Montevideo, 20.02.85

HECHOS GRAVES EN URUGUAY, ARGENTINA, CORDILLERA, MUNDO

Acá estoy YO, como hombre, como Padre, como Ser,
como Guía, como Todopoderoso y aún tengo también que padecer.
Hijos míos, bienaventurados, estos hijos que hoy tengo acá,
pero no olviden que estoy a cada lado, de cada uno,
en el mundo entero, donde se suelen hallar.
El Cristo llega muy pronto, es el Hermano Mayor,
no hay preferencias, porque a ustedes los amo,
con la misma intensidad que a El.
Que El no es superior, son mis hijos, ustedes, sí, almas mías,
y mis manos extenderé.
Mis manos están en todas las manos,
vamos a tomarnos, dice EL.....
Manos de hombre que tengo,
manos de hombre, fuertemente las sentirán,
también tendrán el gran contento,
de ver que mi mano es suavidad.
Sentirán los latidos de Mi corazón, mi palabra firme y clara es.
Muy pronto YO directamente a todos les hablaré.
Y rodearemos al mundo, así, así con este amor,
y rodearemos al mundo, pero no en un círculo solo,
sino girando, girando, girando y todos sentirán esta manifestación,
manifestación de amor de Cielo en la Tierra.
Sí, mi Delfos, así es, estoy tomando tu mano,
soy el Padre que te creó,
estoy tomando tu mano, hijo mío, y adelantarás,
en pasos que serán asombrosos,
como un gigante tu te transportarás.
Hay hechos tan graves hijito, para el bendito Uruguay,
hay hechos mucho más graves, Argentina, cómo se hundirá.
Hay hechos mucho más graves, pobre Cordillera arrasada será,
hay hechos mucho más graves, pobre humanidad, cuánto sufrirá!
Pero estoy multiplicado y en MI,
multiplico también el dolor de cada uno,
como de la Cordillera, dice EL.
En todo sitio, en todo rincón y en esa oscuridad,
nadie sabrá cómo andar, nadie sabrá dónde ir, nadie....
sólo un deambular, el tropiezo, el desangrarse, el caerse y volverse,...
que muchos no podrán otra vez.
Quedarán caídos, mas ustedes a ellos los levantarán.
YO las fuerzas les daré.
Tiendo mis manos al mundo,
desgarrado de dolor, como Padre estoy,
y he venido ahora como hombre,
como hombre transito y como hombre también padezco
y como hombre... sufro...
pero como Dios, como Dios tengo la seguridad,
como Dios tengo la firmeza,
como Padre, exhausto de sufrir estoy.
Como Dios, en MI está el poder, y es lo que me sostiene.
Que si YO sucumbiera, sería la total destrucción,
el Universo ya no existiría, los Cielos, derrumbados en totalidad.
Por eso digo, como Dios tengo poder
y ustedes mi Poder siempre tendrán.
Ahora también son seres humanos,
pero el alma que es de Eternidad,
es diáfana, es pura, es fuerte, es poderosa,
es luz, que nadie podrá apagar.
Cuánto aguarda a nuestro mundo, sí, hijos míos, así es,
cuánto aguarda a nuestro mundo,
pronto reconstruiremos todo y nuevamente
las luces divinas en que estallará el Universo
y el Universo a desaparecer, para dejar paso, nuevamente a nuestro Cielo,
donde volveremos, donde nos uniremos,
donde será el amar, será el comprender, será la paz, el sonreír eterno.
Amén


Montevideo, 8.3.85

URUGUAY EN ESTE TIEMPO

Uruguay, no digas en este año,
sino en tiempos cercanísimos, mi bien,
enfrentamientos, sangre que corre, tronar de cañones,
rugir de motores te estremecerán, mi Mery.
Testimonio de tantos que ofrecerán,
y otros lo escucharán también.
Uruguay, pobre Uruguay... mas ...
pobre Argentina como estará,
sin contar otras Naciones, ¡qué alaridos se escucharán!
Que si lo vengo anunciando, es que todo se cumplirá,
todo, el Hijo Mío antaño lo había todo anunciado,
sin dar nombres, sin indicar en qué lugar.
Pobre Argentina cómo se hunde,
pobre Argentina cómo estará,
¡qué alarido desgarrante, que al Uruguay conmoverá!
Y el Uruguay, olvidado de todo lo que pasó hasta acá,
extiende con amor sus manos, para al hermano ayudar.
Mas el Uruguay, como una Madre, como un vientre en el centro....
Muestras todo el país...
¡Ah! otra vez me estás mostrando, mi Señor, otra vez las lágrimas allá al sur, lejos, lejos es una lluvia, pero son lágrimas, lágrimas, lágrimas, una lluvia de lágrimas pavorosa y ahora... golpean con fuerza, golpean y salpican, pero no es acá, es al Sur... Golpean y es frío.... mucho frío... De pronto es como una lluvia que se congela, y que penetra como garfios en la tierra... ¡¿Qué significará, mi Señor!?

Lo anuncié ayer y lo reitero hoy,
también conocerás, mi Mery,
el significado que hay en esta Profecía,
que te brinda Tu Padre, Tu Creador.
Amén


Montevideo, 16.03.85

MOMENTOS AMARGOS PARA URUGUAY Y LA HUMANIDAD

Mis manos cruzadas, hijo mío,
sobre tus manos están.
Mis manos sobre tus manos, mi Enrique,
para la bendición del pan.
Pan que ahora es compartido,
como fue en la Antigüedad,
cuando Aquel, el Hijo Mío,
en aquel momento crucial,
bendijo y lo compartió.
También ahora, hijo mío, es,
también momentos amargos se acercan
para el bendito Uruguay, mi bien.
Mas no solo el Uruguay,
sino toda la Humanidad.
No es esta una Ultima Cena,
sino un compartir,
por lo que luego se verificará.
Sí, para la Humanidad viene el sufrir,
mas luego, en néctar celestial,
el Hijo Mío, el que vengo anunciando,
pone su pie en este Uruguay,
como Nueva Jerusalem se le reconocerá,
y entonces habrá otro brindis y otro bocado también,
a nadie le caerá pesado, porque será de divinidad.
Amén


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