Montevideo, 17.7.84

EL APOCALIPSIS SE CUMPLE

Día de la llegada de Francisco y su Mamá

Benditos hijos, benditos y bendigo también este pan,
pan que representa a mi Hijo, pan que es de la Humildad,
pan que ahora compartido uno a uno como siempre lo es,
mas luego recorrerá el mundo como lo recorrerá El también.
Está en sus primeros pasos y luego el descenso triunfal;
ustedes, almas mías benditas, integran el Cortejo Celestial.
Hijos míos, mis bien amados, ahora con ustedes compartiré,
con cada uno un bocado, y siempre cada bocado de alimento
no lo olviden, lo bendeciré.
Amén

Como siempre, tú tomas el primer bocadito y vas pasando a cada uno. Da tú mismo. Te sirves el primer bocado y EL me dice tú mismo des el bocado a cada uno. Todos nos unimos, todos suplicamos que nos aparte... y dice EL: ......... Tú primero y último, no olvides.

El momento tenebroso que se acerca para la Humanidad
ese séptimo trueno y ese Libro ya abierto,
aquel que le dijo a Juan, ciérralo,
y llegó el momento que el libro abierto fue,
y YO -dice EL- como Padre vuestro,
digo y aclaro lo que en ese libro presenté.
Y cerrado y sellado y en estos tiempos roto el sello y abierto el libro
y ahí les muestro, almas mías benditas, por lo que están y lo que se avecina.
Están para lo tenebroso que le aguarda a la Humanidad,
mas están para dar la Gloria
y en los caminos del mundo, esa Gloria la presentarán.
El séptimo trueno que ruge y la oscuridad será total,
mas en algunos lares, almas mías,
se sentirán tantos de mis hijos -dice EL- despedazar.
Pero diez veces más por cada uno en MI, el dolor,
diez veces más por cada uno en MI el despedazamiento
y también el terror, para aliviar a cada hijo.
Indiferente no Soy, Soy Padre, los he creado y los amo.
Por lo tanto, mis bien amados, ustedes luego darán
junto con el Cristo anunciado, la luz, la pureza, la divinidad;
y si muchos dicen: "en el camino me contaminé",
se sentirán purificados por tanto sufrimiento -dice EL-
y luego la Nueva Jerusalem descendiendo del Cielo la verán,
la Nueva Jerusalem, y no olviden que se establecerá acá,
y acá es el descenso divino y acá es la cita celestial
y acá es el Congreso, almas mías, cual nunca se ha tenido, ese se va a realizar.
Congreso de Cielo, mis hijos, congreso pleno de gloria también.

Mi Señor, nunca habías nombrado "congreso"...?

No me interrumpas -me dice EL- sigue

Perdóname.....

Y ustedes, participando en ello, para brindar a la Humanidad
todo lo que primero reciban y en cada paso lo ofrecerán,
y no quedarán vacíos, mis hijos, sino que en cada uno multiplicaré
que cuando den uno, doy diez y cuando den diez daré cien,
y así ¡adelante en los caminos!, y así adelante a continuar,
que no dejo en el olvido la promesa que ahora les brindo
y que cumplida en su totalidad será

¿Y esas chispas, Señor, tan divinas?...

Son nuevas sorpresas que a mis hijos brindaré,
son nuevas y divinas sorpresas porque ellos serán los encargados
de ofrecerlas luego al mundo también,
y descenderán las estrellas y volverán a ascender,
y se sentirán parte de ellas por la luminosidad que en cada uno pondré,
y se sentirán fuertes y en la batalla invencibles también serán.
La batalla, primero en cada uno,
porque, hijos míos, llegó el momento, el momento oportuno;
y primero la batalla que anuncié, esa de cada uno,
el orgullo destruido está, la avaricia en el fuego que la consuma,
no es dejarla y volverla a tomar,
lo mismo que ese orgullo, también en el fuego eso es.
La soberbia, el encono, el odio, todo lo que consideren oscuro
que otro nombre en este momento no les daré.
Y luego, victoriosos almas mías, así todos se sentirán
y en esos nuevos pasos en la vida en una pureza total y dirán: "bien ha valido",
y les responderé: "así es".
No olvides que contigo -dice EL-

Y señala, te veo multiplicado, y señalas a tu hijo el que tienes en este momento enfrente -Roque-

... contigo YO he sufrido diez veces más
para que no te sintieras destrozar tanto -dice EL-
Amén


Montevideo, 15.09.84

EL NUEVO MARTIRIO PRESENTADO YA EN EL APOCALIPSIS

Mi Señor....
Me está mostrando varias cosas, varios hechos y detalles y pregunto qué relación tienen.

Relación con el país, me dice EL.

¿Qué significan mi Señor?

Siempre dicen, Santa Rosa aproximándose está...
Cuántos pasos -dice EL- mis señalados,
cuántos pasos que hay que dar,
en los momentos que he mencionado
y cuánto aporte a los demás,
ustedes siendo preparados como apóstoles de esta Era,
con mayor conocimiento y poder que de Mi todo reciben
porque todo brindaré.
De esta Era, si almas mías,
porque en la Antigüedad ¿qué pasó con aquellos hijos?
Los aniquilaron a todos, sin dejar a salvo a ninguno
y en ustedes, así no será.
Solamente cuando llegue el momento
que el Cristo va a pasar por un atroz y terrible tormento,
con sus fieles seguidores, en un lugar será.
Esto también lo traigo a conocimiento y bíblicamente lo mencioné.
Se lo presenté a Juan, en aquel Apocalipsis que en el tiempo le adelanté.
El Cristo volverá a pasar, por martirio cual no hubo jamás,
con sus fieles seguidores y el mundo todo lo vivirá,
estén en el lugar que estén, al instante en visión seguirán,
paso a paso ese tormento.
Y después de tres días y tres noches de oscuridad,
la resurrección, la algarabía, lo celestial comienza a reinar,
y también el mundo entero ese instante vivirá,
el mundo entero almas mías, que en todo se congregará.
Y ya no habrá persecución, ya no habrá nada que temer,
solo habrá el divino amor que a todos unirá.
Amén



Montevideo, 5.12.84

COMO UN RELAMPAGO DE ORIENTE A OCCIDENTE

De oriente a occidente, almas mías,
de oriente a occidente será
esa llegada anunciada y divina.
Esa llegada tan esperada,
pero pronto se verificará,
que aunque hay amargas jornadas
todo necesario es
para que la amargura que anuncio
se transforme en el néctar que paladearán
y que siempre bendeciré.
De oriente a occidente, almas mías,
de oriente a occidente será,
el relámpago que cruce la tierra sombría,
que cruce y muchos aterrorizados quedarán.
La tierra estará ensombrecida
y en esa espeluznante oscuridad,
verán esa luz que la atraviesa.
Solo después lo comprenderán,
cuando la luz aquí ilumine
en la Nueva Jerusalem,
como lo anuncio y sabrán,
se encuentran, están destinados,
que a nadie los elegí al azar.
Destinados, así está dispuesto,
con ustedes, antes de llegar.
Todo lo que habrían de sufrir,
todo lo que ya han pasado
en las distintas jornadas,
desde los remotos tiempos,
desde la lejana antigüedad.
Y digo lejana antigüedad,
todo lo comprenderán,
estamos en los postreros tiempos
y todo esto ustedes lo vivirán.
Caminando en esos pies
huellas de luz dejarán,
caricias que de vuestras manos
más allá del horizonte
la caricia se sentirá.
La mirada, dulce y tibia,
ya no habrán ojos fríos al mirar.
Dulce se sentirá el que la reciba,
que el alma embriagada
como en miel de cielo,
así la mirada la recibirá.
Y dos corazones como uno solo
al unísono con el Mío, dice EL, latirán,
como en un solo y divino Ser.
Y estremecida de Amor,
la tierra se sacudirá,
y estremecido de emoción,
el Cielo sus puertas abrirá.
y nuevamente en nuestro Reino,
hijos míos, dice EL, se encontrarán.
Porque son estos los últimos tiempos
y nuevamente el Cielo
en todo se manifestará.
No olviden que con ustedes el Universo creé.
Lo creé dentro del Cielo y el cielo se reviste
para la gran fiesta,
para la gloriosa llegada
de todos mis hijos con el Mayor.
Amén


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