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Carnaval 2003
La nueva guardia
de los tablados

Carnaval de Montevideo

CARNAVAL DE LAS PROMESAS
Medio centenar de grupos con integrantes de entre 5 y 17 años
actúa cada noche en el Teatro de Verano
La nueva guardia de los tablados

Más de 1.500 niños y adolescentes actúan en todas las categorías.
Después siguen las funciones en diferentes clubes

No salís si sos menor", advierte Jime Oros en el tema Los futuros muralistas, pero a partir de 1988, los menores salen y ya no tienen que andar "codiciando callados la pintura y el disfraz". Desde los 5 a los 17 años los menores participan del Carnaval de las Promesas, desfilan por 18 de Julio el 6 de enero y participan en un concurso en el teatro de Verano, con tres premios por categoría.

Al principio el concurso era una cuestión íntima, familiar. El teatro era ocupado por los padres de los participantes y algún amigo. El lunes pasado, en contraste, había 5 mil personas en las gradas, vale decir: los padres, los amigos y unos cuantos más, que pagaron 35 pesos de entrada, porque entendieron que había algo para ver.

Y había. Participaron cinco grupos: Ibeijada (lubolos), La Duquesa (escola), New Star (humoristas), Villanos (parodistas) y Monzonada (revista). La gracia es que tienen a su disposición el teatro donde se realiza el concurso oficial, en una de las zonas privilegiadas de Montevideo, y encima actúan a sala llena.

Son evidentes los esmeros de vestuario y escenografía, que la mayoría de las veces es confección de un grupo de padres, y en algún caso es trabajo de los propios niños y adolescentes.

También se nota que los grupos ensayan. Lo hacen desde el invierno en prácticamente todos los barrios de Montevideo. Hay muy buena presencia del Cerro y de la Teja, zonas carnavaleras tradicionales, en lo que a promesas se refiere.

Los requisitos para ser una promesa de carnaval son muy claros: tener entre 5 y 17 años de edad y dejar de lado la timidez. Sin embargo suelen cumplir con muchas más condiciones: los hay que demuestran saber bailar, cantar y actuar.

El espectáculo abarca gran parte de enero. El 6 desfilaron, el 7 empezó la primera ronda, que termina mañana, y desde el sábado hasta el viernes 24 se desarrollará la liguilla final, que premiará a tres conjuntos por categoría. Participan 51 grupos entre murgas, comparsas de negros y lubolos, parodistas, humoristas, revistas y escolas.

Hay aproximadamente 1.500 promesas del carnaval en la competencia del teatro de verano. La mayoría dice que continuará en carnaval.

PROTAGONISTAS. Mariel Morales tiene 10 años y éste es el tercer año que sale con el grupo de humoristas New Star. El arte de actuar en el escenario es rutina en su vida, al igual que la escuela. Mariel está segura de que seguirá sobre las tablas cuando cumpla 18.

Johanna Vimercatti (12), también de New Star, baila y actúa, y no sabe en qué grupo pero está segura de que cuando cumpla 18, la única diferencia será que saldrá en febrero. Johanna vive en barrio Porvenir y pasó a primero de liceo. Fue en la escuela donde surgió la oportunidad. "Una amiga salía y me invitó".

La presentación de New Star fue entusiasta. Las actuaciones fueron convencidas y convincentes, el ritmo del espectáculo resultó fluido y los libretos tenían su gracia, por momentos.

Los protagonistas dejaron todo en el escenario y estaban conformes con el resultado. "Tenemos que pasar a la segunda ronda y después vemos", era el sentimiento de Johanna.

Gastón Rostagnol (18) miembro de la comparsa de negros y lubolos, Ibeijada, del Cerro, es uno de los veteranos. Este es su cuarto año de carnaval. Es corista y toca el chico. Según él, el carnaval "se lleva en el corazón".

Es por esa razón que Gastón no dudó cuando los muchachos decidieron armar una comparsa. el año pasado salieron terceros en su categoría y "este año vamos a andar mejor". Gastón dejará de ser una promesa para entrar a la cancha grande el año que viene, "pero todavía no sé con qué grupo".

Matías Silva tiene 17 carnavales, porque lleva la fiesta popular en la sangre. Su abuelo, Juan Angel Silva, saca Morenada, y su padre, el Cachila Silva, tiene su propia comparsa, Cuareim 1080. El destino de Matías está muy claro y lo acepta con alegría y responsabilidad. "Este es mi último año en el de las Promesas, con Ibeijoada. El año que viene salgo con mi padre en la 1080".

Ibeioada es del Cerro, pero está apuntalada con chiquilines del Sur. Matías la tiene clara: "El carnaval es como un circo, un mundo aparte. No te lo podés perder, tenés que estar, tenés que acercarte".

En su último año como menor, Matías quiere un reconocimiento: "Este año nos está yendo bien. A la gente le gustaron mucho los tambores. En la segunda ronda vamos a andar bien", auguró.

Desde el escenario se escuchaba una arenga clásica del tablado: "Con mucho esfuerzo y alegría y sobre todo con el corazón", decía un niño a voz en cuello. Uno de los espectadores era Bryant Ramírez, quien acompañaba el ritmo del escenario con su propio tambor. Bryant tiene dos años y dentro de tres comenzará su camino hacia el carnaval del futuro, de eso no caben dudas.

Lo cierto es que muchos ya se comportan como estrellas. Hay vedettes que no pueden ser otra cosa que vedettes y grandes galanes del carnaval de todas las épocas, que dominan toda la cancha. En un stand se exhiben las fotografías de los artistas, a 20 pesos la copia.

Karina Rivas es una de las divas de la escola La duquesa. Entró porque le avisaron que había un casting, y fue elegida. Ahora no quiere parar y dice que seguirá en carnaval. La escola sacó el primer premio en el desfile del 6 de enero y piensan obtener una buena posición en el certamen del teatro de verano.

A partir de ahora se vienen los tiempos de definición en el carnaval de las promesas, que involucra a unas dos mil familias de todo Montevideo. El sábado 24 será el final, pero las presentaciones seguirán en los barrios de Montevideo y del interior. No tienen sponsors ni sede, pero avanzan en calidad y cantidad todo el año.

Datos

HISTORIA. El carnaval de las promesas surgió en 1988, por iniciativa de Julio César Mérica, entonces director de Festejos y Espectáculos de la Intendencia. En los años anteriores sólo se hacían desfiles de niños, pero a partir de entonces comenzaron las actuaciones y el concurso oficial que entrega trofeos a los mejores conjuntos.

ETAPAS. Las etapas del carnaval de las promesas son tres: el desfile inaugural, el 6 de enero, el concurso, que empezó el 7 de enero y termina mañana, y la liguilla, que comienza el sábado 18 y termina el viernes 24. Se premian los mejores conjuntos del desfile y también los tres mejores grupos en cada categoría.

GRUPOS. En esta edición participan 51 conjuntos, en las categorías murga, comparsa de negros y lubolos, humoristas, parodistas, escolas y revistas.

MURGAS. Este año las murgas son seis: Pintura Fresca, Diablitos Verdes, Los Humbertos, La del Barrio, Los Duendes y La Zafada.

LUBOLOS. Metical Juniors, Kua Camba, Arrasando, Ibeijada, Renacer e Ilusión Comparsera.

HUMORISTAS. Chi Cómicos, Marca Registrada, Los Mocosos, Aventureros, New Star y Tribubys.

PARODISTAS. Tiger’s, Faustos, Urbanos, Sommy’s, Lover’s, Coper’s, Villanos, Sleeper’s, Gummy’s y Kallejeros.

ESCOLAS. Terra Nostra, Os Caprichosos, La Duquesa, Homenaje y Burbujas.

REVISTAS. Matices, Alquimia, Parlanchines, Rebeldías, Las Acacias, Chiquilladas, Corazones, Monzonadas, Lucero’s, Arco Iris y Kalipso.

ESFUERZO. Preparar un conjunto lleva un tiempo de ensayo de seis meses, la participación de decenas de personas, entre ellas algunos técnicos con experiencia y un gasto de entre 30 y 40 mil pesos.

Un esfuerzo de 15 años y sin apoyo económico

Julio Luisi es uno de los fundadores y actual secretario de la Asociación de Directores del Carnaval de las Promesas (Adicapro). En su casa se realizan las reuniones preparativas y es él, junto al presidente Santiago Sosa, quienes coordinan y buscan los apoyos para que la fiesta sea completa.

Hasta el año pasado tenían un sponsor que hacía que las cosas fueran más fáciles, Manzanares, pero la crisis golpeó y la firma ya no puede afrontar gastos de propaganda.

Luisi deplora ese hecho, porque el movimiento de medio centenar de grupos, muchos de ellos provenientes de zonas muy pobres, provoca gastos que se hacen difíciles de solventar. "Hemos trabajado mucho para lograr un sponsor, pero no se logró. Y eso que al teatro de verano van miles de personas por día, y sería un lugar ideal para hacer propaganda".

La coordinación de los grupos se realiza durante meses de esfuerzo. Luisi calcula que cada conjunto gasta entre 30 y 40 mil pesos para armar el espectáculo.

La Intendencia brinda el teatro y el soporte técnico, que funciona muy bien, pero los grupos no sólo actúan en el Teatro de Verano, sino que continúan sus presentaciones en Centros Comunales, merenderos y clubes, y también realizan funciones a beneficio de causas que lo merezcan.

"Además, en muchos casos, el carnaval de las promesas cumple una labor social, porque saca de la calle a cientos de niños y adolescentes, les da una oportunidad de sentirse protagonistas y responsables", comentó Luisi.

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