LA LLEGADA DEL CRISTO_CUANDO_PAG

LAS NAVES ELEVARAN A LOS DESTINADOS

29/02/92

¿Luis? -No estás en condiciones de hablar mucho, Mamá, pero como lo que dijo Mabel, todo está relacionado, le doy el lugar a ella, así hablas menos. Un disco rojo en el Cielo.
Bien, civilización, abril, una rosa en el desierto, disco rojo en el cielo.
¿Puede ser una más?
Bueno.
Querubín.
Mi Señor, ahora entonces, la respuesta está en TI.

Un disco rojo en el cielo,
cuántas veces los pueden ver
los discos rojos, esas estrellas,
donde vienen mis ángeles,
mis querubines, mis serafines, mis ángeles,
como ustedes también,
querubines, serafines, ángeles,
arcángeles también,
son las distintas etapas
de mis hijos en el Cielo,
son las distintas etapas
también como humanos en este suelo.
Abril,
preguntaron por abril y dijeron:
una rosa en el desierto.
Cuántas veces, cuántas veces, hijos míos,
se sienten como rosas en un desierto,
espinas que se clavan
y están tan profundamente
destrozando el corazón,
porque están ya muy adentro.
Como rosas en un desierto,
cuántas veces los pétalos sienten
como que se han volado.
cuántas veces se sienten
como que el tiempo
y los hermanos mismos los han decepcionado.
Pero... hay una iniciación sí,
iniciación en lo humano,
el alma no la necesita,
iniciarse en un camino de sublimidad,
hacia esa Eternidad prometida.
Pero el alma sabe que la promesa se cumple,
para ello se ofreció y vino
a tomar la porción de tierra,
y así cada uno su cuerpo
en un mismo momento se formó.
No empecé por un hijo
y los demás descendientes de aquél,
aquello solamente fue un símbolo, sí.
Y ahora, sobre un abril contestaré.
Se espera algo en este próximo,
pero hay sorpresas,
una es muy hermosa,
en otro lugar muy lejano
habrán nubes, muy, muy densas,

Mi Señor, dónde, qué....
No preguntes -dice EL-
confirmado todo será.
Se preguntó por abril,
habrá un abril de alegría,
pero me refiero a éste,
alegría, pero tristezas
en otro sitio a la vez.
No digo nada más sobre esto.
Sobre la rosa en el desierto,
en ella también me extenderé,
vamos a iniciar nuevo camino,
cada uno su mano extenderá,
tomará con amor a esa rosa,
pero el tallo no lo cortará,
tomará la rosa con amor,
y mirando a lo alto dirá:
pétalos que se fueron
¿dónde están?
vuelvan todos acá, la rosa los necesita
y cuando los tenga a todos a su alrededor,
será como un sol que a todos ilumina.
Y acariciarán el tallo,
y suavizarán las espinas hasta transformarlas,
como estrellitas, dulces, delicadas,
dulces, sí, porque de las espinas
que fueron tan amargas,
surgirá pronto como una miel,
que todos podrán paladear a la vez,
pero ya no herirán,
sino por el contrario,
será tal la suavidad, y tal la dulzura,
no habrá rosas en los desiertos
que puedan sentirse con dolor,
sino que serán otro tipo de rosas
las que acabo de mencionar,
porque también los pétalos se cerrarán,
para darse en frutos,
tal cual cada uno así se ofreció.
Una iniciación y la tienen,
de MI, de los hermanos,
de ustedes hacia otros a la vez,
están dando los nuevos pasos,
muchos de mis hijos,
como si estuvieran gateando,
otros ya han adelantado,
como la maestra, que primero fue niña,
primero tuvo que aprender,
para después poder enseñar a su vez.
Gateando algunos, como dije,
corriendo ya otros, para enseñar,
vamos presurosos, muchos están aguardando,
y entonces dirán: ¿ves?
cuántos discos rojos hay en el espacio,
y en ellos cuántos querubines
que nos vienen a abrazar.
Ellos serán el nexo, el puente de amor,
entre el Cristo y la Humanidad.
Ellos vienen para unir todo,
y YO para bendecir, y decir muy pronto,
termina el dolor,
comienza por fin la total,
la definitiva, para todos, felicidad.
Amén

Más allá de las estrellas.
Las estrellas acercándose están,
en muchos sitios,
mis hijos ya lo pueden confirmar.
Más allá de las estrellas
la puerta invisible que nos separa
de la maravilla que es nuestra Eternidad,
esa es más allá de las estrellas.
Pero en esas estrellas,
cuántas veces dije como aquella de Belén,
que mis ángeles vienen y descienden
y los vienen a preparar
y los vienen a trasladar también,
adonde va a haber el primer encuentro
con ese Hijo Mío, que es el hermano vuestro,
ese Cristo que están esperando.
Y ahí, ahí empezarán a sentir,
una nueva fuerza,
el Amor que aumenta,
la comprensión, la fe
y el deseo inmenso de ayudar a todos,
a todos que van a encontrar
en tantos sitios de la Tierra
en total desolación.
Así los estoy preparando.
No soy Padre de un grupo,
sino de todos a la vez,
aquí, allá y más allá,
y en tantos sitios del mundo,
en diversas lenguas,
las distintas razas
están recibiendo mis Palabras,
se están preparando para los Acontecimientos.
Y a ese Cristo, muchos dicen es nuestro hermano,
otros dicen: es un ser superior,
de distintas maneras lo llamarán,
pero siempre será el mismo,
que viene con Poder,
pero viene con Humildad,
a abrazarlos, a darles fuerzas,
a sentir cada uno dentro de sí,
que puede ser ayuda para todos.
Más allá de las estrellas,
allí iremos, sí, todos,
a ese Cielo que prometí,
todo el Universo dentro del Cielo
formado fue,
todo se transformará en Cielo también,
pero más allá, más allá,
después de la Montaña Rosada,
ahí sí, ahí tendremos nuestra gran Fiesta,
es una Divina Alborada,
ya después el tiempo no se cuenta,
porque el tiempo es de Eternidad,
Cielo para todos a un mismo momento.
Felicidad y noche,
si ya no habrá oscuridad,
ustedes serán luces en todos los sitios,
pero comienzan a serlo acá,
ahora se han sentido destrozar tantas veces
y se preguntan: ni una estrellita
puede nuestro camino alumbrar.
Ustedes son también estrellas,
estrellas de cinco puntas
como cuántas veces mencioné,
cabeza, manos y pies,
estrellas caminantes.
¿Adónde van?
adonde sea necesario,
sabrán muy bien dónde dirigir los pies,
sabrán bien qué palabra emplear,
ninguna para apartar,
todas para acercar, para unir,
para enseñar a amar,
para ofrecer la dulzura
y para compartir como corderitos,
ese tan ansiado y esperado
améeeeeen.
Amén