Trofeos: Uno, por Eduardo Markarian

Uno

Eduardo Markarian

He aquí algunas líneas de la producción de Eduardo Markarian, ampliamente conocido como plástico y docente, pero conocido sólo entre sus amigos por su infatigable ingenio.
En una muestra de inusitada valentía, Eduardo ha accedido a ampliar la lista de los beneficiaros que disfrutan de sus "sentencias". y a cuenta de una prometida y jurada mayor cantidad, va esta primera entrega.
El propio autor dice que todas ellas y cada una, de las líneas, claro, "quedan sometidas al libre criterio: se puede elegir, corregir y quemar. Acepto las consecuencias." Lo que no es poco decir.

oCuando algún pariente te presenta la segunda mejilla; ofrécele otro cachetazo y además un fuerte puñetazo en el sabe porqué se lo merece.
estómago: él oSolo cuando se siente un profundo amor por alguien se puede comprender el egoísmo, ignorancia, falta de humor, tacañería y evasión fiscal de tus semejantes.
oEl futuro está lleno de esperanzas. EL pasado es un cofre dorado desbordado de ilusiones.
oEl relato de tus viajes por Europa no mejora la calidad de vida de quienes te escucharon.
oA la juventud de hoy en día solo le interesan los placeres transitorios: gozar de la vida, divertirse, reir y danzar. Ya a nadie le importa el exilio de Artigas o el gobierno de Latorre.
oNo debes escupir al cielo ni mear contra el viento. Tampoco conviene retroceder con las chancletas puestas.
oViajar en Jet o automóvil decapotable, pasear por las ramblas de Punta del Este, bailar con señoritas de ombligo desnudo y senos oscilantes, ni se comparan con experiencias tan enriquecedoras como tu manía por la melancolía, la nostalgia del pasado, los recuerdos de la niñez y el sabor del pan duro con dulce de leche ácido.
oDesea a tu esposa tanto como deseas a la mujer de tu hermano (o tu mejor amigo), no más: esa es la medida justa.
oEl vidente vela por el ciego, el maestro por sus alumnos, el fuerte protege al débil, el Presidente ampara a su pueblo (?). Cuida que la devaluación de la moneda no merme el poder adquisitivo de los jubilados.
oNo existe aperitivo más excitante que los consejos para adelgazar y las recetas de comidas dietéticas en boca de expertas amas de casa que siguen cocinando con manteca auténtica y crema doble.
oTodas las desdichas provienen de la educación recibida en casa, mediante el maldito respeto por los padres. De esta vertiente se enriquecen los psicoanalistas.
oEl deseo existe. La belleza femenina lo encarna. Luego vienen la fantasía, la sublimación. Después nace el arte occidental.
oLa intensidad del placer está en proporción directa a la culpa. Afortunadamente no hay placer sin culpa.
oLa culpa es madre de todos los placeres.
oDadme el placer y moveré al mundo.
oAmate a ti mismo tanto como detestas a tu prójimo.
oEl ahorro es la base de la tacañería, la avaricia, el egoísmo, el sadismo, la envidia y la fortuna ajena.
oNo hay problemas de idioma si tu pagas la cuenta que corresponde. Pagando, hasta los franceses parecen simpáticos.
oSi quieres tener un día feliz, no permitas que los vecinos te hablen del pronóstico del tiempo en el ascensor. Recuerda que la lluvia sólo moja.
oRespeta a tus padres exactamente igual como temes a tus acreedores. Recuerda que tienes con ellos una gran deuda amparada por la ley. De los padres no puede protegerte ni tu analista.
oMedita en todo lo que heredaste de tus padres. ¿No te dan ganas de ir a comprar una Lugger y saldar agradecimientos?
oSI te portas bien y estudias notariado, o medicina, o abogacía o vendes corsetería en la calle Colón, podrás heredar de tus progenitores toda su fortuna y su milenaria tradición traída de Europa. También su nivel cultural y su modelo de honestidad para los negocios, su apertura espiritual y su comprensión liberal.
oEl que siembra espermatozoides recoge infinita comprensión, multiplica sus responsabilidades y se asegura el reconocimiento invalorable de sus hijos: agradecimiento siempre dispuesto y verbalizado sin retaceos día a día.

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