Montevideo, 28/01/95

LAS ESTRELLAS TIENEN SU NOMBRE

Nicolasito, estrellas grandes y luminosas. Lilián, a compartir todo. Solución a mi problema de vivienda.

Estrellas grandes y luminosas,
estrellas maravillosas que pronto todos las verán,
si hubo....
Sí, mi Señor, en diciembre hizo un año, aquella danza de estrellas allá, que era enorme cantidad, cuando de pronto estábamos a la intemperie y alguien dijo: Una estrella se movió y otra y otra y fue una danza de estrellas allí, y TU mostraste. ¿Es un anticipo, mi Señor, de lo que habrá?

Las estrellas más grandes y más luminosas,
de colores, así como a través de aquel hijo mío,
que se llamó en un momento solamente, Juan XXIII,

Sí, el Papa Juan XXIII
cuando le presenté en profecías
las luces se acercan, las estrellas se vienen acercando,
de distintos colores, tan luminosas,
pero todo se viene acelerando, hijos míos.
Los hechos rápidamente se cumplirán,
no es decir hay que empezar como en la escuela,
primero el Jardín de Infantes y después otro pasito,
primero y segundo,
cuánto todavía falta para llegar a la Universidad...
¡No! será tan rápidamente como decir:
si nada sé, pero al instante, tener conocimiento de todo,
como mirar a través de un cristal transparente.
Y ya no habrá temor, que el techo no se te va a volar,
es un símbolo lo que digo,
el techo no solamente no se va a volar
sino que estará bien cimentado,
hay una total seguridad.
A no temer.
Y cuando hoy pidieron, vuelos,
vuelos infinitos,
después ese techo también lo vas a dejar,
pero no por disposición legal, sino,
por una disposición que está en ti,
de una consagración total,
y todo lo vas a comprender
y finalmente segura vas a sonreír.
Y así es para todos mis hijos,
a no temer, vuelvo a reiterar,
las estrellas sí, rápidamente y más luminosas se acercarán,
muchos tendrán temor y ustedes dirán:
a qué les temen, si aquella es la de Belén,
y aquella la de la Hermandad,
si aquella la de la Gloria, y en aquella otra....
Aquella otra... cuántas maravillas en ésa se vivirán.
Sí, hijos míos, podrán ir reconociendo,
así como los barcos tienen sus nombres,
así como los aviones también los tienen, han sido bautizados,
también las estrellas donde llegan mis hijos,
también ellas tienen sus nombres.
Y todos son de ternura, todos son nombres como para unir más,
que luego todos unidos, una inmensa frase.....

Mi Señor, nunca dijiste esto, acá hay una revelación. Unidas las estrellas, pero hay millones ¡qué frase, mi Señor!
Se sonríe y me dice:

No digo nada más.
Amén


09/04/94


DESDE LAS ESTRELLAS, SERES MULTIPLICADOS, SUSTITUTOS


Antesala del triunfo, lluvia de abril, cantar de los cantares.
Mi Señor, me estás mostrando estos caminos, tan difíciles, tan áridos, y me estás mostrando este abril y veo lluvias, pero es como si fuera abriendo y se ve un cambio muy grande.

La antesala del triunfo -dice EL-

Pero mi Señor, ¿es ahora? porque TU me estás mostrando que abren en la lluvia como un cortinado y se ve algo maravilloso. ¿Esta es la antesala del triunfo? estos caminos difíciles por los que vamos transitando. ¿Cuándo es, mi Señor, esa cortina que la veo como una lluvia.

No me preguntes -dice EL-
que mis hijos lo van a confirmar después...

Me estás mostrando toda esa maravilla, mi Señor, toda esa grandiosidad. Pero está también algo más. En todo esto TU estás preparando algo y no me dejas verte. TU estás de espaldas, eres inmenso y estás trabajando..... ¿Qué es lo que estás haciendo? ¿Qué es lo que haces? ¡Ay! mi Señor.....

YO responderé a cada uno,
y cada uno se sentirá respondido en tantas inquietudes,
que YO no estoy lejos, estoy en cada hijo.

... Yo estoy como en blanco, mi Señor, contemplando todo aquello estoy como en blanco.

Tu sí, pero YO no -dice EL-
Mira, ¿qué te presento ahora?

Me estás presentando una gran maravilla, me estás presentando como si alguien de pronto se mira en el espejo, el espejo se rompe... y se está mirando y se ve en cada fragmento del espejo multiplicado. Eso es grandioso, no es una respuesta a lo que te preguntaron, pero es grandioso, mi Señor.

Así se podrán ver, como multiplicados a la vez.
Nadie sentirá el orgullo de decir: qué bien que estoy,
sino, la alegría de saberse multiplicar
para ayudar a tantos de los hermanos,
en momentos muy especiales
que también están muy cercanos.
Todo, como una lluvia de abril,
como una lluvia de abril,
pero que después también sale el sol.
Como si una primavera, ya llegara,
una primavera en puertas...

Pero, mi Señor, primero está el invierno antes de la primavera, ¿a qué primavera te refieres?
Me mira, sonríe con su dulzura como diciendo:
Mira que me interrumpes ¡eh!
No me lo dice. Eres tan tierno, mi Señor, que no tengo palabras para agradecerte y para pedirte que me perdones. Mi impaciencia... TU sabes que yo siempre te digo que no soy digna de recibir lo que recibo, yo no soy nada ni nadie, y sin embargo, ¿ves? me preocupo por ellos y por TI, por TI y por ellos.....
¿Qué más, mi Señor, qué vas a responder?

Ya respondí, lluvia de abril,
y luego como una primavera habrá,

Pero la primavera es en Europa....
No preguntes -dice EL-
mis hijos, luego te lo van a confirmar.

Había algo más, mi Señor,
Déjame ahora seguir,
que luego otras respuestas también daré.
Mira... ¿ves esa controversia?

Sí, mi Señor, pero veo una agresión también. ¿Quiénes se agreden? ¿Dónde es, mi Señor? No son seres de acá, no. Veo seres de otro sitio... trajeados.... y se están agrediendo.
Hay malhumor, se dan la espalda, entran a un recinto... Ese ya lo conozco, por favor!... ¿Este es el momento ya de eso...? De apretar, mi Señor...... No quiero verlo, ese recinto lo conozco, espero que no sea y sin embargo estoy deseando que sea todo ya.

¿Qué ves? -me vuelve a preguntar.
Sí, veo seres multiplicados sí, seres que vienen en sus estrellas. Seres que llegan y veo acá esos seres, y es como si dijeran:
Estamos acá, porque...
Y veo como si estuvieran ustedes multiplicados.
...porque ustedes hermanitos, serán invitados allá.
Nosotros venimos a ocupar momentáneamente vuestro lugar,
que nadie note la diferencia,
estamos preparados y ustedes preparados también serán.

¡Qué hermoso! no me esperaba esto.
¿Ves? y no te inquietes mi Pina,
por lo que acaba de suceder allá,
que nada de eso humano es necesario.
Que tú te preocupas por ir a limpiar,
que colocas florcitas, que prendes velitas, que...
no te inquietes, mi bien,
que lo grande, la luz de la vela,
es mucho más intensa y está en tu corazón.
Que los que se llevaron lo que se llevaron...
tampoco debes inquietarte,
porque hay algo que es mucho más grande,
más valioso y más sagrado.
Sí, mi Pina, y eso está también dentro de tu Ser.
Conoces el sufrimiento,
sabes lo que es sentirse rechazada,
sabes lo que es la soledad,
sabes lo que es la amargura que a veces no puedes tragar.
¡Cuántas veces a mis hijos les sucede lo mismo!
Pero prometo, este es el Tiempo de los Tiempos,
las alegrías están preparadas.
En esas amargura, cuántas de mis almitas están ya ofrecidas,
pero desde antes de la Creación,
para dejar en vuestras manos la Gran Obra
de la Total Redención.
Les hablo y no son solo palabras,
son hechos que pronto vivirán.
Aquí hay varios de mis hijos, vuestros hermanos,
pronto habrá un encuentro,
no se van a asustar, porque ellos les darán una gran tranquilidad.
Y dirán: pero... si yo estoy acá, cómo me puedo ver ahí.
Y te dirán: Yo vengo ahora a sustituirte momentáneamente,
porque muchos tienen ahora que subir.
El primer encuentro con el Cristo y dudas ya no habrá.
Sabrán que El es el auténtico, pero para todos,
para aquéllos que lo representan,
tiempos de caos y confusión en lo humano,
no tienen la verdad completa,
pero es necesario también la presencia de ellos.
Tal como se anunció, estará acá, estará allá, está más allá.
Pero viene el primer encuentro
y ahí ya comienza para todos
el camino firme, seguro, la primavera,
la emoción y la felicidad completa.
Amén


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