DE UNA LUNA DE SANGRE A UNA LUNA DE GLORIA

 


SETIEMBRE 1984

DE UNA LUNA DE SANGRE A UNA LUNA DE GLORIA

Amor dijiste, alma mía, también pidieron salud,
tantas cosas necesitan que daré en plenitud.
De una Luna Nueva a la otra,
luna sangrienta que habrá,
luego le sigue la de Gloria y ella los iluminará.
Almas mías, mis bien amadas, el amor comienza a reinar.
Pero antes de que llegue la alborada,
en amor se van a brindar, sintiéndose saludables,
sanos de cuerpo y de alma a la vez.
Sanos en todos los hechos, sanos en todo proceder.
Así es como los necesito y así se identificarán.
Como verdaderos hijos Míos, por la limpieza con que actuarán.
Así, almas mías benditas, luego en cada uno pondré,
una estrella muy divina que los identificará -dice EL-
así mi mano en la frente, esa estrella surgirá,
las puertas del mundo se abren y llamados todos serán.
Adelante, adelante, mis hijos, adelante que en ese caminar,
irán restaurándolo todo y jamás se detendrán.

Mi Señor, el "jamás" ¿qué quiere decir?

Hasta que esté el mundo envuelto en luz y en amor -dice EL-

Gracias, mi Señor
Amén


Montevideo, 03.11.84

LA LUNA BAJO LOS PIES DE LA INMACULADA

Veo una montaña. Tiene como una curvatura. Es como si la montaña estuviera acá y ustedes alrededor de ella. Están en la montaña, subiéndola, pero hay quienes están en la parte de la curvatura y se sienten como que hay una protección, pero desean el sol y no lo tienen. Los que vienen por este otro lado ven que pueden ver el sol, pero temen a los vientos y no tienen como protegerse. Quienes están de este lado ven el océano que se abre, tienen miedo de resbalar y caer por el acantilado. Los que vienen de este otro lado, ven un bosque espeso, tupido y piensan ¿qué ocultará ese bosque? ¿habrá fieras, habrá paz, habrá civilizaciones? Ahí está. ¿Dónde se encuentra cada uno de ustedes? ¿En qué lugar?

Van subiendo la montaña -dice EL-
Quien busca la protección, no puede, hijos, ver el sol.
Y el que está a la luz potente, teme al ventarrón.
Quien va ascendiendo del lado este, se encuentran con un bosque espeso.
Quien va por el lado oeste, con un océano inmenso.
Temen caer en él.
Despedazarse en peñascos o en el agua perecer.

Mi Señor.......... ¿y qué hacen?
Tener fe, adelante y a subir...
que con fe y con amor en la cumbre los mantendré
y los protegeré y no temerán sucumbir.
Con fe y con amor, ¡vamos almas mías!
Vamos, que las horas bravías cercanas están
y luego las de divinidad y de Gloria.
Al mundo entero alumbrarán.
Y no temerán a los apriscos,
no lo que el bosque pueda encerrar.
No temerán despeñarse....

Me muestra la visión que EL ya me ha presentado y se vuelve a reiterar.
Salgan los que buscan protección y no pueden ver el sol.
Tomen por la ladera de la montaña y suban a lo alto y allí está el esplendor.
¿Sienten el batir de alas?
El Espíritu Santo llegando está.
Es la Paloma Divina y tan blanca y en su blancura
despide destellos que parecen encandilar.
Pero no encandilan, almas mías, que pueden ver muy, muy bien,
la Paloma se acerca, está ya allí arriba, sus alas muy desplegadas
como para protegerlos también.
Hay un instante de Gloria.
Del pecho se puede apreciar un destello tan luminoso
como si al cielo pudiera alumbrar.
Las patitas están arrolladas,
es que no quiere aún descender,
porque al instante que toque la tierra,
sus huellas luminosas estampará y no se borrarán jamás,
porque YO las mantendré.
Hay un detalle, almas mías, un detalle que a algunos sorprenderá,
otros lo comprenden todo, la paloma transformándose está.
Es Madre, Espíritu Santo,
ahora sí la pueden ver.
No son alas desplegadas, sino brazos abiertos para abrazarlos a todos,
nadie quedará fuera de ese abrazo, almas mías.
Y ahora inmensa está.
¿Ven al mundo pequeñito bajo sus pies?
Y esa Luna Nueva, la sangrienta en Luna de Gloria
por ese pie transformada estará.
Esplendorosa.
Luna de Gloria, Luna Nueva se tendrá.
primero será la sangrienta, mas el pie la bendecirá.

Otra vez se presentas la serpiente, mi Señor, que se transforma.
La serpiente bajo los pies y transformada también está,
que lamiendo con su lengua no hiere, no es punzante,
sino que besa, pide un perdón.
Y se arrastra y se arrastra y pide perdón a toda la humanidad.
Representa la maldad, y a la maldad la perdonarán,
porque la ven transformada y en bondad se levantará.

Y veo cómo la serpiente se va transformando, y se va transformando en un Ser con dos alas de divinidad. Pero el ser vierte lágrimas de sangre, y mira a todos y en su rostro, que no puedo distinguir las facciones, sino sus lágrimas de sangre corren por un rostro blanquísimo... mira a todos y extiende las manos. Y las manos están heridas, tiene como si fuera los estigmas, las llagas de Jesús.
Muestra las heridas de sus manos. Esto no lo comprendo, mi Señor.

Se inmoló -dice EL-.
La maldad se inmoló a sí misma.
Y así se vino a ofrecer,
Quien quiere volver a crucificarla,
ya que lo hizo sola -dice EL-
Ofrece sus manos y que están abiertas.
Mas las lágrimas de sangre que vertiendo está,
mira a todos con dolor infinito y pide desgarrada un perdón que recibirá.
En un abrazo divino cada uno le ofrecerá.
Las manos se transforman, como nacaradas están,
y la sangre como estrellas que en las mejillas parpadearán.
Y en bondad de Cielo Divino, así a la maldad se la verá,
en esa transformación sublime, ya que pronto resurgirá la paz.
He derramado mi espíritu en infinito y sublime amor, -dice EL-.
He traído lo que necesitaban, que es ternura y es protección
y he brindado en un cumplimiento la transformación que habrá.
Que ya no habrá hambre ni sed, porque Mi Palabra es el alimento,
el agua fresca de vida que también recibirán.
Pronto tendrán el contento de poder por fin contemplar
que es con los ojos de ahora,
porque luego los de divinidad será al final de los Tiempos
y nuevamente en Cielo otra vez.
Desaparece todo esto que hemos creado
para volver a revivir nuestro Cielo en la ternura,
en mi deleite de verlos -dice EL- como mis ángeles divinizados,
como a mi imagen y semejanza, así los creé.
Angeles de amor y pureza,
bendición de cielo como son,
trozos de mi cuerpo,
partes de mi corazón.
Amén



Montevideo, 07.02.85

DE UNA LUNA DE SANGRE A UNA LUNA DE GLORIA

Y ahora, mi Señor, algo en especial... Me mostraste una llovizna y la llovizna era luminosa y en esa luminosidad de la llovizna es como si en lo alto ahora, hubiera un círculo muy grande de luz. Pero al mismo tiempo, que es un círculo, comienza a formarse una luna, una luna nueva, la luna bajo de un pie.

Como la Inmaculada representada está,
es la Luna Nueva que anuncio.
La Luna Nueva que reconocida será.
Será reconocida la Luna Nueva y la Inmaculada también,
será reconocida en una Luna Nueva.
el amor que Ella les tiene,
como Madre la presentaré.
De una Luna Nueva sangrienta
a una Luna Nueva de Gloria que habrá.
Almas mías, el fin de la aventura,
la aventura terrena y nuevamente, hijos amados,
las puertas de la divinidad para todos abiertas estarán.
Son mis hijos tan amados,
¡vamos, vamos!, otro paso más.
No se sientan desalentadas,
las pastillas las dejarás,
sabiendo que en MI está el poder
y en MI, -dice EL-, las fuerzas hallarás,
cuando me puedas reconocer,
entonces comprenderás
que cuanto dije es de bien,
cuanto dije es la Verdad.
Amén


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