autogestión vecinal

(El Observador 24/03/2000)

Proponen a los vecinos
renovar el Barrio Sur

Un proyecto de la Intendencia Municipal de Montevideo pretende transformar el gasómetro en un centro cultural, hacer de la calle Carlos Gardel un paseo y darle más vida a su plaza

por Soledad Ortiz de la redacción de El Observador

El esqueleto de hierro que sobrevive a los vientos del sur y que llaman gasómetro se transformará en un centro cultural; la calle Carlos Gardel le hará competencia a las coquetas casitas de colores del barrio Reus y la plaza que lleva el nombre de el Mago será el centro de actividades artísticas, con una serie de boliches y locales comerciales que respetarán el ritmo de la zona.

Pero, además, los propietarios de las seis torres que se levantan en la rambla, entre Paraguay y Carlos Viana, podrán guardar sus autos en estacionamientos subterráneos y utilizar el verde de los alrededores como un gran parque; el cementerio Central ya no tendrá muros grafiteados y descascarados porque todo será reacondicionado; y sobre la rambla, a la altura de la calle Convención, los viejos galpones donde hoy sólo se juntan perros de la calle serán reciclados para albergar un club que se dedique a las actividades deportivas relacionadas con el mar.

Todos estos proyectos serán expuestos en el centro comunal del barrio Sur durante el mes de abril para que los vecinos propongan, aprueben y se opongan. Y una vez que se logre un acuerdo, la comuna de Montevideo deberá pulir este proyecto que deberá ser aprobado por la Junta Departamental.

Este Plan de Ordenación, Protección y Rehabilitación Integral del Barrio Sur ­un plan derivado del Plan de Ordenamiento Territorial (POT)­ fue diseñado por un grupo de funcionarios municipales que realizaron un diagnóstico general del barrio entre las calles Ejido, Ciudadela, Maldonado y la rambla. Y para que la propuesta funcione consideraron prioritario encarar el tema de la vivienda en la zona.

“Es una zona residencial, pero hay que redensificarla como toda zona central de la capital. Hay una gran cantidad de viviendas y terrenos municipales que serán reciclados o vendidos a sus ocupantes. Los casos más problemáticos están en la calle Zelmar Michelini, donde hay muchas viviendas municipales que están ruinosas, verdaderos tugurios y con población diversa. En estos casos propondremos realizar cooperativas”, señaló a El Observador Noemí Alonso, una de las arquitectas que integró la comisión de redacción del plan.

La comuna apuesta a la redensificación con la construcción de unas 250 viviendas en lo que hoy son los galpones de la División Barrido y Limpieza. “No es lógico que un punto privilegiado de la ciudad esté ocupado por galpones de la Intendencia. Allí se propone construir viviendas por medio de cooperativas y se intentará que la población que las habite sea de distinto tipo, porque la idea no es formar un ghetto”, puntualizó Alonso.

Toda esa población nueva y la ya existente, principalmente en las seis torres de cara al mar, recuperará el gran espacio verde que tiene en sus alrededores y que es utilizado para estacionamiento. Un edificio del INVE recibirá un “lavado de cara” y el Carlos Viana será reciclado. Los autos, por su parte, tendrán estacionamiento subterráneo ­de dos o tres niveles­ aprovechando los desniveles del terreno.

“El espacio verde entre las torres está mal utilizado. Hoy día es usado como estacionamiento, pero ese será el gran paseo del barrio, porque es un gran balcón al mar”, destacó Patricia Roland, otra de las arquitectas del plan.

La gran atracción turística estará, de acuerdo al plan, concentrada en la calle Carlos Gardel, porque las fachadas de las casas serán recicladas. Para ello se adaptará un programa de rehabilitación que ya existe para el barrio (y pretende extenderse a la Ciudad Vieja). El programa, financiado por la Junta de Andalucía otorga a los vecinos la suma de US$ 3.000 para reciclaje de las casas, con un subsidio para la fachada.

La calle Carlos Gardel se dividirá en dos tramos. En el primero, desde Carlos Quijano hasta Paraguay, se reducirá la circulación de los autos a un solo carril y estará prohibido estacionar. Allí se ensanchará la zona de circulación peatonal y se hará un tratamiento indiferenciado del pavimento entre la calzada y la acera, destacando la senda vehicular por medio de elementos del equipamiento urbano.

En el segundo tramo, desde Paraguay hasta Wilson Ferreira Aldunate, sólo se prohibirá el estacionamiento en la zona norte y se plantarán árboles en las esquinas.

“Lo que se intenta con esta propuesta es crear una zona de circulación lenta que favorezca su uso como paseo. Pero también se reforzará la centralidad de la plaza Carlos Gardel, con nuevo equipamiento urbano, boliches y propuestas recreativas”, señaló Roland.

Para completar la oferta cultural y de paseo, la comuna quiere recuperar el “gasómetro” como un centro cultural. “Hacer un llamado a expresiones de interés para explotar la estructura tan característica del barrio. Nos imaginamos una planta baja con comercios vinculados a la cultura negra y una segunda planta con un anfiteatro”, comentó Alonso.

Las actividades deportivas tampoco son ajenas al plan previsto para esta zona. Además de la recuperación de todo el espacio verde existente entre las torres, se prevé acondicionar otro ubicado sobre la rambla Sur, a la altura de Julio Herrera y Obes, con áreas de juegos protegidas de los vientos.

Al lado, donde hay instalaciones de la ex Compañía del Gas, se reciclarán galpones para destinarlos a ser la sede de actividades deportivas y náuticas. “En este caso también se hará un llamado a expresiones de interés de manera de dinamizar el lugar y financiar el proyecto”, dijo Alonso.

El barrio que vive al ritmo del candombe

El barrio Sur surge de la expansión territorial de Montevideo, a partir de la demolición de las murallas de la ciudad en la temprana República. La continua exposición a los vientos fríos del sur hicieron que, desde sus comienzos, el barrio fuera una zona desvalorizada desde el punto de vista residencial.

La población originaria estaba formada por trabajadores: principalmente inmigrantes y libertos negros, que alquilaban viviendas y se ubicaban en conventillos. Las modalidades culturales afro-uruguayas que allí se gestaron perduran hasta hoy y le dan a ese barrio ritmo de candombe, Carnaval y Llamadas.

Como en otras zonas de Montevideo allí predomina, desde el punto de vista morfológico, el trazado en damero y las casas con patio de un solo nivel. El paisaje urbano parece entonces austero, con calles en pendiente, fachadas similares y vista al mar. Pero, a pesar de lo austero, esos simples atributos hacen del barrio Sur un área fuertemente caracterizada de la ciudad.

El Plan de Ordenación, Protección y Rehabilitación Integral del barrio Sur ­uno de los 14 planes derivados del POT­ será sometido el mes próximo a consideración de los vecinos para luego proyectar los cambios, previa aprobación de la Junta Departamental.

os otros dos barrios centrales que se encuentran en similar situación (aunque en etapas anteriores a la consulta a los vecinos) son Ciudad Vieja y Goes.

Objetivos

Redensificar. Defender y profundizar el carácter residencial del barrio Sur, estimulando la redensificación del área y la recuperación del patrimonio edificado con destino a vivienda para así combatir, al mismo tiempo, las malas condiciones del hábitat.
Reequilibrio social. Promover el reequilibrio social y urbano de los distintos sectores socio-económicos que lo conforman.
Equipamiento. Recalificar el espacio público, dotándolo de equipamiento adecuado y carácter propio.
Centralidad. Reafirmar las centralidades del barrio Sur.
Entorno natural. Poner en valor el entorno natural y jerarquizarlo a través de un adecuado equipamiento y optimizar su relacionamiento con el espacio construido.

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