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EL DIA GLORIOSO (pág 2)

EL UNIVERSO EN FIESTA SE CONGREGARA
GLORIA ANUNCIADA EN EL DIVINO DIA
COMIENZA LA GRAN FIESTA PARA LA HUMANIDAD
EL PAN DIVINO DE LA ULTIMA CENA
LOS HIJOS PRESENTANDO LAS SEÑALES


Montevideo, 30.08.84

EL UNIVERSO EN FIESTA SE CONGREGARA

Para el Universo pides, alma mía,
para el Universo habrá.
En esa aurora señalada
en esa llegada del Cristo
que al Universo congregará,.
Mas cuántos y cuántos de mis hijos
que en el mundo como perdidos están,
¿Por qué les vengo diciendo que al mundo hay que ayudar?
llegan de distintas partes...
el Universo en fiesta estará.
Luego hasta las constelaciones de nuevo formarán,
en un mensaje que a muchos los va a asombrar.
En distintas partes del mundo,
el mensaje en distinta lengua es,
como en formación divina lo presentarán
-dice EL-
Querían Revelación,
revelación ésta ya está.
mas luego llega la consagración,
porque ustedes se consagrarán.
Consagración en el amor,
consagración en divinidad
en alegría y en los cantos,
como alas en los pies
no sentirán el quebranto,
ni daño les harán
-dice EL-
Ya no pisarán la nieve,
ni las brasas tampoco,
serán, esas brasas quemantes, ardientes,
ni clavos, ni espinas,
porque si las pisan ellas los besarán.
Y ustedes como en una caricia,
clavos y espinas van a transformar,
que donde hubo clavos,
como en estrellas serán

y que donde hubo espinas
en pétalos de suavidad.
Has pedido, alma mía,
a todos hay que salvar.
Salvar de las crueles heridas
por las que pasa esta Humanidad.
Lo digo porque estoy en todos.
Hasta a aquél que parece poderoso,
hasta aquél que villano lo pueden juzgar.
No olviden que todos los hermanos,
que ellos en otros momentos fueron santos
y que ustedes fueron a la inversa,
actuando como ellos actuando ahora están.
En todos, por todos,
de todos y hacia todos
y de todos también para ustedes será
ese abrazo divino,
como premio de Gloria,
ese abrazo divino
que todos se quieren dar.
Mas no olviden

que en esos brazos
los Míos multiplicados sentirán,
en los tuyos y en los suyos
que son cuatro a la vez.
Mas luego por el mundo entero,
aquel que encuentran más sucio,
aquel que más enlodado está,
aquel que bañado en estiércol,
que ahora es por su proceder,
se acercan, lo limpian, lo besan,
más inmaculado que a un niño lo presentarán
-dice EL.
Me pides para todos, alma mía,
para todos la obra será,
que todos son hijos, no son agregados,
son hijos que en Amor siempre unidos estuvieron,
mas están en un cumplimiento,
por eso es acá el rechazar.
Están en un cumplimiento, mi bien
el alma dará a conocer lo que ha sido
a través de tiempos en tiempos,
y lo que es ahora
que es el cumplimiento final.
Amén


Salto, 21.12.84

GLORIA ANUNCIADA EN EL DIVINO DIA

Ofelia .............
Prepárate, mi Ofelia, para la Gloria anunciada
que aquí, en esta tierra, alma mía, comenzará.
Que luego envolviéndolo al mundo en esa paz y en ese amor,
pero no olvides que primero las horas terribles,
sombrías, la oscuridad...

¡Ah! mi Señor, no me muestres más por favor...
No temas, -dice EL- no temas, hijita que a la alborada verás,
es la llegada del Cristo que las tinieblas disipará.
Que encuentras fe para todos, a tantos vas a alentar, diciendo:
no teman, no teman, que la oscuridad pasará.
Y te dirán: pero todo tiembla, y tú diles:
nada se va a derrumbar,
que el Cristo viene, reafirma y la luz...
El es portador y de ella a todos dará.
Porque el Cristo es el Amor y de Amor nos inundará.
Amén

Lelia
Mas llega el Divino Día, después de la noche cruel,
mira que estarás en esa noche sombría
pegada a los cristales, temblando por lo que pueda suceder...
te digo, no temas, mi Lelia, no temas,
mira, mira, hija, mira qué bien, ¿ves?
la noche densa ya pasa, el amanecer ya está.
Viene vestido de gala, es el nuevo día.
Y en ése el Cristo que llegará.
Y tú dirás: pero ¿qué es eso, acaso no es para atemorizar más?
¿y esas luces, que allá pasan? Es la estrella de Belén.
¿Y aquella otra que sigue? es la de David también.
¿Y aquel pájaro gigantesco que tanto me hace temer?
Ese pájaro es el que trae al Cristo,
¿no ves los cuatro ángeles que hay, mi bien?
¡Ay! por fin ahora respiro.
Y los demás ¿cómo están? más asustados que tú
Vete, hija, a tranquilizar.
Luego verás una multitud gimiendo,
con rostro en tierra, sí, mi bien, hallarás.
Pero ¿qué hago?
Pues grita!
¿Qué es lo que debo gritar?
Grita así, almita mía.

El Cristo por fin llegó, levanten el rostro de la tierra
y vayan a besar al Ser que ya descendió.
Y así, corriendo con ellos en un abrazo te verás.
Que los brazos de El como gigantescos,
ya que a todos los querrá abrazar,
y ninguno queda afuera,
aunque no todos a la vez,
porque viene como humano.
Su sonrisa contemplarás
y sentirás latir tu corazón.
Amén


Montevideo, 23.03.85

COMIENZA LA GRAN FIESTA PARA LA HUMANIDAD

Ahora como en la rutina, empiezas, dejas,
vas y vienes, pero ¿cuántas cosas terminas?
Llega el momento Lilé, de un empezar que habrá,
es un andar en el camino y ya no te detendrás.
No sentirás el cansancio, la obra hay que terminar,
establecer ese Reino, para todo el mundo, el Reino de la Bondad.
Se comienza en un punto, pero al mundo hay que envolver.
Terminado... la Tierra Prometida, la verás floreciente, Lilé.
Con la llegada del Cristo, el Hijo que anuncio,
aunque en el Mundo ya está,
pero será como lo he anunciado,
de las nubes descenderá.
A partir de ese momento... ahí, es el comenzar,
y ahí es la grande fiesta y es para la humanidad.
No es en un momento en todo, sino, almas mías,
al principio habrá dificultades...
pero ahí comienza, Lilé, como la casa que se va a preparar.
Se prepara para un acontecimiento...
que las paredes hay que pintar,
que hay que limpiar los vidrios,
los techos y los pisos, hay que encerar.
Y cuando llega el momento, todo dispuesto, mi bien,
los manteles con puntillas, muy blancos,
las flores, muy frescas, Lilé

y los manjares todo a su punto,
así será también para el mundo,
como limpiar, como ordenar,
como preparar y luego...
el Banquete Triunfal.
Amén


Montevideo, 13.10.85

EL PAN DIVINO DE LA ULTIMA CENA

Toma de esa pequeña fibra, mi Graciela,
porque tu nombre, como gracia que representando está,
irá distribuyéndolo en el camino y al camino lo transformarás.

Y veo que comienzas a andar, y sientes que el césped está húmedo, pero frío, y sientes que tus pies se congelan, pero el césped no se marchita.
Y dice EL:
Vas sobre una esperanza, y la esperanza no se marchitará.
que si sientes aún el frío, luego, como en divinidad,
bajo tus pies y como una caricia se presentará.
Y adelantarás rápidamente, y en lo alto también te vas a hallar,
porque, alma mía, aquel que anuncio, ... el Cristo,
es vigente, es de este tiempo y como Humano,
como tú, en los caminos también está.
Y ahora para todos mis hijos,
dice EL:
El es portador de esa luz, y ustedes son antorchas vivientes,
y luego se manifestarán.
Que el mundo necesita urgente de esta luz,
porque el mundo está en la oscuridad.
y necesita del pan, así tierno, para su hambre calmar,
pero también necesita de este pan, por lo que represento,
y todos, como en aquel momento...
me muestra aquel grupo...
todo lo compartirán.
Pero ya no habrá, quien introduzca la mano en el plato,
para luego traicionar,
sino que se sentirán todos tan hermanados,
que se tomarán de las manos y no querrán separarse jamás.
Amén


22/08/92 RN.15.9

LOS HIJOS PRESENTANDO LAS SEÑALES

Amor, perfecto. Sarita, Nueva Aurora y Sirio Amor. Norma, señales.

Antes de la Nueva Aurora,
de esa Aurora Divina
que esperándose está
de esa Aurora Bendita,
ustedes en ejemplo de amor,
estarán presentando las señales,
señales que estos son los Tiempos,
los que, no sólo mi Jesús anunció,
sino tantos de mis hijos
desde la Antigüedad.
Señales, señales que se están presentando,
señales que se van confirmando,
señales que están escritas,
todo fue documentado,
Antiguo y Nuevo Testamento le llaman,
pero a través de los tiempos,
aquello que fue escrito a lo último,
hace dos mil años ya,
y sin embargo, a pesar de los Tiempos,
llegamos a estos, estos sí,
son los últimos del amargor,
que ya no se puede tragar.

Estamos viviendo, y digo estamos,
porque en todos los rincones estoy YO,
no sólo junto a cada hijo,
también junto a los bichitos
o las hormiguitas,
también a ese pobrecito caracol.
Señales en todo y por todo.
¿Recuerdan lo que dije?
el pez grande al chico no va a devorar.
Habrá un respeto,
esto es obra del Amor,
el Amor grande por el que vinieron,
por el que se consagraron.
Pero si mi Jesús dijo:
Vendré en los Tiempos que parece
que el Amor no existe,
el Amor siempre latente está,
solo que debe cumplirse la Profecía,
sólo a nivel de cuerpo,
porque la parte que está adentro,
pide perdón cuando al otro agrede,
pide perdón y dice:

no quisiera hacerlo,
y el otro le dice:
pero... en otro momento lo hice yo,

tú no debes olvidarlo.
Continúa, continúa con tu obra,
que en otro momento yo te agredí,
yo te ataqué, yo te martiricé.
Así, de unos a otros,
señales también que confirmadas están.
Como en ese Golfo Pérsico,
cada lugar tiene un nombre,
como en lo humano lo tienen también,
sólo que el nombre Divino,
todavía no se puede pronunciar,
esa música que es vuestro nombre,
sólo en el Cielo,
pero comienza también acá.
Esas también serán señales,
cuando a nivel de cuerpos
al alma la puedan reconocer...
"tú eres..."

y ahí será el nombre de música
con que se sentirán nombrar,
no será la auténtica,
será como el niño cuando recién empieza,
porque auténtica música divina,
esa también más adelante será,
y esa también ya son señales.
Si ahora la Tercera Guerra
es la de cada hogar,
muy pronto el Sello de la Paz se imprime
y no se romperá jamás.
Cuántas veces les he dicho,
en lo humano se sella la paz,
el apretón de mano, el abrazo o dos besos,
se rompe y nuevamente...
al ataque.
Pero... pronto ese Sello será indestructible.
En todos los Tiempos,
se tuvo que verificar,
tal como se había anunciado.
¡Qué amor el que tienen mis hijos!

Y antes de esa Aurora Divina,
de esa Aurora Bendita
tendrán más pruebas,
porque las señales se precipitan,
rápidamente se tendrán
y el Amor también en cada ser,
sentirán cómo aumenta,
porque se sentirán amar,
hasta aquellos que los rechazaron,
aquellos que los difamaron,
aquellos que tanto los hirieron,
sentirán amor por todos.
Esa es otra gran señal
que en cada ser surgirá
y en ejemplo de humildad
a otros lo ofrecerán.
Amén


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