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NO HAY MEJOR TEORÍA REVOLUCIONARIA QUE LA QUE SURGE             DE LAS REVOLUCIONES HECHAS. RAÚL SENDIC










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DESPEDIDA A ANDRÉS CULTELLI

 

FERNÁNDEZ HUIDOBRO EN EL SEPELIO DE ANDRÉS CULTELLI- 14 de agosto de 2003

 Compañeras y compañeros:  hoy vamos a plantar acá una semilla, cascoteada y vieja, una semilla de yunque y martillo, y quisiera decir también unas palabras del corazón, muy improvisadas, una cifra, unos números.
1921, el año en que nació esta semilla. Estuvimos anoche conversando con el flaco Chifflet, y hoy con Jorgelina,  tratando de componer una biografía de Andrés Cultelli, y eso es imposible, absolutamente imposible, apenas unos apuntes.
La biografía, porque lo que hoy tenemos acá es pura biografía, purísima biografía, la van a tener que hacer unas cuantas personas, que van a tener que trabajar mucho para escribir de verdad una biografía de Cultelli.
Cuando yo era aun pibe ya hace muchos años, muchísimos años, demasiados, le decíamos el “Viejo Cultelli”, y ahora que somos viejos le seguimos diciendo el “Viejo Cultelli”.
Estaba en su vida como en la de tantos otros, condensado ese siglo corto que fue el siglo pasado que nació en 1914 y que tal vez se murió en 1990, 1991.  En 70 u 80 años de la vida de Andrés se condensó todo, absolutamente todo lo que esta humanidad hizo: revoluciones, formidables revoluciones de las que él fue contemporáneo, ganadas y perdidas, todas las que ustedes quieran imaginarse, piensen solamente que tenía 17 años -en la época en que con 17 años ya se era casi viejo- cuando la República Española estallaba en llamas, y él militaba para eso. 
Piensen que tenía 21 o 22 años en plena 2da. Guerra Mundial, cuando el fascismo de verdad, no el fascismo retórico, estaba copando el mundo y ya era él Secretario de Frugoni antes que éste se fuera a Moscú, al Moscú sitiado, y fue Secretario de Frugoni después que Frugoni regresó.
Piensen todo lo que en estos años se condensó, las revoluciones contra el colonialismo, las revoluciones de liberación nacional en el mundo, en el planeta Tierra.
Contemporáneo de todas esas cosas, protagonista comprometido de todas ellas, como muy pocos, como un puñado de gente que nos va quedando todavía.  Piensen en nuestro país, piensen en la creación y fundación de sindicatos y centrales obreras, incluida la Central Obrera del Uruguay.  Piensen en las tantísimas batallas en torno al movimiento estudiantil y todo el movimiento obrero, asesor, ayudante inclaudicable e incondicional de una cantidad de gloriosos sindicatos, y fundador de otros cuando no los había, en los lugares donde era más difícil crearlos.
Pasó por todo eso viviéndolo, sufriéndolo, yunque y martillo ¿por qué?, porque nació en Rocha en las condiciones más adversas que puede tener un ser humano, la de ser pobre.  Decir un niño pobre, hoy en el Uruguay es no decir nada.  Hay miles de niños pobres.  No tiene relato, éste comienza después de decir niño pobre, y por sus propios medios, yunque y martillo, venció su tartamudez, se educó, se formó, se autoformó, no fue abogado porque no quiso, fue psicólogo, fue filósofo, pudo discutir de igual a igual con la gente más culta de la derecha de este país, fue edil, fue secretario de Frugoni, fue diputado, fue fundador de movimientos políticos y fue también acero templado del viejo Partido Socialista, que no podemos dejar de mencionarlo. 
Un capítulo enorme de la vida de Cultelli y de otros que están más autorizados para hablar que yo.  Como periodista fue director de periódicos como El Sol, del PS, fue administrador de periódicos cuando nadie quería agarrar la administración de aquella epopeya que fue el diario Época, que hizo época en la historia de la izquierda uruguaya, administrador también el día que lo clausuró Pacheco Areco, cuando también clausuraba y estigmatizaba prácticamente a toda la izquierda uruguaya. 
Cultelli era administrador cuando muchos no quisieron, y aquella aventura tal vez condenada a la derrota, él la transformó, contra la opinión de todos, en una victoria. 
Fue mano derecha de Sendic, que era más joven que él, por eso era el “Viejo Cultelli” en aquellas épocas. 
Hasta el Che Guevara era un viejo cuando no había cumplido 40, pero eran otras épocas, los jóvenes terminábamos de ser jóvenes a los 18 y los que tenían 28 ya eran veteranos, y entonces la diferencia de edad entre hombres como Andrés y Sendic en aquel entonces era notable.  Uno era más joven y el otro más viejo, ¡con una diferencia de 4 años!  Increíble cuánto ha cambiado el mundo en estos tiempos, cuando una diferencia de 20 años hoy no son nada, los jóvenes siguen siendo jóvenes hasta los 40. 
Fue edil por Montevideo en épocas muy duras.  Fue edil con Prato, con Damonte y el flaco Chifflet, se plegó a la fundación y a la constitución del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.  Con él afrontó todas y las más feas, fue intelectual y maestro de todos nosotros, dejó un hijo por el camino que quedó eternamente en los 18 años.  Tendría hoy 52 aquel eterno joven que se quedó fusilado en Pando, hijo de Andrés.
Cuánto debe haber sufrido “el Viejo” esa muerte.
Se fue a Chile como se fueron tantos en épocas en que irse al glorioso Chile de Allende era una opción constitucional que tenían los perseguidos por la dictadura de Pacheco Areco, era un “no había más remedio”, era el lugar más cercano para encontrar libertad y militancia, y además porque lo mandamos.  Y fue a la Argentina de la triple A, a la Argentina de los 30.000 desaparecidos cuando las papas quemaban y cuando era muy difícil estar allí, y allí estuvo en aquella gigantesca trampa.
También en las más duras, y no sé por qué milagro de la vida y la casualidad, salvó su vida y no lo contamos hoy entre los desaparecidos o los fusilados de aquel holocausto de la izquierda latinoamericana.
Ejemplar preso en Sierra Chica en Rawson, lugar que para los pelos de punta mencionar en la Argentina, dando testimonio -que hoy recogemos y que hemos recogido a lo largo de todos estos años-  aquellos militantes veteranos de la izquierda uruguaya.  Respetado y honrado hoy por todos los que sobrevivieron de la izquierda argentina, los que convivieron con él en las cárceles y en la persecución en aquellos aciagos años que vivió el Cono Sur en llamas de América Latina.  De allí también liberado, por suerte, una moneda tirada al aire, cara o cruz: la muerte o la vida.  Anduvo por Europa, un Quijote de la Mancha tenaz, tozudo, siempre organizando, planificando su retorno para liberar a los compañeros presos y para liberar este pueblo.
Los relatos que de él hacen los compañeros que convivieron aquella Europa del exilio nos dejan ver a ese extravagante Quijote de la Mancha, teorizando, filosofando y haciendo otras cosas más pragmáticas, y hasta prosaicas si se quiere, con un solo objetivo, volver al combate y a la lucha y en especial ir a buscar a los compañeros que estaban presos, permanentemente.
Vivió en Cuba, en esa rodada de la vida, unos cuantos años, humildemente sin mostrar allí los galones que le correspondían por una vida que condensa la vida de la izquierda mundial, latinoamericana y uruguaya del siglo XX.  Y hoy plantamos aquí una semilla y apenas se pudo, vino acá a reconstruirlo todo: sindicatos, organizaciones políticas, Frente Amplio, Central Obrera, siempre al pie del cañón.  Y ya veterano,  fundó  aquella modesta revistita y la organización de jubilados de Lezica-Colón, después de la formidable epopeya de esa generación a la que hoy queremos honrar en la figura de Cultelli.
A toda una generación de luchadores y luchadoras, una gigantesca epopeya del año 1992 con aquella famosa dictadura de los jubilados creando lo que parecía imposible, algo así como la Central única de todos los jubilados uruguayos, y propinándole a la derecha una histórica derrota en el plano electoral, un aluvión de votos que cambió desde el Interior fundamentalmente, una correlación de fuerzas definitiva en ese plano también.  Porque hay que hacer justicia, fueron estos viejos compañeros/as jubilados creando aquella central en el 92 y logrando por primera vez la conquista de colocar a uno de sus hombres en el Directorio del BPS, cumpliendo una Constitución incumplida del año 66, sorprendiendo a la derecha que no esperó nunca este aluvión de votos recolectados por ellos.  Por enésima vez organizando cosas nuevas, creaciones nuevas, cosas no existentes, prolegómenos; con aquel gran triunfo de este pueblo en el plebiscito que pocos días después se hizo contra las privatizaciones de las empresas públicas en diciembre del 92.  Este pueblo le propinó al neoliberalismo tal paliza que es un ejemplo a nivel internacional, porque hay muy pocos antecedentes de que una ley de esa naturaleza fuera anulada de la manera que lo hicimos, abriendo las puertas de par en par gracias a ese trabajo, a lo que después fueron expresiones electorales de otra índole que pueden estar cuestionando o no el gobierno de este país por primera vez en la historia, desde la derecha hasta los sectores progresistas.
Fue fundador del MPP, también diputado, honroso diputado, batallador especialmente en los temas de seguridad social del Movimiento de Participación Popular.  Las semillas, por más rodadas que tengan y más cascoteadas que estén, cuando son buenas siguen siendo semillas, pero llega un tiempo que hay que plantarlas, porque la vida es así, y la muerte acompaña esa vida.
Yo voy a terminar estas palabras y me comprometo a trabajar con quienes quieran construir la biografía de Andrés Cultelli.  Seguro de que estaré, no sólo haciendo la biografía de Cultelli, sino la de la izquierda mundial, la izquierda uruguaya, y la biografía del siglo XX.  Porque él condensa, desde el punto de vista militante todo, absolutamente todo.
Entre los mensajes que han llegado en estas horas, que quedarán para recuerdo de sus nietos -porque ni su compañera ni sus hijas los necesitan, vaya si tienen mensajes del viejo Cultelli-, pero los nietos y los bisnietos tal vez sí los necesiten.  Yo elegí uno al azar, uno cualquiera, son pedacitos de nuestro pueblo, de FUCVAM, y dice así:
“Estimados compañeros: en el día de hoy 14 de agosto, en que el movimiento popular evoca una jornada histórica y combativa de los estudiantes caídos en la lucha por una sociedad más justa, fallece el compañero Andrés Cultelli.  Nos viene a la memoria en forma irónica aquella glosa de Atahualpa Yupanqui: yo canto por ser antiguo coplas que ya bichamos.
Andrés Cultelli, figura emblemática de la izquierda uruguaya que alimentó permanentemente sueños de redención social, coprotagonista de la lucha por la Ley Orgánica universitaria, ¿de qué lucha no habrá sido coprotagonista el viejo Cultelli?
Fallece luchando hasta el final por los mismos sueños que lo convocaron a pelear en estos tiempos de renuncias posmodernas, y el pasado y el presente se han unido en un mensaje de lucha: luchar hasta vencer que la victoria será nuestra”.Dirección Nacional de FUCVAM
Y con esto quiero terminar, gracias.

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