Creación

 

EN ESTA PÁGINA:
- UN CORAZON MAS GRANDE QUE EL UNIVERSO, ES EL UNICO DOCUMENTO
- EN EL CIELO LOS DOTE DE TODO PODER
- LOS CUERPOS DIVINOS ESTAN EN EL CIELO
- HERMANDAD

- COMO ES EL CIELO
- MIS HIJOS COMO FRUTOS PROMETIDOS



Montevideo, 22.12.84

UN CORAZON MAS GRANDE QUE EL UNIVERSO,
ES EL UNICO DOCUMENTO

EL me está mostrando, como un enorme Corazón, un enorme corazón en el espacio, pero llega acá. En ese enorme Corazón, dentro, lo veo a EL, de pie, con los brazos extendidos, a EL como Padre.
A ustedes los veo, como pequeños corazones de luz, que saltan de donde están y se prenden al Cuerpo de EL, y quedan totalmente iluminados. Hay un corazón que es el de EL, es más grande que ustedes que son pequeñitos, en su Pecho, ilumina totalmente.
De pronto ese corazón de EL, se transforme en el Universo, pero siempre ahí, en ese lugar, y dice EL:
Son partículas de Mi Ser, ¿cómo los voy a abandonar?
Si sufren, sufro también,
si se desgarran, ya me verán, cómo mi cuerpo está,
El Universo entero, hijos míos, cabe acá,
que no tengo, otro documento,
que el del Amor para presentar.
Y así es como los bendigo,
adheridos como están a MI,
que no saco a ninguno de mis hijos,
vengan, vengan, hacia aquí!
Si soy el Padre que los ha creado,
no es para poderlos estirpar,
sino, siempre tenerlos, aquí, conmigo,
apretados, apretados en Mi Amor,
en la paz y en la cordialidad....
Amén



Montevideo, 14.9.85

EN EL CIELO LOS DOTE DE TODO PODER

En el Cielo los engendré, los doté de todo Poder,
de la luz más intensa, mis benditos, y así volverá a ser, Miguel.
El Poder que les di en el Cielo, pero ahora sólo en MI lo grande está,
llega el momento supremo que nuevamente de Poder, dotados se sentirán,
y lo ofrecerán al mundo para renovarlo, Miguel,
y lo ofrecerán a todos, nada se guardarán de ese divino Poder,
y andando por los caminos, en una renovación total,
sabrán transformar las piedras, en plantas y flores de divinidad.
Sabrán rellenar los abismos y a las montañas hacer resplandecer.
Y verán con ese Poder que cantan,
y vuestras gargantas emiten trinos, los más hermosos,
y en otros qué gorjeos, como si al sol naciente,
pudieran saludar también.
Y serán transformados, hijo amado,
los seres que ahora deambulando van,
que tropiezan, se desangran, que van llagados,
que están ulcerados, que algunos repugnan, pero ustedes los besarán.
Y es el Poder del Amor, que en ustedes se va a manifestar,
porque todo el Mundo y más afuera, lo prometo como Creador,
que la renovación será divina, la renovación será total.
Amén


Montevideo, 08.02.85

LOS CUERPOS DIVINOS ESTAN EN EL CIELO

-¿En qué sentido están los cuerpos divinos en el Cielo?
-En el sentido de dormidos. El cielo está vacío, pero vacío de vida.
-¿Entonces hay todos cuerpos divinos dormidos?
-La vida está latente ahí.
-¿Cómo la vida latente?
..............
Ya verán todo, hijo mío,
ya todo por fin lo tendrán,
con la claridad divina,
como lo hemos preparado.
Mi Palabra la recibirán, clara y firme.
Estoy en cuerpo,
en ese cuerpo, mi bien,
clara y firme y en el conocimiento,
porque lo tienen,
ahora no lo pueden comprender.
Incluso a Mamá la dejo perturbada ....
¿Cómo es?
Deja que llega el momento,
que todo será aclarado.
Amén


Montevideo, 14.9.85

HERMANDAD

Hermandad que viene de Cielo, sí, mi Fanny, y establecida está.
Son mis hijos, no los abandono y a ninguno lo voy a condenar.
Son hermanos y los he creado, y se ofrecieron para venir a cumplir
en el dolor, en el sufrimiento, y en la Purificación que ya toca a su fin.
Purificados y en divinidad, mis hijos todos se van a hallar.
Si los hice a Mi Imagen y Semejanza, así mi Fanny, se reconocerán.
Como en perfección sublime, en la divinidad que anuncié,
hermanos todos y ahora a aquél que gime,
le ofrecerán la sonrisa y lo reconfortarán.
Esa es la hermandad hijita, no sonreír y guardar,
sino socorrer al que sufre, y siempre poder ayudar.
Que pronto terminará todo este tormento,
que al mundo desde la Creación envolvió,
para ser el jardín primoroso, divino,
y ustedes son como las flores por la hermandad,
y como en una Nueva Navidad, y una sublime Resurrección.
Amén

Me mostraste, mi Señor, algo maravilloso...
Vi como toda esta masa corpórea, por decir así, de pronto era como la Transfiguración, como cuando Jesús en el Monte se transfiguró... los vi a todos transfigurarse, como si fuera la resurrección del cuerpo en su mismo cuerpo. La nueva vida en esta vida. La luz divina, en los rostros opacos por el dolor y los ojos como estrellitas maravillosas. Y ya no se ve en ellos la sombra del sufrimiento, de todo ese espantoso tormento que tuvieron que padecer, hasta llegar a estos tiempos de esa purificación total.
Gracias, mi Señor,
Amén


Salto, 04/01/86

COMO ES EL CIELO

Mis benditos -dice EL- todo, todo siempre fue Cielo
y a todos el Cielo les entregué.
Cada uno que iba creando, obra del amor inmenso
con la Mamá Inmaculada que es el Espíritu Santo.
Así mis ángeles fueron creados, cada uno para alegría
y cada uno como creador también.
Que no soy YO el único,
porque si a nuestra imagen y semejanza creados fueron allá,
fueron también en la divinidad, en el poder y en toda la creatividad.
Nada se desfigura en nuestro Cielo, nada se deforma sino renovado es.
A cada paso vuestro miran o extienden la mano,
como una caricia, una nueva forma a cada objeto le dan,
y todo bendiciéndolo a la vez.
Era alegría constante, era la perfección total.
Les di todo, porque me di por entero.
Que no solo tuve un Hijo, sino todos auténticos.
¿Qué les dije hace un momento?
Que son trozos de mi corazón, no puede faltar ninguno,
porque no habría vida para MI, si mi corazón fuera incompleto,
sino con todos me siento YO revivir.
Pero aún estando en el dolor, como Padre exhausto voy,
pero sigo hablando de Cielo.
Son tan míos, tan de mi Ser, que la luminosidad de mi cuerpo
es porque ustedes están prendiditos en MI.
Esto es un símbolo divino, pero ahora,
vamos a continuar por estos caminos infinitos.
Ahora caminaremos por acá, ¿ven almas mías, qué hermoso es este sitio?
Tierra en el Cielo no la verán jamás,
que son como nubes transparentes de luces de colores...
Y me preguntan :¿Papá y la luz dónde está?
La luz, la luz son ustedes mismos, en el cielo no hay oscuridad.
Sigamos caminando, hijitos.
Los árboles meciéndose están y qué música divina emiten.
Y ustedes... ¡vamos, todos a cantar!
Y aquellas flores, ¡oh, qué bellas son!
pero si ahora cambiaron, más hermosas cada vez!
¿Por qué no comienzan a batir las alitas?
recuerden que las plumitas de vuestras alas son música a la vez.
Vamos a seguir andando, y ¿qué les parece si volamos por allá?
Bueno, alcemos ya nuestro vuelo y vamos a ver a Mamá
que nos está aguardando, y ¿qué nos habrá preparado hoy?
Pues, una torta, una torta y es para todos,
y en cada uno tendrá distinto sabor, el que cada uno desea.
Para ti con más dulzor, para ti con más frescura, para ti ¿qué tiene mi bien?
¡Oohh! responde aquel angelito, tiene una miel especial,
que solo en las tortas que preparas, esta miel la puedo hallar.
Bueno, bueno, vamos adelante, pero ahora a mis hijitos humanos,
porque en este momento angelitos no son, les digo:
cuando volvamos al cielo no olviden, tortas no hay.
Solo fruto celestial, que Mamá allá no cocina
y Papá no tiene que esperar que Mamá esté en una cocina.
Por lo tanto a continuar.
Y Mamá ¿cómo se presenta, como la Paloma que vemos representada en imágenes,
como el Espíritu Santo nada más?
¡Qué esperanza mis bendito!, Mamá tiene dos alas grandes y ahí puede protegerlos
y a veces como pichoncitos entre las plumitas del pecho que se quieren ocultar.
¿Que mamá tiene plumas en el pecho.....? y entonces un pájaro es.
No es un pájaro no. Es un símbolo divino representando
que quieren ser las plumitas que se encuentran junto al corazón,
que cuando mamita sufre, los hijitos sufren más,
y cuando Papá se desgarra por tanto dolor como hay.........
¡No, no, no! no hablemos de dolor -dice EL-
hablemos de nuestro cielo que fue lo que me pidieron.
Vamos al lago encantado y allí nos vamos a sumergir.
Bueno, ahora, demos un salto, todos rápido, al fondo y naveguemos por allí.
Qué plantas hermosas creaste tu hijito y tu hijita...
qué divinidad hay allá, siempre cada uno de mis hijos va creando,
cuantas maravillas en nuestro cielo pusieron ya.
Bueno y ahora salgamos nuevamente a flote.
Pero mojado ninguno está, al instante la tibieza del cielo los ha dejado más que nuevos
y como si un traje distinto al que tuvimos, nos sacamos, nos acabamos de colocar...
Y ahora, ¿quién hizo esa alfombra de flores? ¡Oh! qué divinidad que es.
Bueno, como no se pisa nada, nada se destruye sino que se transforma.
¿Quién la creó?
Fuimos nosotros tres.
¡Oh! qué bella, cuánta maravilla!
Mis hijos creadores son,
renuevan siempre a nuestro cielo.
Bueno, ahora estamos en este suelo, pero pronto volveremos.
Verán que las puertas abrirán y otra vez mis ángeles divinos
que son mis hijos legítimos a gozar y a revolotear.
Amén


30/05/92

MIS HIJOS COMO FRUTOS PROMETIDOS

Cambios, Paz de la Montaña Rosa, ¿y tú, Norma? Anuncio de primavera. Bueno, ahora, mi Señor.
Así serán los nuevos frutos,
actos divinos, el Amor y la Fe.
El anuncio de una nueva primavera,
esa Primavera que anuncio
para todos mis hijos,
porque será el gran reverdecer.
Nuevos caminos, nuevas puertas que se abren,
pero los corazones puertas no tienen,
no las tendrán jamás,
ya que todos pueden entrar en cada corazón,
y nadie se dirá: para ti ya no hay lugar.
Al contrario, ¡qué capacidad!
¡cuánta fuerza para amar,
para comprender, para ayudar!
Como una primavera,
así la Tierra revestida será,
esa tierra, Madre Tierra,
que todos los frutos
los va a ofrecer,
que todos los frutos por fin estarán.
Y esos frutos, como he dicho,
Sí, mi Señor, como TU los presentas, con distintos nombres, la variedad enorme de frutos que hay, frutos, muchos que no los conozco y están ahí, mi Señor, los estás presentando. Y dice EL:
Como los frutos que voy presentando,
frutos de divinidad,
y ya no necesitarán extender la mano
y al fruto lo van a arrancar.
El árbol con ternura los va a ofrecer,
nadie querrá dañarlos diciendo:
"yo te arrancaré".
Es como arrancar un trozo
en cada corazón también.
Pero los árboles en la Nueva Tierra,
Los árboles...
Mi Señor, pero me estás mostrando como que cada uno de tus hijos es como el Arbol de los Frutos prometidos.
Arbol de frutos prometidos,
así cada uno de mis hijos es,
teniendo todos los frutos
y el corazón como una fuente divina,
los va así a ofrecer.
Los frutos de la comprensión,
el fruto de la ternura, de la paz,
el fruto de la fe inmensa.
Mira -dice- ves, el Arbol
no quedará jamás sin esos frutos,
porque va a ofrecer y más surgirán en él.
Mi Señor, es como una multiplicación increíble. Y es como ver que toda la Tierra los va recibiendo, toda la Tierra. Las piedras, hasta los caracoles, los gusanitos, las hormiguitas negras... y con qué gusto están mirando y ellas no van ahora a arrebatarle a las plantas, a triturar las hojas, no! La tierra misma se los está ofreciendo. Veo las aves, mi Señor, cómo las aves miran y es como si los árboles los dejaran caer y les dijeran: ¡Ven! si aquí está. Porque las aves tampoco querían picotear, no querían dañar a los frutos que estaban en los árboles. Y ahí están las nuevas flores y están las abejitas que quieren elaborar la miel pero... sacar, sacar el néctar de las flores qué triste que es! ¿Por qué? si así las voy a secar más pronto, se dicen las abejitas. Y las flores dicen: Mira cuánto tenemos, cuánto néctar, ven, sácalo porque nos inclinamos, no podemos contener tanto. ¡Ven, saca!
Y así las abejitas pueden también libar
para ir rápidamente a elaborar la miel
en su bendito panal.
Ustedes, como abejitas también se encontrarán,
y también han sido como corderitos
que se ofrecieron para el dolor,
padecieron también por martirios,
pero también portarán la Corona del Alto Honor.
Mi Señor, me estás mostrando la Tierra. Y la Corona del Alto Honor que descendió del Cielo y está coronando toda la Tierra, toda trabajada. Pero veo a todos tus hijos, todos...
Mis hijos son las piedras preciosas
de esa corona,
son las piedras divinas
y son también piedras fundamentales
de la Nueva Jerusalem.
Fuertes, pero fuertes así los ha hecho el dolor.
Piedras que se han sentido quebrar,
pero luego íntegras otra vez,
y ninguna dirá: soy de mejor material,
mírame a mi, tengo poder,
yo soy como un imán.
No, todas por igual son,
ninguna con más poder,
pero trajeron el poder del Cielo,
que en ese no hay distinción,
y es de Eternidad.
Pero orgullo en ninguna habrá,
todas irradiarán la luz en la misma potencia,
porque así es.
Los bendigo, los amo, los glorifico,
sí, Gloria a mis Hijos,
son partes de mi SER,
soy el Dios que los creó en el Cielo,
soy el Dios y soy el Padre
que junto a cada uno estoy desgarrándome,
pero también si fuera humano
en estos momentos, estaría contando así,
los días, los minutos, los segundos, para decir:
¡por fin, terminó todo
y ahora los veré sonreír!
Pero todo se cumple, hijos míos,
YO sé el tiempo, sé el instante...
Mi Señor, pero no digas, por favor, TU no has dado fechas, ni siquiera por tu Jesús, no des tampoco. Que muchos... quizá... interpretan cosas, dan fechas y después... nada, mi Señor. Pero que sea rápido, rápido todo por favor. Y te vi decir, por TI mismo, para que TU no sufras más. Porque TU dices que te desgarras diez veces en cada uno. Por TI mi Señor y por tus hijos, para que ya los vea felices.
Pronto todo esto -dice EL-
cumplido será.


Ir a "Rebelión"
Volver a página anterior
Volver a índice de Dios
Volver a página de Entrada