Montevideo, 14/09/86

LAS ESTRELLAS DESCENDERAN PARA EL GRAN SALVATAJE

¿Qué tengo para ti hijo mío?
ese camino de preparación,
que no descenderás los escalones
sino tendrás un ascenso de divinidad y tambien de Alto Honor,
que tú pediste esto, hijo,
mucho más otorgaré,
que no sólo es una preparación
sino la Luz que dentro de ti encenderé.
En esa Luz la sabiduría del discernimiento también,
y te verás en las horas sombrías,
qué aporte de Divinidad para tantos que necesitan,
y entonces a partir de entonces,
ya dinero no tocarás.
Y no te faltará nada hijo, el sustento, ni el abrigo
ni el Amor.
Verás cómo te lo multiplico,
¿sabes cómo lo cumplo YO?
y dirás cómo es posible,
y esto tan fácil será,
que si precisas harina y dices: ya no quedará más,
tendrás el divino asombro de ver que siempre estará,
y donde tú vayas hijo, los milagros que hay que realizar,
será también en lo divino como esa elaboración del nuevo pan,
¿el nuevo pan? sí, alma mía,
porque el trigo, tú lo verás,
en las arenas del desierto
y también, no en las orillas del mar,
sino los mares se retiran y entre las piedras también,
verás cómo crecerá el trigo y las piedras
de alegría y emoción se estremecerán,
por lo que les brindaré.
Las espigas rebosantes, hambre en el mundo no habrá,
y estarán los caminantes y a la vera del camino
también alimento hallarán,
que el terror y el dolor pronto desaparecerá,
porque la humildad, la alegría, el dulzor, hacia todos llegará.
Nadie se sentirá superior,
tan perfecta la hermandad
como que ya el cielo comienza a envolver a la tierra
porque no olvides, que el Universo entero dentro del Cielo fue formado
y el Cielo todo otra vez se presentará.
Te dije, no descenderás hijo mío,
sino en un ascenso triunfal
verás las señales que he prometido,
las estrellas, ellas sí descenderán.
Y no es decir: el sol no dará su luz
la luna en sangre se teñirá,
las estrellas que caen...
No, mi bien, las estrellas que descienden
para el gran salvataje que habrá,
que antes del error humano,
también tú, te sentirás nombrar
sabiendo que son tus hermanos
que vienen en misión de amor y paz .
Legionarios del Amor
tú, legionario también,
¡adelante! que te creé YO
y te creé tal como tú quisiste
como tantas veces a la tierra viniste
y supiste lo que es el martirio,
supiste lo que es padecer.
Tu alma lleva los recuerdos,
pero hijo, de bendiciones desde allá,
no olvides cuánto he prometido.
Y aún hay promesas que las guardo acá,
dentro de mi corazón,
y aún no he mencionado mi bien,
son sorpresas que pronto les brindaré YO
sorpresas, de Divinidad,
los maravillarán,
pero aguarda un poco más
y todo otorgado será .
Amén


Ir a siguiente página (47)
Volver a página anterior (45)
Volver a índice - CUANDO -Las señales
Volver a página del Mesías
Volver a página de Entrada