Cultura e Identidad uruguaya

Carnaval 2002

Diario La República 17/02/02

POSITIVO BALANCE DE LA FIESTA DEL TAMBOR

Gran desfile de Llamadas

Nuevamente las Llamadas constituyeron un espectáculo impactante. Cada agrupación se brindó enteramente para alcanzar el éxito. El público respondió con su fervor y sus generosos aplausos pusieron marco a la gran fiesta.

por DANIEL PORCIUNCULA

 Treinta y dos comparsas luciendo sus mejores galas, dentro de las cuales debemos destacar excelencias en vestuarios, la creatividad y buen gusto en la exhibición de los trofeos y en especial la fenomenal demostración de calidad, fuerza y entrega de sus cuerdas de tambores, nos permitió disfrutar de una de las mejores Llamadas de los últimos tiempos.

El público que desde muy temprano agotó todas las ubicaciones puestas a la venta y desbordó todos los espacios destinados a espectadores, disfrutó a pleno de estas Llamadas hasta que la última comparsa recorrió la ruta del Sur y Palermo, haciéndole sentir su calor y entusiasmo. El desfile no tuvo solución de continuidad.

Si bien se registraron algunos atrasos en cuento a los horarios preestablecidos para la largada de cada conjunto, dada la continuidad innegable que tuvo el desfile y el despliegue de cada comparsa, aquel retraso resulta minimizado y hasta pudo deberse a un cálculo erróneo en los tiempos.

Ninguna comparsa en su recorrido superó en forma significativa los tiempos fijados para cubrirlo y poco más podían haber apurado el paso.

Por otra parte el trabajo de los "largadores" resultó ajustadísimo, dando inicio al desfile de cada grupo respetando el lapso establecido entre conjunto y conjunto. Por si estas ajustadas actuaciones fueran poco, la buena disposición de cada director y sus agrupaciones hizo que muchos minutos antes del horario fijado para partir, cada agrupación estaba pronta para hacerlo al momento que correspondiese.

El brillo, el entusiasmo, el gran despliegue que cada comparsa planteó fue el gran tributo a todo un pueblo que marginó el desfile y que sació su ansiedad de grandes espectáculos y en definitiva satisfizo la expectativa que la suspensión de la semana anterior le generó.

La lluvia, la gran enemiga del Carnaval y sus hitos más destacados, tales como las Llamadas, depuso su postura negativa y pese a algunos chubascos cortos y aislados, como para que no nos olvidásemos de ella, permitió el desarrollo normal de la gran fiesta.

Otro factor climático, el viento, que sopló por momentos bastante fuerte en el sentido contrario al desfile no empañó el festejo pero transformó a portabanderas y portaestandartes en lo grandes héroes de la jornada, habida cuenta del fenomenal despliegue físico que debieron realizar para mantener sus insignias siempre enhiestas.

En momentos de balances, justo es destacar, como verdaderos artífices del éxito alcanzado, no solamente a los protagonistas indiscutidos del evento sino a quienes durante mucho tiempo planificaron la organización, también a quienes tuvieron a su cargo el ordenamiento del desfile y la prevención y en algunos casos(los menos), la necesaria represión de los desbordes.

Vaya este reconocimiento entonces para los departamentos de Cultura, Inspección General, Tránsito y varias otras dependencias municipales que dispusieron comisiones especiales de apoyo a la organización.

También el reconocimiento se extiende al Ministerio del Interior cuyos funcionarios policiales destinados al evento manifestaron una muy buena disposición para evitar salidas de tono que hicieran peligrar el buen desarrollo de la gran fiesta.

En este sentido se expresó la directora de Turismo y recreación de la IMM, Lilián Kechichián, al cabo de las Llamadas, visiblemente satisfecha por su desarrollo, señalando precisamente la colaboración y celo de sus funcionarios y de la Policía.

Una buena organización, la entrega de los protagonistas y la adhesión popular hicieron de las Llamadas uno de los puntos más altos del presente Carnaval y las consolida como una de las mayores y más hermosas atracciones turísticas, de las que nos debemos enorgullecer.