Montevideo 24.10.1987


SU DESCENSO SERA EN ESTE SITIO

Mi Señor, tu Dora pide la vista... Por favor, concédele la vista...

No te inquietes, mi Dora bien amada,
pronto podrás ver en la oscuridad,
y tu vista atravesará también las montañas.
Las horas están anunciadas,
comienzan los milagros y la alegría,
ya que el Hijo Mío lo había anunciado.
Este es el Tiempo, es en este presente,
no hay que esperar para lo que se verificará,
los terrores del Mundo se están multiplicando,
y mi SER lo está sintiendo.
De ningún hijo me voy a apartar,
no olviden lo que he dicho,
no soy cuco, ni ogro, ni juez,
soy el Padre que ama y comprende,
mi Corazón está desbordante de ternura,
y de perdón para todos a la vez.
Por lo tanto, se está verificando,
todo lo que mi Hijo Jesús anunció,
pero luego también la Gracia plena,
y la Nueva Jerusalem que se levanta acá con amor.
Por el norte comienza el primer paso del Cristo,
que a la Tierra comienza a transformar,
su Descenso será en este sitio,
y ustedes con El estarán,
para luego ayudar en la restauración total,
y transformarlo en lo Divino como es.
Por lo tanto, hijos míos, bien amados,
ángeles fueron de Cielo,
y vinieron a la Tierra a pedido,
para ayudar, para confortar,
grandes obras a realizar,
comienza lo que vengo anunciando,
la restauración de la Tierra en su totalidad.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 12.8.1989

CERRO SANTO

Mi Señor, el Cerro Santo... aquí lo pide tu Luis...

El Cerro Santo... y ahora ¿qué ves?...

Mi Señor, la Tierra dejó de ser redonda y la veo como si fuera en una de sus partes una gran montaña, como si fuera un enorme Cerro, mi Señor...

La Nueva Jerusalem y el Monte de Sión a la vez,
y el Cerro Santo donde será el Descenso,
y ustedes y muchos más en ese descenso,
y con estos cuerpos se van a encontrar con Aquel.
Cerro Santo, sí, mis bien amados,
pero luego toda la Tierra será en santidad,
no quedará ninguna parte de ella que sea oscura,
porque de vuestras luces,
al rincón más apartado esas luces también llegarán.
Cerro Santo... y puedes ver...

Mi Señor, otra vez, me muestras la Tierra redonda, pero sin embargo, forma como esa gran montaña, como un gran cerro en la Tierra, pero la Tierra sigue girando y esa enorme montaña sigue ahí... ¿y qué?... envuelve a toda la Tierra, gira y gira. Sin embargo, el cerro queda y no está suspendido, no está apartado, está pegado a la Tierra, y al mismo tiempo la Tierra debajo de ese cerro, puede seguir su curso, sus giros, pero no en una misma dirección... porque veo, tanto gira de este a oeste, de oeste a este, de norte a sur, de sur a norte. No es como un vaivén, puede dar varios giros en una dirección y luego a la inversa...
¿Qué símbolos?... ¿O será realidad?...

Siempre Primavera la Tierra será,
Primavera eterna de divinidad,
que comienza en un Cerro Santo,
que reconocido ya es,
y luego se extiende a parte del Universo,
y luego también todo el Universo
recibirá de la santidad.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 30.9.1989


EN SION LA LUZ DIVINA

Mi Señor... veo de pronto como si los corazones salieran de cada pecho y se van elevando... Pero hay como un hilo luminoso, del pecho al corazón, que se va elevando, un hilo luminoso, como si el corazón no pudiera irse, apartarse, sino que está ahí...

A grandes distancias llegará,
porque el amor que en cada uno hay,
ese amor y ese corazón
no conoce de puertas,
sino que sabe ofrecerse.
Cada uno de ustedes en el camino,
es una bendición,
estos hilos de luz que acabo de presentar,
representan caminos divinos,
por los que transitarán.
Sí, cómo no he de bendecirlos,
tantas veces así hablé,
cómo no he de bendecirlos,
trocitos como son de mi SER.
Benditos y anhelantes como estamos,
por cumplir pronto lo que anunciando van,
pronto, pronto, porque es este el Tiempo,
este es el Tiempo de esa Llegada,
esa Llegada que para muchos será triunfal,
y para ustedes será natural.
Así como se anunció, así se cumplirá.
Y ustedes descenderán también con El,
porque antes de ello, no olviden,
las estrellas los levantarán.
Y también...

Mi Señor, perdóname que te vuelva a interrumpir...
Estoy viendo, mi Señor, las estrellas que habían formado como esa gran arcada, como esa puerta gigantesca, ahora esas mismas estrellas se están formando de otra manera, están poniendo la palabra: bendición....
TU has dicho que bendición, en cierto modo quiere decir: ben-di-ción... viene de Sión, viene de Sión la Gracia divina.
Y dijiste que bíblica y geográficamente será reconocido el Cerro de Montevideo como el Monte de Sión, porque ahí será el Descenso de tu Hijo.
Es grandioso, mi Señor, todo lo que TU estás diciendo y preparando...

Bendición, así son ustedes,
bendición en la palabra,
pero también la confirmación,
viene de Sión para todos mis hijos,
como la gran Luz que envolverá a la Tierra,
en sublimidad, en totalidad.
Que no quedará oscuro,
ningún lejano rincón,
porque hasta el más apartado,
la luz divina recibirá.
Y todo será bendecido,
tal como lo vengo anunciando,
porque ustedes son bendiciones,
y la Tierra a través de ustedes,
transformada será.
Y no olviden lo que he dicho:
más que el mismo Sol,
la luz que la Tierra irradiará,
pero será por ustedes mismos,
por la luz que trajeron del Cielo,
que pronto, hijos míos,
la comienzan a irradiar.
Amén,

Amén Señor


Montevideo 25.9.1989


EL CRISTO LLEGA EN EL MONTE DE SION

No temas, mi bienaventurada,
sí, soy Tu Creador,
no te traje al mundo para darte tanto dolor.
Te ofreciste a padecer,
mucho, mucho y mucho más,
pero para aliviarte, mi bien,
en Mí lo he cargado diez veces,
y un día lo comprenderás.
A súplicas tuyas, aquí te porté,
mas no te dejé sola,
contigo estuve, estoy y estaré.
Por lo tanto, hija mía, mi bendita,
ya verás cómo el camino pronto cambia,
y en ese camino de divinidad,
después de esa Noche Negra,
de esa noche larga y de terror,
es acá que el Cristo llega,
el Hijo que vengo anunciando,
y será en el Monte de Sión.
Bíblica y geográficamente reconocido será,
donde estableceré mi Morada,
el Monte de Sión,
de donde luego partirá como un cortejo divino,
e integrantes lo serán,
avanzando en los caminos,
por el Mundo a dar la paz,
a levantar los heridos,
y vida también a dar a seres que están dormidos,
como Lázaros serán,
y se unirán en lo divino,
para a todos poder ayudar.
Y te digo: ya no temas,
que tus manos estarán,
siempre prontas y extendidas,
y donde toquen, renovarás.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 14.10.1989


EN EL RIO DE LA PLATA EL CERRO DIVINO

Sí, hijos míos, en este "Río de la Plata",
la concreción feliz de anhelos para todos es.
Se sentirán en la orilla de ese río,
pero ya no será como de la Plata,
será como tesoros que arriban bendecidos,
y los tesoros con esos nuevos nombres estarán.
Cuántos corazones que oprimidos van,
que parecen que no pueden latir,
pero en esa concreción de anhelos,
¡qué unidad! ¡qué perfección!
Y en ese latir como una música,
que las olas del "Río de la Plata" van a acompañar.
Sí, hijos míos tan amados,
muy pronto se sentirán totalmente renovados,
y los tesoros ¿cuáles son?

Mi Señor, veo las olas que vienen y traen en la espuma como una canción, pero al mismo tiempo que traen como una canción, mi Señor, esos tesoros que TU muestras, es como si representaran todo tipo de piedras preciosas. Y ahora hay unas olas que comienzan a formar como una gran corona, una corona muy grande, veo que la corona es como evaporada. Y esa corona, ahora, con todas esas piedras preciosas, parecen como los colores del arco iris, todas resplandecen, todas se entremezclan, y la corona va y se posa sobre el Cerro de Montevideo. Es lo que TU habías dicho, ¡ay! Mi Señor, ¡cuánta maravilla!...

¡Cuánta maravilla vivirán!
¡Cuánto anuncio, mis hijos! ¡Cuánto ofrezco YO!,
nada queda en palabras,
sino que se concretarán en hechos,
hechos divinos, sublimes,
y se sentirán renovar totalmente.
Y así, en esa renovación,
sentirán la alegría y la gracia plena,
tal como les anuncié.
Amén,

Amén Señor


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