Investigaciones sobre Naufragios en el Río de la Plata y Atlántico Sur

¡Hola!,

 

quiero comunicarme con investigadores de todo el mundo
a quienes interesen los barcos hundidos,
ya sean:
- lectores de literatura del mar
- escritores de temas marítimos
- investigadores de naufragios
- arqueólogos submarinos
- buzos
- buscadores de tesoros
etc.

 

A continuación les cuento "mis circunstancias":

Desde niño me sentí atraído por la magia del mar, la belleza de las playas solitarias y el eterno diálogo de las olas con la arena.

Y desde niño tuve mi naufragio propio: frente por frente a la cabaña de verano que mi abuelo tenía en la Barra del arroyo Maldonado, sobre los médanos de la entonces llamada Playa del Barco (hoy Montoya), se divisaban los retorcidos restos de un barco hundido.

Para mi imaginación de niño se trataba de un galeón asaltado por piratas, bajo cuyo casco yacía un tesoro enterrado.

Los años se encargaron de hacerme caer en la realidad: el naufragio era reciente (1911) y el tal tesoro consistía en una carga de carbón de coke con destino a Buenos Aires.

De todas maneras los restos del Barnby, que así se llamaba el barco, actuaron como un imán para alimentar mis sueños de aventuras marinas.

 

Tiempo después, ya estudiante universitario, tuve la oportunidad de navegar durante veinte días por el Atlántico sur a bordo del Lucho III, un pequeño vapor de carga que hacía la travesía desde Río Grande hasta Buenos Aires. También le quedo reconocido a esa hermosa aventura, cuyos episodios perduran en mi recuerdo.

 

Unas vacaciones de invierno fui invitado por don Melitón Alvarez, el farero del cabo Polonio, a pasar unos días en el faro. Convivir con hombres de mar, pescadores, loberos, etc. fue una extraordinaria experiencia, máxime que don Meliton nos agasajó con estupendos y originales platos de pescado al mismo tiempo que contaba infinidad de anécdotas y recuerdos sobre los naufragios ocurridos en la zona, muchos de los cuales lo tuvieron de protagonista.

 

Sobre la mediana edad comencé a pasar mis vacaciones en las playas del departamento de Rocha, la costa atlántica uruguaya. Y para mi sorpresa volví a encontrar restos de muchos barcos hundidos, aflorando como esqueletos ferruginosos de la arena.

 

Comencé a conversar con los lugareños, descubriendo un riquísimo folclore popular. Algunas historias de rapiña costera pero las más de salvatajes heroicos, de gauchos que se aventuran a caballo por encima de las olas para enlazar a los náufragos.

 

En 1993 escribí el libro "De naufragios y leyendas en las costas de Rocha", del que derivó un fluído diálogo con los lectores.

Desde entonces se despertó mi vocación de escritor de temas marinos.

Como consecuencia la costa se volvió mi habitat; sentí que del mar obtendría la inspiración literaria pero también las reflexiones filosóficas sobre la vida.

 

Proseguí después con los naufragios ocurridos en las costas de Maldonado, entre el Atlántico y el Plata. En la larga lista de este "infierno de los navegantes" destacan tres de significación histórica: el del Sea Horse, barco negrero de la "South Sea and Fisching Company", dedicado al tráfico de esclavos y al contrabando, que naufragó en el año 1728 contra las restingas de la isla Gorriti, el del H.M.S. Agamemnon, barco de línea de la marina inglesa de 64 cañones, en el cual sirvió Lord Nelson de joven, hundido en plena bahía de Maldonado y el del San Salvador, fragata española de gran porte que naufragó el 31 de agosto de 1812 mientras transportaba el regimiento de Albuera con destino a Montevideo, pereciendo más de seiscientas personas. Sin duda, la mayor tragedia marítima ocurrida en el Río de la Plata.

Tengo un libro en preparación sobre el tema.

 

De allí pasé a interesarme en los naufragios ocurridos en el Río de la Plata y en el Atlántico Sur, desde el las costas brasileñas hasta el Estrecho de Magallanes, incluso las islas Malvinas.

 

 

El motivo de este llamado es llamar la atención a los "naufrólogos" de allende los mares de que en las barrosas aguas del Río de la Plata y las procelosas del Atlántico sur han ocurrido naufragios y tragedias tanto o más interesantes que las de sus lugares de origen.

Tenemos de todo: galeones españoles con tesoros, proyectos de arqueología submarina, dramas, tragedias e historias de gran calidad humana y significación histórica.

 

Me interesaría conectarme con lectores de todo el mundo, pero en especial con los de países de cuya bandera existen barcos naufragados en esta zona: España, Portugal, Inglaterra, Francia, Italia, Brasil y la Argentina.


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Para contactarse con el autor:
Juan Antonio Varese
Telefax (+598 2) 900 29 19
Montevideo, Uruguay
e-mail: jvarese@st.com.uy