HISTORIA DEL TRABAJO



La Fundación Quebracho - Promoción en Comunidades Rurales, lleva adelante el Programa "Desarrollo de un Area Rural Marginada" en los poblados de Quebracho, Tres Islas y Cerro de las Cuentas (Departamento de Cerro Largo).

Este documento intenta contar la historia del trabajo,con sus aciertos y errores, los desafíos enfrentados y las diversas etapas recorridas.





1.- INTRODUCCIÓN

Nuestra vinculación con el área se remonta a 1977 en que un grupo de jóvenes montevideanos llegamos con el fin de conocer un lugar bastante alejado y olvidado de nuestro país. Llegamos invitados por el Padre José Novoa, con la intención de ofrecer algún servicio concreto : ayudar a levantar un rancho, a reparar una calzada inundable, a celebrar la fiesta de Reyes. No podemos olvidar el impacto que causó en nosotros conocer esa realidad tan distinta de nuestro país :poblaciones que vivían tan aisladas, sin luz, agua, teléfono, medios de locomoción, asistencia sanitaria... También el impacto de conocer personas con otra manera de relacionarse, conocer e interpretar el mundo; con una relación tan estrecha con la naturaleza. Conocimos los ranchos de terrón , la hospitalidad de la gente.

También vimos como coexistía el arraigo a su tierra con el hastío de la pobreza y la soledad y las ganas de partir. Habíamos ido a ofrecer algo y a cambio fue mucho lo que recibimos. Y así fue que los años siguientes volvimos.

A medida que nos fuimos haciendo y respondiendo preguntas pasamos de un trabajo espontáneo y esporádico a uno más planificado y constante. En esto influyó la obtención de recursos y la fundación, junto con otros grupos, del Instituto del Hombre en 1985 y posteriormente de la Fundación Quebracho en 1994.

La propuesta del trabajo en esta etapa fue apuntar a la recuperación cultural y humana de los habitantes de lo que podríamos llamar "la marginalidad rural", en la zona de Quebracho en primer lugar, pero con posibilidades de multiplicar la experiencia en otros de los más de trescientos rancheríos similares existentes el país.( De éstas zonas siempre se ha dicho que son atrasadas ,que sus habitantes son conservadores y resistentes al cambio).

Nuestra apuesta era que esos grupos humanos por debajo de esa aparente inmovilidad y resignación frente al "destino" poseían una potencialidad humana y una riqueza cultural que debían ser recuperadas para el proceso histórico del país en lugar de dejarlas caer en el desarraigo definitivo de la marginalidad urbana.

La comunidad que en nuestros primeros encuentros presentaba una verdadera atomización desde el punto de vista humano, escasas relaciones entre los vecinos, desconfianza y la convicción de que allí "no se podía hacer nada", hoy, al cabo de un largo camino, se formula que "hacer algo es difícil pero no imposible". Esa comunidad se pregunta "cómo hacer una vida más sana en la campaña para que la gente no tenga que emigrar a la ciudad". Esta historia, habiéndose iniciado en Quebracho, hoy se extiende a los pueblos vecinos de Cerro de las Cuentas y Tres Islas.

El pasaje de una situación a otra no ha sido lineal. Han habido aciertos y errores. Muchos fueron los desafìos enfrentados y diversas las etapas recorridas. De este largo proceso rescatamos dos ejes de gran importancia en la perspectiva de la multiplicación de la experiencia. En primer lugar el cambio de actitud de los vecinos: el paso de la inacción a la acción. En segundo lugar, el cambio de escala: el paso de Quebracho a la región.



2.- EL CAMBIO DE ACTITUD. EL PROCESO LOCAL

A grandes rasgos las etapas del trabajo en este eje son las siguientes:

1977 - 1983 Primeros contactos con la comunidad; campamentos de trabajo, servicios concretos.
0tros, apoyo a las escuelas zonales.
1983 - 1986 De la inmovilidad a la constitución grupal, la recuperación histórica.
1986 - 1988 El camino grupal, superar las desconfianzas, los primeros logros.
1988 - 1990 El camino comunitario, la confianza que multiplica; etapa de grandes conquistas, se multiplican actividades y grupos.
1990 - 1993 La consolidación de los logros, la regionalización.
1993 - 1996 Apertura a nuevos desafíos locales, inicio de actividades departamentales.



1977 - 1983 Primeros contactos con la comunidad; campamentos de trabajo, servicios concretos, apoyo a las escuelas zonales


1983 - 1986 de la inmovilidad a la constitución grupal


La inmovilidad que encontramos al inicio estaba fuertemente legitimada por un mundo de representaciones en el que, "ni Dios, ni la Naturaleza querían los cambios".El presente se vivía como inmutable y con desesperanza por la falta de oportunidades y la emigración. Esto contrastaba con un pasado idealizado . Pasado presente y futuro aparecían como cosas separadas sin posibilidad de articularse.

Por este motivo se realizó una recuperación histórica del lugar que apuntaba a: "si antes se pudo, por qué ahora no?" en la perspectiva de cuestionar qué podíamos hacer en el presente. Fruto de la recuperación histórica y su devolución como libro en entrevistas familiares y de una larga etapa de desafíos realizados por medio de cartillas, se constituyó el primer grupo de vecinos.


1986 - 1988 El camino grupal


1988 - 1990 El camino comunitario. La confianza que multiplica.


1990 - 1993 Lograr cosas sí, pero también hay que mantenerlas.


3.- EL CAMBIO DE ESCALA

1990 - 1992

Paralelo o concomitante a estos cambios que a nivel local (Quebracho) involucraron progresivamente más gente, se fue dando una expansión de la experiencia que interesó en una primera etapa a los pueblos vecinos de Cerro de las Cuentas y Tres Islas, abriendo paso en los dos últimos años a actividades de carácter regional antes impensadas. Esto fue posible porque algunas actividades locales chocaron con límites estructurales y requirieron un abordaje regional para seguir dinamizándose. Por solicitud de los vecinos de esas comunidades cercanas que conocían la experiencia, por relatos o programas radiales, porque el gobierno municipal extiende el contrato al médico del equipo para que atienda en esos poblados. Porque también es mayor la experiencia y la confianza acumulada por el equipo interdisciplinario.
La apertura a lo regional posibilitó entre otras cosas, conocer la repercusión de una experiencia local llevada a cabo en profundidad.

La concomitancia actual de actividades locales y regionales posibilita la redinamización de actividades locales que habían chocado con límites estructurales. Por ejemplo posibilitó tener mayor volumen de producción, mayor poder de negociación frente a instituciones públicas y privadas. Las actividades locales realizadas en profundidad se constituyen en la referencia obligada a la hora de realizar actividades regionales, para poder mantener en estos espacios más amplios los elementos básicos de la acción cultural que posibilitaron los logros mencionados, aunque adaptados a las nuevas circunstancias.

1993 - 1996

Algunas de estas actividades regionales comienzan a tener impacto departamental (curso de las promotoras de salud, caso del Banco Apícola). Propuestas elaboradas desde el trabajo local comienzan a tener interés para otras zonas del departamento, llegando así a la etapa actual del proceso que venimos acompañando. Proceso que se apoya en actividades de carácter local, regional y departamental. En estas actividades nos importa mantener las condiciones de cualidad que hicieron posible la progresión descripta, para afirmar los logros alcanzados en cada nivel; también profundizar las interacciones entre lo local y lo regional dado que éstas potencian y enriquecen aún más el proceso de desarrollo del área rural que está en marcha, para que siga en la línea de construcción permanente en un espacio humano alternativo.

Esta experiencia de constitución de actores locales auténticos dueños de su destino beneficia al departamento en tanto que posibilita un mejor relacionamiento entre la periferia rural, siempre expectante y subordinada, y los centros de decisión situados en las ciudades.

Es también una experiencia que importa en tanto insinúa que es posible encontrar formas de desarrollo en el medio rural que permitan enfrentar el creciente fenómeno de la emigración.

En definitiva: hemos intentado resumir nuestra experiencia de estos años de trabajo en la que describimos un doble proceso. Por un lado el camino realizado inicialmente por un grupo (de vecinos y de agentes externos) que luego se extiende de la comunidad de Quebracho. Se trata del proceso por el cual los vecinos al intentar resolver sus necesidades básicas recuperan la confianza en su capacidad de transformar su realidad sea en la relación Hombre-Naturaleza, sea en la relación Hombre-Hombre (vecino-vecino, vecino-agente externo).

Por otro lado, descubrimos el camino por el cual una experiencia transciende lo local de un pueblo y se hace regional o, con otras palabras, cuando la cualidad también determina crecimiento en la cantidad.