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Pensando en Dolly y cosas así

Horacio Cardoso

Semanas atrás, el mundo entero se conmovi" por una noticia profusamente circulada por las agencias de noticias: es posible clonar al ser humano, información que fue difundida estrechamente asociada a la noticia sobre la existencia de Dolly, la que es hoy en día la oveja estrella y la más famosa.

No ha habido medio de difusión oral, escrito o televisivo que no se haya interesado por el tema y haya intentado obtener por todos los medios a su alcance, información local. Para ello se han puesto en contacto con todo aquel médico, veterinario, investigador, abogado, legislador o especialista en ética que pudiera tener algún dato sobre clonación.

Como contrapartida, esta avalancha de información ha mezclado diferentes temas y no todos estrictamente relacionados entre sí. Para entenderlos hay que separarlos y analizarlos uno por uno.

PRIMERO FUE LA OVEJA

Veamos primero la clonación en animales (la clonación en vegetales es tan anciana como lo métodos de producir injertos).

Clonar es por definición, la acción de producir poblaciones de células u organismos genéticamente idénticos, originadas asexualmente a partir de un ancestro común.

A comienzos de la década de los 70, J.B. Gurdon, logr" introducir un núcleo entero de una célula diferenciada presente en un sapo adulto (de la especie Xenopus laevis), en huevos fecundados de un animal de la misma especie a los que se les había previamente eliminado su propio núcleo. Estos huevos ahora conteniendo la información completa correspondiente a la especie, se desarrollan como renacuajos solo en un bajo porcentaje de los casos.

Casi 30 años después, el Dr. I. Wilmut, en una línea similar de investigación, logr" producir una oveja de la raza Finn Dorset a partir de una célula originada en la ubre de su madre y fusionada con un ovocito de otra oveja de la raza Blackface. Esta célula huevo se dividi-"in vitro" y luego fue implantada en el útero de otra oveja de esta última raza. Lo novedoso de estas investigaciones estuvo dado por: a) la utilización de una célula entera (citoplasma incluido) como donante del material hereditario, b) el sometimiento de esta célula a un estado de deprivación nutricional reduciendo su actividad nuclear al mínimo vital previo a la fusión mediante un choque eléctrico, c) el uso de un segundo choque eléctrico simulando la fertilización y d) haber utilizado material proveniente de un mamífero muy cercano al ser humano en la escala zool"gica y con una fisiología obstétrica muy similar.

Por estos días ha sido también noticia la información sobre la clonación de dos monos idénticos en Oregon, E.E.U.U. Si bien la técnica utilizada en este caso está comprendida dentro de la definición que hemos mencionado mas arriba, no debe confundirse con la empleada por el investigador escocés. En el caso de los simios, el método utilizado es básicamente similar al que ocurre naturalmente en la producción de gemelos univitelinos o idénticos: la partición en dos de un embrión en una etapa muy temprana del desarrollo. Cada una de esas parte da origen a un ser completo, genéticamente idéntico al otro.

Los resultados publicados por el Dr. Wilmut en la famosa revista científica "Nature" muestran que estas investigaciones son por ahora tan altamente riesgosas como los experimentos realizados por Gurdon. A partir de 277 intentos solo pudieron producir 29 embriones y de ellos s-lo Dolly sobrevivi-.

Desde el punto de vista biol"gico las ideas puestas en práctica por el investigador escocés, son sorprendentemente simples, aunque no por eso banales. En cierta forma, la mayor importancia de esta investigación no radica en los resultados que obtuvieron, sino en que permiten avizorar cuales serían y c-mo funcionarían algunos de los mecanismos fundamentales que inician el proceso embriol-gico.

Y AHORA EL HOMBRE

Pasemos a un segundo tema: factibilidad de que las técnicas de clonacíon animal se conviertan en hechos prácticos y no una mera descripción de un hallazgo experimental. Como todo resultado de una investigación científica que está en proceso, la interpretación de los datos obtenidos debe ser tomada con ciertas precauciones y no debemos precipitarnos a sacar conclusiones. De hacerlo, corremos el riesgo de afirmar cosas sin las suficientes bases empíricas.

Por la información aportada hasta el momento, la reproductibilidad de estos hallazgos, en ese u otros laboratorios, está lejos de estar demostrada. La obtención de un solo individuo a partir de 29 embriones (sin contar los 248 intentos frustrados), nos indica que debemos ser muy cautelosos en afirmar que la clonación de las ovejas ya es un logro de la Ciencia y que en lo inmediato se pueda obtener un rebaño de ovejas clonadas. Si, es un muy buen comienzo. A mi entender, aún en el caso específico de este mamífero, hay mucho camino por recorrer.

Si intentamos evaluar la posibilidad de extrapolar los resultados obtenidos a otras especies, la información científica publicada nos obliga a ser todavía mucho mas cautelosos en nuestros comentarios. Una técnica como la desarrollada en el laboratorio escocés, no siempre es fácilmente adaptada a otras especies, aunque éstas estén muy pr-ximas en la escala zool-gica.

En alguna de las informaciones trasmitidas por las agencias noticiosas, se sostuvo que se podrían utilizar las técnicas de clonación en el hombre con éxito dentro de un plazo no mucho mayor a 6 meses. Aunque la velocidad con que se adquieren los conocimientos hoy en día lo hace poco probable, nadie nos puede asegurar que no tendrán que pasar otros 30 a-os, antes de que se esté en condiciones de clonar un individuo humano.

Quizás haya que agregar aquí la existencia de otro posible factor limitante al uso de la técnica de clonación que origin" a Dolly. El Dr. I. Wilmut antes de dar a conocer sus resultados a través de una publicación científica, llen- una petición de patente sobre la propiedad industrial de su técnica, con lo cual, en caso que la misma se le otorgue, para su uso será necesario pagarle las correspondientes regalías.

Tercer tema: posibilidad de realizar estas técnicas de clonación en nuestro país. En primer lugar se debe considerar la existencia de laboratorios con el equipamiento necesario para realizar este tipo de trabajo o aquellos que mediante una moderada inversi-n estarían en condiciones de hacerlo. Existen tanto a nivel público como privado laboratorios que trabajan en el área de la reproducción a nivel veterinario o médico algunos de los cuales estarían equipados como para realizar en ellos técnicas de clonación.

La segunda interrogante a este respecto es: contamos con los recursos humanos capacitados para llevar a cabo esta técnica aquí. El país cuenta con técnicos tanto a nivel veterinario como médico que realizan técnicas de fertilización " in vitro", inseminación artificial o fertilización asistida.

No es posible determinar a priori en cuanto tiempo se podría entrenar a uno de esos especialistas en estas nuevas técnicas, ello va a depender de la formación previa del candidato. El tiempo necesario puede variar entre algunos meses y varios a-os.

Para aventar cualquier duda que haya creado nuestro comentario, el hecho que se podría estar en condiciones a corto o mediano plazo de realizar este tipo de técnicas en nuestro país no quiere decir necesariamente que alguien esté aquí embarcado en una empresa de este tipo en el momento actual.

Cuarto tema: repercusiones prácticas del uso de técnicas de clonación animal. Todo lo que podamos decir a este respecto son simples presunciones de cuales podrían ser los futuros desarrollos basados en la información con que contamos actualmente. En esta forma de"predecir el futuro" tratemos de no dejarnos llevar por la fantasía. Hagamos algunos ejercicios en este sentido: por ejemplo, podríamos producir reba-os de ovejas o rodeo de vacas con características sobresalientes tales como alto rendimiento y calidad de lana, alta producción de carne o leche, etc.

¿Qué productor no querría tener todos sus animales de igual calidad y con un alto rendimiento econ"mico?. Claro que como contrapartida, ya han surgido comentarios alertando en contra del potencial uso de este tipo de procedimiento. El mismo disminuiría en forma dramática la variabilidad genética y por tanto el potencial adaptativo de la especie en cuestión. Sin embargo, su uso en especies en vías de extinción, tal como fue propuesto el China para los osos Panda, podría evitar que se perdieran para siempre la información hereditaria de esas especies.

También se podría utilizar la clonación en células humanas que hayan sido previamente modificadas por medio de ingeniería genética, ello podría plantear a la producción tanto de "rganos a utilizar en transplantes como de células primordiales de médula "sea. En ambos casos esto permitiría obtener -rganos totalmente compatibles con el individuo al que serían transplantados.

LA ETICA NO VALE PARA TODOS

Junto a estos potenciales usos de la clonación también se hace presente el punto central: la clonación de un ser humano. Para analizarlo creo que tenemos que considerar el tema desde diferentes ángulos: a) el primero sería la producción de un individuo físicamente idéntico a su progenitor, hecho biol-gico, que de acuerdo a lo que hemos planteado hasta este momento, podría ser posible; b) sobre lo que no tenemos base para hacer ningún tipo de especulación es sobre la duplicación de la psiquis o si se prefiere del alma. Uno, a priori, estaría inclinado a pensar de que no es posible duplicar esa característica intangible que nos separa de las otras especies animales. Si intentásemos una aproximación científica diríamos que tiene un origen multifactorial, con la interacción de factores hereditarios y ambientales. Por tanto no sería posible reproducirla lo que haría que básicamente nuestro ser humano clonado no fuera totalmente idéntico a su ancestro. Pero, como en este caso el todo es mucho mas que la mera suma de las partes, carezco de información como para especular y c) finalmente se debe considerar el hecho en si de realizar este tipo de experimentación en clonación de animales superiores y potencialmente el Ser Humano.

Personalmente, no considero que la investigación en determinada área del conocimiento sea buena o mala, simplemente es un hecho, carece de cualidades éticas o morales. Los que seguramente tienen valores éticos y morales son los hombres que realizan esas investigaciones. En general, la historia ha demostrado que la prohibición de realizar determinado tipo de investigación ha llevado a retardar el acceso a la información a aquellos grupos que, por tener valores éticos y morales aceptados por la mayor parte de la Humanidad, respetan las mencionadas restricciones. Los desarrollos, desde mi punto de vista casi monstruosos, de armas biol-gicas durante el período de la Guerra Fría por parte de ambos bandos son excelente ejemplos de este tipo de conducta.

En mi opinión, lo que debería discutirse a fondo son los problemas éticos y morales de surgen como consecuencia del avance de la investigación científica y que por una vez la discusi-n sobre estos aspectos se haga antes que los conocimientos científico-técnico hayan avanzado tan rápidamente que se estén discutiendo los valores morales y éticos de experimentos ya realizados. El presente es el momento de la discusión. Aprovechemos este momento, no para prohibir las investigaciones sobre la clonación, sino para discutir sobre los problemas éticos que generarían su utilización.

LO QUE ESTA EN JUEGO

Hasta aquí hemos analizado someramente diferentes aspectos que estuvieron entremezclados en la información que nos fue suministrada por los medios masivos de comunicación. Es el momento para reflexionar sobre un último tema: cuáles pudieron ser las razones para que en casi todos los medios informativos se asociara la noticia sobre la obtención de s-lo una oveja clon con la posibilidad de una inminente clonación de un ser humano. Los datos científicos presentados no dan base a aseverar ese tipo de asociación en una forma tan rotunda.

¿Cuál fue entonces la raz"n para ello? ¿Acaso la necesidad de anticipar la discusión de los problemas éticos a los avances de la ciencia en ese sentido o habrá sido el miedo a los fantasmas que todos llevamos dentro con respecto a la producción de monstruos por parte de seres humanos casi"demoníacos"? No lo sé. Yo simplemente me atrevería a aventurar que los periodistas ante la noticia tuvieron una reacción similar a la que tiene el lector cuando se enfrenta a una página de H.P. Lovecraft. Se tiene un sentimiento de terror pero lo terrorífico no está expresado en el texto, es lo que el lector se imagina. Así ante la noticia y probablemente algún comentario poco afortunado sobre los potenciales usos de la técnica, revivieron en sus mentes sin quererlo lo que A. Huxley en sus libros"Un mundo feliz" y"Nueva visita a un mundo feliz", I. Lewin en"Los ni-os del Brasil" y muchos conocidos autores de ciencia ficción describieron, la manipulación de los seres humanos. Creo que afortunadamente para nuestra generación todavía estamos lejos de esa situación.

Vale repetir lo que dicho en el párrafo anterior, este es el momento de la discusión de los valores éticos y morales que están en juego.


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