Montevideo, 21/05/94

CAMPANAS DE ALEGRIA

Por qué repican las campanas en Salto. Conjunción de mayo. Llamado, llamado. Alegría.
Bueno, mi Señor, como siempre esperamos Tu Palabra.

Porqué repican las campanas de Salto,
repiquetearán todas las campanas
y serán también vuestros corazones
que repiqueteando serán los más divinos sones.
Alegría ya para todos, alegrías por doquier,
sin temores, almas mías,
que todo lo que prometo lo cumplo.
La Tierra se sentirá reverdecer
y desde lo profundo de los mares,
ahí también alegría surgirá.
Y ya no habrá nadie que diga: hay que tender las redes,
porque nadie para comer querrá ya matar,
sino por el contrario, verán desde lo profundo del mar,
también cómo reverdece y cómo aquellas boquitas...

Y veo los pececitos...

cómo se están abriendo,
pero las plantas se están ofreciendo
y el pececito no la va a arrancar,
la planta dejará caer en su momento,
lo que a punto ya esté,

Sí, como me has mostrado, mi Señor, muchas veces, el árbol ofrece sus frutos. Después lo voy a comentar, mi Señor.

Pero la conjunción de mayo,
no sólo conjunción en mayo,
sino que ya ha comenzado,
una grande manifestación...

¡Ay! mi Señor, pero de pronto alcancé a ver una catástrofe, en qué parte del mundo, algo horrendo, mi Señor. Y TU el otro día, interrumpo un momento esto, cuando TU el otro día me mostraste que habría un error humano y ya se cumplió ese error humano también. En una planta nuclear creo que fue, ¿conocieron ustedes? Y yo tenía aquello, será "el error humano", no, no era "el error humano" fue "un error humano" realmente, por el sitio que EL me mostraba, pensé... bueno, realmente y ahora alcancé a ver otra catástrofe... no sé donde.
Pero estás anunciando cosas maravillosas, mi Señor, y que sea en este mayo, que ya no haya que esperar más, mi Señor, que ya sea, porque así te veo feliz a TI. Ya no te puedo ver en ese dolor inmenso, como estás desgarrándote, desesperándote y aplastado por piedras. TU el Dios, el Todopoderoso que te imaginan allí, olímpico en un trono, con un látigo dando a diestra y a siniestra, cuando TU estás como un papá en cada uno.... ¡Ah!
Como yo digo, si vamos al desierto y vemos las arenas, ¿cuál partícula vale más que otra...? ninguna. En esta inmensidad, yo soy como en el desierto, una partícula más, no soy nada y sin embargo vivo suplicándote, mi Señor, te tendré tan cansado ya de rogarte, por éste, por aquél y por el mundo entero.

Conjunción de mayo,
las campanas van a repiquetear
y será algo tan maravilloso,
porque será música que alegría por fin a todos envolverá.
Desde lo profundo de los mares, en todo sitio y en todo lugar,
son, no primicias, esto estaba anunciado ya hace miles de años,
por esos hijos míos que también trajeron palabras,
Palabras de esperanza, pero dando las señales,
como las dio Aquel, Aquel Hijo Mío, que estuvo en el calvario,
cuando dijo que habría de volver:
terremotos, cataclismos, guerras, pestes,
hambre, desolación, incomprensión, caos y confusión,
guerras de las familias,
que sin esgrimir un arma se agreden constantemente,
pero El no viene para decir:
arréglense ustedes que Yo vengo después,
está compartiéndolo en el mundo,
de incógnito está, sufriendo como todos sus hermanos,
para luego sí comenzar esta Misión de alegría,
de amor, de ternura, de paz.
Y entonces cuando El comience,
ya no habrá ninguna campana muda en ningún lugar,
porque hasta aquellas que no hay nadie que pueda hacerlas vibrar,
aquéllas también solas, de emoción se van a estremecer
y también ellas van a repiquetear.
Adelante hijos y sin temor,
que habrá muy pronto una gran conjunción,
¿dónde? ¿cómo? ¿en qué lugar?
no pregunten, está anunciado, YO lo sé,
pero serán sorpresas,
ustedes ya están en conocimiento de todo, no digo avisados,
en conocimiento de todo lo que vengo anunciando,
ustedes darán testimonio de tanto,
y alegrarán a muchos que se encuentran desolados,
se encuentran destruidos, se encuentran...

Y veo a muchos, mi Señor, que están como mutilados... y sin embargo, de pronto, aquél que le faltaba el brazo que tenía la manga arrollada y la vi como con un prendedor, veo como que el prendedor se abre solo y surge un brazo donde no había nada. Y ese brazo y esa mano resplandecen, siente la felicidad de que ahí hay algo útil en el que puede ayudar. No el orgullo, tengo nuevamente un brazo, tengo una mano. No, es la felicidad de que ese brazo, esa mano, van a hacer algo muy bueno, porque van a ayudar a otros.

Y rápidamente, -dice EL- rápidamente,
la Tierra se sentirá transformar
en ese Jardín del Edén,
en ese Paraíso que anunciado está.
Amén



Durazno, 22/02/98

ANGELES CON TROMPETAS DE ALEGRIA

¿Qué voy a decir?, dice EL, ¿qué estás mirando?

Sí, mi Señor, esto,...

Como tantas veces mencioné, norte, sur, este y oeste,
pero lo seguimos corriendo, del norte al este, del este al sur,
vamos... Así será pronto.
Mis ángeles con las maravillosas trompetas, almas mías,
los seguirán manifestando.
Trompetas de alegría, llega el gran día sí,
como la diana aquí que anuncia la Divina Alborada,
así serán mis ángeles anunciando la tan ansiada llegada.
Y ya no temerán, como si a la Tierra la presento acá,
la Tierra brillante, no como el metal que se espera,
sino como el metal del cielo, el pan que no faltará nunca,
pero también cómo está, como una corona,
aunque la Madre dice: coronas a mí no,
Yo no soy la Reina de mis hijos, soy la Madre,
pero sí la Tierra se sentirá coronar,
porque será como la corona que todos
alrededor de la Tierra con amor la formarán.
Y ya no habrá distinción de razas, nadie dirá:
tú aquí y yo acá, no, se irán como en ese paseíto del pericón,
cuántas veces mencioné, no solo darse la mano,
sino todos se irán abrazando, así en torno a la Tierra
y la Tierra rápidamente se irá transformando
en el paraíso que también está anunciado.
Así como bendigo todo, el agua, panes y los recipientes también,
que cada cosa que pongan en ellos siempre bendecidos será a la vez.

Sí, mi Señor, cuántas veces TU dijiste que cada hijo es un recipiente y que estos recipientes a veces contienen tristezas, otras alegrías, unas caos, confusión, otras total comprensión. Otras desolación atroz y otras una fuerza nueva a seguir.
Son así, recipientes, contienen distintos sentimientos, por eso Tu dices, los recipientes bendecidos también.

Sí, almitas mías, no deben de temer, si bendigo todo,
ustedes bendicen las piedras en las que querían tropezar,
ustedes mismos las colocaron, ustedes se fijaron los destinos,
YO no quería el dolor en ningún hijo, cuántas veces lo he dicho,
pronto lo van a comprender, soy vuestro Padre,
no me deleito en el dolor, cargo en MI la parte más pesada.
Pero ahora, ven palomita, ven!
que nuestros hijos están esperando, esa, tu preciosa llegada.

Ahí está, pero lo sorprendente es que la veía como una palomita, de pronto se yergue y ya está transformada en la Madre. Esto es inmenso, se abrió totalmente, inmenso, es ver estrellas que llegan que hacen saludos como las estrellas que con luz acarician a todos.
Veo los ángeles que se proyectan, no bajan directamente, se están proyectando acá y es una luz inmensa, inmensa que la veo que se une en todos. Pero hay otras luces que parten de las estrellas, luces maravillosas, de todos los colores, no uno que sea preferencia, no aquél no, aquel otro tampoco... no, todos, todos los colores están ahí, en un resplandor como nunca vi, me cuesta hasta mirar. La Madre inmensa toma todo pero es tomar toda la Tierra, como si esto representara a la Tierra, así, tal como lo pueden ver, toma toda la Tierra entre sus alas. Es grandioso, alas divinas, alas que apenas las mueve y son música y cada uno se siente que es parte de esa música, es parte de esa sinfonía. La Madre los mira, con la mirada es una caricia que los envuelve a todos, no queda nadie escondido ni nadie afuera, porque acá sobresale.

Y dice el Padre:

Es que pronto la tierra tanto alimento ofrecerá,
como que desbordará de la Tierra también,
ya hambre no habrá jamás.
Si se anunció este tiempo,
tiempo en todo sentido de amargura y destrucción,
también se anunció la gracia plena,
la Madre ofrecerá los frutos, pero ¿qué Madre?,
la Madre Tierra con todas las fuerzas también del amor.
Creada con dolor la Tierra fue,
la Tierra se sentirá bendecir y transformar en un paraíso de divinidad.
Y ahora, le dice a Ella, ahora tu Bendición les vas a cantar.

Y Ella toma nuevamente lo que estaría representando todo, los polos, pero al mismo tiempo así, norte, sur, este y oeste, es grandioso lo que estoy viendo.

Ahora la Madre va a cantarles y en su cantito les dará la Bendición.

Quiero que la escuchen a Ella, ¡por favor! Y Ella les canta, en un arrorró, les canta su bendición.

(Canto en lenguas)

Y con una ternura como solo Ella lo puede hacer, pero al mismo tiempo veía hijos arrodillados, ante imágenes que la representan y la vi como Ella corría, estaba en esos lugares y levantaba a los hijos en los brazos y les decía:

¡No! no se arrodillen ante Mi,
cómo puedo Yo ser feliz si los veo arrodillados.
Soy la Madre, no, no hagan sacrificios, no, tesoros míos,
por favor, les ruego, soy la Madre
y una Madre no va a decir: ¡vamos, a arrodillarse, a rezarme,
y a hacer sacrificios, vamos, no comas.
Jamás, nunca lo hice, no lo hago, ni lo haré.
Qué imagen también han hecho de Mi,
que soy una Madre cruel,
que estoy pidiendo a mis hijos que se arrodillen, que se sacrifiquen,
no, tesoros míos, y además, esto que me ponen,
no, coronas para Mi no,
ustedes sí, coronados como mis principitos.
Adelante y sin temor,
Yo no soy la Reina de mis hijos,
soy la Madre, soy el Amor.
Amén


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