LA ESTRELLA DE BELEN QUE GUIARA

 


Salta, 19.5.84

LA ESTRELLA DE BELEN

Dice el Señor:

Un mensaje que te dé, mensaje, mi bien, de amor,
como una gracia sublime, como que la otorgo YO,
porque es gracia sublime, como tu lo eres,
porque es de amor, como tu también.
Un mensaje, que Aquél, El que llega,
está anunciado y junto a El, tu estarás, -dice EL-
Que hay un arribo muy cerca, desciende cerca de acá,
sí, y sentirás alas en tus pies, y hacia El también correrás.
Hay señales en lo alto, que muchos se aterrarán,
tu no temas bienamada, las señales indicarán,
como la Estrella de Belén, como fue en la Antigüedad,
¿sabes cómo fue, alma mía?... A cada grupo así guió,
la Estrella de Belén surgía, y miraban en Arabia, ¿qué señal?...
¡Oh... qué pavor!
Pero la Estrella así hacía y dijeron: ¿una señal?
¿Es que acaso hay que seguirla?
Bueno, campamento a levantar!
Y luego fue en otro sitio y en otro lugar también,
hasta congregarlos todos y seguirla, hasta Belén.
Alma mía, así era, así condujo en la Antigüedad,
a los seres que estaban destinados
y junto al Niño, debían estar.
Ahora, ya es Hombre, mi bien, y también en este lugar,
cuando vean a esas señales,
señales que a tantos los alarmarán,
ustedes ya saben lo que es, y a gritos pues les dirán,
es la Estrella de Belén que hacia el Cristo nos conducirá,
y harán señales, señales y dirán:
es para allá, salgan pronto, almas mías,
corran pues de la ciudad,
que el encuentro se verifica y al Cristo lo rodearán.
Y en el amor más inmenso y en la alegría que habrá,
en cánticos nuevos de Gloria, que con El van a entonar;
porque El cantará, bien amada, El cantará y sabrán,
que a Mi como Padre me tienen y luego de Mi, -dice EL-
la Gloria recibirán.
Amén



29/8/92

HIJOS, GUIAS DE MUCHOS OTROS

¿Qué dirían, qué piden? Victorio, Luchas. Juvenal, Fe. Juny, Guía y Misericordia.
Mi Señor, y ahora es Tu respuesta.

Como siempre es mi respuesta,
en esta lucha cotidiana
en la cual estamos,
porque al estar en cada hijo,
YO no me cruzo de brazos.
Pero la Fe que muy pronto
en alto enarbolarán,
como estandarte divino,
que nada lo podrá derrumbar.
Está también la gran Misericordia,
está la maravilla de cada corazón,
está también junto a esa Misericordia,
para tantos de vuestros hermanos
que los hirieron,
pero se sentirán tan contentos
de poder decir, con los brazos abiertos:
¡vengan, que hay refugio aquí!
Y eso es vuestra Misericordia, sí.

Pero algo más dijo, mi Señor Juvenal.
Déjame a MI, -dice EL- déjame,
que YO no me olvido
y sé de lo que hablaré.
Que hay respuestas para todos.

Mi Señor, me estás mostrando también algo muy hermoso.
Claro, si mi Juny dijo Guía,
la guía también está.
Vienen las estrellas, almitas mías,
y también ahí una guía recibirán.
Perro YO soy vuestro Padre,
soy vuestra guía,
y ustedes a la vez, guías de otros,
y sentirán una fuerza nueva,
cada uno en su Ser
un renovamiento total.

Mi Señor... hay cosas que quisiera decirlas tal como TU las dices, pero por mirar lo que TU presentas me pierdo un poco tu Palabra por mirar, y si quiero decir Tu Palabra aquello se me hace todo así y no puedo ver bien. Digo siempre, mi Señor, quisiera tener dos bocas para describir todo. Una boca, Tu Palabra, otra boca, lo que presentas.

No te inquietes, -dice EL-
Mira, la Estrella de Belén,
pequeña fue,
comparada con la Estrella
que llega desde Belén.
Sí, hijos míos, tan amados,
como una guía divina, así es,
y de esa estrella descienden luces,
en una armonía tal,
que se sentirán elevar,
y ahí, ahí habrá un encuentro
que a todos los maravillará.
Será el primer encuentro
y será una preparación a la vez,
porque ese ser que he prometido,
a ese ser ya lo he traído,
y pronto, pronto estarán con El.
Recibirán instrucción muy rápida,
pero como humanos,
porque en lo Divino,
vuestras almas tienen toda la Sabiduría.
Ustedes también son divinas guías,
llenos de misericordia
y entonces es otra la lucha,
pero sí, por la fuerza de la Fe,
para lograrlo todo.
No lo deben olvidar, todo,
será otra la lucha,
pero con qué alegría.
No lucha con armamentos,
no lucha de destrucción,
sino esa lucha, en ese esfuerzo
por acercarlos,
por unirlos en un abrazo,
que donde hubo rivalidad
y hubo desencuentros,
luego sea la maravilla
que vengo anunciando,
que prometo y en todos los abrazos,
los míos también estarán,
como Padre que desde el Cielo los creó.
Amén


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