Serie: Pensamiento (VI)

Herder y el origen de la lengua

Mario A. Silva García

En los siglos XVII y XVIII surgió una gran inquietud, entre los ingleses y también en Leibniz, por las fuerzas irracionales del alma: los impulsos, los sentimientos y las pasiones. Conviene destacar la importancia que tenían para Hume las pasiones.

Precisamente Hume llega a afirmar que la razón es y debe ser solo la esclava de las pasiones y que nunca puede pretender otra tarea que la de servirlas y obedecerlas. (Reason is, and ought to be the slave of the passions, and can never pretend to any other office than to serve them, A Treatise of human nature, Book II, part. III, pág. 415, ed. L.A. Selby-Bigge.)

Si bien debemos señalar la influencia de Hamann y Rousseau, hay un intento de fundar una lógica de la facultad poética. También se piensa en una similitud espiritual de cualquier infancia, es necesario recordar a Hume y no darle primacía a Rousseau. Hay que sacar a Hume de la promiscuidad de Locke, de Berkeley, de S. Mill. Justamente él reivindicó la importancia de lo afectivo. Y Kant tampoco lo advirtió cuando Hume lo "despertó de su sueño dogmático".

Por pasión entiende Hume, los instintos, las propensiones, los sentimientos, las emociones. Hay en él un culto a la pasión y al sentimiento que lo separa radicalmente de la Ilustración. Así nace una corriente de pensamiento que Hamann y Herder habrán de exaltar enfrentando a Winckelmann e intentando promover la originalidad humana.

Entrando en Herder saltaremos los Estudios sobre la nueva Literatura alemana (Über die neuere deustche Literatur) para considerar en El Origen del Lenguaje (Abhandlung über den Ursprung der Sprache, 1770).

Otros lenguajes

Allí comienza por preguntarse si se han perdido las capacidades naturales para encontrar por sí mismas el lenguaje. Ya que como en el animal, mostramos manifestaciones de dolor originadas por sensaciones corporales. (Todas las referencias provienen de la misma recopilación que hemos usado a propósito de Hamann.)

El "Ay!", el "Oh!" nacen de sentimientos de alegría, de cólera, de asombro. El suspiro: amor que se apaga, desesperación que desploma. Así vemos que las lenguas antiguas, primitivas, los idiomas salvajes, (selváticos) están más cerca de los orígenes. Y su dominio lingüístico le permite comparar a los islandeses, lapones, con grupos muy distintos como los hurones. Contra Sussmilchs (Beweis das der Ursprung der menschlichen Sprache göttlich sei), sostiene Herder que el lenguaje tiene un origen animal. Muestra como el gótico, el hebreo primitivo tenían una tonalidad tan grande que no podía pensarse en la escritura, ya que la ausencia de vocales impedía el pasaje a la grafía. ¿Por qué eso?

Herder lo explica diciendo que su expresión eran tan vívida y delicadamente organizada, su aliento tan espiritual y etéreo, que no permitía que se le oscureciera en letras.

Recién con los griegos, las aspiraciones vivientes son enhebradas en vocales formalmente. Así contrapone el Atem (él escribe Otem) Gottes, es el aire que sopla, que toca el oído, y las letras muertas que las pintan son solo el cadáver; debían ser leídas con el espíritu viviente que las anima. Del mismo modo se pueden escribir los sonidos inarticulados de la naturaleza. Ellos son lamentaciones porque los elementos están enternecidos.

J. Février señala: "Lo que concierne a los interventores de la escritura es haber transformado el sentimiento inconciente en una noción pensada." (La Escritura y la Psicología de los pueblos, 119 y ss. Ed. Siglo XXI.)

Llamamos al inmediato sonido de la naturaleza lenguaje y muestra su origen completamente natural… Es la ley natural de una máquina sintiente.

Los niños hablan con resonancia de las sensaciones, como los animales. El lenguaje que aprenden de los mayores, ¿no es otro lenguaje?

En Condillac encontramos: "Supongo que algún tiempo después del diluvio, dos niños de diferente sexo se hayan extraviado en el desierto, antes que conocieran el uso de ningún signo" -y sigue… "un día esos hombres se pedían y se prestaban socorro. No digo por el solo instinto, porque la reflexión no carecía de intervención. Fueron ligando algunas ideas a signos arbitrarios, los gritos naturales les sirvieron de modelo para hacer un nuevo lenguaje. Articularon nuevos sonidos y al repetirlos varias veces, acompañándolos de algún gesto que indicaba los objetos que querían hacer resaltar, se acostumbraron a dar nombres a las cosas." (Essai sur Origines connoissances Humaines, Seconde Partie, p. 60).

Aún sin coincidir totalmente con Condillac, Rousseau afirma que el lenguaje más universal, más enérgico, el único de que hubo necesidad antes que fuera necesario persuadir a hombres reunidos, fue el grito de la naturaleza." (Sur L'inégalité parmi les hommes) Pero, ¿cómo se establece la distinción entre los animales y los hombres y los hombres respecto a los animales?

Condillac señala (Traité des Animaux, cap. IV) "Los animales que tienen cinco sentidos participan más que otros de nuestro fondo de ideas; pero como ellos están desde varias perspectivas organizadas diferentemente, también tienen necesidades muy diferentes. Cada especie tiene relaciones particulares con lo que la rodea. Lo que es útil a una, es inútil e incluso perjudicial a otra; están en los mismos lugares, sin estar en las mismas circunstancias." (Textos de Condillac, en Oeuvres Philosophiques de, I, P.U.F. 1947).

Volviendo a Herder, podemos señalar en él anticipaciones de lo que los biólogos contemporáneos (como von Uexküll) denominan la Umwelt (mundo circundante) respecto a los animales. Herder afirma que cada animal tiene un ámbito (Kreis) al cual pertenece por nacimiento y en el cual permanece a lo largo de su vida y donde muere. (Ursprung, 416) Y anticipando también a M. Scheler, señala que el hombre no tiene una esfera tan uniforme y tan estrecha, donde solo le espera trabajo: un mundo de asuntos y destinaciones yace ante él. (id. 417)

Y agrega: "Respecto al animal, para él su mundo es todo sentido: un olfato, una mirada, una imagen uniforme, un rasgo siempre igual, un asunto constante. De ese modo tienen poco o ningún lenguaje." (p. 418)

Por naturaleza el hombre habla muy poco, casi nada y debe recurrir a otro auxilio fuera del instinto, nace mudo, pero…

Lenguaje y reflexión

Hay un rasgo no-animal en el hombre que posibilita la fuerza actuante, positiva de su alma, que debe ser una creación reflexiva.

El hombre colocado en el estado de reflexión que le es propio y dejando actuar libremente por primera vez esta Besonnenheit (Reflexión), ha encontrado el lenguaje. Son cosas que van juntas. "El hombre demuestra reflexión cuando la fuerza de su alma actúa tan libremente que, en el océano de las sensaciones que fluyen dentro de sí desde todos los sentidos, al hablar, aislar y detener una ola, y dirigir su atención hacia esa ola, conciente de lo que está haciendo. Demuestra reflexión cuando emergiendo del sueño nebuloso de las imágenes deslizándose por sus sentidos, puede concentrarse en un punto de vigilia, habitar voluntariamente en una imagen, observarla calma y lúcidamente y distinguir características que provienen de ésta y no de otro objeto. Demuestra reflexión cuando no solo conoce vívida y claramente todos los atributos, sino que puede reconocer uno o más atributos distinguiéndoles; el primer acto de recognición yace en un concepto claro; es el primer juicio del alma, pero ¿qué es lo que hace a esta recognición posible? Una característica que tiene que aislar y que le llega claramente como una característica de reflexión ¡Adelante! Gritemos ¡eureka! La primera característica de reflexión era la palabra del alma. Con ella el lenguaje humano fue inventado.

Hay que señalar entonces los aportes que Herder hace a la filosofía alemana. Podemos aproximar esta reflexión con la apercepción de Leibniz. También se ha buscado aproximar Leibniz y Hamann. El hombre puede percibir una oveja y designarla en virtud de la reflexión. Un acontecimiento singular es que el hombre puede lograr el entendimiento de su alma consigo mismo. Y eso es lo que lo hace hombre. Y siguiendo la vieja tradición, Herder une razón con palabra (Logos = razón y palabra) ¿Cómo es posible pensar la razón humana sin lenguaje? ¿Cómo el hombre podría hablar con Dios si no tuviera razón?

en algunos idiomas se usa indistintamente palabra (Wort), razón (Vermunft), concepto (Begriff), como equivalentes a palabra. En pueblos orientales se llama al hombre animal parlante y a los animales mudos, como nosotros diríamos irracionales. (Cf. el griego alogon).

El hombre es capaz de comparar los sonidos que emiten diversos animales. el hombre es aquel que oye; notable creación formada naturalmente para el lenguaje y aunque ciego y mudo, debe encontrar la lengua; de otra manera sería insensible. La naturaleza puede revelarse a través del oído y aunque permaneciera el hombre con boca y ojos cerrados, su alma no carecería de lenguaje.

También señala (435) que el autopoderoso sentido del espíritu, en su origen es un medio de ligazón. Años después Heidegger insistirá en que el logos tiene una función de legein.

La lengua y la sensibilidad

Los pensamientos humanos no pueden llegar al juicio sin que en el alma se dialogue o se esfuerce por dialogar. Y de un modo similar, Hamman afirma que la divina Naturaleza con sus múltiples sonidos, es la maestra del lenguaje y la Musa. El hombre encontró por sí mismo el lenguaje de la naturaleza viviente, como distintivo de su entendimiento dominante. Y se pregunta: ¿Cuáles son las semillas de nuestro conocimiento…? ¿Los fluidos elementos de la lengua?

Los sujetos deben, naturalmente, estar antes del predicado. El primer diccionario fue formado con los sonidos del mundo entero. En ese entonces, ubica las interjecciones (que literalmente todavía no lo eran) sonoras y luego fueron las lenguas orientales llenas de verbos como raíces fundamentales. Y de los Verbis surgieron los Nomina. La evolución de la lengua se relaciona con la sensibilidad humana y no con la Lógica de los Altos Espíritus. Eso lleva a Herder a la valorización de lo oriental y de lo griego. Para ambas clases de pueblos la naturaleza entera era un Pantheon, un reino vivificado, un ser actuante.

Hay una sexualización de lo natural, variable según las lenguas. Y así volvemos a encontrar el profundo interés que tiene la mitología. La poesía y la creación de los géneros tienen mucha importancia para el lenguaje. A nosotros, los hispano-parlantes, nos resulta difícil entender el neutro.

La poesía ha sido más antigua que la prosa. ¿No fue el primer lenguaje una colección de elementos de poesía? La mitología fue un diccionario del alma y una maravillosa epopeya de acciones y discursos. La creencia fue un poetizar de fábulas constantes con pasión e interés. La poesía, ¿es otra cosa? (p. 441) (Obsérvese la similitud con Vico.)

Una tradición nos enseña que el primer lenguaje del género humano fue el canto. Así (en la línea de Condillac y de Rousseau), señala Herder el clamor de los sentidos como base del lenguaje (Cf. supra Jakobson; y el célebre pasaje de S. Freud, sobre el prolongado oooooo! y el da de su nieto, intentos de pronunciar Fort! y Da! ("Vete" y "acá").

Sentido y sentimiento

Herder se acerca al tema de las sin-estesias o "correspondencias", como las llamaron otros. Y entonces se pregunta: ¿Qué conexión hay entre la visión, la audición, el color, la palabra, el aroma y el sonido? ¿Son solo ilusiones de los sentidos, "cualidades secundarias" Y se contesta: "En la base de todos los sentidos (Sinnen) está el sentimiento (Gefühl). Esto nos lleva a lo que Aristóteles había llamado koinos-aisthesia) que literalmente traducido se llamó sentido común. Pero Herder se aproxima (sin conocerlo) a las investigaciones de Maine de Biran y al tema de las "sensaciones oscuras", asociaciones tempranas de sonidos y colores, oscuros sentimientos…

¡Extraña analogía de diferentes sentidos! ¿Qué son los sentidos sino puras formas de representaciones de una fuerza positiva del alma? Y apartándose de Buffon, Condillac y Bonnet, para quienes eran válidas las fragmentaciones de las sensaciones se aproxima (repito: sin conocerlo) a Biran. Concibe la visión como el sentido más frío y el que más tarda en desarrollarse. la mayor parte de las cosas se mueven pero hay sonidos sin movimiento (el suspiro) Y si están quietas son material para el ojo.

Los modos de representación son la marca del lenguaje interno. "El hombre simplemente oyendo el lenguaje de la naturaleza que se lo enseña, comienza sin poder dominar todavía activamente la lengua. Así es el oído, de un modo determinado el mediador de sus sentidos, la propia puerta del alma y el vínculo de conexión de los otros sentidos.

Vemos, sentimos, y lo visto, lo sentido, resuena. Nos enseña la naturaleza a través del sonido. Así todos los sentidos son capaces de hablar; entramos así en el dominio de la ex-presión, algo puja por exhibirse.

Herder se distingue de los Antiguos que colocaban la visión en un lugar de privilegio; para él ese lugar corresponde a la audición. (Das Gehšr ist im der Mitte; y no debemos olvidar la relación con obedecer pertenecer a… lo cual sugiere un vínculo.)

La meta de Herder es lograr un sistema, una proporción, un orden de la circunspección (Besonnenheit), de la reflexión (Besinnung) que nos lleva a la creación del Lenguaje. Y cuanto más antigua y más originaria es una lengua, más notable es la analogía con los sentidos, en su raíz.

Cuando buscamos detectar señales de vida a través del pulso, hablamos de auscultar que es una forma de oír. Y esos sonidos primitivos reaparecen en el grito de angustia de la madre que ha dado a luz y del niño que entra en este mundo.

El Axioma II de Herder nos dice: Cuánto más antiguo y originario es un lenguaje, más penetrado de sentimiento está en sus raíces.

Y esto nos lleva al tema de lo metafórico. Señalemos su abundancia en las lenguas orientales y en el hebreo, lo cual dificulta hallar etimologías. Así llegamos al tercer axioma.

Axioma III. Cuanto más originaria es una lengua, cuanto más frecuentemente se entrecruzan en él, los sentimientos, menos, satisfactoria y lógicamente podemos ordenarlos. La lengua rica entonces, es rica en sinónimos; a veces, un derroche innecesario. Así, es propio del árabe, con una inmensa multiplicidad de denominaciones para la misma cosa. Es un mero ejemplo.

Axioma IV. "En tanto el alma humana no puede recordar ninguna abstracción perteneciente al reino del espíritu, cuando no lo logra en oportunidades, recurre a despertar los sentidos. Tampoco entiende lo abstracto cuando no lo alcanza a través del sonido y del sentimiento. Y cuanto más originaria es una lengua, menores son las abstracciones y más abundantes los sentimientos.

En las lenguas orientales las abstracciones fueron primero algo sensorial. Esp'ritu (en alemán Geist) era viento, aliento. Heilig, separado, aislado. Alma: Atem (Herder lo escribe Otem) Atman, Adem, âme; algo equivalente al hebreo Npsh.

Ya hemos visto que quienes quisieron hablar del "más allá" de "otro"… no se cómo terminar la frase, (como Dante, Klopstock, Swedenborg) no tuvieron más remedio que usar imágenes y denominaciones a las cuales estamos acostumbraos por nuestros sentidos usar imágenes y denominaciones en todo aquel modo de pensar que recibió los reproches de Xenophanes).

La razón humana no puede estar sin la abstracción y ninguna abstracción puede existir sin el lenguaje. Eso hace inevitable que toda lengua acceda a las abstracciones.

Pero repetimos: lo que está al comienzo es la expresión sensorial.

Forma y caos

Axioma V. Toda gramática es solo una filosofía sobre el lenguaje y es un método para su uso y la más antigua es solo una muestra del diccionario de la naturaleza. Esto nos lleva la observación hecho sobre Aristóteles: Cada lengua tiene su gramática y su lógica propias.

En la época de Herder (en pleno Sturm und Drang), se puso de manifiesto la noción de forma orgánica. La importancia de la noción de forma (como veremos con estatuto distinto del eidos aristotélico) es obvia dentro del pensamiento kantiano. Pero la significación y el valor variarán. Así en Hamann "los pensamientos forman una masa sin coherencia; surgen del caos y en cualquier momento vuelven al caos." (Cf. E. Cassirer, Freiheit und Form, p. 172, ed. B. Cassirer, Berlín, 1922).

Hamann valoriza lo fragmentario (Brocken) y ese concepto influirá sobre Kierkegaard cuando emprende la lucha contra el hegelianismo. (Philosophisque Smuler eller en Smule Philosophie; se suele traducir por Migajas Filos ficas) y Hamman en su Metakritik, distinguía Pensamientos que son como un pu o cerrado y otros que son como una mano totalmente abierta. Y Goethe (en Dichtung und Wahrheit, cap. XII) señala un pasaje de Hamann que merece su atención: "Todo aquello que el hombre busca producir, sea por la acción, sea por las palabras o de otro modo, debe provenir del concurso, del conjunto de sus fuerzas; hay que rechazar todo lo que está aislado." (alles vereinzelte ist verwerflich).

Parecen idea contradictorias. Pero así comienza, en aquel momento, la lucha contra "las abstracciones". Creo que merece una reflexión la oposición abstracto y concreto. Abstraer se suele definir como la separación por el pensamiento de lo que no se puede separar en la realidad y el ejemplo más claro lo dan las ciencias matemáticas. Pero se suele desvalorizar y usar peyorativamente el término abstracto. Y está bien esa actitud cuando se separa lo que no debe ser separado, lo que crece conjuntamente; el concrescere. Y esto nos explica la valoración que en ese momento (y tal vez al frente estaría Herder), se hace de la Historia. Historia para nosotros sigue conservando el sentido griego en el cual está mezclado el ver y, más específicamente, narrar lo que se ha visto. Pero cuando hablamos de Historia humana (dejemos en otro lado la historia natural), se trata de un acontecer en el tiempo, que se nota en el alemán geschehen. Y la historia a la cual nos referimos ahora es Geschichte. Y Herder trabaja en una "Filosofía de la Historia" (como lo hará después Hegel) donde señala innumerables fases, pero se trata de una filosofía y lo histórico para él no es alegoría, como lo era para Hamann.

En Herder parecen aunarse la tendencia de Hamann y la de Leibniz (Monadología). Siempre he sentido ese mundo monadológico como algo horroroso, que parecía una fantasía de filósofo alucinado, pero la computación lo ha realizado. Es un mundo donde (paradojalmente) nadie puede comunicarse humanamente hablando con nadie; solo se comunican las máquinas… Y sobre ellas rige lo que Leibniz había anticipado "una armonía preestablecida". Y Herder nos dice: "En el grado de la profundidad de nuestro sentimiento de uno mismo yace también el grado de sentimiento compartido con otro; pues solo podemos sentir con otro." (Vom Erkennen und Empfinden der menschlichen Seele, 1778).

Así en el siglo XVIII vuelve la discusión acerca de si el lenguaje es una creación divina otorgada al hombre o una convención. Otra vez la polaridad de physei y thesei, que hace recordar el Cratillo. Herder se aparta de las dos posiciones, porque ambas prescinden de la posibilidad de fundar el sentido del lenguaje en el lenguaje mismo . Entonces maneja la idea de que toda vida es pulsión (Trieb) y apremio (Drang), destinada a la exteriorización. Queda abolida la distinción entre lo interno y lo externo. El sentir (Empfindung) no es solo sentir, sino también un movimiento dirigido a la expresión y es cuando se transforma en lenguaje.

Este se enraíza más bien en una esfera del sentimiento, que antes de toda partición, de toda separación, yace en el ámbito de determinadas sensaciones. Aquí se juntan visión y audición, color y palabra, aroma y sonido.

Y así Herder utilizará la expresión "forma orgánica" en lugar de forma reflexiva como la había hecho Kant. A nivel filosófico encontramos la idea en el filósofo de la época que permaneció más adherido al Romanticismo: Schelling. Hegel lo estuvo transitoriamente.

"El mecanismo está lejos de ser la única cosa de que la naturaleza está hecha. Porque en cuanto entramos en el dominio de lo orgánico, el lazo mecánico de causa y efecto pierde todo su valor. Todo producto orgánico no existe sino para sí mismo, su existencia no depende de ninguna otra… ninguna organización progresa sino que vuelve siempre infinitamente a sí misma. (70) … La forma y materia de las cosas no han podido nunca estar separadas." Schelling, Ideas para una filosofía de la naturaleza, 1797)

Allí también encontramos: "(…) Y es entonces, igualmente, que el hombre tuvo por primera vez la intuición de su propia naturaleza, donde percepción y concepto, forma y objeto, idea y realidad no son sino la misma cosa. De ahí surge la singular apariencia que la simple filosofía reflexiva que reposa únicamente sobre la separación ha sido incapaz de disipar mientras que la intuición pura o la imaginación creadora desde hace tiempo, han descubierto el lenguaje simbólico que no se trata de descifrar para descubrir que la naturaleza nos habla de un modo más inteligente, que cuando la pensamos de una manera menos reflexiva." (Schellings Werke, I, pág. 697, ed. Beck und Oldenbourg, München 1927).

Y así la filosofía del lenguaje tiene que solucionar antagonismos: subjetividad-objetividad, individualidad-universalidad.

Schelling calificaba a Schlegel de filólogo. Había estudiado el sánscrito y el persa y también la filosofía oriental. Y ya antes se había interesado por el pensamiento medieval. F. Schlegel no intentó hacer una filosofía, sino una crítica de las cosmovisiones. Podemos partir, según él de una unidad caótica. Al respecto nos dice Anstelt: "La unidad de una reminiscencia sobrevive a la ruptura de la existencia unitiva que llevamos originalmente con el Ser uno y perfecto, y la idea de infinito, que no puede provenir de nosotros, seres finitos, nos ha sido revelada por el ser infinito mismo. (Apud. Le Romanticisme Alleman).

Siempre he creído que Spinoza, interpretando libremente, ha sido el genio inspirador del romanticismo alemán. Y este texto lo confirma. La filosofía, para Schlegel, se transforma en un sinfilosofar y en eso se refleja la visión monista que tuvo el romanticismo. El prefijo Sym aparece por doquier; era propio de una atmósfera. Sin embargo hubo un culto al fragmento. Es notorio en Novalis como el aforismo en Nietzsche, pero siempre orientados hacia algo infinito que las comprende; hay siempre un centro del cual se distinguen en torno al cual giran. En 1803 Schlegel afirmaba: Si hay que ir a Italia para ver arte, hay que ir a la India para ver religión. Es el lugar de la luz y del sol. Allí encontró el poetizar como algo trascendente, la revelación de la libertad y de la personalidad, cuyo fundamento es la absoluta personalidad de Dios.

Y en 1808, escribió sobre la lengua y la sabiduría de los indios.

Confesión de un fracaso

Con respecto a esta investigación acerca del origen del lenguaje llegamos a la célebre frase de Du Bois Reymond: Ignoramus - Ignorabimus. Así lo cree Vendryes (Le Langage). "Se genera siempre asombro al decir que el problema del origen del lenguaje no es un problema de orden lingüístico. Sin embargo es la expresión de la verdad (…) La idea de que por la comparación de las lenguas existentes se llegaría a la reconstitución de un idioma primitivo es quimérica. Bopp lo había intentado en el siglo XIX, pero fue abandonada."

Las llamadas "lenguas madres" no tienen nada en sí de primitivo. Nos enseñan cómo han evolucionado las lenguas, pero no cómo se han creado. Sería un grave error identificar salvaje (selvaticus, alteración de silvaticus, silva = bosque) con primitivo.

El niño asume una lengua ya constituida (aunque esto puede generar problemas, en especial en los ejemplos extraídos de Jakobson).

Hay una subordinación a un problema más general: el del origen del hombre, respecto al cual siguen combatiendo las ideas teológicas y naturalistas. No cabe duda de que existen razones fisiológicas que impiden hablar al animal. Y Vendryes entiende que no hay que busca apoyo en las ciencias naturales sino en las sociales. Así Bréal ha comparado la conjugación indo-europea con las grandes instituciones políticas o judiciales. Y Vendryes admite ya que el lenguaje es una institución.



Pensamiento

Artículos publicados en esta serie:

(I) Supratemporalidad de las Humanidades (María Noel Lapoujade, Nº 148)

(II) La idea de problema (Mario Silva García, Nº 149)

(III) Filosofía, camino y experiencia (Mario A. Silva García, Nº 150)

(IV) ¿Crisis de la racionalidad científica? (Ezra Heymann, Nº 151)

(V) Lo natural y lo artificial (Roald Hoffmann, Nº 154)

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