Chuy, 21/11/94

QUIERO VENIR A COMPARTIR ESTA ESCLAVITUD

La paz del mundo, amor, la luz.
Mi Señor...

Muy pronto el Sello de la Paz en cada corazón se establecerá.
Es la luz más divina, la luz de la paz, la luz del amor.
Pidieron amor, pero mi Jesús anunció
que habría de volver en el momento peor
y todo esto se está cumpliendo, hijos míos tan amados.
Estas son señales de que ese, vuestro Hermano,
pronto comienza su gran y total Redención.
La paz, si El anunció que vendría en tiempos de guerras,
y la guerra se debe cumplir,
si El anunció el tiempo de caos y de confusión
y el tiempo de la oscuridad,
pero pronto la luz en todo ser va a surgir.
Y es la fuerza del amor,
por amor se consagraron en venir,
pero todo lo que se anunció cumpliéndose está,
guerra, peste, desolación, cataclismos, caos y confusión,
terremotos, todo cumpliéndose está,
así lo dijo mi Jesús.
Pero ¿saben algo más? que El dijo:
quiero venir a compartir con mis hermanos en esta esclavitud
y sentirme como ellos
y no me digas Padre, quién soy yo,
déjame vivir como todos, como cualquier humano,
en esos tiempos que ya anuncié tan amargos.
No permitas que llegue solamente en gloria y esplendor,
déjame compartir con todos
lo que con anticipación ya he pronunciado.
Soy hermano, si por todos me ofrecí,
quiero también en los momentos amargos compartirlos con todos,
hasta que todos por fin puedan sonreír.
Y así, la paz en el mundo pronto se sellará.
Ya no será como ahora,
se firman, se abrazan, se estrechan las manos,
¡Qué bien! ¡Viva, viva! Y se vuelve a romper y otra vez.....

Mi Señor...

La destrucción.
Pero estamos en el tiempo de la transformación total.
Y la Luz, ... si la luz está en ustedes mismos,
y la irradiarán con tanta fuerza
y es por el amor que hay entre todos,
si en lo humano a veces se rebelan,
pero se ofrecieron para que se cumpliera
aquella Profecía que hace dos mil años
vuestro Hermano pronunció.
Sí, se rebelan en lo humano, pero no en lo divino,
en lo divino siempre se están abrazando y pidiéndose perdón.
Pero llega el momento anunciado y todo lo prometido,
¡adelante y sin temor! Adelante, benditos hijos,
que pronto llega la gran maravilla
y la Tierra se sentirá en el espacio
como que es el símbolo del Amor,
como un corazón.
Algo se desprende de la Tierra
para que quede transformada en lo que acabo de pronunciar,
en el corazón palpitando de ternura,
palpitando de emoción, palpitando de felicidad.
Pero no solo mi Bendición, hijos míos,
no olviden que siempre también está,
como en estos momentos, la Bendición de la Madre.
Paloma, -dice EL- asómate ya.

Y veo de pronto, pero veo muchos más, muchos más seres, no solo los de acá de la casa, no sólo tu madre, no solo ustedes, veo muchos más y veo a la Madre como una palomita que está en cada uno. Está como suspendida y con las alas los quiere envolver. Alas maravillosas, de pronto se hace una sola la paloma y de pronto ya el cuerpo de la paloma se comienza a transformar en el de la Madre. Pero las alas resplandecen con todos los colores más maravillosos que puedan imaginar. Pero las alas están formadas por plumas que de pronto parecen pétalos, pétalos tan suaves y multicolores y todos irradian luz.
Y dice la Madre:

Es que las luces son ustedes que los tengo entre mis alas,
las luces son ustedes mismos,
que aunque se sientan ahora en la oscuridad,
pronto sentirán que pueden irradiarla
y dar a todos la gran felicidad.
Lo que ansían será... es la salud, es la paz,
no solo en el mundo y por un sello que se establezca
en un legajo, en una escritura, en un pacto, en un acta.
No, tesoros míos, será otra... una escritura,
la escritura, pero estará dentro de cada ser,
ahí estará la paz, la paz en la mirada, la paz en la sonrisa,
la paz en la mano que se extiende aprisa
y todo esto es obra del amor.
Y esa luz que todo lo viene a envolver,
esa luz la irradiarán ustedes a la vez.
Soy vuestra Madre,
soy el Ser que en el Cielo los acunó
y ahora los estoy acunando, los acuno entre mis alas.
Se acerca una Navidad,
pero no piensen en ésta, esta Navidad que se acerca,
una Navidad sin fecha, sorpresivamente es,
aunque el Padre lo ha dicho muchas veces y dicen:
¿Cuándo llega esa Navidad?
Hijos míos, hoy YO les estoy hablando,
la Navidad sin fecha, en la que se sentirán renacer.
Ultima venida, como ha dicho el Padre,
ultima venida de vuestras almas esta es,
porque este es el Tiempo maravilloso
en el cual se comienzan a abrir las puertas,
las puertas como que el cielo ya las está abriendo.
Y ahora, mi Bendición en una canción de cuna, así los arrullaré.

Y es maravilloso cómo los tiene, y formó con las alas tantas cosas a un tiempo. De pronto era como un cofre maravilloso, de pronto aquello se transformaba como en un nido sublime. De pronto era como que toda la Tierra estaba ahí. Sí, toda la tierra, como que toda la Tierra entra y sale de su corazón. Entra, se siente renovar y sale y es como una música que gira y gira y gira. Y es como si todas las estrellas estuvieran alegrándose ahí.
Y dice la Madre:

Es que esto que estamos presentando pronto cumplido será,
ahora es como un símbolo, pero pronto será realidad.
Y ahora, les canto a mis hijos

Y comienza Ella a cantarles mientras en un acunar maravilloso de una dulzura tan grande es como que todas sus plumas irradian música para acompañarla.

(Canto en lenguas)

De pronto los acerca a su rostro y es como que los acariciara con sus mejillas. Sus mejillas se iluminan, hay felicidad en Ella.

Pero se iluminan -dice el Padre- por la luz de ustedes a la vez.
Pero ustedes reciben la Luz de la Madre.
¡Qué hermoso conjunto han formado! -dice EL-

Con un beso, dice...
Amén


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