10/10/92

EL SEGUNDO CIELO Y LA HORA CERO

-Vamos Mabel.
-Lazo de amor que florece en el segundo cielo con la gran estrella a la hora cero.
- Bueno, mi Señor, mira.....

Lazo de amor que florece...

Y ahí me estás mostrando la planta, ese lazo de amor. Y es como si de pronto cada uno es un lazo que se va uniendo con todos. Lazos de amor. Como que el Universo es esa otra parte del Cielo, ese segundo Cielo. Pero de pronto comienzan a florecer todos los lazos que están en cada uno, florecen. Todas las puntas están florecidas ...........
Tu estabas diciendo, mi Señor, que el segundo Cielo... como que la parte que está de la Montaña Rosada para acá, dentro del Cielo, donde está el Universo, como que esto es el segundo Cielo, todo aquello es todo tu Cielo, no hay otra cosa sino Cielo, no había, ni habrá nunca nada más que Cielo. Y en esta otra parte, como que este es el segundo Cielo.

Llega la hora cero, sí, -dice EL-
lo vuelvo a repetir,
en la hora cero todos se sentirán florecer.
El lazo de amor, tal como se lo presenta ahora aquí,
pero está en todos mis hijos.
Mira... y mira a lo alto también,
mira en la extensión, no en el tiempo,
sino de todo el Universo,

y dice:

y verás a todos...

Sí, los veo, mi Señor, me estás mostrando. Quisiera que fuera para todos los ojos, todos tus hijos, en distintos lugares fuera de la Tierra también, todos en lazos de amor, y en todos ese divino florecer. Ese segundo cielo que es el Universo, ahí están.
Nunca había sentido, mi Señor, de un segundo Cielo, ni de hora cero, nunca había sentido
.

También sorpresas que hay,
no sólo para ti, sino para mis hijos -dice EL-
y lo vamos a tomar así,
el segundo Cielo es la parte que está acá,
la del Universo.
Y en la hora cero,
la hora que está señalada,
en la cual será el descenso.
Y no estará solo, no lo deben olvidar,
que esa Estrella de Belén
recogerá a muchos de mis hijos,
para que puedan estar junto a ese Ser,
que es el Hermano vuestro.
El viene con Poder,
pero Poder para ayudar,
Poder del Amor, como en ustedes también,
no poder de decir ¡Yo soy Rey!
¡No! eso jamás! porque viene con toda la humildad,
como ustedes obrarán a la vez.
Palomas blancas,
si ustedes también lo son,
mensajeras, palomas mensajeras,
llevando las primicias a tantos seres,
tantos barcos que están a la deriva,
y los llevarán a buen puerto.

Y los veo como si fueran palomas, de pronto, pero son los rostros de ustedes. Fue el rostro de la paloma, pero enseguida mostrando que es el rostro de ustedes. Blancos... van... y ya no es plumaje, son las ropas blancas, pero es como si con los brazos pudieran aletear como si fueran alas, y como si esas naves que están a la deriva, naves que están a la deriva, que pueden representar seres que están a la deriva en los mares del mundo y los llevan al puerto de la seguridad.

Ustedes son las palomas mensajeras,
son las palomitas blancas,
y verán también, cómo el verde de la pradera,
será un verde distinto, es el verde de la esperanza.
Así será, hijos míos, en esa hora cero,
en la cual la Tierra en oscuridad estará,
ustedes traerán la paz, la serenidad y la alegría,
traerán la fe inmensa, almitas mías,
y traerán también Poder,
y junto con el Poder, la Humildad también.
Adelante, que vuestros vuelos ya no se van a terminar,
decir: es por aquí o es por un tiempo.
¿Solamente en aquella frontera?
Las fronteras no existirán,
sino por el contrario, todo será abierto,
el espacio también.

Mi Señor, los veo cómo traspasan todo...
Porque tendrán a la Estrella de Belén,
que los va a transportar a muchos lugares,
donde van a aprender para poder enseñar a la vez.
Rápidamente será, como sucedió con Jonás,
tres días y le bastó...
Para ustedes será mucho menos,
porque ya tienen un gran Conocimiento
en ustedes hay Sabiduría,
también el alma que está en ustedes, dije,
la Sabiduría completa la va a aportar,
pero será un compartir en todo,
hasta en esa Sabiduría,
cómo la tienen que manifestar.
Maestritos de la Grande Obra,
maestritos y doctores también.
Amén



03/10/92

CADA CORAZON UN HIMNO A LA VIDA


Corazón, himno de la vida. ¿Y si tomamos esto solo, mi Señor?... Otro más, dice EL y así son dos. No miro a nadie, que no digan que hay preferencias, pero todos son preferidos, eso es lo lindo.
- Profundidad muy oscura.
-Himno de la vida y profundidad muy oscura, Cristina y Luis. ¿Así fue, no?
-Corazón, himno de la vida. - Corazón, himno de la vida, y yo vi la Tierra como corazón. ¡Aahh!
Ahí me muestras la Tierra, mi Señor, otra vez en esa transformación. La Tierra, ese pedazo que saltó y la Tierra es un corazón. Veo la Tierra, la Tierra actual, la Tierra sangrante, la Tierra despedazada, la Tierra herida. Veo esa oscuridad en lo más profundo, la oscuridad que está en tantas grietas de la tierra y está en tantos seres también. Pero de pronto... está tan oscuro que ya no veo la Tierra, ya no veo nada. Es una oscuridad tan grande, tan grande, que no veo nada. Pero de pronto aparece, esa famosa, que llamas TU, perdón que diga famosa, mi Señor, la anunciada, la tan ansiada Estrella de Belén. Viene con muchas más. Ella viene adelante, y vienen muchas más estrellas. Y esa de pronto es como si una Luz inmensa se posa sobre la Tierra y comienza a iluminarla. Y la Tierra gira y no va quedando parte en la oscuridad y parte iluminada, no. Es toda, toda Luz. Y es como si todos formando una rueda rueda en torno a la Tierra, comienzan a cantar.

La Tierra es el corazón
y el Himno a la Vida también
de cada corazón -dice el Padre- partirá.
Así es, almitas mías,
y ya no habrá grietas oscuras,
ya no habrá profundidad,
todo será rellenado,
todo será terraplenado,
como un Divino Jardín,
por el que podrán caminar,
nadie podrá caer en un abismo,
nadie se sentirá en un barranco rodar,
nadie tendrá temores,
ya no habrá suplicios,
sólo ese Himno maravilloso,
esos corazones cantando,
esa sensación de paz y de alegría a la vez,
porque los cantos serán Aleluyas!
y con ustedes, hijos, como Dios y Padre,
YO también los entonaré.
Adelantarán tanto y tan rápidamente,
a la Tierra, siendo la misma, la van a transformar,
como en una perla divina en el espacio,
como el corazón del Universo,
como el jardín que está prometido,
como ese divino paraíso en el que habitarán.
Ya no habrá fronteras, ya no habrán desiertos,
todo será tan puro y tan bello,
y rápidamente lo lograrán.
Vacías estarán las manos,
¡cúantas veces anuncié!
que aunque parezcan vacías,
llenas de dones, así las presentaré.
Y cuando hoy dije:
el orgullo se va a transformar,
sembrarán y sembrarán,
y al mismo tiempo lo harán con tanta humildad,
que nadie querrá hacerse ver,
nadie superior a otro se sentirá,
ni siquiera mi Jesús,
que en aquel calvario se ofreció,
El también querrá estar de incógnito,
pero sabrán quién es El,
lo rodearán con amor,
porque El trae Poder y Esperanza
y también trae Humildad,
quiere hacer la Gran Obra
y ustedes con El van a colaborar.
Pero quiere hacer la Gran Obra y dirán:
lo que hicieron, no lo que hice Yo,
así no va a decir El,
lo que hicieron, hermanitos, ¡qué lindo es!
Amén


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