Montevideo, 03/09/94

SANGRE HA CORRIDO

Myriam, Dos claveles rojos o una rosa blanca. Ivonne, Hiel y Miel. Amagda, 44
Dice Mamá, cuatro y cuatro son ocho.
Veo un jardín, y ahí me muestra...... veo más de dos claveles rojos, pero luego hay de todos los colores y están los matizados y están las clavelinas, y hay una variedad enorme. Me muestra las rosas blancas. Y otra vez me está mostrando aquella rosa como un bollón que había en casa de mi madre.

Pero no temas -me dice EL-
mira, mira cómo está la rosa, ¿ves?
la rosa ya no tiene espinas.
Ya no hay tampoco que temer.

Y veo como que, ahora sí, hay una rosa blanca y dos claveles rojos a los costados. Y los claveles se inclinan y es como si fuera el clavel la cabeza de alguien. Se inclina ante la rosa blanca, pero la rosa no permite que se incline. La rosa también se inclina y quiere inclinarse más que los claveles, para que ellos se apoyen en ella. Y dice EL:

Ya no habrá hiel en ningún lugar,
porque ustedes son como flores también,
solamente podrán ofrecer la miel de los sentimientos,
porque la hiel, en dulzura se transformará también.
La miel de los sentimientos,
y un cuarenta y cuatro.

Cuarenta y cuatro ¿a qué se refiere, mi Señor? son años, es una edad, es un tiempo, ese cuarenta y cuatro, días, semanas, meses, ¿qué significa, mi Señor?

¿Cómo los ves? -me dice EL-

Sí, ahora veo los dos cuatro, pero como si hubieran lucecitas, como estrellitas, como velitas pero que tienen como estrellitas encima. Y como que de pronto... está el cuatro formado, voy a hacer así, un cuatro y el otro cuatro, y ahí las lucecitas. Y como que de uno a otro hay arco iris, pero luego esos arco iris no quedan separados, se van uniendo, uniendo como fusionándose las partes del cuatro y forman dos arco iris unidos. Maravilloso es lo que veo. Siento como un canto. Y dice EL:
Habrá un canto de alegría,
después de tanta desesperación,
que la sangre será transformada
en total iluminación.
Sangre ha corrido,
pero en muchos sitios también,
es como la hiel,
que muchos la sienten,
no la pueden tragar,
qué horrible, esto qué es,
es la hiel invisible, pero difícil al mismo tiempo,
pero verán cómo se transforma en esa miel,
y todos tendrán ese gusto
y cada corazón se sentirá contento.
Las situaciones se van a transformar,
en la gran maravilla y en la esperanza que prometí
y que se va a verificar,
en un reverdecer que no se va a marchitar,
en una primavera contínua,
primavera en todo lugar,
no olviden lo que he dicho,
que hasta cada partícula de arena,
se la verá reverdecer,
como pastitos,
pero no pastitos simplemente,
sino.....

Veo el pastito, mi Señor, como es, pero veo como que de pronto surge un botoncito, un pimpollo, una flor, y luego la flor se cierra y ahí está en frutos.

Cuántos frutos la Tierra, ...
que prometido está,
será para alimento de todos mis hijos,
pero no olviden lo que he dicho;
nadie querrá acaparar.
¡qué dulzura, qué sabor a miel,
qué delicia, qué hermoso que es!
¡qué aire nuevo!
porque la Tierra también al sentirse renovar,
será ese aire puro, donde contaminación no habrá jamás.

Mi Señor, leí en un título y fue horrendo, el "gato chino" una droga, la peor de todas las drogas, y donde los titulares decían que en cinco días habían muerto ya trece personas, debido a eso tan espeluznante. ¿Cuándo será esto que TU me muestras tan maravilloso, mi Señor? Cuánto hay que esperar, o seguirá haciendo estragos este apocalipsis, mi Señor, tan largo, tan espeluznante.

No te inquietes -dice EL-
cuando hablé del futuro,
cuando hablé de la luz para el mundo,
cuando dije el nuevo capítulo,
cuando prometo,
saben que todo lo cumplo.
Y estoy en todo lugar,
estoy tragando a toneladas la hiel
para a mis hijos poder aliviar,
estoy incrustándome las espinas
de cuanta rosa puedan imaginar.
Estoy destrozado,
estoy ardiendo en los distintos fuegos de la Tierra,
y estoy también en esa lava que arroja aquel volcán,
estoy despedazado por los cañones,
pero no olviden que con cada trocito de mi SER,
estoy besando las manos,
de quien empuña el cañón también.
Amén



Montevideo, 28.11.84

CONTROVERSIA Y SANGRE EN URUGUAY

¿Qué tienes que decir, mi Señor?
¿Qué tengo para decir?
¿Por qué hoy los congregué?
¿Por qué hoy los tengo aquí?
Por algo que les brindaré.
No son meras palabras, hijos míos,
sino que en esto una revelación habrá.
Revelación de lo que pronto ocurrirá en el Uruguay.
Hay una controversia,
un desacuerdo de tal magnitud,
que en ese desacuerdo, almas mías,
no será un río de sangre, pero recuerden,
grabado está, que llegará a mayores, sí, hijos,
y trascenderá al exterior lo que acá ocurrirá.
Parte del Uruguay se conmueve,
seres en enfrentamientos habrá.
habrá primero uno que hiere
Parece, mi Señor, como una bofetada, un reto a duelo. ¿Qué símbolo encierra eso?
Todo, todo lo sabrán.
Después la pobre Argentina,
¡qué alarido de acá se oirá!
Todo esto ya no es símbolo, hijos,
sino que lo vivirán en la realidad,
agónica, porque así, almas mías es,
que aunque a ustedes no les lesione,
lo sentirán.
El dolor lo vivirán por otros.
Amén



Montevideo, 28.11.84


CONMOCION Y DOLOR EN SALTO Y RIVERA

Lo que anuncié anteriormente, almas mías,
el Uruguay lo vivirá.
Sangre que correrá, sí, hijos amados,
pero no como un río será.
Que hay controversia entre seres
y entre los más grandes verán,
que con diplomacia quieren superarse,
pero luego se sentirán derrumbar
y derribados estarán.
Pero no olviden, también son mis hijos,
y estoy en ese dolor,
estoy en la controversia
y estoy en un desacuerdo
y estoy también en la gran conmoción.
Todo esto es necesario.
Luego otra oscuridad que habrá,
Salto se resquebraja,
revienta la represa
y también allá acudirán, al rescate de mis hijos.
Y por Rivera anuncié, por el norte, algo,
una nube espesa que llega.
Me muestras, mi Señor, como si fuera un tifón horrendo que arrasa y que de pronto como si el tifón se hundiera en la tierra y hay como un pozo ennegrecido. ¿Qué símbolo es todo eso?
Cuando llegue el momento del cumplimiento,
claro para todos será.
Amén


Ir a siguiente página (07)
Volver a página anterior (05)
Volver a índice - CUANDO -Las señales
Volver a página del Cristo, el Mesías
Volver a página de Entrada