Montevideo, 09.02.85

VISION DE LA NOCHE NEGRA Y DE LA LLEGADA DEL CRISTO

Me estás mostrando una playa... Me llevas caminando por la orilla, pero los veo a todos, están más atrás. Les digo que se apresuren. Hay quienes juegan con los pies, vienen lentamente, descalzos, y la arena se presta. Otros en cambio no, de los que están acá, qué pesado, les resulta poder llegar. La arena les dificulta tanto, es pesado, los pies se hunden y cuesta volverlos a sacar, para dar el siguiente paso.
Espero que cada uno se identifique, con lo que estoy viendo. Sólo que yo los veo y no quiero estar diciendo... Eres tú, o eres tú... no! Hay quienes van buscando la tibieza del agua, porque está tibia y buscan, porque necesitan en los pies, la tibieza del agua, como un descanso en el caminar. Pero hay quienes necesitan que el agua esté helada, muy helada, para sentirse con nueva vida, sentirse como una sacudida realmente. Hay quienes necesitan que las olas les golpeen los pies, como un masaje... como un masaje, porque se sienten exhaustos. Hay quienes sienten que la arena es levantada por polvo, los golpea y los deja como enceguecidos, no ven más adelante, no pueden ver cómo seguir en el camino... ¡qué difícil se les hace! ¡Ah!, mi Señor...
Hay quienes se acercan al agua, y miran solamente hacia lo profundo, hacia adentro, hacia lo lejos, no miran el camino que tienen que seguir... Miran como diciendo:
Ya no me interesa nada, sólo me dejaría llevar por las aguas...
No, mi Señor, eso no lo permitas, eso no, por favor...
Gracias, mi Señor... Gracias.... Ese impulso pequeño Tuyo, y tan grande a la vez, veo como el Ser ya viene corriendo, corriendo, para alcanzarlo. Y seguimos adelante. Más adelante hay como un acantilado y cómo seguir. Mi Señor, por ese lugar, tan lleno de peligros, y está oscureciendo, no vamos a ver, mi Señor, para seguir... TU sí, porque TU eres Dios, TU lo ves todo, pero ¿y los demás?
Y ese peligro que se presenta ahí, en el camino, qué es, mi Señor? La Noche Negra, la Noche Negra, de terror que anuncias y ya el acantilado comienza a balancearse. Sí, hay unas rocas que ofrecen protección. Me siento que los estoy llamando, que no teman... que no teman como dices TU. Los estoy llamando, vienen... a los tumbos, como sea, pero llegan y se protegen, contra esas rocas. Hay temor, pero les enseño a cantar, vamos a cantar todos... y así comienzan... Y sienten que las rocas se sacuden, que parece que los va a tirar, que los va a aplastar... pero no teman... el Padre ha dicho no teman..!

Hay quién dice:
Necesito fe,
la tienes, está en ti, está fuerte, vamos...
Sí, tienes razón, me responde.

Hay quién dice:
Me siento caer.
Tómate de la roca, que es firme, y no vas a caer.

Hay quién dice:
No siento nada a mi alrededor,
solo que la Tierra tiembla bajo mis pies.
Pues, siéntate en esa Tierra y te sentirás mecer.
¿Y ahora?

¿Ahora qué? Parece que está aclarando, se está calmando todo. Tienen miedo, ven unas Estrellas que vienen rápidamente... les da miedo, un Pájaro gigantesco los asusta...

No, no teman,
si la Estrella más grande, la que viene adelante,
es la Estrella de Belén, y más atrás viene el Cristo
Y ahora ¡¿qué van a hacer?!
A recibirlos con alegría, a golpetear las manos,
a cantar más y digamos todos:
¡Gloria al Padre, Gloria al Hijo, gloria en esa Llegada Triunfal...!

Y llega, llega la Estrella de Belén, y en esa luz tan potente, que irradia, es como si los envolviera a todos, y los levanta, y la Estrella los va transportando y perdieron el miedo y van en cuerpo y en alma, no han muerto, van en cuerpo y en alma. Pero a medida que van avanzando, ven muchos seres en peligro.
Y ahora comprenden van a ayudarlos, van al gran salvataje. ¿Por donde van? Por distintos sitios, es una recorrida, al mundo y luego nuevamente acá.
¿Tu Palabra? ¿Cuál es TU Palabra, mi Señor?

No teman, hijos, no teman,
que a salvo se encontrarán.
Llega esa Noche tan densa,
esa Noche en la cual,
todos el terror lo sentirán
y se verán envueltos en él.
Mas no teman, que ustedes están para poder socorrer,
que si los he llamado y hoy los congregué acá,
no vinieron por necesidad...
..................
En este impulso tan mío y en esta divinidad,
así es como YO los guío, y así se manifestarán.
Hijos míos bienaventurados, un día YO los glorificaré.
Estoy como Padre a cada lado, jamás los abandonaré.
Son los momentos amargos que pasa la Humanidad,
ustedes no están libres de ellos,
pero viviendo en una relativa paz.
Luego la paz firme, la armonía, la comprensión,
la divinidad, todo los envolverá.
pasarán los densos días y vienen los de la divina luz,
y ustedes como luces también serán.
Así es como los necesito, el camino aguardando está,
no teman que pronto al Cristo, con amor lo abrazarán.
Pero también a MI, hijos amados,
como Hombre en el mundo YO estoy,
es una Revelación que hago, los abrazo, los acompaño,
y podrán ver Mi Rostro y sentir los latidos de Mi Corazón.
Cuántas veces anuncié, frente a mis hijos estaré,
ahora lo revelo, hijos, como Hombre en el Mundo estoy.
Los acompaño como Dios y como Padre de la mano,
así, así mi mano la sentirán...
Mano cálida, firme, fuerte, pero a la vez suave,
que nunca va a lastimar.
El amor que YO les tengo,
y por ese amor estoy.
Me introduje en un vientre,
tenía que ser así Mi Nacimiento,
de una mujer que tuvo más hijos,
ignora ella quién soy YO.
Y la siento también mi madre,
porque la vida me dio
y a ellos los siento mis hermanos,
pero son mis hijos,
porque soy el Creador,
como ustedes también, mis benditos,
como hombre me reconocerán
y sabrán cuánto los amo,
por eso, hijos, estoy acá.
Amén



Montevideo, 8.6.85

DESPUES DE LA NOCHE NEGRA... EL MUNDO NUEVO

Y dice EL:
No temerás, mi Víctor bienamado, que las nubes se van a apartar,
se congregarán en distintos lados, para una lluvia de bendición que la Tierra recibirá.
Ya no habrá nubes en las vidas, mas si anuncio todavía el momento cruel,
pasará el mundo entero, mi Víctor,
porque el mundo entero, vivirá el Error, y la Noche interminable también.
No es en lo personal, no lo olvides, sino que esto ocurrirá.
Mas también te digo: Aquél que redime, sus pies en la Tierra pondrá.
Al amanecer siguiente, la luz comienza a inundar,
y te sentirás envuelto en ella, en esa luz,
y luego como aporte divino, por los caminos irás.
En ese cuerpo, hijo mío y con tus manos también,
te verás trabajando con nuevos bríos,
mas no por el sustento, no por el salario,
pero nada te faltará, ni a ti ni a Mabel.
Adelante en los caminos, que abriéndose, hijo, están.
porque sacarás de laberintos a tantos que encerrados se encuentran ya.
¡Ah!, mi Señor, recuerdo cuando TU anunciabas, que los cerrojos se descorrían, las puertas se abrían, y los seres saldrían de sus prisiones, cantando el Himno al Amor, a la Alegría y a la Libertad. Y todo esto estuvo cumplido... y ahora muestras esto otro, mi Señor...
Todo cumplido será, mis hijos recordarán, cuando alguien terremoto dijo,
y pocos días después, el Terremoto en Chile, qué devastación allá...
Mas también mi sufrimiento, que en cada hijo YO estoy,
sufriendo y desgarrándome como Padre, exhausto de tanto dolor.
Pronto, pronto ya termina, ustedes y YO dejaremos de sufrir,
llevo una Eternidad en cada vida,
y pronto para todos, será el descanso y el sonreír.
Descansar del sufrimiento, descansar del gran afán,
ya no habrá ambición, ni tormentos, solo habrá sonrisas,
armonía, cantos alegría y paz.
Es la Tierra Prometida, y para ello están,
los vengo preparando, hijos, no lo deben olvidar,
los caminos serán distintos,
ya no habrá piedras, ni espinas, ni lodazal,
sino que serán flores, pétalos que alfombren,...
Mi Señor, es divino lo que muestras
Y la sonrisa que acabo de mencionar.
Amén


Salto, 19.6.85

¡VEN, HIJO MIO, VEN! LA HORA HA LLEGADO YA

Veo el Mundo nuevamente, el mundo otra vez. TU, mi Señor, con tu mano extendida hacia el mundo, mirando hacia atrás y llamando al Cristo que llegue. ¿Cuánto tardará, mi Señor? Porque si TU lo apuras, llega pronto, pero si TU no quieres... Que sea rápido, por favor.
Pero te vi ahora, hubo algo de TI, y veo detrás de la Montaña, otra vez la luz, otra vez el aletear... otra vez la Paloma con su piquito y con sus patitas... Y viene en un vuelo rápido, pero en vez de posarse en el mundo, se posa en Tu Mano. Y TU le haces como un balanceo, y en ese balanceo, la impulsas hacia el mundo. Pero Ella siente que el mundo tiembla bajo sus pies, y tiene miedo, siente el mundo temblar bajo sus pies, mi Señor.
De pronto se comienza a transformar otra vez de Paloma en Mujer... el Espíritu Santo, la Inmaculada. Y cae de rodillas, cae de rodillas en el Mundo y lo abraza, y gime y llora y se desgarra... Y el Mundo va girando, mientras Ella gime y va girando y Ella siempre sigue aferrada a su mundo, a sus hijos... Y veo correr, como ríos de sangre... lágrimas de sangre y dolor. ¡Hasta cuándo, mi Señor!? Hasta cuándo va a ser. De pronto se estremece porque ve sacudirse al mundo, y ya no lo ve. Es tanta la oscuridad que ya no lo ve. Sólo siente un olor acre, desagradable, olor a muerte... en el mundo.
Y ahora sí, ahora es Tu llamado desesperado, mi Señor...
¡Ven, hijo mío, ven!
La hora ha llegado ya!
Y veo la llegada de Tu Hijo, pero es la llegada de tantos y tantos hijos... ¡qué divino, mi Señor! Y ahí sí, de todos ellos parte la luz y detienen la Tierra y la comienzan a iluminar. Y de pronto, de pronto, la Paloma Madre, o la Madre Paloma como quieran llamarla... ahí está, en una transformación de Paloma en Mujer, y de Mujer en Paloma y otra vez ... y comienza a resplandecer y ahora derrama lágrimas que son de emoción y de dicha.
Y ahí estás TU, mi Bien... ¡ah! mi Señor... gracias por todo.
Y veo ahora cómo TU levantas al mundo y lo levantas y lo llevas muy cerca del Sol... pero el sol simbólico porque el Sol.. te representas a TI como Luz Divina. Y el mundo está todo resplandeciente y veo todo como si fuera todo un bouquet de flores... pequeñitas, pequeñitas y recubren todo, y todas forman mensajes... mensajes.
Y ahora es otro momento, como si fueran una inmensa alfombra que los envuelve, una inmensa alfombra de encaje de flores.
Y dice EL.

Es la bendición que les brindo y ustedes que aquí están,
les digo, sí, benditos por la eternidad hijos míos,
benditos y ustedes, porque ustedes, esta bendición llevarán.
Los consagro, pastores divinos,
los consagro, ángeles de amor y de paz,
los consagro pichoncitos, de Mi, Padre Palomo,
los consagro ya almas mías, porque pronto será el Sol que los iluminará.
Amén


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