LA NUEVA NAZARETH, EN SALTO

 


Salto, 24.12.84

SALTO DARA UN SALTO QUE SORPRENDERA

Que Salto dará un salto, dice EL,
que Salto dará un salto,
un salto que sorprenderá.
Que Salto dará un salto y a muchos les aterrará.
pero luego comprenderán, qué divino el salto es,
porque a través de ese movimiento,
Salto resplandecerá, dice EL.
Es el mensaje que dejo,
aguas que corren y purificarán.
En glorioso y divino cortejo,
con la Estrella de Belén que lo preside,
por este lugar comenzará.
Salto, la Belén del Cielo,
Salto, almas mías, aquí es,
la primera pasada, donde comienza el Gran Reino,
y luego se sigue, para el Descenso Divino,
en la Nueva Jerusalem.
Salto se conmociona, Salto en la Oscuridad,
luego Salto en la Luz Divina,
que nadie podrá apagar.
Mis benditos, amados Salteños....

Me estás mostrando, mi Señor, los naranjales, me muestras las flores de azahar, que representan la pureza... me muestras las naranjas, que parecen corazones, y me muestras el verde de los naranjales, que representa la esperanza.
Me presentas el espacio y el azul divino, y algunas nubecitas blancas, pero las nubecitas, tienen formas delicadas, como alas de ángeles divinizadas... Y me muestras que los caminos, no son como un pedregullo, sino que brillan,

Como piedras preciosas, dice EL.
En los caminos, como piedras preciosas que ustedes son,
cimentando la Ciudad Santa y Divina
la Nueva Jerusalem, la que vengo construyendo YO.
Así, pidieron para Salto,
y también en el Monte, al Dios verán,
es el Hijo que vengo anunciando,
y ustedes, hijos como EL, no lo deben olvidar.
Santa Trinidad, se menciona, ahí estoy, dice EL,
como Padre, en cada uno,
como Hijo, y como Madre el Espíritu Santo,
en cada uno el Triángulo Divino,
que todos se identificarán.
Amén



Salto, 8.9.85

POR SALTO, PEQUEÑO DESCENSO

Aquel ser qué abatido está,
que llora, que golpea las piedras,
que de rodillas y a veces,
con la cara en la tierra está,
que la golpea con los puños cerrados...
Espera, ¿no ves que te haces daño?
Levántate, mi bien, que debes caminar.
Estás desolada, alma mía.
¡Vamos, vamos, vamos ya!
¡Mira, mira de frente a la vida,
mira de frente que llega el divino día,
ese que anuncio y al Cristo verán!
No olviden, primero que es por Salto,
pequeño descenso, muy suavemente,
y al instante en elevación otra vez será.
Pero tendrán el divino contento,
que en ese descenso los va a levantar.
Integrando el séquito divino,
así almas mías se verificará,
integrando un séquito divino,.
¡Vamos! No te sientas abatida,
¡Vamos, adelante!
Recuerdas que la promesa,
cumplida ya la tendrán.
Amén


Salto, 8.9.85

POR SALTO PRIMERO SERA

Te necesito allá, alma mía, en ese, en ese lugar,
te necesito en mi Salto, por la gran obra que realizarás.
Te necesito allí, porque allá hay más dificultad,
te necesito allí y como bendición te sentirás.
Bendición para tantos hijos, ya que tu boca se abrirá,
que algunos te darán la espalda,
pero muchos, con emoción te abrazarán y diciéndote:
"danos más, que queremos pues saber".
Y tu dirás: "Papá los ama, y no los va a abandonar jamás",
porque así, almas mías, siempre ha sido, es y será, dice EL.
Por lo tanto, no te inquietes, sé de las dificultades que hay,
dificultades que vive el Mundo entero,
pero llega el momento anunciado y al Cristo acá lo tendrán.
Sí, hija mía, por Salto primero será,
que habrá un descenso muy suave... y rápido el elevar.
Y que será en los momentos de gran tensión,
sí, mi bien, ya ves que te lo anuncio,
y tu tendrás que ayudar a tantos que tensionados encontrarás.
Y YO estoy en cada uno, porque no soy Padre Cruel,
estoy compartiendo en cada hijo,
pero aumentando en MI el dolor, para aliviarlos, mi Beatriz,
y pasar con ellos el sinsabor.
Pero el Cristo se manifiesta tan pronto, alma mía,
diles que así es, que los sufrimientos del mundo se están multiplicando,
y tú lo puedes comprobar, desde ese rincón de Salto,
desde este lugar, desde aquí.
El mundo está viviendo, en una atroz convulsión,
el Cristo llega muy pronto, para dar la paz y el amor.
Y con sonrisas divinas, a todos se ofrecerán,
que la sonrisa, cautiva, ennoblece y da paz.
Recuerda, mi Beatriz, no te debes inquietar,
adelante, a sonreír, donde te encuentres,
no una mueca de dolor, sino la sonrisa,
y en esa sonrisa estoy YO.
Amén



Salto, 8.9.85

SALTO DARA UN SALTO Y AL MUNDO ASOMBRARA

¿Saben? Veo como si el Rosario se fuera completando en las cuentas, porque veo como si de muchos lugares y rincones de Salto, no sé en qué lugar... se unen. Porque veo como si fuera en una plaza y los seres forman un rosario... y como si los distintos grupos se unieran y formaran uno solo. Y veo cómo lo besan y van cantando. Están rezando el Rosario, pero es un canto, un canto en cada oración, una canto en cada palabra.
Y dice EL:

Como un canto nuevo, almas mías, que a todos los unirá,
habrá dolor en las vidas, y luego la elevación total,
la sublimidad y los hijos que traigo desde lo alto
y a la Tierra vienen a compartirlo.
Pero no a compartir en lo primero,
sino en lo primero a elevarlos para luego sí,
ofrecerse a todos, y allí sí que es el compartir.
Compartir los dolores que en el mundo todos verán,
pero apartar esos sinsabores, y en un brindis de divinidad.
Mis granjeros, mis almitas, mis seres de la bondad,
Papá siempre los bendice y como a todos los integrantes que están,
integrantes de Rosarios, e integrantes de un Salto también,
porque Salto dará un Salto y al mundo ... asombrará.
Por lo tanto, almitas mías, ya vieron qué aporte hubo acá,
adelante en estos días porque hay que continuar.
No miren al ayer, sino como previsores que son,
miren para el mañana, y para ofrecer en todo, siempre se infinito amor.
Que no dejo a nadie de lado, que todos integrados están,
porque está integrado mi Salto y como un borbollón que habrá,
un resurgimiento inmenso y una también atroz oscuridad;
pero no olviden, que ustedes son las luces, que a las sombras disiparán.
¿Qué más quieren que les diga?
Que los amo, que en Mi Corazón están,
¿Que quieren escuchar los latidos?
Muy pronto, muy pronto los escucharán.
¿Que soy Padre? Y que estoy con cada hijo
Esto lo saben muy bien
Soy el Creador de todo y les he prometido,
que nuevamente entorno al mundo,
para una despedida final estaremos todos juntos
y luego otra vez... ¡¡¡cielo!!!
y ya nunca más sufrimiento.
Porque... del dolor...
Solamente el recuerdo que no se podrá olvidar.
La penitencia fue larga
¿y la purificación?
Está al terminar,.
Y una vez concluido ya todo esto,
purificados se hallarán.
Y diré:
Sí, adelante hijos míos,
mis benditos como están,
¡adelante mis queridos!
¡Vamos, vamos!
que siempre los guía el amor,
la comprensión y la fuerza de Papá.
Amén


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