ACONTECIMIENTOS DE DOLOR EN URUGUAY

 


 

Montevideo, 16.02.85

LA VISION DE LA OSCURIDAD Y DE LA LUZ EN EL URUGUAY

Mi Señor, TU me mostraste y me lo vuelves a mostrar, la parte esa del Palacio Legislativo... muchas tumbas, muchas flores. TU me muestras mucha oscuridad por el Norte y como un pozo. TU me muestras sangre que corre, TU me muestras seres de luz también.
Pero de lejos, otra vez la Argentina, se oye gemir... ¡ahhh!... una cosa así. Pero ahora un alarido, que hace temblar a todos, un alarido. Mostró la ciudad y mostró el puerto bonaerense, y acá estamos mirando, mirando todos hacia allá. Pero de pronto las manos desde acá se extienden; vemos el río, cómo el río está siendo atravesado por lágrimas, que se destacan... lágrimas amargas argentinas, se destacan, y vienen hacia acá. Parecen como botes y vienen... Y acá está el pueblo muy herido, pero tiene fuerza para ayudar a ese hermano que está desgarrado. Y dice EL:

Así todo, todo será cumplido, ¿recuerdas? -me dice EL-
Sí, es cierto, mi Señor, recuerdo cuanto TU decías que Uruguay ayudaría a Argentina... Cómo, decía yo, Argentina que podría ayudar a tantos... ¿cómo Uruguay iba a ayudar a Argentina? Y pasó que Concordia en la Argentina, quedó sin luz y el Presidente Alvarez llegando a Salto, y teniendo conocimiento dijo que se abasteciera de inmediato de luz a Argentina. Después, la segunda vez que Uruguay le tiende las manos... veintitres familias uruguayas, se hicieron cargo de veintitrés niños argentinos, durante no sé cuánto tiempo, donde les dieron amor, estudios, todo lo necesario. Uruguay volvió a tender la mano. Después partieron las lanchas con gran tristeza, para los que partían y los que quedaban sin esos niños... Y eso fue cuando lo de las Malvinas... todo lo que EL va anunciando, todo se va cumpliendo. y ahora presenta esto otro... esto otro, mi Señor, es de tal dolor, que me siento más abatida.
Quizás sea todo lo que TU me vas mostrando, que me tiene tan enferma... y quizás sea esa, la razón que me intoxica, lo que me hace tanto daño, el dolor que me muestras en tantos lugares. Porque si estoy junto a TI, no puedo permanecer indiferente, mi Señor, no, al contrario, lo sufro intensamente... ¿Qué más, mi Señor?

Uruguay,
cuando llegue la oscuridad, a oscuras también estará,
como el Mundo entero, el dolor sentirá.
Las paredes palpitantes de terror,
mas sólo pocas se derrumbarán.

Sí, me muestras que el Palacio Salvo se derrumba totalmente, y los seres se despedazan. El monumento a Artigas, destruido totalmente. Me muestras ahora, mi Señor, vidrios, estallidos de vidrios, la gente aterrada... pasa rápido la noche esa de terror. Comienza a amanecer... la llegada del Cristo, la Nueva Jerusalem que se levanta, la Estrella de Belén, con todas las maravillas que vienen acompañándola. Los seres asustados, pero ahí viene la paz...
El Palacio Salvo, renovado, maravilloso, ¿quien habla de destrucción? Los seres despedazados, ¿dónde? si están divinizados... El caballo de Artigas, el Monumento, ¿qué pasó? Si ahora está vivo, en carne y hueso, Artigas en su caballo. Y a la victoria... a la victoria, o sea el triunfo de la Bondad, donde están todos. Veo que en esa victoria están ejército, aviación, aeronáutica, pueblo, todos unidos, todos unidos, qué símbolo divino! A quién representa? A TI mismo, representa, ese Artigas, mi Señor? Qué guías a tu pueblo, guías tus pueblos, guías tus hijos..... Gracias, mi Señor.

Cumplido el paso cercano, paso que pronto hay que dar,
todos serán unidos, porque son hermanos, hermanos desde Cielo,
en tiempo, en distancia, o apretados, pero todos en la divinidad.
Uruguay que se levanta... Maestro, Cristo, acá.
Uruguay, punto y ejemplo de bondad para la humanidad.
mas luego, el Universo, todo congregado es,
ya fue citado, almas mías y el día de la Gran Venida,
con qué amor se van a hallar.
El mensaje que aquí dejo, que no deben olvidar
mas también el gran consejo, cada día, haya más paz,
cada día, cuando se grite, sólo se debe recordar:
el Padre no es sordo, bajo mi voz,
no soy sordo, YO escucho, y bendigo ese control.
Otro consejo, almas mías: perdonar, siempre perdonar,
a todo el que ha herido en la vida,
como que el perdón, de MI lo reciben y de MI lo brindarán.
Otro consejo, mis amados: amar siempre, amar y amar,
al que tienen cerca, al que está lejano,
a aquél que tanto ofendió, a aquel que te ha destruido,
ámalo siempre, como te amo YO.
Amén


Montevideo, 8.6.85

URUGUAY SACUDIDO SERA... Y MAMA LOS VA A COBIJAR

Todo viene de MI -dice EL-
¿Y tú, que vas a ofrecer? -me pregunta
¿Yo, mi Señor? Lo que TU me indiques, que no me detendré. Dime, ¿qué puedo yo hacer?

Tus brazos siempre abiertos,
donde los hijos se vienen a refugiar.
Tú dices como una gallinita,
donde los pollitos, buscando el calorcito van.
Pues así, muy pronto, mi Miriam,
como todos los que están acá,
vendrán en busca del calor, Mamá no lo va a negar.
Al contrario, y no será como un favor,
sino como algo que se tiene que realizar.
Es mi Profecía y es un cumplimiento.
Mi Palabra está dada, almas mías,
y ustedes hacia acá correrán.
Uruguay pasará por un quebrantamiento,
Uruguay sacudido será,
habrá momentos amargos y acá la dulzura estará.
No teman, que habrá lugar para tantos.
Ustedes muy pocos son, para los que lleguen a este sitio,
donde encontrarán refugio, protección, alimento,
sonrisas y el inmenso amor.
Será como una brisa que reciban,
será como un hálito de vida que tendrán
será como la firmeza absoluta
y la fe en alto, que nadie la podrá derribar.
Amén



Montevideo, 24.8.85

LLEGA EL MOMENTO QUE ESTE SUELO TIEMBLA

Momentos de sinsabor
y de increíble amargura también,
pero no olviden que en cada uno estoy YO,
para portar en MI esa.........
Mi Señor, me muestras......
dosis enorme de lo que acabo de anunciar,
para aliviarlos...

Mi Señor, ¿qué es? Me muestras como que... veo que de pronto la Tierra se sacude, la Tierra se sacude y tiembla, pero es como si fuera nada más que una pequeña zona.
Esta vez no me muestras, mi Señor, que es lejos, me muestras como que fuera..... tan cercano... como si fuera acá mismo. ¿Qué puede haber, mi Señor? Algún momento de dificultad acá, ¿qué puede ser?
Veo seres que corren, que están asustados... Mañana no pasará nada, ¿verdad, mi Señor? porque me parece que mañana va a ser un día tranquilo, ¿cuándo puede pasar algo? ¿a qué se debe, mi Señor? ¿Serán los estudiantes, será algún gremio...? o ¿qué puede ser, mi Señor?
Siento sirenas.

Calma tendrán, almas mías,
porque en el momento peor,
estarán protegidos en todo,
pero la Humanidad hundida
en el sufrimiento más atroz.
Pero estarán protegidos
porque los necesito así,
para que luego ayuden
a dar la luz en la oscuridad que parecerá sin fin.
Pero llega también el momento
que este suelo en el que están,
sentirán que tiembla, que cruje
y sentirán las sirenas,
las que ya escuchó Mamá.
Pero no teman, reitero,
que como ráfaga pasará sin dañar a nadie.
Lo repito, estarán protegidos,
aunque tendrán temor,
pero... ¡ya pasará!
Amén



Salto, 29/5/86

NUBES URUGUAY, TRES VOLCANES Y DESPUÉS, LA LLEGADA DEL CRISTO

Una nube se acerca, mi bien.
Tú dirás: ¡otra más! ¿y es pesada...? y es oscura? ¿se desplomará sobre mí?
Y YO digo, no debes temer que la nube se viene presentando sobre el bendito Uruguay,
que muchos estarán aterrados pero la nube se apartará.
No temas, que habrá otro hecho que al Uruguay conmocionará,
es un hecho.... grave para algunos y otros indiferentes estarán.
Pero esto se confirma, mi bien, y luego catástrofes que en el mundo habrán.
Todo está en el Divino Cumplimiento.
Pero mi SER, dice EL, junto a cada hijo desgarrándose estará.
No te inquietes, que después de esto el Cristo por fin llegará.
Y traerá a todos el contento, ni nubes, ni lobos habrán jamás,
porque los lobos se transforman en corderos
y las nubes se transforman en divinidad,
como el odio se transformará en amor
y el orgullo se transforma en humildad.
Amén

Y dice EL
Esto es un símbolo, almas mías, de lo que pronto surgirá.
pero aún quedan tres volcanes que pronto su rugido se sentirá.
Mas no deben temer, mis bien amados,
que la controversia en el mundo va a continuar.
No deben temer a lo que les digo.
Pero todo estaba anunciado por aquel, el Hijo Mío,
el Jesús cuando anunció que habría de volver en el momento más atroz.
Todo esto debía verificarse.
Pero luego la transformación será,
que ya no rugirán los volcanes ni se agitarán las aguas del mar.
Sino será cual un arrullo y las olas vendrán a besar las arenas
y los pies suavemente van y vienen como un beso y una caricia
que constantemente las aguas brindarán.
Este es el mundo del futuro que cercano todo es,
y ustedes como ángeles divinos y puros sentirán como si tuvieran alas
y en un revuelo divino, las alas música transmitirán también.
Y algo nuevo que no había dicho,
la nieve no se derretirá,
será cual azúcar del Cielo y alimento a nadie faltará.
De veras, mi Señor, TU esto no lo habías hablado, no lo habías mencionado.
Que todos tendrán el sustento
y nadie para alimentarse precisará de lo material, almas mías,
sino todo otorgado estará.
Son los milagros divinos que al mundo lo van a envolver,
y ustedes vivirán en ese mundo, porque todo está cercano,
porque viene Aquél, Ese que están aguardando,
Cristo para unos será, para otros el Mesías, para todos el mismo ser.
Viene como hombre otra vez a la vida,
viene como hombre y entre nubes lo verán descendiendo
y no con orgullo, sino con amor y con humildad
y felicidad para algunos, porque otros temor sentirán.
Dirán: es que vienen de otros mundos que nos vienen a invadir.
pero ustedes dirán alegres: no, es el Cristo que ha llegado por fin.
Es ese Hermano Mayor que nos trae la paz, la alegría,
la armonía y la comprensión a cada hogar.
Y así será, mis benditos, cada uno reedificado sentirá
que ya no serán las paredes que tiemblan,
que parecen oscilar, que se derrumba o que se quiebra.
Todo hogar firme estará y no temerán a lo oscuro,
como al cuco que puede asustar,
sino serán luces de divinidad dentro de esa oscuridad.
Y no temerán, almas mías, a nada impuro, porque nada impuro habrá.
nada que sea contaminado porque todo en perfección y armonía
el mundo por fin lo tendrá.
Que pasan las horas sombrías, cárceles ya no habrán jamás.
Mas aún cuántos prisioneros hay en la vida,
prisioneros del hogar, de situaciones, de cumplimiento,
de obligaciones, prisioneros, sí, almas mías son,
pero pronto las cárceles se abren y será el canto al amor,
a la libertad, a la dulzura, a la perfecta unión.
Y en esa comprensión de Cielo que a la Tierra la envolverá,
se encontrarán mis benditos y será solo un tiempo que el mundo entero tendrá.
No habrá frío en los extremos ni calor en el ecuador,
sino primavera en todo y ustedes cual divinas flores y en sublime resplandor.
Recuerden, mis bien amados, Mi Palabra cumplida será,
se necesitan de grandes milagros y en los milagros incluidos van.
Mas los preciso de ahora, en amor, comprensión y perdón,
que antes que llegue la Divina Aurora comienzan esta sagrada Misión.
Son Misioneros en el mundo, pero misioneros donde están,
como la madre en el hogar o el padre en su labor,
cada uno en su lugar o el niño cuando va a estudiar.
Misionero en el ejemplo, en la ternura y en el bien,
en extender siempre la mano, y la oración en ese obrar de cada instante.
Cuántas palabras me elevan y me dicen tantas veces así,
cuántas veces el Ave María también rezan pensando en otra cosa,
como lo presentaba hoy aquí.
Padre Nuestro que estás en los cielos... ¡oh, qué dolor tengo acá....!
santificado sea Tu Nombre ... ¿quién viene, qué pasará?
Almas mías, mis bien amadas....
Pero esa otra oración, la de vuestras manos, las de horas consagradas,
en el hogar o en la labor.
Esas también son oraciones que se prenden en mi corazón,
cual flores divinas que me enternecen,
cual flores divinas que siempre bendigo YO.
Bendiga cada uno a su hermano, bendiga cada uno su labor,
y no piense, con esto ahora qué hago, si no alcanza hasta el final,
si apenas da para un sustento, mañana qué es lo que se hará.
No teman, almas mías, no teman, bienaventurados se deben considerar
que muy pronto el alimento multiplicado estará.
Y no piensen en arrojar nada, sino todo en bendecir,
pensando cuántas almitas desoladas no tienen con qué subsistir.
Los necesito y les reitero, bienaventurados son.
Vinieron destinados al mundo para una gran obra
y del Cielo son portadores de la corona del Alto Honor.
Mensaje que les dejo, que les brindo, que cada corazón portará.
Amar al prójimo, no como a sí mismo, sino con todas las fuerzas
y cada uno de sí se puede olvidar,
que de cada uno me ocupo, como Padre, como Dios que Soy.
De cada uno me ocupo como el padre en el hogar,
en el mantener, en el guiar, en la luz, en la educación.
Amar al prójimo con todas las fuerzas
y de MI no se deben preocupar, que sé que como Dios y Padre me aman.
Pero no piensen jamás, que a Dios sobre todas las cosas,
qué Padre en la casa dice: a mí me deben querer,
sino que dice: que mis hijos se amen, que de todos yo me ocuparé.
Amén


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