Palabras del Padre

Introducción
 
Palabras del Padre
Creación
Rebelión
Tierra, templo de purificación
Ofrecimiento
Todos a padecer
El Padre carga con el mayor dolor
Sobre las almas
- Distintas venidas
- El Padre en diálogo con las almas
- Almas fragmentadas
- Almas gemelas
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Montevideo, 14.11.84

YO SOY PADRE... TU ERES HIJO BIEN AMADO

Yo soy la Luz, hijo amado,
la Luz en ti proyectada está.
YO soy, hijo, quien te y los ha creado.
YO soy el amor, la potencia, la fuerza,
YO soy el viento que ruge
y soy la brisa que también los viene a besar.
YO soy el agua mansa y el agua bravía,
YO soy la montaña firme y el volcán que aterraba cuando rugía.
YO soy el bosque en susurro,
el bosque desnudo del invierno
y revestido en el verde de la primavera.
YO soy el canto de las aves y el brincar de los corderos en la pradera.
YO soy la paz y soy la guerra.
YO soy el Amor, mas el odio no soy.
Si digo YO soy la paz, hijo, si soy la guerra
porque estoy en el estruendo y estoy en el desgarrar,
en el sufrimiento, en la agonía, en el cruel dolor.
YO soy Padre, también soy hijo.
YO soy Padre, el Supremo Hacedor.
YO soy obra viviente de Cielos y de Tierra.
YO soy la luz perenne, mas también soy la oscuridad.
Me busquen donde me busquen, siempre me encontrarán.
YO soy el presente, hijo, soy el pasado y el futuro también.
YO soy, no olvides, el ayer, el hoy y el mañana.
Soy el de cada hora, el de cada sonrisa.
YO soy en la mano que está extendida y que parece vacía.
YO SOY, YO SOY, YO SOY..........
Amén

Tú eres, hijo bienaventurado,
Tú eres un ser que por fidelidad
estás ahora preparándote para estos tiempos,
para ayudar a tus hermanos,
para sacarlos del sufrimiento,
para liberar de tormentos, para reconstruir y dar paz.
Tú eres, eres hijo que se ha esforzado
por querer convencer que no debían de continuar,
en aquellos momentos atroces de cielo,
atroces cuando se rebelaron contra mi,
y tú querías que nuevamente se respirara la paz.
Tú eres un ángel de luz, bienaventurado.
Tú eres fuego de Amor,
donde te consumías al ver la traición,
te desgarrabas y a mis pies gemías:
"Perdónalos Padre",
como aquellas otra palabras
que dijo también tu Hermano,
aquel que es un poco mayor.
Tú eres paz y perdón.
Tú eres sacrificio y abnegación.
Tú eres martirio y elocuencia.
Tú eres el agua mansa de la playa.
Tú eres la brisa suave
Tú eres el canto del ave
y si ahora como humano
diferente te pueden ver, no olvides,
Tú eres un hijo mío abnegado
que sufrió por los hermanos, horrendamente.
Amén

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