Montevideo, 04/03/95

LOS CARROS DE FUEGO DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Olga, Sendero firme y seguro. Carmen, Habitantes de otros planetas. Gabriel, Humildad.
Camino firme y seguro,
trazándose ya esos caminos están,
caminos firmes y seguros,
pero no irán con orgullo,
con la frente en alto, como tantas veces dije,
frente en alto por la fe, pero nunca por orgullo.
Camino firme y seguro,
ya no habrá tembladeral, no como ahora,
que aunque vayan por un pavimento,
se sienten como en una ciénaga que los va a absorber.
No teman, hijos, no teman, que en esos caminos,
llevarán con tanta humildad y tanta fuerza,
a tantos, a tantos de vuestros hermanos,
que encontrarán con los mismos,
diversos y más desgarradores problemas.
Los otros hermanos, hijos míos, todos,
esos seres del espacio, en sus estrellas pronto llegarán,
humanos como ustedes, pero con un gran Conocimiento,
existieron ya en aquellos tiempos,
en aquello que se dice el Antiguo Testamento,
cuando se hablaba de los Carros de Fuego,
de Elías, de Ezequiel, la ballena donde Jonás estuvo,
también era... YO le llamo estrellas,
mis hijos le dicen UFO, OVNIS, de distintas maneras,
pero son las estrellas, y mis ángeles que están en ellas,
vienen para traer la gracia, el amor
y colaborar en la total redención.
Ese Hijo que llega, que con distintos nombres lo llamarán,
que unos dirán es el Cristo y otros dirán, el Mesías
y otros, hasta extraterrestre también le dirán,
por esa manera en la cual llegará.
Pero será la gran sorpresa cuando lo vean y dirán:
humano eres también, ¡no puede ser!
Humano, viene con sencillez, viene con poder,
pero viene con humildad El también.
Grandes Obras a realizar, grandes obras,
pero solo no lo hará, necesita de muchos de sus hermanos,
hijos míos todos y todos hermanados,
unirse en el gran abrazo.
Ya no habrá seres del espacio,
ya no habrá seres de otros planetas,
se identificarán porque este fue el comienzo de todo,
y luego a otros sitios, porque se verifica desde la Antigüedad,
cuando en aquel calvario a aquel, Vuestro Hermano le dijeron:
si en verdad eres hijo de Dios que vengan tus ángeles y te salven,
podían llegar en una nave, como se dice
y transportarlo y salvarlo de aquel pavoroso horror,
sin embargo, ellos debían respetar también aquella Profecía,
la profecía que se daba desde la antigüedad,
no podían intervenir, todo lo tenían que respetar,
pero demostraron cómo se podían sentir,
ensombreciendo la Tierra, desgarrando el velo del templo,
se sentían desgarrar, pero ahora llegan para otros momentos,
para unirse en alegría y en amor
y ayudar a transformar a toda la Tierra en una Nueva Jerusalem.
Toda la Tierra, ya no será un sitio especial,
sino todos los sitios por igual,
sin diferencia, sin distinción, sin razas, sin credos,
sin una ideología, sólo aquella, almas mías,
se ofrecieron y se consagraron por amor.
Por amor dejaron la parte luminosa del Cielo,
para venir a esta otra parte del Cielo, donde se creó el Universo.
¿Y piensan que lo creé Yo, para que acá hubiera dolor?
No, no quería el dolor en mis hijos,
sólo quería la felicidad,
sólo quería verlos unidos,
quería la alegría pero había dolor.
Y así, se ofrecieron muchos,
tantos que pronto se irán reconociendo,
se irán reconociendo en lo humano y en lo semidivino a la vez,
hasta que llegue el momento del gran prodigio,
divinidad en todo, benditos míos.
Porque estos caminos firmes y seguros
no es para uno ni para dos, es para todos.
Y esta humildad está en cada corazón.
Y estos seres son de luz, pero ustedes también lo son,
que todavía la luz parece que no puede surgir,
la luz está dentro de cada Ser
y pronto como arco iris se sentirán
en el Tiempo ya prometido, tiempo bueno para todos,
se sentirán unir.
Amén

 


Buenos Aires, 24-30/06/94

ANTES DE ADAN LLEGARON A OTROS SITIOS


Bueno, mi Señor, ya escuchaste lo que dijeron ¿qué vas a responder ahora?
¿Qué voy a responder?
El principio de todo, mis hijos,
cuando salimos del Cielo
fue venir a este suelo a padecer los primeros tormentos.
Luego, fueron avanzando, lo que se dice progreso,
y fueron también fabricando ladrillos...
Mi Señor, me estás mostrando, las primeras construcciones, como hacían con ramitas de árboles. ¡Qué tremendo fue!
Pero luego, fue tan grande
que a otros lugares pudieron trasladarse también.
Así como hoy se ha llegado en esta etapa
a la luna y a otros sitios,
en la antigüedad, antes de Adán,
llegaron a otros sitios donde se establecieron también.
El Cosmos, sí, Cosmos o como le quieran llamar.
Cosmos........
¡Qué grande pronto todo será!
Aquellos hijos míos respetan las Profecías también,
como respetaron en aquel calvario a aquel Hermano de ellos,
porque ellos podrían haber venido y haberlo salvado
y haberlo llevado a lugares muy lejanos en el Cosmos,
Pero no lo podían hacer,
por respetar las Profecías sufrieron hasta desgarrarse
y estuvieron en aquel dolor, almas mías,
como muchos de ustedes también,
muchos de ustedes estuvieron en aquel tiempo
muy cerca de El también.
No piensen, quiénes fueron, solo piensen lo que son,
sólo piensen en este momento
y el bien que harán al siguiente.
Por lo tanto, luego todo ya no será el Cosmos,
sino será como trozo de Cielo,
que no es Fin del Mundo, sino fin del dolor,
que es la armonía que comienza a reinar.
Lo que hace un momento mis hijos pidieron,
y por los ladrillos ya nadie se va a preocupar
que si esto es mío, que quiero un palacio,
y yo, miren cómo estoy...
Ya nadie se preocupará por ello,
pero aclararé, nada les va a faltar,
porque todo será obra del inmenso Amor.
Amén

 


Salto, 26/03/97

SIENDO ANGELES SON HUMANOS


Amor. Milagros. Comprensión. Paz. Angel de la Guarda.
EL sabe lo que van a pedir, pero yo se lo presento como en bandejita del cielo.
Y digo: Mi Señor, qué vas a responder....
Por amor, por amor están en la Tierra,
sufriendo y desangrándose de tantas maneras a la vez.
Pero también en cada ser, está,
no un pequeño grado o dosis de comprensión,
es inmensa, solo que no llegó el momento aún de poderla manifestar.
Pero todo se cumplirá a la vez.
Milagros, milagros inmensos,
ese Hijo que vengo anunciando, llega en las estrellas.
Preguntaron por los ángeles,
ángeles de la guarda y ustedes saben muy bien que los ángeles...
también ustedes son ángeles que están en la Tierra
y los ángeles que están en las estrellas
se acercan para el gran encuentro y el divino momento,
que se les llama de distintas maneras, pero todos hijos míos son.
El primer momento de todo fue acá, la Tierra,
el origen de todo fue acá,
y de acá partieron hacia otros sitios
donde también poblaron en otros lugares.
Pero ellos tienen un mayor poder
y sobre todo tienen la gracia de todo poderlo comprender.
Cuando hace unos días,.....
¡Ay, mi Señor! ¿vas a decirlo...?
Sí,... tú -se refiere a mí- me dijiste:
Mi Señor, por qué ellos si en la antigüedad
dieron el maná en el desierto a Moisés,
por qué ahora no dan maná también en Ruanda
a los que están muriendo de hambre,
por qué no los ayudan a ellos también...?
Y YO te respondí, sí, hijos míos, a ella le respondí:
Ellos pueden hacerlo, pero deben respetar lo que se profetizó,
cuando mi Jesús dijo "volveré, y volveré en el tiempo peor",
dijo: guerras, pestes, hambre...
se está cumpliendo... desolación.
Se está cumpliendo todo, YO lo vivo en cada hijo,
pero llega el momento anunciado,
todo esto ha sido profetizado,
pero también transformado en semidivino.
Ellos para compartirlo, no le dan el maná,
pero ellos están ayunando, están padeciendo de hambre
por amor también a aquellos hermanos.
Siendo ángeles no son intangibles,
son humanos como ustedes también.
Ellos ya están preparados, tienen sus trabajos, sus familias,
se proyectan, porque están preparando a muchos hermanos
para el maravilloso encuentro que acá se verificará.
Angeles de la guarda, sí,
¿pero cuántos de ustedes ángeles de la guarda son?
Como allí... hay una maestra... y ¿qué es?
es un ángel de la guarda de sus niños,
dando la luz, indicando el camino, dando conocimientos,
dando ejemplo de ternura, de paz, de comprensión.
Allí hay quien recibe también a bebés.
A cuántos ha recibido, es como un ángel de la guarda
que los está teniendo uno después del otro.
Y sin embargo, el ángel que llegó a su vida,
ella tiene que llevarlo en brazos como cuando recién nació.
Milagros se llama ese ángel,
milagros pronto surgirán y ya no dirán:
¿qué hago? necesito el trabajo,
la familia está discrepando, la salud que se quebró.
¿Qué hago? ¿qué puedo hacer? ¿tendré un techo?
A no temer, Tiempo de los Tiempos amargo se anunció,
tiempo que todo será transformado para alegría de todos,
porque mi Jesús no viene por uno, dos o tres, por este o por aquél.
Y cuando alguien refiriéndose a MI dice: ¡Mi Dios!
Sí, soy Tu Dios, el tuyo y el tuyo y soy el de todos,
porque soy el Padre que a todos amo.
Como quien tiene sus cinco deditos en la mano
¿se puede arrancar alguno?
No, tampoco YO arrancaré,
ni nadie me va arrancar un hijo de mis brazos.
No hay nadie que tenga mayor poder,
si alguien pudiera más que YO y me arranca uno...
no sirvo para nada ¿verdad, hijos míos?
Soy vuestro Padre, soy vuestro Dios, Soy el Creador,
estoy en cada ser y lo que prometo es que este es
Tiempo de los Tiempos.
Y cuando a través de aquel hijo que se llamó Joel
Antiguo Testamento, mi Señor....
Sí... a aquel hijo YO le anuncié
que llegaba el tiempo y eran los últimos y es este,
hijos míos, en lo humano, niños como ya se ha dicho,
jóvenes, adultos o ancianos
tendrían sueños, visiones, profetizarían,
este es el tiempo que todo esto también se está cumpliendo.
Todo esto pronto será multiplicado,
porque serán visiones y al instante realidad,
serán profecías y al momento estarán cumplidas,
serán maravillas porque ya nadie dirá:
lo mío es solo lo bueno, lo auténtico y aquél,
no, ¿qué tienes tú?, ¡ven! vamos a abrazarnos
y a trasmitir las buenas nuevas, como se hizo en la antigüedad,
las buenas nuevas que a toda la Tierra
en Paraíso la va a transformar.
Amén

 

Montevideo, 13/01/96

ENCUENTRO ENTRE ANGELES


Ahora mi Señor, Angeles, dijo tu hijo.
¿Y qué son los que están en la Tierra?
¿Son diablitos?
Son mis ángeles que para todo se han ofrecido.
Cuando mi Jesús dijo:
vendré en tiempo de hermanos contra hermanos,
para que se cumpla la Profecía
en mis ángeles en lo humano tiene que estar,
discrepando, pero en lo divino siempre se están abrazando.
Pero están mis otros ángeles,
los ángeles que están en las estrellas,
también de la misma condición vuestra,
mis ángeles vienen para hacer obra junto a Ese,
vuestro Hermano Mayor, ese Hijo Mío que por todos se ofreció.
Y vienen esos otros ángeles, las estrellas se están acercando
y ellos ya se están manifestando en muchos,
de distintas maneras, telepatía, dicen algunos,
presencias que siento, que veo... no hay nadie.
Ellos se están manifestando.
Siento respirar, pero... si estoy solo....
Ellos se están ya acercando,
pero preparando a los hermanos,
esos ángeles con los otros ángeles,
para el Gran Encuentro, el Gran Abrazo
y ayudar a ese Hermano a transformar rápidamente la Tierra
en el Paraíso de la promesa.
Sí, se prometió y cumplido es.
Y no piensen que entre mis ángeles,
alguno pueda discrepar, o hay algunos que digan,
"¡por favor cuidado con ellos que nos van a aniquilar.!"
No, no, hijos míos, no, si alguien pudiera pensar así,
se hubieran apoderado de la Tierra hace miles de años,
cuando la Tierra no tenía defensa alguna.
Ellos vienen para colaborar.
Y si a mi Jesús en aquel tiempo, en el calvario, ¿qué le dijeron?
Si eres Hijo de Dios que vengan tus ángeles a salvarte.
Claro que podían llegar,
sin embargo con qué dolor,
no se cruzaron de brazos,
pero debían respetar las profecías,
con dolor se aguantaron aquellas horas sombrías,
y cómo demostraron como estaban desgarrados,
desgarraron el velo del templo,
así estaban también ellos.
Y cómo estaban de ensombrecidos,
la Tierra ensombrecida también,
así demostraron el dolor que sentían.
Pero no se apartaron de aquel hermanito, no, almas mías,
lo ayudaron para que pudiera al tercer día
caminar entre las piedras.
¿Quién con los pies destrozados podía andar caminando?
¿Quién con llagas y heridas, no solo en la espalda,
en su costado, en sus manos,
podía andar por los caminos al tercer día,
si no hubiera sido por esa presencia bendita
de esos ángeles que lo ayudaron?
Así también, este es el Tiempo que vienen
para ayudar, para colaborar
y en sus estrellas rápidamente a la Tierra la van a transformar.
Y es como salir de una noche de invierno cruel
a un amanecer de primavera,
que será primavera ya en toda la Tierra.
No más inviernos, no más veranos,
no más desiertos ni volcanes, no más cataclismos,
no más guerras, no más cañones que rujan,
sino, si hay un cañón, arrojará música y flores.
Amén


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