EL NUEVO MONTE DE SION, EN EL CERRO DE MONTEVIDEO

 


Montevideo 20.7.1985


EL CERRO DE MONTEVIDEO,
EL MONTE DE SION DONDE EL CRISTO VENDRA

"Monte de Sión"... responderé,
bíblica y geográficamente reconocido será,
como el Cerro de Montevideo,
el Monte de Sión donde el Cristo descenderá.
Al Monte de Sión, almas mías, con alegría correrán,
como si plumas de pronto surgieran,
y zapatitos pudieran formar.
Zapatitos de plumas divinos,
como que transportados serán a ese lugar,
a ese divino sitio, a ese encuentro de sublimidad.
En ese Descenso... ustedes...

Mi Señor, me estás mostrando cuántos de ellos están acompañando en ese séquito divino, esa Llegada Triunfal. Y me estás mostrando, cómo esos zapatitos de plumas maravillosos... es un símbolo en tu divinidad, mi Señor. Y luego me muestras, cómo muchos van a sentirse apedreados y se mirarán las heridas, pero sonreirán, porque las heridas, curarán al instante, ya que comenzarán los milagros. Y aquellos que los agredieron, me los muestras como caen de rodillas, besan la Tierra con los labios llenos de tierra o de barro, o hasta como piedritas incrustadas, de tanto que hundieron sus rostros... están pidiendo perdón.
Y dice EL:

Así como te he presentado, alma mía,
muchos en distintas formas se sentirán,
habrá quienes el corazón despedazado
por una lacerante herida de una piedra,
pero no será mortal.
Por lo tanto, mis bienamados,
Monte de Sión que se levantará,
inspiré a mi Montevideo,
porque Deo es Dios... y en el Monte lo verán.
Amén,

Amén Señor


Montevideo 1.12.1985


DOS GRANDES ACONTECIMIENTOS
EN EL CERRO DE MONTEVIDEO

Estamos caminando en el espacio, sobre el CERRO...
Los estoy llamando a ustedes... estamos mirando el Cerro cómo se va iluminando... es algo tan especial, tan especial... No veo la fortaleza, ha desaparecido, quizá en la Noche Negra desapareció totalmente. Ahora solo lo veo iluminado... y donde estaba la construcción, veo una gran estrella, enorme, enorme, que está iluminando todo...
Veo gente con distintas reacciones, unos de terror, otros de admiración, otros curiosos, pero ninguno indiferente. Veo barcos que estaban como semihundidos cómo se están reflotando, y los seres mojados que estaban en los barcos, se van tomando de los palos... todos están fuera...
Veo muchas estrellas en lo alto... pero no los veo a todos juntos ahora... hoy los vi. Ahora se va haciendo más visible... los veo en distintas estrellas, pero felices como si pudieran estar juntos a la vez.
Hay como un graznido, el graznido de un AGUILA. Aterra a muchos, veo cómo la Tierra se estremece, pero gran parte de la Tierra continúa en sombras aterradoras. El Aguila se ilumina totalmente. Veo nubes de colores que comienzan a surgir del pecho del Aguila, nubes de colores, bellísimas, como si estuvieran salpicadas de estrellas tan brillantes, estrellas diminutas...
Y ahí... no sale solo el CRISTO, es como si de pronto de un salto viera a muchos que están también ahí, como un séquito divino... Y dice El:

Primera conmoción en el Cerro,
primera conmoción que habrá,
la divinidad que luego al Mundo se extiende,
con la paz, con el amor y con la humildad...
Otro hecho... ahora, hijos míos.
Todos en una infinita y sublime hermandad,
blancos, negros, no habrá pobres ni ricos,
ya que serán todos tan ricos,
pero ricos de amor y de pureza,
porque en ningún corazón habrá sombras,
ni nadie guardará rencor u ofensas,
por eso digo pureza, que solo seres se verán.

Mi Señor, se ve hasta donde se puede ver, seres nada más... ni las aguas se pueden apreciar, ya que está todo tan apretadito, solo personas, solo tus hijos, mi Señor... Y se ve el día y la noche... el día y la noche... el día y la noche... y un Amanecer.

Y un Amanecer sublime,
Pentecostés que habrá,
el Universo se congrega en esa sublimidad.
Y luego la Elevación,
mis ángeles rodeando irán...
Es la Divina Ascensión,
¡Qué maravilla el Mundo tendrá!
Luego en perfecta armonía integrado como es,
habrá también 59 Manifestaciones,
59 Apariciones en el Mundo,
como las 59 cuentas que al Mundo lo envolverán,
las cuentas de un gran Rosario,
simultáneo todo se verificará.
Es otra profecía que en vuestros corazones hay,
también ese Rosario rodeando al corazón está.
La cruz luego se eleva,
porque cruz de dolor no habrá,
será la cruz divinizada,
la luz que ustedes representarán,
que está en el corazón y que fuera también está,
pero luego la cruz se cierra, en abrazos que darán.
Benditos y amados hijos, poco ahora esto es,
luego ampliaré, almas mías,
todo y cada cosa tiene su momento,
y ustedes saben aguardar
son mis pequeños corderos,
que Conmigo... améeeen siempre dirán.
Amén,

Amén Señor



Montevideo 25.10.1986


EL CERRO ES EL MONTE DE SION

¿Algo para todos?...
Bueno, hijo, así será,
daré mi bendición,
y a todos esta bendición los envolverá.
Necesito de tus manos,
para una obra realizar,
es como dar luz al Mundo,
que en la oscuridad pronto estará,
y en esta luz que tú brindes,
cuánta fuerza también, mi bien.
El Mundo estará en una carrera desenfrenada,
y ayudarás a calmarla,
con esa luz que de ti proyectaré.
Y ahora... ahora la bendición...

...Y quisiera Mateo, quisiera que levantes tus manos como las veo ahí... que levantes tus manos así...
Y dice EL:

Así como lo haces ahora,
después también lo harás.
Llega la Divina Aurora,
y todos bendecidos se encontrarán,
la Luz que envolverá a la Tierra,
después de la aterradora oscuridad.
Mira, mira, mi Mateo,
pediste para todos,
y todos por igual,
que nadie quedará afuera
de esta bendición, mi bien....
No olviden, el Descenso divino
será en el Cerro, hijos míos,
que reconocido será,
como el Monte de Sión,
porque ahí comienza la Nueva Jerusalem
la Tierra también a iluminar.
Tu pediste algo para todos,
sí, para todos esto es.
Amén,

Amén Señor


Montevideo 19.9.1987


EN SION EL DESCENSO DE CRISTO

¿Qué tengo?.. -dice EL-
¿Qué piensas que te voy a mostrar?...
¿Sonrisas?
Tan pocas en tu rostro,
pero tantas en tu corazón.
Tantas heridas como a mi Blanca llegó,
mas no te debes inquietar,
que pronto te sentirás resplandecer,
en ese camino de divinidad.
Ese Hijo que vengo anunciando,
Cristo, unos le llamarán,
otros dirán, es el Mesías,
otros dirán, es un impostor,
extraterrestres que vienen...
Sí, alma mía, así es,
mas muy pronto el gran cambio se verificará,
cambio rápido hijita.
Y están en el lugar sagrado,
que será reconocido...

Y señalas, mi Señor, el Cerro de Montevideo...
...Como el Monte de Sión.
Allí será el Descenso divino,
ese Hijo, el Cristo, ahí sus pies pondrá.
Y luego serán muchos,
pero muchos más, como ustedes,
que hacia El para ayudarlo correrán.
La obra será en conjunto,
mas los ángeles que de las estrellas llegarán,
vendrán también para reforzar,
como un ejército divino,
y a nadie van a aniquilar.
El no viene como un juez,
viene para unir, para enseñar a amar,
a comprender, a perdonar.
Amén,

Amén Señor


Montevideo 10.10.1987


MONTEVIDEO: EN EL MONTE VERAN A DIOS

Mi Señor, tu Alberto pide... "Cerro de Montevideo"

En las palabras Montevideo,
en ellas, tú sabes muy bien,
en ellas he inspirado
que a Dios lo verán,
y así lo presentaré.
En el Monte verán a Dios.
Deo como Dios que es,
vi, del verbo ver,
y el Monte,
como el Cerro que conocen muy bien.
Luego se le dirá Sión,
y dirán: ¿por qué así es?
Bíblica y geográficamente,
así lo haré reconocer.
Monte de Sión donde mi Hijo desciende,
y acá en Montevideo, la Nueva Jerusalem,
Nueva Jerusalem para el Mundo entero.
Que al principio no lo querrán creer,
dirán unos: ¿qué es eso?
y algunos pensarán también:
¡impostores!
¿Que hay milagros..?
Hechicerías de las tribus...

Pero luego... luego como un sol,
a ese Cerro lo verán resplandecer,
y vendrán de más Naciones,
y las fronteras se abrirán,
y después el Cerro divinizado,
como un imán atraerá.
Y ustedes mis hijos amados,
ninguno afuera quedará,
se encontrarán trasmitiendo,
y obrando milagros con Aquel,
que en ese Cerro descenderá.
Que le llamarán el Cristo,
otros el Mesías,
y otros Extraterrestre,
que vienen acá a invadirnos...
Unos los brazos abiertos,
¡por fin llegaste a salvar!
Y otros... con un gran temor,
¡que nos vienen a aniquilar!
Y otros... que si es un impostor,
¿cómo milagros va a hacer?

Pero serán tan grandes, tan grandes,
que hasta el Anticristo se arrodillará ante El.
Y verán cómo y en qué armonía,
ninguno de mis hijos se puede perder,
porque El viene para unir,
para dar alegría,
y todo en el Cerro de Montevideo comenzará,
la paz y la alegría.
Luego, capital que será bendecida,
capital de toda la Humanidad.
Mas después, no habrá capital,
no olvides, mi Alberto bien amado,
ni gobernantes, ni gobernados,
todos se sentirán hermanados,
sin fronteras,
y la Tierra como la divina pradera,
que no se va a marchitar.
Ese Paraíso que he prometido,
ese Jardín del Edén,
donde por fin todos mis hijos,
vivirán en esa unión
que no se quebrará jamás.
Amén,

Amén Señor


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