Montevideo, 2.9.85

NO ES UN SER DE OTROS MUNDOS

Ahora ¿qué tienes para decir?

Que con cada uno estoy YO,
que llegan momentos amargos
pero llega el momento del Divino y Alto Honor.
Que mis hijos están siendo preparados
y que pronto, muy pronto el Divino Encuentro será.
Pero también tendrán encuentros y de la Tierra saldrán.
En una preparación sublime, divina, no se deben inquietar.
que hay quien siente de una manera y en otros...
de otra forma, hijos, será.
Hay quien sentirá un llamado a la puerta,
y al acudir sorprendido quedará.
pero dirá: "cómo es posible..." y al instante recordará.
No es un ser de otros mundos,
sino, un hermano que viene a solicitar.
"¡Vamos, vamos conmigo, dame la mano
y no te inquietes ni eches la llave,
que nadie en tu casa entrará,
ni nada te van a arrebatar."
Y con lo puesto, almas mías, así, con lo puesto saldrán.
En esa preparación divina y nuevamente al hogar.
Y luego, será otro instante
y en ese será ya la dificultad,
por la que viva este pobre mundo,
por la que se encadena en toda la Humanidad.
La catástrofe, sí, almas mías,
y entonces el deambular, el correr, el pisotearse,
el gemir, el desangrar.
Y ustedes están en los grandes y en los graves también para ayudar,
porque tendrán fuerza, firmeza y sonrisas para reconfortar.
y dirán: "cómo sonreír dentro de la atroz oscuridad,
cómo poder sonreír cuando sangre se ve derramar".
Serán sonrisas divinas, será una cura también,
porque con el sonreír ponen amor.
Y con ese amor, los reconfortan, los levantan, los.....

Me muestras, mi Señor.....
los divinizan, porque a mi Imagen y Semejanza, hechos están.
Amén



Buenos Aires, 23/06/93

ENCUENTRO ENTRE ANGELES

Marta, cómo construir un camino nuevo. Qué nos depara el destino para esta Argentina que está tan convulsionada.
Esto te lo aclaro ahora después, porque eso ya lo he dicho y lo volveré a aclarar, pero vamos a esto.
Florencia, Amor. Marujita, estrellas que bajan del Cielo.
Veo estrellas que vienen descendiendo, una muy grande, parece como un águila que viene surcando. Viene como si descendiera desde lo más alto, como si viniera del mismo cielo, aunque el Universo fue formado, construido dentro del Cielo. Veo que esas estrellas vienen iluminando muchos caminos, pero veo también de los corazones de ustedes que parten luces y como si esas luces que parten de cada corazón, fueran como las luces de los faros en los puertos.
Ahí están, pero no están girando, sino que van como marcando. Y los veo a ustedes que es algo maravilloso. Esa luz que parte del corazón es la luz del amor, ese amor que los envuelve, el amor que está adentro, pero hay amor que también está ahí, está ahí enfrente, está a los costados, está en todos sitios. Pero la luz que parte de ustedes, que va iluminando los caminos es ver dolores, es ver dramas, es ver sufrimientos, y es querer multiplicarse. Los veo así, pero no estoy viendo en uno o en dos, lo veo en todos, como si quisieran multiplicarse para ayudar acá, allá, allá... y lo hacen rápidamente sí. Y es como si se sintieran multiplicados, porque los veo, es el gran deseo, aquí con el pensamiento, allí con la palabra, allá con la sonrisa, acá con el latido del corazón, con las manos, hasta con los pies parece que quisieran ayudar, acariciar, para poderse sentir que están en todo, que pueden..... transformar muchas cosas a un mismo tiempo.
Esas estrellas que vienen de lo alto, esas que se vienen acercando. Y me muestra ahora, no sólo la Argentina que tiene su forma, sino otra vez, como una cúpula, y es ver como una cúpula toda trabajada como del cristal más maravilloso y siempre veo ese filamento del centro de esa cúpula y es como que se elevara una voz en un canto, un canto de una dulzura que jamás, jamás, aunque tuviera que hacerlo podría hacer nada que... ni una millonésima parte de lo maravilloso que es. Pero abarca, la cordillera, tanto, tanto, tanto... y dice el Padre.

Así es, mis bien amados, las obras que realizarán,
ustedes están ya trazando esos caminos,
con vuestro ejemplo, con vuestra ternura,
con vuestra comprensión,
hasta con el perdón que a veces es difícil otorgar.
Pero también mirarán a otros sitios y dirán:
me cuesta perdonar allá, pero yo herí en otros sitios,
¿podré sentir el perdón en mi?
Pero la fuerza del amor que todo lo puede..........

Y ahora me estás mostrando, mi Señor, la Tierra como TU dices, como un corazón. Y veo la corona, esa corona que TU mencionas del Alto Honor en la Tierra, pero esa corona de las piedras preciosas más maravillosas, me estás mostrando que las piedras maravillosas son todos tus hijos alrededor de la Tierra. Las piedras maravillosas no de acá, sino las piedras maravillosas que vinieron, como engarzadas en esa corona, la corona del Alto Honor.
Y de pronto es como si fueran recorriendo toda la Tierra. La corona va girando en toda la tierra y los veo como si ustedes mismos fueran iluminando, hacia la tierra, adentro de la tierra, pero al espacio también. Y todos los colores de esas piedras divinas, son los colores que forman el arco iris.

Ustedes son el tiempo bueno, piedras preciosas,
arco iris que ya no se van a quebrar,
ya no habrá tormentas en vuestras vidas,
irán trazando los divinos caminos,
y esos caminos no se destruirán jamás.
la obra se completa, porque es obra del amor,
el que trajeron del cielo, y en la tierra parece
en algunos puntos muerto,
y en otros que está durmiendo,
pero el amor, no sólo no muere,
sino que está esperando
el gran momento de poderse manifestar.
Y esas estrellas que vengo anunciando,
mis ángeles que llegan en ellas,
así como lo fue también en la Antigüedad,
antes de aquella estrella de Belén,
ustedes verán mis ángeles descender,
mis ángeles que se acercan, que los abrazan,
y ustedes dirán: no eres una luz, eres potente, eres fuerte,
siento tus brazos, siento latir tu corazón.
Sí, ángeles son también ustedes,
y en ese abrazo todos se unirán y ascenderán a las estrellas,
porque rápidamente a la Tierra
en maravilla la van a transformar.
El Paraíso que está prometido,
este paraíso de divinidad,
el corazón..........

Y me muestras la Tierra, mi Señor......
es el corazón del Universo,
el Universo está esperando el momento prometido,
en el cual se sentirá
como una inyección inmensa de alegría,
porque el Universo en todo, hijos míos, almas mías,
también congregado estará.
Amén


Buenos Aires, 28/06/93

PRIMER ENCUENTRO CON EL HERMANO MAYOR

Marujita. Caminando junto al Hermano Mayor.
Ah! yo no veo el momento de que eso ya empiece, no que sea mañana, que hubiera empezado ayer.
Primer viaje, Azucena. Con Papá, con Mamá.
Mi Señor, ahora esperamos Tu palabra.

Caminarán juntos y muy pronto,
y también, no olviden como anuncié,
serán elevados, divino conjunto,
no olviden que he dicho: a mis hijos no los elijo,
son mis hijos y no voy a decir y punto,
sino, son mis hijos creados con infinito amor.
Se sentirán elevar,
las estrellas que se acercan como aquella de Belén,
de esas estrellas vienen mis ángeles, y serán invitados
y ahí será el primer encuentro con ese Hermano Mayor,
y sentirán también esa gracia maravillosa.
Pero caminando, dijeron, caminando,
irán corriendo, se sentirán que pueden ir volando,
pero con Papá y Mamá como dijo mi Alicia,
si a ella se lo prometí,
serán países de maravillas,
adelantarán rápidamente,
que ahora están como en una ofuscación,
que cuántas veces se sienten como prisioneros,
de tantas situaciones, en un ahogo contínuo.
¡Si no puedo ya respirar,
cómo podré esto solucionar,
cómo salgo de aquí,
cuántas dudas en mi hay,
dónde está la luz para salir de esta oscuridad!
La luz, todo lo iluminará muy pronto,
esa luz que anuncio,
pero ustedes, no deben olvidar,
son luces también que vinieron desde el cielo
y como luces a tantos en los caminos los van a guiar.
Sí, cuántas veces mencioné,
como la luz del faro en el puerto,
las naves a la deriva
las atraerán con amor, almas mías,
cuántas veces ustedes también se sintieron
como naves a la deriva,
como naves que iban a pique,
y el temor, ya nada puedo hacer,
sintiéndose que pueden ser tan útiles,
y aquellas naves que a la deriva están,
sentirán la atracción de vuestras luces
y llegarán rápidamente a ese puerto de seguridad.
¿Cuál es el puerto de la seguridad?
El amor, la comprensión, la ternura, la fe,
y esa luz es la gran misericordia con que todo lo realizarán.
Sí, benditos hijos,
y no olviden, las estrellas se acercan,
invitados a ellas, ascendidos,
y ahí será el primer encuentro con el Hermano Mayor,
ya no habrá dudas, será éste o será aquél,
porque no olviden, cómo he dicho,
que eso también se anunció,
el Cristo está acá, el Cristo está allá,
el Cristo, en muchos sitios se va a mencionar que está,
pero estará en uno solo,
aquellos otros hijitos míos,
lo están representando
para dar un conocimiento....

Mi Señor, y si hablaras del Anticristo después, como lo has hecho en otras oportunidades con ese amor para que se pueda comprender.

Por supuesto, dice EL, que así lo haré.
Ese encuentro sí.
Pero dijeron con Papá y con Mamá,
pero si siempre estamos junto a los hijos,
YO como Padre y la Madre también,
si cada uno es Trinidad Divina,
vamos caminando,
tropezamos juntos,
nos volvemos a levantar,
nos desangramos,
nos limpiamos las heridas,
recobramos otra vez las fuerzas,
así, almitas mías, así pronto se sentirán,
con esa fuerza, ese vigor,
ese amor y esa potencia,
porque son, con potencia que del Cielo llegó,
para vivir los momentos dramáticos,
pero para vivir también
la maravilla de la total transformación.
Amén


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