Salto, 23.12.84

DOMINGO HACE DOS MIL AÑOS: ASSAM, INTEGRANTE DEL CORTEJO DE LOS REYES

Mi Señor, me estás mostrando a Domingo, y lo veo hace 2000 años... sí, lo veo hace 2000 años... Te veo en aquellos caminos, Domingo, te veo allá en la Antigüedad, caminando, caminando... Tu cabeza está cubierta por un manto, como un árabe, te veo. Vas llevando algo en los hombros y dice EL:

Integrante del cortejo, hijo amado,
que guió a la Estrella de Belén.
Fuiste parte de aquellos, llamados Reyes Magos,
y llegaste también hasta El.
Y postrándote en tierra, mi Domingo,
tu nombre fue Assam, Assam fue tu nombre, hijito,
y pronto, tu alma, a tu físico, te lo recordará.
Portaste en aquella tinaja...
glorias para al Niño ofrecer,
y aquellas glorias sirvieron,
para cuando tuvieron que huir de Belén.
En aquel camino hasta Egipto,
y en aquel establecerse allá,
lo que tu portaste, mi Domingo,
fue muy útil,
y hay un agradecimiento,
que pronto se reiterará.
Amén



Salto, 24.12.84

ZULMA HACE 2000 AÑOS, SARITA: ENCUENTRO CON JESÚS RESUCITADO


...Te verás, mi bien amada,
en los caminos de allá,
cuando iba por Samaria ... el Jesús predicando
y con El te solías encontrar,
como buena Samaritana.
Cuántas veces a tu casa llegó.
Pero llegó una mañana desfalleciente de cansancio,
de sed, de hambre y sus ropas polvorientas...
Y allí en tu hogar recibió nuevas ropas a cambiarse,
agua tibia para lavar,
agua fresca para beber
y el pan y leche para alimentar.
Sonriente seguía el camino,
sabía que siempre podía encontrar
en tu casa con sonrisas y el alivio,
el alivio que tu brindabas
para todo el peregrino que solía allí llegar.
Tu nombre fue, hija mía, un nombre que registrado no está,
ahora diremos Sarita,
porque Sara fue tu nombre en aquella época.
Te sentiste desgarrada,
cuando supiste que al amigo lo tuvieron que crucificar.
Lo tuvieron que crucificar, para eso se ofreció,
tuvo que ser necesario
para el cumplimiento de la profecía
que en tantos y por tantos, dice El, brindé YO.
Te sentías también taladrar, y no podías creer,
porque al camino salías y mirabas por doquier,
llegará ahora en la mañana,
o llega en el atardecer.
Mas sabías no llegaba, pero un día, mi bien,
no podías creer lo que veías, ¡imposible!
es una visión, es un espejismo, ¡es El!
y corriste hacia el amigo y te pudiste abrazar,
y decías palpándolo todo: pero es cierto, estás acá,
siempre te aguarda el agua fresca,
como el agua tibia también,
siempre te aguarda la leche y el pan,
que después lo reparto entre otros.
Ven amigo, ven a lavarte y ven a comer,
ven a descansar un poco y luego vas a continuar...

Y luego te retiras, lo miras y dices:

¿es que acaso tu puedes comer?
¿no eres un espíritu que llega?

Y El te dice:

¿No ves mi carne?
¿No has podido tocar?
¿No ves mi sonrisa y mis manos apretar?
Ven pon tu cabeza en mi corazón,
¿no lo sientes palpitar?
pues hambre y sed tengo Yo,
vamos a tu casa me volverás a alimentar.
Amén



Montevideo, 28.7.85

LUCY HACE 2000 AÑOS: AMIGA DE JESÚS, MORAINA

Pasaste lo de tantos, alma mía, dice EL,
también un sufrimiento atroz.
Estuviste, no en la agonía, porque estabas en otro lugar,
pero sí, eras amiga.
Cuando ellos solían pasar por tu aldea, mi bendita,
siempre llegaban y tú convidabas, tú amasabas también el pan.
Y dabas de las frutas que cosechabas...
Y te veo, como si hubieras plantado tú misma, porque estoy viendo con qué amor estás recogiendo frutas y las pones como en un delantal, y las llevas y vas corriendo. Y tenías un cesto, sin embargo tu la recogías en un delantal. Y tú les das, como diciendo: "¡ah! qué rica, miren qué olor que tiene...miren qué linda que está..." así te veo, con ese gesto.
Y dice EL:

Cuántas veces, en idas mas no en vueltas,
porque los recorridos eran ... no ir y volver, alma mía,
pero siempre pasaban por allí.
¿De dónde fue, mi Señor?
¿O qué es lo que presentarás?
Moraima, fue tu nombre
también pronto conocerás
lo que ese nombre representa,
porque tiene un símbolo
y es un símbolo de la Antigüedad...
Tu esposo era camellero y tenías también un niño que correteaba. Al niño lo veo como si tuviera un defectito, como si se hubiera caído de un camello y se hubiera lastimado la piernita... y como El pasaba y no, no había milagro, pero no te preocupaba, porque el niño era sano. Pero poco antes de este hecho tan terrible, El pasó y tú antes, habías visto como una luz, en el cuerpito del niño y cuando El pasó el niño quedó completamente curado.
Y después te vi desgarrarte de dolor, te golpeabas el pecho con las dos manos, y clamabas a lo alto. Y te ví ir a las reuniones de los cristianos... y vi también todos los sufrimientos que tuviste que pasar, por defender la fe.

Así fue, mi bendita, así fue, mi Moraima,
desfalleciente, mi bien, pero fuerte,
porque defendías lo que considerabas era la justicia divina,
y YO te digo: adelante, adelante mi Lucía
que ahora eres luz, alma mía, luz que todos verán.
Amén



Montevideo, 27.7.85

TE RECONOCERAS, COMO LA ESTER DE LA ANTIGÜEDAD

Mi Señor, tú dirás...
El está moviendo las páginas de la Biblia y se detiene. Veo Ester, la veo escrito sin hache, no sé cómo está en la Biblia...
Bueno, mi Señor, sólo TU sabes lo que te pide Beatriz, mi Señor y yo sé que no te pongo en aprieto, porque TU lo conoces todo.

Si te respondo, mi bienamada, a la frase,
tu sabrás, que llega la calma anunciada
y guerreros ya no existirán.
Que no habrá batallar, alma mía,

Mi Señor, me estás mostrando un pasaje de la Antigüedad... un pasaje mucho más allá de esa venida de Jesús, seguimos internándonos en los tiempos o retrocediendo... y TU me estás mostrando una batalla en los campos, y como querer llegar a una ciudad sitiada... como se dice, invadirla... ¿qué símbolo o qué representa, mi Señor... ?
Yo no lo sé, si TU respondes otra cosa a tu hija, solo TU sabes porqué, o lo que pueda representar esto, ¿qué es, mi Señor?
Me muestras la batalla, me siento desesperada...

Te reconocerás, alma mía,
como la Ester de la Antigüedad,
fuiste de aquellos tiempos, hijita,
la luz en ti encendida está.
Esta es la respuesta que te doy,
también en ti hubo un batallar,
que te sentías como una ciudad invadida
y en una desesperación total.
No olvides lo que te digo,
la Ester de la Antigüedad
se encuentra en ti, mi Beatriz,
y esta luz en ti ya está.
Amén



Montevideo, 13.03.85

LILE HACE DOS MIL AÑOS: SARA, HERMANA DE JUDAS TADEO

¿Por qué te he traído, alma mía, a la Nueva Jerusalem?
Estuviste junto a Aquél, en la Vieja, sí, mi bien.
Estuviste en aquellos tiempos y cuando solía pasar,
muy cerca de donde habitabas, siempre a tu casa llegaba.
Nunca, nunca de lejos, sino siempre hasta ese lugar.
Y ¿por qué? Por una gran razón,
fuiste, alma mía bendita, hermana de un Apóstol.
Tu preparabas para El, alimentos, con infinito amor,
porque al paladearlos, decía:
Nunca comí, comida más exquisita que la que preparas tú...
Y preparo para Ti, porque Tu eres el Señor...
Soy un hombre como todos, ¿quién eso te dijo a ti?
No sé, ¿es que acaso yo ignoro quién eres?
Sé que Tu eres el Señor.
Tu lo has dicho, no lo dije Yo y ahora me voy a marchar...
Bueno, espera que te preparo algo, para que comas en el camino,
no lo vayas a tirar, mira que con estas manos, con gusto lo preparé yo.
Pues, a esas manos las beso
y a marchar, hasta la vuelta,
¿qué me preparas... para mi regreso?
Ya veremos, mi Señor...
Me mostraste todo, mi Señor, y a Tu Hijo le decía Mi Señor...fíjase, como yo te digo a TI, mi Señor... Allá están,.....
No te debes inquietar, lo que voy a mencionar,
fuiste hermana del Tadeo, y con él, te encontrarás,
Pero si hasta se parece....
fuiste hermana del Tadeo, alma mía
y tu nombre fue Sara, hijita bendita,
Sara, sencillamente.
Amén


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