Capítulo 2.-

Los Siete Sacramentos

La Eucaristía

 

 En el primer capítulo hablamos de lo que son los sacramentos para nosotros.
Dijimos que nos iban a acompañar a lo largo del curso.
Tengámoslos pues a la vista, y avancemos un paso más en nuestra reflexión.

     
     
 

Jesús tomó de la vida cotidiana los elementos corrientes
y les dio un significado
especial.

Los sacramentos en la vida
nos recuerdan a otras personas o situaciones.
 En los Sacramentos que instituye Jesús,
Él está realmente presente en ellos.

 

 

     

Eficacia de los Sacramentos

Decimos que los Sacramentos son eficaces,
porque Jesucristo es quien les otorga su fuerza liberadora.

En ellos nada impide el triunfo de la gracia
siempre que haya buena disposición en quien los recibe,
porque el Sacramento es un encuentro libre con el Señor.
 

 
 


El Bautismo
,
da la Vida Nueva del Resucitado.

La Confirmación,
otorga la fuerza y compañía
del Espíritu para una
vida cristiana adulta

La Eucaristía,
nos hace participantes del
Sacrificio liberador de Jesús
 y nos une con su Cuerpo
Glorioso

 

 

 

La Reconciliación, perdona,
sana las heridas, recrea lo
destruido por el pecado
y nos hace poner en el camino
de ir haciendo la unidad

En la Unción de los Enfermos,
 la gracia da fuerza en la dificultad, paz y sanidad a la persona.

El Matrimonio
, es la presencia del Amor como apoyo y roca en la vida de pareja.

El Orden Sagrado, consagra para la vida de entrega y servicio al Pueblo de Dios.

 

 

 

 

 

 

Los siete Sacramentos significan la totalidad de la vida humana
 en sus momentos más cruciales y también más cotidianos.

Jesús elige símbolos representativos de estos momentos cruciales
en la vida de
la persona:
el agua, de donde surge la vida;
el pan y el vino que nos alimentan y nos unen en fraternidad,
la reconciliación entre personas distanciadas por la enemistad, etc.

 

     
 

 
     
 

De estos siete sacramentos, vamos a tratar el sacramento de la Eucaristía,
acción de gracias, presencia del cuerpo resucitado de Jesús.

La Eucaristía hace la unidad entre nosotros y
nos va preparando para la Resurrección.
Es mucho más que un contacto con la civilización del tres mil.
Es un contacto con el misterio del universo.

Este contacto no se realiza en una galaxia lejana
sino en lo más simple y cotidiano,
bajo el símbolo del pan y el vino.
Este misterio está en la línea de la Encarnación
el Verbo se hace pequeño y accesible a los más modestos.

 

 
       

 Para tener presente durante la semana

       

 Investiga los signos que corresponden a los sacramentos que no han sido mencionados 
 en este capítulo.