Nos preguntamos ¿cómo tener un discurso "más equitativo" al referirnos a la violencia familiar, si la esencia de esta problemática consiste precisamente en la inequidad, la asimetría y el desequilibrio? La desigualdad no se da sólo en lo que se refiere a las cifras, sino también en lo que tiene que ver con la fuerza física y con el vínculo (dominación - sumisión, control - dependencia). Se trata de un abuso de poder.