Montevideo 13/5/84

HOY VIENEN 78 NAVES ACA

Mi Señor, aumentó el número de tus hijos en esta bendita reunión.

Aumento -dice EL- ¿a los que traje?
a los que traje y a los que traeré,
porque vienen viajando otros hijos
y aquí se congregarán,
hoy vienen 78 naves y no se percibirán
no hay radar que las capte almas mías
esto lo saben muy bien,
mas con todas éstas

(Pero mi Señor, es como una estrella gigantesca)

Así es, en la formación que están,
míralas -dice EL­
(es divino Señor! una grande en el centro y después como se van formando y formando y forman los picos de la estrella, son 78 naves, mi Señor)

Así es, ¿cuántos picos tiene la estrella? -me pregunta­
(Ah , no sé, me confundo... y no los puedo contar)
Hay 17 picos en la estrella,
y cada uno tiene una representación , un símbolo,
está formado todo por las naves -fíjate-

¡Qué maravilla! y con qué precisión! Hay una escotilla, como si fuera una sola y gigantesca. Pero, qué combinación, mi Señor!...
No, no dice El...

Porque le pregunté si tenían que ensayar para prepararse así. Me dice que no, que cuando las diseñan, escuchen bien, cuando las diseñan y a hacen
el diseño de como es cada nave para luego, cuando de calcen poder formar esa estructura tan asombrosamente gigantesca y tan bien. Y ahora está mostrando...

Sí, dilo -dice EL- ¿qué te muestro?

Construcciones antiquísimas en las que no pueden calzar entre las uniones de las piedras, me muestra que no puede calzar una hoja de afeitar, y están perfectamente calzadas unas con otras.

Vas a dar conocimiento -dice EL­-
de cómo todo se realizó
como trabajaron con denuedo
en esas indestructibles edificaciones
Es sorprendente esta revelación, mi Señor
Como fue y de donde fue , todo lo sabrán
Piedra sobre piedra también y desde qué profundidad,
qué aporte de estos hijos
acaso creen que fue, transportado por esclavos,
llevando por sogas al hombro, piedra por piedra, NO, -fíjate-

y esas enormes piedras Señor, me estás mostrando como una gran isla de donde las fueron sacando. Es asombroso, porque es como sierras que van cortando la piedra, pero de qué metal, que rápidamente, rápidamente y en unas medidas tan exactas, como están preparándolo todo . Veo una isla y desde esa isla en sus naves transportan las piedras. Luego son depositadas en determinado lugar y en determinados sitios. Y es en unas profundidades como si fueran desiertos pero como si hubieran lugares profundos donde depositan las piedras.
Me muestra lueqo, cómo aquellos arquitectos que se mencionan en el Antiguo Testamento y que se mencionan antes de la venida de Cristo en otras escrituras, como hay seres que luego eran inspirados y preparaban lo que después eran como santuarios. Pero allí tenían todo el material, contaban con todo lo necesario. Y era el aporte de ellos. Así colaboraron ellos para estas construcciones y fueron guiando...
Y me está mostrando cómo las van construyendo, y los veo a aquellos arquitectos de la antigüedad también con sus rollos diseñando, preparando, es verdaderamente una obra tan maravillosa. Pero veo a aquellos pobres esclavos escuálidos, sí, pero de allí eran las piedras, no era... si, no podía ser de ninguna manera, ... claro, mi Señor .
Distancias como las que se describen, no, así que ellos colaboraron en toda esa obra. Pero Señor, me los estás mostrando a ellos mismos también como esclavos, sin serlo. Y como están ayudando a la vez a otros, y me estás mostrando otros, como desde las naves sin ser vistos como alivianan las piedras que son transportadas y cómo al colocarlas, cuántas veces en las moles esas, cuántas veces ellos ayudaban a calzar las piedras, pero también me muestras como en otros sitios un mal cálculo,... parte es natural, aquello se derrumbaba.
Esto es simbólico, mi Señor.

Desde luego -dice El-

Me muestra un reinado, por ejemplo, pero parece que hubo más de uno, en el cual eso simbolizaba que aquel reinado se derrumbaría y veo todo lo que ocurrió, como se derrumbaban esos reinados y luego se reafirmaban y allá continua construyendo y levantando las pirámides.

Inamovibles en el tiempo -dice El-
Pero una sacudida habrá, una sacudida telúrica tan grande
que hasta la más considerada como importante, almas mías
se va a derrumbar, es que ya no quedará piedra sobre piedra,
sólo ustedes las piedras son, las piedras preciosas
de mi mansión Santa, las piedras divinas en el Monte de Sión,
ustedes son las piedras plenas llenas de gracia
de resplandor que al mundo entero va a llegar,
ustedes son las piedras inamovibles
firmes, resistentes, fuertes y suaves
porque quien las acaricie, tibieza en esas piedras
y también en ellas.....
así son ustedes mis bienaventurados
así las piedras como fundamentales de la Nueva Jerusalem,
así en ustedes también he cimentado
todo el reconocimiento lo tendrán -dice EL-­
y el alcance de mis palabras, que si algunos dicen "así no es"
yo digo Sí, sé cómo las empleo, y ustedes lo sabrán también,
san mis piedras bienaventuradas, distintos nombres tienen
pues aquí están, que si una se llama perla y otra ágata
es como se les llama Matilde o Rosina
Mery o Ana María, Lila, María del Carmen o Rosario también
o mis hijos que se llamen Carlos, Ruben, Rubin, Nelson
y el que está y el que ha salido en su parte humana.
Son los nombres que tienen como las piedras que hay
por lo tanto bienamados qué Pirámide que hay,
Pirámide pero no en lo humano, Pirámide en lo celestial
por lo fuerte, por lo sólida y por la religiosidad que habrá,
así forman ustedes una pirámide que nadie la podrá derrumbar,
no habrán vientos, ni habrán armas que puedan contra ustedes,
pues sabrán que la fuerza y el poder que les he puesto
invencibles los harán.
Pero siempre en el bien y siempre para amar
que quien quiera derribarlos, ustedes a ellos no los van atacar,
sino respondiendo con amor y con rayos de luz que irradiarán,
como piedras en las que da son
y esa luz es el aporte que otros recibirán,
y aquel que quiera atacarlos, ustedes en defensa de la fe,
mostrarán que la mejor arma es mirarlos
con la ternura que en la mirada aumentará -dice El-
y verán el corazón abierto , no por una estocada
sino por el amor, sabiendo que está abierto
es el recinto donde pueden entrar,
y donde todo lo reciban sin nada tener que aportar,
que todo lo que reciban
luego de sí también lo ofrecerán
y ustedes a esos seres los verán
como fragmentos de ustedes mismos
que el que una perla es, como, perlitas
a los demás, a los que lleguen así los transformarán -dice EL­-
­pero, el que sea como un diamante o como una ágata
también los verán como diamantes o como ágatas
que engarzadas estarán también en la Nueva Jerusalem.
Amén.


- Montevideo - Diciembre 1981

LAS NAVES ESTAN AHI

Las naves están ahí. Pero veo una parte en lo alto, independiente de las naves y de todo lo terreno. Esto es obra exclusiva del Padre. Está colocando un camino desde lo alto. Un camino que sale de un punto donde hay una luz inmensa, inmensa, como si fuera un orificio luminoso y de ahí parte el camino. Es un camino que está, no voy a decir suspendido, pero verdaderamente es... solo un camino, al costado de este camino, hacia la izquierda una vegetación como puede ser en los países tropicales, variada, hermosa, veo helechos, hacia la derecha, El está colocando piedras, piedras muy hermosas, piedras luminosas de distintas formas, rápidamente las está colocando y viene y termina de colocarlas. Luego, ahora, es solamente un movimiento de la mano, y de aquella luz también comienza a surgir agua.
Simultáneamente me muestra Sión, donde ahí también surge agua. Esta agua la de Sión corre en dirección al río, aquella viene cayendo entre las piedras. Al venir cayendo entre las piedras, que es distinta, resplandece, forma como espuma al golpear entre las piedras pero son como si fueran innumerables estrellitas. Nunca vi brillar de esta manera. El agua cuando viene corriendo entre las piedras, viene como emitiendo unos sonidos dulcísimos, dulcísimos. Pero es como si no termina acá, es como si se interna en la tierra, y es como si de pronto los viera a todos Uds. dentro de unas cuevas también muy luminosas donde está la misma vegetación, donde esta agua fue formando un cauce y sigue corriendo, corriendo, pero hay luz, no sé de donde viene esa luz, pero hay luz. Los veo a todos Uds.
como van caminando a la orilla del agua, algunos se toman unos momentos de las manos, luego se sueltan, se van apoyando en piedras, en las mismas plantitas que las van tomando con delicadeza... pero de pronto alguien no quiere tomarse, quiere dejarse caer en el agua, y hace una seña a los demás, que en el agua es donde se está mejor. Pero el agua tiene ahora, un color, un azul tan profundo, nunca vi. Un agua con un tono tan hermoso, ese azul tan profundo. Hay quienes quieren introducirse en el agua,
quienes solamente se sientan y mojan los pies. Pero hay quien empuja a otro, y luego que cayeron al agua los que cayeron se sienten mejor, no hay molestia alguna por haber caído. Pero el camino continúa, siguen todos adelante, unos van por la orillita, no se atreven a entrar a pesar de que los otros los llaman con entusiasmo. Al final si, los veo a todos. Continúa hasta una especie de boca y ahí el agua cae como una cascada. Hay un poco de temor, pero parece que alguien no tiene temor y se deja caer en el agua, y ven como cae en la cascada y el agua como golpea abajo. Pero llegó allí y se siente mejor todavía, y hace señas que todos lo imiten. y así en distintas formas, unos sentados, otros de costado , en distintas formas todos se dejan caer en el agua. Siguen de allí por un pequeño trecho pero salen del agua, un pequeño trecho que haya un costado, y encuentran como un pasadizo secreto . Esto es sorprendente . Al principio aquello era muy oscuro, muy oscuro, pero hay un pequeño recodo y ahí también iluminado totalmente. Es una base. No imaginé que se pudiera llegar... ...bueno, a dónde conduciría todo este recorrido. Sienten música, no saben de dónde sale, no se ven aparatos por ningún lado, solo una música muy suave, muy suave. La luz es hermosa de dónde proviene, uno y otro no se puede uno explicar, pero allí está todo.

Pero encuentran a alguien con vestiduras muy blancas, es un anciano, tiene cabello largo, aunque le falta parte del cabello, es un rubio canoso y de barba muy larga, muy larga. Tiene como un cayado sin apoyarse precisamente en él. Luego ese cayado lo levanta y da unos pequeños golpes en una parte de lo que podría decir paredes. Eso fue repitiéndose como un eco, como una campanilla hasta perderse. Se siente como una respuesta. Y aquello es percibido y es recibido allí. Este anciano les hace señas de que lo sigan, y él los conduce a otro lugar. Otro lugar donde hay otra especie de cauce de agua, otro pequeño arroyo. Allí les hace una seña...
(se corta la grabación que continúa más adelante)

Son llevados, son guiados, hay una especie de... la entrada a esa cueva es alargada, para subir allí suben unos escalones de piedra... entran... pero quien va a delante lleva unas sandalias y se las quita, entra descalzo. Los demás lo imitan, pero hace una gran reverencia antes de entrar. No se ve nada solamente una luz, esta sí, es una luz que está independiente, no como el resto de la luz, pero este ambiente no está tan iluminado. Como la luz del sagrario en las Iglesias pero más grande. Estoy preguntando... si ahí están también las hostias consagradas, están en las especies del pan y del vino, la sagrada forma, cuerpo, sangre, alma y divinidad de nuestro Señor Jesucristo? Se me indica que sí. Hay un gran Sacerdote, digo gran sacerdote en el sentido simbólico. Alguien que está hace muchísimos años allí, solamente para el servicio religioso. Nunca había visto y estoy segura que Uds. no han oído hablar de ningún sacerdote ni de oficio religioso entre ellos, sin embargo allí está. Pero parece que es una preparación distinta a la que se ha recibido dentro de cualquier Iglesia evangélica, católica, es algo distinto. Quizá con una gran superación. Hay bancos. Se les indica que tomen asiento y allí se ubican, hay más personas, parece que están esperando algo. De pronto en la parte de lo que podría ser el altar se ilumina más suavemente y se comienza a ver distintas figuras. Primera vez que veo los Ancianos. Muchas veces sentí hablar de ellos, nunca los habría visto. Comienzo a contarlos, pero me dicen son 24 Ancianos.
Alguien que no es un Anciano se acerca a ellos con un gran pergamino. Va hacia la parte central, lo desdobla y muestra... son 12 y 12, o sea el primero de esos doce hacia la izquierda a ese le muestra el pergamino. Pero va otro joven y lleva dos copones, pero solo alcanzo a distinguir más el copón, el cáliz. El Anciano que está mirando, el que recibió el pergamino habla, no lo trasmite, habla. Es una voz un poco ronca, pero habla con claridad. Me está vedado, no puedo aún yo explicar lo que está diciendo, pero está dando unos datos muy precisos en lo que concierne a los tiempos. Veo como se miran y se miran asombrados, es como si quisieran salir corriendo para avisar a los demás, cuál debe ser su actitud, cuál debe ser su proceder, pero se contienen. Pero está el deseo de correr. Alguien levanta la mano, indicando calma, calma. Termina esa lectura y el otro anciano de los dos que estaban en el centro, mientras el joven sostiene el cáliz, el Anciano introduce el dedo pulgar y va haciendo una pequeña señal en la frente de cada uno. Es asombroso, pensé que haría la señal de la cruz, no, no hizo la señal de la cruz, hizo un signo en esta forma: como si partieran tres hojas de un centro, ¿comprenden? hacia cada costado y hacia arriba. Lo que podría representarse como una flor de lis, y así continúa en cada frente. Van silenciosamente, respetuosamente desfilando, los que ya estaban y los que acaban de llegar. Sienten como si eso les quemara. Pero sienten como que esa quemadura les hace un inmenso bien. Es como quien recibe una inyección, duele pero hace bien, bueno en Uds. es igual. Y van saliendo. Aquello, luego que termina el coro se van nuevamente apagando, apagando, solo queda aquella lucecita encendida y todos van saliendo muy en silencio fuera de esa cueva nuevamente. Y aquí tienen la gran sorpresa. Está aquella nave, grande, esa nave madre o sea la Santa María como la vi hoy, está allí aguardando. Y de pronto como una alfombra que se extiende a sus pies y se van posando en ella, luego la misma alfombra retrocede hasta entrar en la nave. Una vez todos adentro, se iluminó totalmente como en un saludo a sus habitantes y apaga nuevamente, totalmente y no veo nada más. Solo ahora, la veo ahí, el camino que se hizo vuelve nuevamente a su punto y todos acá.
Gracias por todo.

Hoy una rueda distinta, pero mis hijos siempre son. Estén como estén dispuestos, estén como estén, están siempre en mi corazón. Y como siempre que digo el pan es la humildad, el pan que representa a aquel hijo, aquel que todos compartirán, compartiendo cada bocado, unidos por fin estarán, unidos porque están destinados, unidos porque de mi corazón no saldrán. Y el agua que todo lo purifica y el agua que todo lo curará, el agua esa que al sediento la sed por siempre saciará, el agua bien para todos, nadie solo para sí tendrá, sino para recibir y brindarla porque inagotable será.
Es como mi palabra bendita que Uds. la repartirán, así se hace con el agua porque en todo bendición también hallarán. Almas mías, mis señaladas, batir de alas se sienten ya, el Aguila corre presurosa en un vuelo que envolverá al mundo y luego acá tornará. Arriba de este bendito suelo y en un lugar que destacado será, en un lugar que será muy señalado. El vuelo nuevamente alza, ¿adónde se dirige? misterio dice EL, por ahora será.
Que luego llegan momentos que todo lugar conocerán. Por esto lo tengo dispuesto y por eso destinados están, si hasta en esto no como un privilegio, sino como seres que llevarán conocimientos a los demás, Uds. como maestros primero así lo tendrán.
Amén.


Ir a siguiente página (02)
Volver a índice de "Presencia de las Naves"
Volver a página "Hermanos del Cosmos"
Volver a página de Entrada