Buenos Aires, 02/06/97

DE SORPRESA ESE HERMANITO LLEGA

Paz y Alegría. Mi Señor, ¿Qué respondes a tus pichones?

¿Qué respondo a mis pichones?
Pichones como que de una paloma vinieron.
Paloma que se transforma en la Madre del Cielo
Madre Eterna no de un tiempo.
Cuando mi Jesús dijo que volvería, dio las señales,
y este es el Tiempo.
No doy fechas, no las doy a nadie.
Cuántos de mis hijos dicen:
Para tal día, para tal año, para tal mes.
YO digo, es de sorpresa como el día de Reyes,
no es que sea en ese día, no un cinco o un seis de enero,
no, hijos míos, no.
Las fechas cada ángel la sabe muy bien,
pero no puede darla todavía al cuerpo,
pero saben bien que es de sorpresa
que ese hermanito bendito llega,
y El trae toda la paz.
Pero hace dos mil años él anunció
la aparición de la Madre, el Espíritu Consolador.
Por eso tantas apariciones en tantos lugares,
éste es el tiempo de todo ello.
Sí, almas mías, sí, tesoros amados.
El tiempo, la llaman con distintos nombres.......
.......
Tesoros míos, pronto vengo, ya no como una imagen,
pero sí como llegar de lo alto, una paloma brillante,
pero también la paloma que se transforma en la Madre.
Esa Madre que a todos los viene a abrazar,
si hay manifestaciones, y apariciones por aquí o por allá,
también de lo alto llega aquella que es la Madre Eterna
y que los viene a todos a unir.
Tiene alas de paloma, alas maravillosas, gigantescas,
y con ellas forma nidos, forma pesebres,
los llena de ternura, de luces también, que a veces son pétalos
que otras son como espejos, donde todos se pueden ver
y sabrán que no pueden faltar.
Una Madre los tiene y los ama y como dijo:
como Madre que es, jamás pide un sacrificio a ningún hijo.
El hijo se lo ofrece porque la ama, se lo ofrece de corazón,
se arrodilla, le reza, la admira, la besa,
pero la Madre dice:
no, nada de esto para Mí, porque yo sufro,
de lo contrario, qué Madre sería Yo.
Amén


Montevideo, 1/3/86

SOLEDAD, TRISTEZA, TAMBIEN EN EL CRISTO QUE EN LA TIERRA ESTA

Tristeza de todos los tiempos arrastrándose viene, mi bien,
tristeza de todos los tiempos, y tu corazón como preso de esa tristeza se encuentra.
Pero YO lo transformaré.
Y en la soledad que te encuentras, no olvides que el amor que sembraste hasta acá,
dará sus frutos divinos y qué compañía pronto tendrás.
No pienses, mi bien amada, que YO me olvido de ti,
porque en las horas amargas, más sufro por aliviarte a ti.
No temas, vuelvo a reiterarte, no, mi sufrida y bendita Ester.
No mires para el pasado, prepárate para ese futuro de divinidad que anuncio,
ya que al Cristo abrazarás tú también.
Y ahora te aclararé.
Ese hijo en el mundo está, pidió como ustedes de venir
y también en El hay tristeza y soledad.
Y se ha sentido nuevamente traicionado, porque me dijo:
"Padre, yo quiero volver en los momentos más amargos.
Que no quiero solamente emerger dentro de una luz sublime,
mientras mis hermanos desgarrándose estén."
El ha padecido como tú.
Pero pronto elevado será, para descender como se anunció entre nubes,
y como hombre otra vez, para ayudar a la Humanidad.
Es tanto el amor que les tiene.
Y entonces, mi bien, verás,
la Tristeza se transforma en Alegría y la Soledad en sublime y divina Compañía.
No te sientas traicionar.
No temas a los caminos, sal corriendo en libertad, no temas internarte en lo oscuro,
porque tú eres luz diáfana que las sombras apartarán.
Recuérdalo, Ester bendita lo que acabo de anunciar,
en todas las horas, alma mía, mi presencia.....


Montevideo, 23.02.85

EL CRISTO PLENO DE VIDA, PRONTO SE PRESENTA AL MUNDO

Te he presentado algo que mucho, dice EL, te inquietó,
lo tomas como lo he traído, pero es solo divinidad y alto honor.

Ahora me estás mostrando, mi Señor, unos hechos en una parte del mundo, que me tienen muy preocupada. Es inquietante todo eso... mucha sangre que corre, mi Señor, mucho, es muy lejos, muy lejos de acá. No es en Italia, claro, que no se inquieten ellos, pero es mucha sangre que se derrama, mi Señor.
Después me estás mostrando aguas y gente que es arrastrada por las aguas, y algunos quieren aferrarse, otros no, otros van boyando, van flotando sin vida.
Después me estás mostrando una montaña que se desmorona, y qué estrépito que hace esa montaña. Y al mismo tiempo que se desmorona, es como si de la parte de abajo, hubiera capas subterráneas, como un rugido y estalla y es... como una fuente de agua... atroz... enorme... asusta.
¿Dónde es eso? No me muestres más por favor... No me muestres más, perdóname si soy cobarde, pero, me siento que no tengo fuerzas, para resistir tanto, mi Señor. No es cobardía, quizás soy mujer, como te he dicho otras veces, soy débil... perdóname mi Señor...
Quisiera ser fuerte como TU y poder resistir junto a TI, en ese dolor que TU llevas, multiplicado como estás, en cada lugar y en cada uno de los hijos... Yo no resisto, mi Señor, soy humana, perdóname, pero dame fuerzas...

El Cristo pleno de vida, porque así el Cristo está,
pronto se presenta al mundo,
y el mundo se comienza a levantar.
El Cristo pleno de vida, fusión de divinidad,
pasado y divinidad de un futuro cercano,
futuro como de un mañana, pero no en el mañana será.
Cercano en el tiempo, hijos míos,
y ustedes para ello están,
para ver lo que he prometido,
integrantes de la profecía que acabo de presentar.
Hechos que se verifican en el mundo,
independientes unos de otros lo son,
hechos que se verifican y luego,
como en un conjunto de terror y desolación.
Cataclismo que llega a la Tierra,
y en la Tierra en todo lugar estoy.
Cataclismo que llega a la Tierra,
solo gemidos y ayes de dolor.
Controversias, no habrá ya ni tiempo,
Noche Cruel que pasarán.
Bendita Aurora,
tendrán el contento, de ver al Cristo que trae la paz.
Sello de la paz sublime,
Paloma que en el pico traerá, esa ramita de olivo,
Paloma que en Mujer, transformada verán.
Espíritu Santo e Inmaculada a la vez,
todo en uno solo... ¿sorprendente? -dice EL-...
Misterio aclarado, misterio ya no es,
controversias de Iglesias, que luego se unirán,
por el divino comprender.
Hijos míos, bienaventurados se tienen que considerar,
porque los tengo destinados, para la Misión Celestial.
Seres que han discrepado, y ahora al comprender, pidieron...
Padre, a ellos les darás la oportunidad, de ser los portadores,
de llevar la antorcha de la paz.
Y así será: antorcha de la paz que llevan,
partiendo de un punto como son,
en distintos lugares llegan a rincones de la Tierra,
que donde lleven la luz, jamás volverá a haber oscuridad,
porque esa luz en ustedes, hijos, siempre la encenderé YO.

Ahora otra vez me muestras, mi Señor, la estampa de la Inmaculada, el mundo, la Luna Nueva a los pies, y otra vez la serpiente, ¿qué hay?

Perenne no en el recuerdo,
sino en la contemplación,
mas también tendrán ahora palabras,
y de cada uno y hacia cada uno...
por palabras, hablaré YO.
Amén



Montevideo, 1.6.85

LLEGA LA HORA DIVINA DE LA VENIDA DE CRISTO A LA TIERRA

Cuántas veces he tomado tus manos,
y cuántas más, mi bien las tomaré,
para ayudar a tantos de tus hermanos,
pero luego con facilidad, mi bien.
Si hay hechos que ahora te confunden...
porque a unos con tanta facilidad,
porque a otros, tengo que laborar tanto...
digo luego, como una caricia, y siempre continuarás.
Adelante en el camino, que no te vas a detener,
que sentirás como un aviso y a ese aviso responderás, mi bien.
Y te sentirás muy nueva y sentirás tus alas crecer,
y sentirás también que la Hora Divina llega,
porque la Hora Divina, es el Cristo que arriba a la Tierra,
y tú también te encontrarás junto a El.
Como un apóstol de ahora, como un apóstol a colaborar,
encontrarás que las horas corren y todo cumplido será.
No temerás a la Noche Negra,
porque habrá en tí una firmeza tal, pero te he dicho,
recuerda hijita, que hay un aviso, como un alerta, mi bien,
y a ese aviso y a ese alerta, sabrás como responderle,
porque será muy claro como lo presentaré.
Y correrás y verás una Estrella y dirás:
¿acaso es la de Belén?
Esa Estrella guiará muchos a un sitio...

Mi Señor, me estás mostrando como una cita divina, y que la luz de una Estrella, los envuelve a todos, y como si de pronto, esa es la protección y el conocimiento que tienen y como si la Estrella, los tomara a todos, los levanta ... y la estrella misma los transportara, mi Señor... no como la de Belén, que los guío, sino que esta estrella los transporta y es como si recibieran un gran poder, una gran sabiduría. Y luego... los veo llegando, colaborando, mi Señor, en esa Noche Negra, a tantos que están aterrorizados y con qué fuerza y con qué amor... y son luces dentro de esa oscuridad... dentro de esa negrura de la noche... son luces divinas, mi Señor.

Así es, mi bien amada, para mis hijos también,
sentirán que la hora mencionada, para muchos será de terror,
pero para ustedes será de una firmeza, de una seguridad,
de un amor más inmenso que despierta y de una comprensión total.
Y no dirán: a éste sí, y a aquél lo voy a dejar,
el otro es condenación... ¡no!
¡A todos hay que salvar!
A éste, a aquél y a los otros, a nadie en camino dejar,
amor para todos, para todos, como lo hice en la Antigüedad.
Cuando anunciaba la llegada de mi Jesús, hace casi dos mil años ya,
necesitaba de tantos de mis hijos, que con El debían colaborar;
más también de los otros, lo que digo, como el Judas,
como el Pedro que lo negó, como Herodes, como Pilato, como Caifás,
como los cinco mil que se mencionan, que los seguían con amor,
que luego dieron la espalda, ¿por temor?
Por lo que fuere, pero YO no condeno a mis hijos,
los traje para un cumplimiento,
no para traerlos y abandonarlos,
sino que ellos también estaban sufriendo,
todo lo reconocerán.
Amén


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