Fuente: diario Del Este (Rocha)
SOCIAL
Iemanjá en Rocha
Histórico: la Intendencia inaugura Monumento religioso
La parada 14 de Barra del Chuy será de Iemanjá
Por resolución municipal y con la presencia del Intendente y demás autoridades municipales, en la noche del 2 de febrero quedó inaugurado el monumento a la Diosa del Mar en la Parada 14 de Barra de Chuy. Al acto asistieron representaciones de distintos cultos afro-americanos, de distintas partes de Río Grande do Sul, participando, además, varios vecinos y ocasionales visitantes.
El Intendente Municipal participó en los actos protocolares y también en el ritual de ofrendar a Iemanjá. Se celebró en distintos puntos de la costa en nuestro país, habiéndose habilitado en la Paloma, la Playa de los Botes para la concentración.
A la actuación de la Banda Municipal de Lascano, le siguieron las palabras de las Autoridades Locales de la Barra del Chuy, donde su Secretario Wilson Campos resaltó la vinculación de sus partidarios tanto de Brasil como de Uruguay con esta zona de la costa.
Luego vinieron las palabras, y sus partidarios depositaron en el mar sus ofrendas, y más de uno -incluso el propio Intendente- acompaño la colocación de las mismas dentro del tradicional rito de todos los años.
Desde Casa Pouva vinieron delegaciones del Umbanda acompañando este hito histórico, oficializando a la Parada 14 e identificándola con este rito religioso afro-americano donde se han unido distintas creencias conocidas comúnmente como «macumbas».
Luego, al finalizar y pasada la medianoche, se realizaron los fuegos artificiales acompañados por un marco interesante de público, curiosos y visitantes, algunos de los cuales también formularon sus pedidos a la imagen de Iemanjá.
Este hecho histórico a nivel de nuestro país, por su contenido simbólico de la colocación de una imagen de una religión minoritaria, en un país eminentemente laico, es el resultado más saliente de lo sucedido esa noche.
La Playa de Los Botes fue habilitada por parte de la Prefectura desde las 21:00 horas hasta las 0:00 de la noche del 2 de febrero, para el cumplimiento de tal acto.
El departamento de Rocha, en los últimos años, ha visto un notorio aumento en el número de personas que participan de esta celebración.
Algunos directamente van a la playa para realizar sus ofrendas, o participar en forma activa de los rituales que se realizan en la costa, mientras que un creciente sector de público llega a la playa motivados por la curiosidad.
Iemanjá, Diosa absoluta
Desde Montevideo a la Barra de Chuy, toda la costa uruguaya se vio el miércoles 2 de febrero a la noche colmada de fieles y curiosos, que descalzos y mojados, rendían culto a su Diosa Iemanjá.
Internándose apenas en las aguas o a bordo de embarcaciones, los devotos de la Virgen umbandista elevaron plegarias mientras entregaban a las aguas, los obsequios para la hermosa «orixá».
El tradicional festejo del 2 de febrero se vio pautado por viajes en lanchas, cenas especiales, procesiones y la asistencia masiva de devotos a las playas, y de aquellos que sin serlo, van a presenciar el espectáculo pintoresco que resulta de esta conmemoración del culto afro-americano umbandista.
Tanto se ha consolidado este culto en el colectivo popular, que el Ministerio de Turismo del Uruguay declaró la mañana mismo del miércoles 2 de febrero, a ese día como de «Interés Turístico». Mientras que Intendencias, como la de Montevideo, manifestaron que tomarían la fecha en consideración para su agenda de eventos.
En Rocha, la comuna inauguró una estatua a la diosa Iemanjá en la Barra de Chuy, sitio que por su cercanía con Brasil, hace de esta fiesta un evento de gran atracción.
La leyenda que cruzó el mar a golpe de tambor
Desde las oscuras selvas africanas hasta nuestras tierras americanas, traídos por los esclavos en lo más profundo de sus corazones y sus pensamientos, allí donde las cadenas de los conquistadores españoles, portugueses y franceses no podían llegar, arribaron dioses que explicaban para aquellas gentes, el origen y el porque de las cosas , en los que depositaban su suerte y su sufrimiento de esclavos, y a los que rendían ciego tributo. Estos dioses, a través del tiempo, se fueron mezclando con divinidades cristianas, dando origen a religiones afro-americanas que los siguen venerando hoy como hace siglos los hacían.