Montevideo, 14/03/98

CAMPANAS DE GLORIA

Puertas que se abren y se cierran. Campanas de Gloria. Salud.
Bueno, muy bien, entonces tomamos esto. Mi Señor...

Puertas que se abren y se cierran,
pero hay una puerta que pronto se abrirá.
Y será abrir esa puerta y sentir las campanas de gloria y decir:
por fin, ya llegó la maravilla
y entonces qué renovación en cada ser habrá.
Y aquél que está destrozado,
aquél despedazado en los caminos,
aquél que no tiene fuerzas ni para respirar,
sentirán dentro de sí, esa maravilla,
una renovación tan grande que dirán:
pero esto es, si me despierto me volveré a sentir mal otra vez.
No, tesoros míos, no,
este es el Tiempo y vuelvo a repetirlo, de los Tiempos,
lo más amargo como se anunció,
pero la gran maravilla que está prometida.
No fin del mundo, sino del dolor,
la Tierra rápidamente transformada en el paraíso que se prometió.
Paraíso terrestre, vuelvo a repetir,
y si es terrestre con los cuerpos lo vivirán,
y ya sentirán que no habrá tormentas ni tormentos
que eso es por poco tiempo y después,
otra vez... ¿qué sucede, viene un fin...?
No, campanas de gloria que envolverán a la Tierra,
campanas musicales que también alegrarán.
Pero como campanitas los corazones serán en un latir maravilloso,
en una sinfonía cual no se ha escuchado jamás.
Y entonces sí, ya no serán puertas que se cierren,
pero en un sentido también lo aclararé,
se cierra la puerta del dolor,
se cierra la puerta del caos, de la confusión, de...

¡Ay! mi Señor....!

De ese odio que también había sido anunciado.
Se cierra la puerta de la tribulación,
la puerta de la enfermedad, se cierran esas puertas
y entonces ¿qué hacemos?
¿Las volvemos a abrir...?
Y ¿qué hubo? una transformación total,
ya no más caos, sino la seguridad,
ya no más tristezas, sino la alegría,
ya no más la enfermedad, sino la salud en todo, almas mías,
porque hasta la Tierra se sentirá recuperar totalmente.
Ya no habrá aires contaminados sino puros, todo tan diferente.
Todo se anunció, lo oscuro y la luminosidad
y esas campanas vibrantes,
entonces sí, las podrán escuchar...

TU me las hiciste escuchar auténticamente, mi Señor, venía de una de las estrellas y era en pleno día, después del mediodía fue y yo no podía creer lo que estaba sintiendo. No fue acá, fue entre edificios y me hiciste salir afuera para poder mirar y escuchar las campanas musicales.

Y campanas a gloria sí, y ella testimonio puede dar,
lo vivirán hijos míos, lo vivirán,
está todo prometido y pronto todo será cumplido.
No solo es Mi Palabra, sino esto fue anunciado de los tiempos,
Mi Palabra es ahora acá, y mi Palabra en todo,
en una manifestación, tan maravillosa, tan maravillosa,
pero orgullo, en ninguno jamás lo habrá.
Amén


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