presenta la polaridad del mal (kakos) y del bien (agathon). El primer término significaba malo, malvado, vicio. Y el verbo correspondiente significaba maltratar, hacer daño. Kanka era suplicio, sufrimiento. (Boisacq, Dictionnaire etimologique de la Langue Grecque, 2395).
En especial, la oposición se encuentra elucidada en Platón y Plotino. Como es sabido, Platón influyó profundamente en Plotino y tenemos que tomar en cuenta el análisis que realiza en la Politeia (La República, VI 509).Agathon es lo contrario de Kakon y Plotino, en las Enéadas(I, VIII), nos dice que aquellos que quieren conocer el mal deben penetrar en la naturaleza del bien. Plotino admite también el mal en sí. Es lo opuesto a lo limitado, es lo ilimitado en sí, lo informe en sí y otras cualidades que caracterizan el mal; hay cosas malas, que tienden el mal o tienden al hacer el mal.
Se trata del primer mal, el que es en sí, el que nos descubre el razonamiento. Lo define como una falta completa del bien y, siguiendo la enseñanza de Platón, lo identifica con la materia (Hylé). De ello (Kakios) hay que huir.
Las polaridades son: el Ser y el No-Ser, Naturaleza del Bien y principio del Mal, que se deriva de la naturaleza originaria (Arkaien Physis, como Platón lo había anticipado en el Timeo, 90 d)
Pasemos ahora al latín, más cercano a nuestra lengua. Allí encontramos que malos como malo, malvado, se refiere al mal físico o moral, en oposición a bonus, bonum, bene, que se corresponde con el griego kakoyrgia, en el sentido de malicioso, indigno, maligno, malévolo.
Nada de esto requiere aclaración, pero sí la necesitan algunas expresiones del idioma francés. Lo requiere Malheur, que traducimos como desgracia, pero hay que destacar que la parte final, heur, no tiene que ver con heure, que heur puede significar buena suerte (bonheur) o mala suerte (malheur).
También encontramos mauvais, malvado (ya aparece la distinción, que encontraremos también en inglés, entre el sustantivo y el adjetivo). Méchant también significa malvado, el que comete o piensa el mal. Estos sentidos son similares a los términos griegos.
Maledictum es palabra hiriente, injuria, ultraje. Malefactum es mala acción, falta.
Pasemos ahora a las lenguas anglosajonas.
En inglés encontramos Good (bien) y Evil (mal), oponiéndose como sustantivos del bien y del mal o maldad. Bad es malo, pero en un sentido de adjetivo. Evil tiene la misma procedencia que el alemán Ubel.
En la lengua alemana encontramos también la diferenciación entre schlecht y Böse, adjetivo y sustantivo.
Consideremos ahora un planteo de Leibniz en su Teodicea, (I, 21 ed. Janet II,II,p.115-16). Hemos visto cómo los griegos (Platón, Plotino) consideraban la materia como causa del mal, increado e independiente de Dios. Y entonces se pregunta Leibniz: ¿de dónde viene el mal? Si Dios es, ¿de dónde viene el mal? Y enseña que en el entendimiento divino se encuentra no sólo la forma primitiva del bien sino también el origen del mal. Apela entonces a las verdades eternas, causa del mal y del bien. Y en el parág.21 hace estas distinciones: "Se puede tomar el mal metafísicamente, físicamente y moralmente. El mal metafísico consiste en la simple imperfección, el mal físico en el sufrimiento; y el mal moral es el pecado. Aunque el mal físico no es necesario, basta que en virtud de las verdades eternas sea posible. Y como esta región inmensa de las verdades contiene todas las posibilidades, es necesario que haya una infinidad de mundos posibles y que el mal entre en varios de entre ellos, y que incluso el mejor lo contenga; es lo que ha determinado a Dios, al principio del mal."
Pasemos ahora a la expresión alemana Böse y Bosheitt (en alemán medieval, Bösheit). Comencemos con Kant y su "Religión en los Límites de la Razón". Trata de la coexistencia del mal principio (bösen Prinzip) con el bueno (guten) o sobre el mal radical (Radikale Böse) en la naturaleza humana.
Y nos habla de las muchas leyendas que hacen comenzar al mundo por el bien. Hablamos de una dicha inicial que se ha perdido por la caída en el mal (mal moral que va a la par del mal físico) . Y entonces Kant se pregunta: ¿no es posible que el hombre considerado como especie, no sea bueno ni malo?
Cuando se habla de por naturaleza, no se toma en cuenta la libertad como origen. Comienza entonces con una afirmación inspirada por la mentalidad del siglo XVIII, cuando afirma que la moral (sic) no necesita de otro ser superior al hombre para que éste conozca su deber, ni otro móvil que la ley misma para que él la realice...
Opone así la Naturaleza y la libertad, y lo que corresponde a las leyes físicas lo llama adiaphorion morale (indiferente a la moral). Y refiriéndose a la obra de Schiller sobre la Gracia (Anmut)) y dignidad (Würde), afirma que no es posible la Gracia como compañera del deber, porque la gracia está en contradicción con la coerción incondicionada.
Distingue entonces, en primer lugar, una disposición a la animalidad: amor de sí físico y simplemente mecánico, que no implica la razón. En segundo lugar, la disposición a la humanidad y, en tercer lugar, la diposición a la personalidad, la capacidad de experimentar, con relación a la ley moral, el respeto que sea móvil suficiente por sí mismo, el del libre arbitrio.
Pasa entonces a analizar la inclinación al mal en la naturaleza humana.
Distingue la Propensio (Hang zum Bösen) hacia el mal. Después la Concupiscentia (el deseo ardiente) innata o adquirida y que puede dar origen al mal moral (Moralischen Bösen).
Si lo consideramos como inclinación natural del hombre hacia el mal, hablamos de "mal corazón".
Aquí se pueden distinguir grados que son producto de la fragilidad de la naturaleza humana. Puede haber mezcla de motivos inmorales con los morales. Cuando se da la adopción de los malos, hablamos de maldad (Bösartigkeit) de la naturaleza humana. Señala entonces la fragilidad, la impureza y la maldad (corruptio) del corazón humano. La perversitas, la que pervierte el orden moral.
Aclara luego que toda inclinación es física o moral y que el mal moral depende de la libertad. Se trata de la inclinación al mal en el primer sentido dado a esa palabra (Peccatum originarius).
Eso lo lleva a afirmar que el hombre es malo por naturaleza, conoce la ley moral y se aparta de ella. Eso es lo que Kant llama el mal radical (de raíz) e innato. Agrega que ese mal radical pervierte el principio de todas las máximas y no puede ser destruido por las fuerzas humanas. Pero agrega que la maldad (Bösartigkeit) de la naturaleza humana no es una verdadera maldad (Bösheit).
En cuanto al origen del mal en la naturaleza humana, descarta la idea de una herencia. No se trata de un Peccatum in potentia (pecado potencial), sino del mal real de acciones dadas.
Así el comienzo del mal es su origen: pecado como trasgresión a un precepto divino que sigue al estado de inocencia (Unschuld), sometido a la ley moral que se le imponía como prohibición. Y entonces agrega: que no podemos explicar racionalmente la inclinación al mal.
Introduce entonces el libre arbitrio (Willkür). Tenemos que suponer "que subsiste un germen del bien y que guardando toda su pureza no podía ser aniquilado o corrompido".
El respeto por la ley moral nunca lo hemos perdido. Con ello Kant introduce la idea de virtud, de deber, por los cuales conformamos los actos a la ley.
Porque detrás de esto está el libre arbitrio, nos habla de la necesidad de luchar contra la causa del mal y recuerda las expresiones de los estoicos (aretei, ethos), que significan para ellos potencia, poder físico o moral. Así virtus se aproximaba a hombre (vir) y expresaba lo que llamaríamos coraje. Y ese coraje implicaba una actitud respecto a un enemigo. Y para Kant ese enemigo era la maldad (Bösheit) del corazón humano.
(Estos desarrollos se encuentran a Die Religón innerhalb der Grenzen der bloseen Vernunft, 1794 ed. B. Cassirer, 1923; La religión dentro de los límites de la Razón Pura).
Por su parte Schopenhauer en su obra mayor, "El Mundo como Voluntad y Representación" nos dice (V, 61), refiriéndose al egoísmo, que sus manifestaciones sólo son superadas por las de la maldad propiamente dicha, que busca el daño y el dolor ajenos (Eigentlichen Bösheit) por puro placer y sin provecho personal.
Y en el "Fundamento de la Moral" se refiere a los móviles antimorales y nos dice: "El egoísmo, por su naturaleza misma, es ilimitado... Todo lo que se ofrece a los impulsos del egoísmo suscita descontento, cólera, odio, buscará destruirlo como a un enemigo... nacido de la voluntad de vivir que se extiende siempre entre el hombre y los hombres." Y agrega, refiriéndose a la malevolencia, muy frecuente, casi habitual, y que alcanza fácilmente los grados más elevados... la malevolencia es un ejemplo del bellum omnius contra omnes (lucha de todos contra todos).
La malevolencia surge del egoísmo. Una forma significativa es la envidia, que Herodoto consideraba implantada en el hombre desde su nacimiento. Y la contrapartida es la alegría que se experimenta frente al mal ajeno. No hay signo más infalible de una profunda dignidad moral que un rasgo de alegría sincera y sin mezcla...
Envidia y alegría son puramente teóricas en sí mismas; prácticamente se tornan en maldad y crueldad. "No ayudes a nadie; más bien haz mal a todos si esto te beneficia". (Textos de Schopenhauer, extraídos de Die Welt als Wille und Vorstellung, VI, 6 Kleinere Schriften, Grundlage der Moral, ed. Grossherzog, VI, 6 y 588 y sgts.)
Concluyendo, pasemos a Nietzsche, especialmente a dos de sus obras: "Más allá del Bien y del Mal" (Jenseitsvon Gut und Böse) y "La Voluntad de Poderío" (Wille zur Macht). Adelantamos su propósito: sustituir la primera polaridad por la de noble e innoble, la polaridad señor y esclavo, Herren y Slaven, lo que adelanta el tema de la segunda obra:.voluntad que crea formas y fuerzas. El título implica el zur; significa hacia el poderío, hacia algo verdadero que está "más allá del bien y del mal".
Volvamos al comienzo del texto
![]() Portada |
© relaciones Revista al tema del hombre relacion@chasque.apc.org |