Montevideo, 03/02/96

TANTAS NAVES A ESTE PUERTO

Paloma que pronto los aires surcará,
cadenas que son invisibles pero cómo suelen apretar.
Cadenas que tienen otros símbolos también,

Mi Señor, me estás mostrando esta cadena y de pronto me mostraste el Río de la Plata y lo veo como una flor maravillosa y como de pronto que se transforma como en una gran paloma, con un puerto. Mi Señor, TU me estás mostrando acá, esta parte, esta parte nuestra.... te suplico tanto, te suplico tanto.... y vuelve a reiterar.

Cadenas que son invisibles, que oprimen hasta asfixiar.
pero cadenas que pronto liberan y ya no habrá temores,
porque los cantos entre todos pronto comenzarán.
Canto a la Libertad, sin agonía, sin angustias, así es,
así como tantas veces mencioné,
ustedes son partes del divino pan, que quiso venir a la Tierra.
Salieron como hostias también de un sagrario para sentirse destrozar.
Son seres, ángeles creados de MI Mismo allá en nuestro Cielo,
ángeles que quisieron tomar este vestido que se llama cuerpo,
ángeles para venir a tropezar, no diferenciarse de los demás,
yo soy esto, soy aquéllo, eso jamás lo han pensado,
a actuar como seres de acá de la Tierra,
pero pronto se sentirán todos tan hermanados,
nadie fuera de ese abrazo.
Bendigo el pan como ustedes que trozos son,
bendigo y digo pronto se abrirán las puertas,
como abiertas están las puertas de cada corazón.
Bendigo el agua que los representa a ustedes también
y este Río de la Plata, así como se le conoce,
este Río tendrá manifestaciones maravillosas,
porque llegarán tantas naves, tantas ... a ese puerto
que sólo se verán seres prendiditos por todos lados,
escuchando como el arrullo de una paloma en ese bendito Cerro.
Muchos se preguntan ¿qué es?
pronto todo lo van a comprender.
Paloma y Madre a la vez.....

Mi Señor, hiciste así con la mano y de pronto de acá veo como que salió la paloma y se presenta ahí. La Paloma está toda con plumas, de pronto parecen doradas, de pronto parecen como que irradian destellos como de plata, de pronto son plumas y alas como los más maravillosos arco iris, y cubren de una a la otra, pasan por sobre su cabeza, pero la van envolviendo toda. Y ahora la Paloma se comienza a transformar en la Madre del Cielo.
Ahí está, grandiosa, pero con sus alas maravillosas, y qué hace, toma todo, toma todo, el agua, la dulzura que está representada en los caramelos, pero los caramelos los veo como si fueran pequeños panales y a ustedes como abejitas, que elaboraron toda la dulzura para ser compartida. Ahí está esa Madre, los tiene entre las alas con esa ternura y esa fuerza maravillosa.
Y Ella mira y dice:

La fuerza, la del amor,
no necesito fuerza humana para poder sostenerlos,
fuerzas divinas tienen mis alas,
pero ustedes son como etéreos.
Cómo no he de amarlos y representados en mi corazón,
representados en mis cabellos,
representados en mis plumas,
representados en los latidos de mi corazón.
Sí, que aún siendo de una condición distinta,
mi corazón late como el de todos los hijos,
no me hago, como ustedes, una Madre distinta.
Triángulo somos en cada ser.
Mi... Señor, -le dice y lo mira-
Por supuesto, le dice EL,

Y de pronto los veo multiplicados, están en cada uno, están así, y dice Ella:

Los Bendigo con fuerza maternal,
en el cielo los acuné y ahora les vuelvo a cantar.
Ustedes son arrullos divinos,
aunque muchas veces desde vuestras gargantas
brotaron gemidos, gritos desgarrantes,

¡Ay! mi Señor, qué horrible.
Sí, cuántos gemidos, cuántos alaridos,
pero pronto serán esos cantos maravillosos
y hasta las aguas de ese Río de la Plata...

Pero nunca se habló así, perdón....
van a acompañar,
porque ese oleaje será una música divina,
ya que todo transformado será.
Y ahora, es mi arrorró, es mi Bendición,
que esos hijitos tienen que marchar,
pero con ellos también marcho YO.
¿Qué ven? me preguntan, acá...

Es tanto, es inmenso y solo veo nada más que seres, seres y más seres y las estrellas que ya están acá, y las estrellas que también las veo con distintas luces, distintas luces y es maravilloso. Y veo los ángeles que descienden, y veo... Ese que están esperando también... y veo que se abrazan y se tocan y dicen: no puede ser, no puede ser no se diferencian de nosotros.....

Estábamos esperando el buen momento,
basta ya de dolor, dicen ellos,
estábamos esperando, también nosotros debíamos,
a todas las profecías respetar como las respeta el Padre.
Somos hermanos
y de dolor también desde lejos estamos desagarrados,
y no podíamos intervenir, todo se debía cumplir.

Y ahora la Madre, mirándolos a todos con su dulzura, toma... claro no es solo la Tierra, está el Universo entero, congregado entre sus alas. El Universo entero, no falta nada, hasta lo último que no se podía ni precisar a qué distancia está, no digo una estrella, no digo el sol, la luna, no, hasta lo más lejos, está todo aquí, unido. Es grandioso lo que estoy viendo. De pronto la Madre... es un suspiro. Y en ese suspiro.... ese suspiro de Ella es como si hubiese brotado una luz inmensa de todo su ser que lo envuelve todo y les canta su arrorró que es su Bendición.
(Canto en lenguas)

Y acaricia con sus mejillas todo ese Universo. Y había partes en que había espinas, había dolor todavía, y de pronto al recibir la caricia de esa Madre, ya no hay espinas, ya no hay rugidos, ya no hay quejas, ya no hay más quebrantos ni alaridos. Solo comienza como una música suave, comienza a surgir y esa música envuelve todo y llega a la otra parte del Cielo llega... y el Cielo se siente que se estremece.

Y dice el Padre:
Pronto todo nuestro Cielo se va a estremecer otra vez,
pero ahora sí va a ser por esa emoción que anuncio
y esa felicidad de MI también.
Todo es bendecido, el Pan y el Agua, lo más humilde hijos míos,
ustedes son partes de todo ello, partes del pan y del agua
y de las cadenas invisibles,
para ustedes que pronto sentirán
que pueden respirar con total libertad.
Amén


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