Montevideo, 06/09/97

EXTRATERRESTRES, PASADO Y FUTURO


Comprensión. Templanza. Sanidad. Vejez. Extraterrestre.
Bueno, mi Señor, ¿qué vas a responder a tus hijitos?

Como siempre, dice EL, enseñanzas, ternura, amor.
Que piden sanidad, sanidad para ancianos,
para MI todos son niños, como si el tiempo no hubiera pasado.
Y llega también esa grandiosidad,
en esa llegada de ese Hijo Mío que es vuestro Hermano Mayor.
Ese ser que viene en las estrellas,
pero primero tendrán el encuentro con El,
entonces, ahí recibirán también ustedes un gran poder.
Un gran poder y no será imponer las manos y decir:
"qué bien, yo curé,"
sino bastará con una caricia, con una mirada, con una sonrisa
para dar a aquél otro la fuerza y sentir cómo se recupera.
Y no deben olvidar, para MI, el tiempo no pasa,
siempre como niñitos son.
Cuando se dice: extraterrestre, tú, qué dijiste allá:

¡Ay! sí, mi Señor, es cierto, cuando en Italia me dijeron qué hablaba yo de extraterrestres y era una reunión donde nunca se había hablado y tenía que ser muy prudente, y entonces los miré a todos... podía responder como Alejandro acá, pero y los demás ... ¿qué? Entonces dije: bueno, yo soy extraitaliana. Y aquello sirvió, era como decir, yo no soy de Italia, son extra italiana..... fue suficiente. Luego con el tiempo se pudo hablar de todo eso.

Extra que no son de acá, de la Tierra,
pero estoy en cada hijo, no tiene ninguno que ir a buscarme.
Estoy en cada uno y sobre todo en el sufrimiento.
Extras porque se fueron hace muchos años,
hace miles de años, hablando en lo humano
a habitar en otros lugares y pusieron a salvo todo lo que poseían.
Esos hijos míos respetan también las profecías
y saben cuál es el momento de poder venir
con aquél que llevaron y está en una estrella
y entonces sí, todos juntos vienen a ayudar a transformar la Tierra
en la Divinidad que ya mencioné.
El paraíso para todos sin excepción.
Y entonces sí, nadie dirá: "viene por mí, es mi iglesia".
¡No! es para todos y por todos
y entonces tendrán la felicidad de abrazarse,
ya no se dirá, aquella raza no,
si yo fui también de aquella raza y pertenecí a aquella
y como aquél que lo voy a señalar si es un santo,
yo sí que he sido cruel, he sido un destructor.
Así lo dirán, hijos míos, en ese ejemplo de humildad,
pero no deben de temer, está el conocimiento en todos
y entonces en ese conocimiento la gran maravilla,
porque en ese conocimiento como he dicho, está en el ángel,
así, como en el cielo los hemos creado con la Madre Eterna,
así la Madre también y cada uno es Trinidad.
YO como Padre que estoy en cada ser.
La Madre, como Madre y cada hijo y somos tres.
La Madre, YO como Padre y cada ser, Trinidad somos,
cómo puede haber una sola, un solo hijo
entonces ¿qué padres seríamos?
Padres.. y ustedes entonces ¿hijos de quién?
No, todos hijos míos, ustedes, ustedes... todos.
Quién puede dejar un hijo fuera,
si este tiempo amargo y destructivo se anunció,
se ofrecieron también para que todo fuera así
en este tiempo ya manifestado
y entonces en este tiempo es también la gran transformación.
Tiempo de los Tiempos es, mi Jesús no dio fecha,
y YO digo: de sorpresa, se acercan las estrellas.
Cuántos de ustedes ya estoy preparando, cuántos de ustedes,
de esos hermanitos que le llaman extraterrestres,
ángeles, pero sobre todo hermanos,
están preparando para el Gran Encuentro.
Que se manifiestan de muchas maneras,
muchos dicen en telepatía, otros de otras maneras,
que sienten que les respiran, se vuelven, nadie hay,
que sienten que los llaman....
Están siendo preparados por esos otros benditos.
Sí, benditos míos, ustedes también.
Los amo con amor de Padre y de Cielo
Y qué Padre va a sacar a un hijo de sus brazos,
ni nadie hay más fuerte que YO, lo he dicho y lo repito,
nadie que pueda arrancarme un hijo.

Mi Señor.....
Sí, lo digo y lo repito y si necesario en lo humano es, digo:
¡lo juro como Dios y Padre que Soy
que nadie me va a arrancar un hijo de mis brazos!
Mis hijos son mis hijos creados en el Cielo,
venidos a la Tierra para vivir como humanos
y otra vez un cielo para todos.
No un cielo y otro cielo y otro.... y uno al galpón...
¡No! un mismo cielo, maravilloso, divino, sublime, feliz,
pero nadie quiso quedar allí, dejaron todos las alas.
Y esas alas están esperando el momento de otra vez poder estar,
pero no habrá que esperar uno por el otro,
en un mismo instante las alas en todos,
en lo humano las van a sentir
y en lo humano otra vez en ese latir, batir de alas
será música que también a la Tierra va a emocionar
y va a llenar de felicidad.
Amén


26/10/91


EL TRIGAL MAS ALLA DEL MAR

Mas allá del mar, camino de esperanzas, los ángeles y el trigal. Bien, mi Señor, ahora es tu respuesta.

En un camino de esperanza
transitando mis hijos van.
pero más allá del mar,
también todos llegarán,
los mares traen noticias
y las vuelven a llevar,
en esas olas serán también
grandes maravillas,
porque ya no será el mar.....

¡ay! mi Señor, me estás mostrando el mar como está ahora que ruge, sino que veo como una armonía en las olas y como si en esa espuma hubieran palabras...

Y el nuevo trigal...
ángeles y ángeles a la vez,
ángeles que han llegado
ángeles que están acá también,
el nuevo trigo que se va a plantar,
que de vuestras manos
cuántas semillas partirán,
que caiga donde caiga
la nueva semilla de ninguna se va a perder.
Ya les he dicho, fuera en los caminos,
entre las piedras, entre las zarzas,
las zarzas dirán: hermana,
apóyate en mi que te ayudo a crecer.
Las que caigan en el agua,
en la tela de araña o en el fuego,
todas, todas, ofrecerán ese....

Mi Señor, me estás mostrando la gran maravilla que hay, y veo las espigas rebosantes.

Para elaborar el nuevo pan.
Ese trigal, mis ángeles van a plantar,
la Tierra se sentirá bendecir,
ya no habrá lugar árido, estéril, seco,
como lo has podido ver ahora.

Sí, mi Señor, cuando llegué a aquel lugar, aquel páramo y la gente pedía y suplicaba por agua, que no les faltara el agua en sus pozos. Y allá era muy lejos, en aquel último rincón frente al Africa y era pavoroso y rogué tanto que lloviera. Y el día que partí, hubo tres chubascos, solo tres chubascos, que inmediatamente se evaporaron. Pero cuando sentía llover acá te rogaba, mi Señor, que llueva allá también. Y que el trigal..... me lo estás mostrando ahora.
Veo ese nuevo trigal y veo a la gente feliz y los veo con las túnicas nuevas como mostraste hoy, mi Señor, los caminos nuevos que TU presentas. Y eso está también más allá del mar.

Más allá de toda la Tierra,
vienen mis ángeles en sus estrellas
y se sentirán invitados
para a otros lugares poder también llegar.
Llevarán mis palabras
y habrá una unión suprema.
Nuevas palabras que van a ofrecer,
nuevas palabras, más allá del mar,
el nuevo trigo, todo lo que han pedido,
todo será bendecido,
no temblarán jamás.
Sentirán tal fuerza dentro y fuera del ser,
tal fuerza por el amor,
tal fuerza porque del cielo la trajeron.
Como hostias, no olviden, que vinieron
como hostias que salieron del tabernáculo,
que rodaron, que se quebraron,
pero se sentirán íntegras por fin otra vez...

Mi Señor, me los muestras, pero me muestras como la hostia verdaderamente, a todos, como envueltos, todo como si fuera una hostia cada uno, con los brazos de distintas maneras. Algunos como dando gracias, a otros como en una plegaria, no sé, o en una bendición. De distintas maneras veo sus manos, mi Señor.

Pero todos, llegado el último momento,
habrán tenido siempre,
el maravilloso gesto,
de extender las manos, de acariciar,
de agradecer, de bendecir,
de ofrecer y de recibir también.
Amén


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