Montevideo, 10/09/94

MAS GRANDE QUE LA DE BELEN

Ana María, Comprensión. Paz y Salud. Yo agregaría -dice Norma- que lo que acaba de decir Marta, que fuera realmente un milagro y que a Ella solo la acaricien los pétalos de la rosa. Gracias, mi amor. Vamos a pedir entonces, que a esa Madre del Cielo, la acaricien los pétalos y no haya más espinas. Mi Señor, ya escuchaste a tus hijos, aunque TU, de antemano, ya sabes lo que cada uno va a pedir. TU conoces el ofrecimiento y para lo que se ofreció cada uno en su camino.

YO conozco -dice EL- todo.
Por eso estoy junto a mis hijos,
por eso para aliviarlos, todo el dolor lo multiplico en MI.
Cuántas veces piensan que YO me fui lejos,
que si hay frío me voy a veranear,
que si hay calor me voy a las montañas buscando el fresco.
No! se anunció el tiempo de incomprensión,
pero pronto como un Rey, la comprensión entre todos estará.
La paz, el amor, la salud, la alegría por doquier,
tendrán la Gracia plena, pero también lo que se pidió,
también para ustedes, almas mías,
llegan las horas sublimes, las horas serenas,
las horas de felicidad, las horas ya Eternas,
porque el Tiempo de Paz no se va a romper jamás.
Guerras se anunciaron, guerras también hay,
cuántas veces se sienten aniquilados por situaciones,
por acontecimientos, por hechos,
se sienten sí, desangrar, aunque el cuerpo siga entero,
bien lo sé, hijos míos, tan amados.
Pero muy pronto cada uno sentirá, lo que ha pedido esta hijita mía,
y lo pidió para la Madre Celestial, también YO digo,
para todos ustedes, ya no serán las espinas
que se incrusten en el corazón,
esas espinas que atraviesan cada Ser,
sino serán los pétalos que acariciarán con infinito amor,
porque los pétalos también tendrán nombres,
comprensión, paz, amor, felicidad,
misericordia, perdón, fe, humildad.
Y así se sentirán acariciar por todos,
porque ustedes son pétalos divinos también.
Que aquel que los hirió les pedirá perdón,
pero ustedes dirán: y yo pude haber herido,
a quién herí que me puedan perdonar.
A no inquietarse, hijos míos, que llega la comprensión total.
Estos tiempos de desavenencia, de caos y de confusión,
se transforman en unión perfecta, en seguridad, en firmeza,
y en una tal convicción que ya no habrá más temor,
ya sabrán que no es efímero y luego ¿qué sucederá?
sino que ya comienzan los pasos, esos,
primeros como el niño cuando comienza recién a gatear,
luego sus primeros pasitos ayudado,
luego solito, y luego ya puede correr,
ustedes se sentirán que ya como niños han crecido,
estoy a vuestro lado, y se sentirán que pueden correr,
que pueden gritar, que pueden cantar,
pero no gritos de temor, no gritos de torturas,
no gritos de angustias, no clamor, no alarido,
sino serán gritos de felicidad, y muchos dirán: las estrellas ya llegan
y a aquellos que tienen temor les dirán:
no teman, que en una de ellas viene el que estamos esperando,
y es aquella, más grande que la de Belén.
La Estrella más grande que la de Belén,
y mis ángeles como ustedes también,
para unirse, tal como mi Jesús dijo.
Hermanos, pero no son hermanos así contra hermanos,
sino hermanos en la comprensión,
en la seguridad, en la paz,
en lo sublime, que ya comienza
y no se romperá jamás.
Amén


19/12/92

LA FAMILIA CELESTIAL, TODA EN LA TIERRA

- Víctor, Familias, Alba, Estrella de Belén y ¿qué más dirían?
- Una pregunta ¿será en esta Navidad?
- Bueno, mi Señor, ya escuchaste a Adriana también.

Hay una Navidad sin fecha,
no en un día señalado como se está.
Esa es una conmemoración,
pero pronto la familia tendrá la inmensa alegría,
porque todos podrán ver a esa Estrella de Belén,
en esa estrella que llega el Cristo,
pero antes otras señales habrá.
Una Navidad sin fecha, gran Familia la Celestial,
que se encuentra toda en la Tierra.
Hermanados todos son porque son Hijos Míos,
jamás dejé YO a ningún hijo de lado.
A ninguno di la espalda.
Y aunque me quieran enlodar, abro mi corazón.

Mi Señor, y veo, ¡qué increíble, nunca me habías mostrado! veo que abres Tu corazón y hay hijos tuyos que te arrojan lodo, así, y sin embargo en Tu Corazón se transforma. Y ese lodo que golpea tu corazón, cada golpe es como una campanita maravillosa.

Cómo no va a ser campanita, si todos mis hijos son,
si me quieren abofetear, no olviden, beso la mano,
como Papá que desde el Cielo los creé con Amor.
¿Y puedo decir: el Tiempo difícil se acerca
y mis hijos ahí vivirán, sufriendo y estando en agonía contínua,
y viviendo lo que anunciado desde la Antigüedad fue
y la Profecía cumpliéndose está?
Si tiene que ser así, cómo YO voy a cambiar,
a decir: se anunció pero....
Entonces ¿qué se anunció?
¿Hay hijos que YO debo condenar? No, qué esperanza!
En la estrella de Belén todos se van a encontrar,
la van a ver, pero en ella los ángeles que están
invitarán a los ángeles de la Tierra y los llevarán,
no a un solo lugar, irán ofreciendo vuestro Amor.
Y también quien quiera enlodarlos,
al lodo lo transformarán como en trocitos de Cielo
que entran en el corazón.
Y esta es la Gran Familia,
Navidad sin fecha, sí, mi bien,
Navidad sin fecha, pero llega Navidad
que ya será de Eternidad,
felicidad para todos,
ningún rincón de la Tierra,
quedará sin vivirla,
para todos anunciada está y todos la vivirán.
Amén


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