autogestión vecinal

El Referéndum del 7 de diciembre de 2003
Para derogar la Ley 17.448
de Desmonopolización y Asociación de ANCAP

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Confrontaron posiciones Hierro y Gargano
en una discusión sobre ANCAP ante empresarios
El vicepresidente de la República, Luis Hierro, y el senador y presidente del Partido Socialista, Reinaldo Gargano, exhibieron dos visiones diferentes sobre las políticas de desarrollo que deben seguir las empresas públicas, durante un debate convocado por empresarios privados a propósito del referéndum previsto para el 7 de diciembre contra la ley que habilitó la asociación de ANCAP con una petrolera extranjera y la caída de los monopolios en materia de combustible.

 escribe Edison Lanza
BUSQUEDA 25/09/2003


Hierro defendió el papel del Estado en la economía uruguaya, pero advirtió que para subsistir estas empresas deben "tener herramientas, como las asociaciones", que les permitan conseguir capital y tecnologías para romper con la dependencia de los exiguos recursos de las arcas estatales o de las tarifas que pagan los consumidores.
Gargano, en cambio, promovió como modelo de gestión que el Estado uruguayo en solitario acometa la reforma de ANCAP, porque "la refinería se paga sola" y de ese modo el Estado puede disponer de toda la ganancia que las empresas públicas producen para volcarlas a "educación, salud y políticas sociales".
El debate se produjo el martes 23 en el salón de actos de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) y fue organizado por la Asociación Comercial del Uruguay, una gremial que nuclea a comerciantes del centro de Montevideo y grandes empresas de transporte y servicios.

Modelo para armar. Una reflexión del empresario Julio Sánchez Padilla (CITA) disparó un intercambio ideológico entre los oponentes. Sánchez Padilla calificó de "mentira" que se "entregue la mitad de ANCAP", como sostiene el eslogan de los promotores de la derogación de la ley, y sostuvo que en el mundo actual "todas las empresas deben aggiornarse para seguir existiendo".
El vicepresidente Hierro aventuró que cuando exista competencia "ANCAP sola durará de dos o tres meses a un año como máximo" y por eso dijo que "la ley es un intento sabio, consensuado y maduro para salvar a la empresa y dotarla de un modelo para los próximos 30 años".
Pero según Gargano, la ley habilita una suerte de venta. "Es una venta por 30 años y no hay ninguna disposición que establezca cómo hay que devolver los bienes: nos pueden devolver chatarra o algo tecnológicamente atrasado", indicó.
Para Hierro, empero, el modelo de "Estado inversor" que caracterizó a las empresas públicas uruguayas "está agotado".
"Ustedes saben que soy nacionalista y batllista, quiero al Estado, pero soy consciente de que tenemos que dotarlo de herramientas para que no desaparezca", añadió.
"Hemos invertido U$S 300 millones en la refinería, todavía debemos U$S 120 millones y hay que seguir invirtiendo porque una refinería es algo muy costoso de mantener. Yo prefiero invertir ese dinero en escuelas y que sea un socio extranjero el que ponga esa plata", reflexionó el dirigente colorado.
Gargano discrepó con esta visión y se mostró partidario de que el Estado se mantenga al frente de las empresas públicas. "En el caso de ANCAP la refinería se paga sola, es una inversión que ahora mismo se está amortizando con venta de combustible excedente a futuro", afirmó.
"Yo no creo que un socio extranjero venga sólo para colaborar con la inversión. Ustedes son comerciantes y conocen la lógica del capitalismo: conseguir un lucro a partir de la inversión de capital, y está bien que así sea", dijo el presidente del Partido Socialista.
"Pero yo tengo 65 años y cada vez estoy más convencido de mis ideas: las empresas públicas tienen que ser eficientes, dar ganancias y transferirlas a rentas generales para invertir en educación, salud y otras necesidades sociales", prosiguió. "Entonces, ¿por qué vamos a regalar la mitad de esa ganancia, que es para la sociedad, a un inversor privado?", preguntó Gargano.
El senador socialista también citó un estudio suyo donde surge que desde 1992 las empresas públicas contribuyeron con U$S 1.900 millones que "fueron a rentas generales para pagar pasividades, salarios y políticas sociales".
Hierro respondió al razonamiento: "Pero senador, eso es un bonito sueño: usted sabe que Petrobras es un gigante (por la empresa estatal brasileña de petróleo) y luego que se liberalizó el mercado se asoció y utilizó un mecanismo igual al nuestro, se desprendió del 50% de las acciones de la empresa".
"¿A ustedes les parece que la ANCAP sólita, en medio de los monstruos, va a poder enfrentar la competencia?", repreguntó Hierro.

Monopolios. Para Hierro, el meollo de la discusión radica en la caída de todos los monopolios establecidos en el Tratado de Asunción que dio origen al MERCOSUR. "Creo que todos estamos de acuerdo con el MERCOSUR, pero ahora resulta que ustedes (por el Frente Amplio) no quieren la caída de los monopolios que es una consecuencia natural de la integración".
"En todo caso el que no cree en el MERCOSUR es el presidente Batlle, que anda en Miami proponiendo otras cosas", respondió Gargano.
"Pero sobre los monopolios creo que usted está planteando un error que mucha gente comete, porque el proceso de integración no establece una caída automática de los monopolios, y lo digo con conocimiento de causa porque en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado llevo años estudiando el Tratado de Asunción", reflexionó el legislador frentista.
"Creo que en este tema, como sucede en la Unión Europea actualmente, se puede negociar la caída de los monopolios de acuerdo a la realidad de cada país. Por ejemplo, hasta hoy en Francia existen monopolios", recordó Gargano.
Luego de este contrapunto intervino Héctor Parrella, presidente de la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu), que nuclea a 500 estacioneros. "¿La ley asegura rentabilidad a nuestro sector? ¿No se pueden arreglar las ineficiencias de ANCAP ahora, aun sin ley?", preguntó Parrella.
Hierro respondió que el interés sectorial "es legítimo, pero ninguna ley ni ningún decreto del gobierno puede asegurar la rentabilidad a ningún sector".
En cuanto a las ineficiencias, Hierro señaló que en el Parlamento hubo "un lobby brutal de los funcionarios y gerentes de ANCAP para derogar una ley que eliminaba el servicio médico del ente" que cuesta "mucho más que una cuota mutual".
"Acá el Parlamento ha querido recortar beneficios y los sectores públicos se oponen, y claro, al final alguien paga la cena", añadió el vicepresidente.
Gargano, en cambio, defendió a los funcionarios y gerentes del ente. "El costo de ANCAP es apenas el 10% del costo del combustible", dijo. "Me consta que los funcionarios en este período aceptaron recortar gastos, hicieron un esfuerzo muy grande y se bajó 3% el costo de ANCAP. Sinceramente no creo que se pueda bajar mucho más el precio por esta vía", afirmó.

Precio. En las preguntas de los asistentes se hizo evidente que la principal preocupación de los empresarios es si los combustibles bajarán con la aplicación de la ley de asociación. El presidente de CUTCSA, Juan Salgado, afirmó que la "gran preocupación" del sector transportista es el constante aumento del precio de los combustibles y preguntó si esta ley garantizaba una rebaja.
Hierro enfatizó que la ley "por primera vez en la historia del Uruguay fija un precio máximo del combustible y establece la calidad de los mismos". A continuación, leyó el artículo 6 de la ley que establece que el precio máximo en boca de refinería no puede superar al precio de paridad de importación.
"La ley es muy clara: ANCAP debe producir como máximo al mismo precio que producen nuestros vecinos. Si no lo logra, se habilita la importación para que se encargue de topear el precio", añadió.
Gargano, en cambio, sostuvo que "no existe ninguna garantía de rebaja en la ley" porque "habla del precio en boca de la refinería, pero después no existe ningún marco regulatorio para el precio del transporte y la distribución del combustible".
"No lo digo yo, lo dice Jorge Sanguinetti, el actual presidente de ANCAP. El negocio de los combustibles está en las dos puntas: la extracción de petróleo y la distribución, no en la boca de la refinería", añadió.
Gargano leyó un cuadro comparativo según el cual la nafta en Uruguay es más cara que la de los restantes países de la región, pero el gasoil uruguayo actualmente es el más barato. "Vean: acá tenemos subsidios cruzados y ustedes hoy pagan el gasoil más barato de la región. Ojo porque esto se va a terminar si viene una empresa extranjera y van a pagarlo más caro", advirtió Gargano.

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