Salto, 24.12.84

DOS SEÑALES MAS Y DESPUES LA GLORIA PARA EL MUNDO

Para Luis, Marisa, Susana, Marcelo, para Alberto y cuántos más,
para todos los hijos míos benditos,
que nombre tienen y que nombre tendrán.
Mi Señor, no te puedo seguir... no vueles tanto.
Es que vuelo alrededor del mundo, dice EL,
y me interno en lo profundo también.
En lo profundo de la Tierra y del Océano,
como subimos a las montañas,
¿cuántos nombres presentaré?
No se inquieten, mis bienamados,
que todos de Mi mano van,
no estoy identificado con uno solo,
sino multiplicado en cada uno de mis hijos
y a ninguno voy a abandonar.
Que si alguno se hiere, YO me hiero,
que si alguno una lágrima puede derramar,
en MI son torrentes, por Mi Amor sincero,
porque los he creado, no Me voy jamás a alejar.
Cuántos dicen: ¿Dónde está Dios?
Junto a cada uno de mis hijos estoy;
junto a Aquél que murió en la Cruz,
junto a cada uno y ahora...
en el Elemento Divino, en Aquel que volverá,
en ese que vengo anunciando,
ese Hijo es el Mayor...
También El, tiene Su Nombre,
y su nombre, por ahora es.... Redentor!
Almas mías, están destinadas,
y los Luises y los demás
llega esa hora señalada que,
¡presente...! al punto dirán.
pero primero, como vengo anunciando,
esas dos señales, que el Mundo tendrá,
dos señales y luego la Gloria,
que el Cristo viene a brindar,
y a la Tierra en ella, la envolverá.
Que no es para un solo sitio,
la Tierra Prometida es, la Tierra Prometida es toda
y acá la Nueva Jerusalem.
Nueva Jerusalem, tan cerca, y ustedes de un salto, aquí estarán,
acompañando al Hermano, al Mayor, aquí en la Tierra
y luego ya no habrá Tierra,
porqué todo Cielo, nuevamente será.
Que los vengo preparando, que destinados están,
que no los he elegido, éste, aquél, o el de más allá,
ya que todos son mis hijos,
destinados antes de nacer, se ofrecieron,
que hay laberintos, que hay piedrecitas...
sí, me dijeron: "Padre, quiero caminar por allí,...
y yo por allá también..."
Bueno, hijos míos, vamos, solos no los voy a dejar,
todos irán de Mi Mano, y así todos, siempre van.
Sé lo que cada uno precisa sé la sed y el agua doy,
Sé la amargura que tienen, tomad la miel,
que no la escatimo YO.
Sé del sueño que padecen y no pueden ya dormir,
que dicen: estoy cansado de tanto y tanto sufrir,
venid a Mis Brazos, venid a Mis Brazos,
un ratito nada más... ¿ves?
Ya estás recuperado,
ahora, otra vez, a caminar...
Que tengo frío, Padre Mío, me dices,
Aquí la protección está,
ven, que aquí tienes el abrigo,
cerca de mi corazón, mira, más calorcito hay.
Y renovadas las fuerzas, bueno, vamos a seguir,
que YO no tengo pereza, jamás, jamás me canso,
vamos, por todos sitios, vamos por todo rincón,
aunque ahora estamos aquí, para prepararlos,
para la Sagrada y Divina Misión.
¿Qué más quieren pues mis hijos?
Que algunos desolados están. Como avecitas vengan,
pónganse en mis manos, que aquí caben todas
y el beso de Papá.
¿Cómo me ven? dice EL, ¿cómo Juez?
¿Cómo me ven? ¿Como que los voy a aniquilar?
No, por favor, dice EL, no me miren así!
Mírenme como el Creador,
como el papá que los ama,
como el Ser que da el Amor.
Los creé con amor inmenso, y en el sufrimiento, conmigo están.
son ustedes que no me han abandonado,
por lo tanto, hijos míos bienamados, pronto la Gloria se establecerá.
Amén


Salto, Termas Arapey, 29.12.84

DESPUÉS DE LA OSCURIDAD, EL CRISTO VENDRÁ POR ACÁ

El Templo de la Divinidad, que levantándose está,
son ustedes las piedras que lo componen y ninguna se moverá
Piedras firmes y divinas, la divinidad la otorgo YO,
los hice a mi imagen y semejanza, y también en divinidad.
No olviden que soy el Creador, tanto los amo, hijos míos,
que solos jamás estarán.
Llegan los momentos sombríos y de terror en la Humanidad,
reitero, no estarán solos, que YO no voy a pasear.
Estaré en cada uno, en cada piedrecita también,
en la rama de cada árbol que se desgaje,
en la furia del huracán,
porque en eso, pondré todo mi dolor, -dice EL-.
Mas luego, en el Amanecer, en la Divinidad que habrá,
en el Hijo Mío que traeré, al Cristo que tendrán por acá...
Y aunque YO esté exhausto, almas mías de tanto sufrir,
ustedes se sentirán renovados,
a cantar victoriosos, ese cántico a la libertad,
al amor, el de la esperanza, el de la alegría,
de la serenidad, de la humildad y de la paz.
Amén


Montevideo, 26.01.85

FUTURO Y CONSECUENCIAS

Piensas las consecuencias inmediatas,
en este futuro, en el mañana que hay.
YO te anuncio, Nelson bienamado,
en otro futuro, el casi Celestial,
las consecuencias... no funestas, sino la divinidad.
El Mundo se transforma en lo puro,
después de la Oscuridad.
Tu piensas en este futuro,
y en las consecuencias, mi bien,
¿qué pasa con ANCAP, con PAMER,
con UTE, MUNICIPIO y ANTEL?
Tu piensas en eso, hijo mío.
Como en cada hijo estoy,
sé como se sienten, cómo están sombríos,
¿qué pasará? ¿qué hay de paro?
Dios no abandona a sus hijos,
jamás, dice EL, los abandonaré YO.
Las consecuencias... en parte funestas,
sí, hijo mío, así son.
Mas luego de esas horas austeras,
serán las otras, las placenteras...
Pero luego el Error Humano,
que al mundo en sombras.....
¡Ay!! Mi Señor.....
Sí, dice EL, y se aterrorizarán.
El mundo en sombras estará, hijo mío,
mas para dar luz, también tú te vas a hallar.
Ese es el otro Futuro, y las consecuencias, mi bien,
derrumbes, gritos desgarrantes...
mares, sitios inundados, montañas,
Las veo que se desintegran, y arrasan, sepultan... Mi Señor... !
Desolación en el Mundo,
mas luego en ese Futuro,
la transformación que por ustedes obraré.
Será transformarlo en amor,
y en amor, como mecido será.
No habrá fríos ni calores,
sino en divinidad estarán.
Pero siendo siempre humanos
y trabajando un poco más,
luego dejando de lado,
y sólo consagrados en la Misión Celestial.
Ese es el Futuro, hijo, y nada les va a faltar,
techo, alimento, abrigo, y sobre todo el amor,
que no sólo será compartido,
sino tanto recibirán...
que se sentirán satisfechos.
Y ¿lo que reciban...?
todo lo querrán donar.
Ese es el Futuro, y las consecuencias, mi bien,
adelante con el Cristo y Conmigo,
que como Hombre entre ustedes estoy,
pronto me reconocerán, dice EL.
Amén


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